|
AL UNÍSONO VERSÁTIL
Nunca vengo, y ahora el cielo, extrañarme dice un sueño, no recuerdo ni mis pies, y sólo, el viento canta.
Acaparad la calma. Acabarla alarma. ¡Agasajad la paz! Al alma ablanda.
Nada sé. Me fui con mi pelo. Dando al agua mi sed. ¡Ella sola se humedece!. Mi traje de invierno espera.
Las alacranadas abrasan, acalambran agarbanzadas. Abarcarlas abarranca. Agarrarlas agarrafa.
Soy el mismo, no tengo dudas, las fabrico con el destino. ¡Que muere y continúa viviendo! En la mesa, la silla y la cuchara.
Alada alaba al alba. La abrava la abraza La aclama la aclara. Alargarla ala al alma.
En tanto la lluvia me viste, en pocos segundos amarillo, el sol la piel acaricia. Y estos ojos ven poco.
Adapta al alma. ¡Aclamad la calma!. Clama acatarla. ¡Al afamar la paz!.
Esperando la ventana mira, los zapatos descalzos con hambre, sueñan cada vez caminos, con el mar en cada labio.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
Antes de morir, quiero plantar un árbol Para que te de sombra por mí. Antes de morir, quiero escribir un libro Con mis mejores poemas, para que te acuerdes de mí Antes de morir, quiero bajarte una estrella Para que alumbre, con su luz tu camino hacia mí Antes de Morir, acariciare tu alma, para llevarte hasta el fin Antes de morir, quiero llenarte de besos, para poder vivir Antes de morir, dejare en tu cuerpo mi semilla para no morir.
Por Conrado Augusto Sehmsdorf (Kurt)
[img width=300]https://e625.com/sitio/wp-content/uploads/2016/10/La-oracio%CC%81n-de-Jesu%CC%81s-antes-de-morir.jpg[/img]
|
Poeta
|
|
Eludir elucidar
En el marfil que danza el ojo y hace a los borregos estirar la lana en la luna lúgubre luciérnaga por estar los hilos del mar de hielos sin poder pestañear detrás de una chispa dulce pecando detrás de la letra esquiva bajo la sombra del reloj hostil qué muere lento latiendo en el pavimento ligero adolorido de verano y el pelo recortado erróneamente eludiéndolo elucidar elegantes accidentales entre las mejillas entre las alas oleosos y con el sueldo a rayas porqué el detonante ya fue la húmeda tarde fabricante ya De velas, herbolarios, herreros ya Del humo, sastres del aire, cocineros Del agua, y cien metros de tímidas fuentes posturas monótonas, verdes convalecientes esculturas ingenuas por eludirse y elucidarse ya.
Pues todos murmuran lo que nadie supone ser aquéllo que la penumbra es del pequeño mono- lito que mejor ha capturado los cañones ligeros inquietos de la cerámica desvalida por las cañas de las especies tropicales de los camellos ideales que afirman de los papagayos utilizar medicinas y la pólvora que hasta hace poco tenía frío cielo habiendo escuchado flotar una laguna desierta. Mientras, la vejez prematura despierta brillante nueve meses nueve veces nueve peces sedientos después del viaje de regreso que era imposible porqué escondieron al mar embotellándolo hoy sin detener al destino del que pende arrugado en la prohibición sofisticada de ser un salado un enjambre de olas y espumas y brisas libres.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
MEMORANDUM INGENUO
Una mirada se detuvo en el vacío, en espera de lo nuevo, lo viejo. Nadie llega, con desesperación de terminar, no fuimos ninguno, esperando ser otro. No fuimos arena, esperando ser desierto. No fuimos soledad, esperando ser tumulto.
Porqué indignos son los silencios, de ser oídos, por el pelo sordo del bolsillo, y el monedero que halague y destruya, y escape y albergue la ingratitud, cruda del hielo ebrio, diciéndome y diciéndome:
Tú, cuyas lágrimas secan el mar, en el desierto latir de la luna, y acribillas el grano del anhelo, entronado en pantanos enjoyado.
No esperes que tus recuerdos mueran, en las penas lejanas, causadas, infames.
El dolor baña éstas nubes, el sufrimiento mueve al viento, abajo y encima del suelo, mezclando pasado y presente, hasta en la miel que compras, con la hiel bajo la piel, y los escombros de la consciencia.
¡Sí, y sólo sí!. Te existió alguna vez, en algún lado.
Por eso dices que digo: Que ésto te envío...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
[youtube=425,350]http://www.youtube.com/watch?v=szOu35GJal4[/youtube]
Tiempo de muerte
En la hora de mi muerte Quiero oler el perfume de tu pelo la elevación de la piel Al tocar mi piel fría y azulada yo quiero sentirte mi amada
Quiero disfrutar de este regalo Al igual que el sonido de una oración A pesar de que ya no está presente En este último soplo de vida resta vai y se aleja de mi corazón
En la hora de mi muerte En el caos que ha sido un problema esta lógica absurda En la ansiedad extrema
Pero ahora era mi muerte Yo ya no siento dolor así te das cuenta de esta complejidad Voy a decir adiós a los barrotes de la prisión Voy a decir adiós amor
Alexandre Montalvan
|
Poeta
|
|
Me he burlado de mí mismo... ___Nikolai Gumiliov. 1886-1921 (Rusia).
Su poesía es esencialmente lírica. Inició junto con su esposa el movimiento literario llamado ¨Acmeismo¨. Fué fusilado en 1921. Esta es versión de Jorge Bustamante García.
Me he burlado de mí mismo...
Me he burlado de mí mismo Me he engañado Al pensar que en el mundo Podría haber algo mejor que tú.
Vestida con tu ropa blanca como el pelo de una diosa antigua Sostienes una esfera cristalina Entre tus dedos transparentes y tiernos
Y todos los océanos, todas las montañas, Los arcángeles, la gente, las flores, Todo se refleja En tus ojos juveniles y diáfanos.
Es extraño pensar que en el mundo Pueda haber algo mejor que tú. Quizás yo no sea más que una canción Inventándote en las noches insomnes.
Llevas tanta luz sobre tus hombros Una luz tan cegadora Que se forman largas llamas Como dos alas doradas.
|
Poeta
|
|
SOLO GAZMOÑERIA
Solo Por Mí ¡Egoísmo!. Que por mi retoña. Por Mí Retoña Al Otoño abotonando. Paseando al silencio puro. Sin apurar las pestañas. ¡Corren las pupilas cual carruaje!. Pétalos ecos de otras músicas extintas. Épocas tinajas de tintas pálidas. ¡Crisálidas crótalos en ciernes!.
Por Mí ¡Egoísmo! Trémulante. Por Mí Vibración tiritona. En el vapor suspendido. Desencadenado. En las mejillas plegadas. ¡Viendo al apañijo apiñarse!. Comprando recompensas a las sonrisas Vuelan, olorosas, embriagantes, enormes ¡Al desdoblarse con acicate!. Como Una cazoleta azarosa. Donde__De pronto, el mundo fluye. Hincado___Aquéllo sufriendo encandilada. Al fondo___Desamarillarse del bajo puente. Punta____De la esponja espinosa.
¡Con la farsa del anzuelo benevolente!.
********
Pura y virginal gazmoñería. Del hierro un yerro infinito. ¡Veo y veo apiñarse apañijo!. Al infinito.
Dejando caliente púrpura el crujiente pelo. Gazmoñería____¡Qué toca el cielo amenazando!. Más y más___Como indolente. Cual embovedar al llanto.
En La treta apologética ergástula. De por ahí, de por cualquier parte parte. Y salta, la consciencia presuntuosa salta. ¡Si, qué sí!. Y vaya como. Es. El brumoso danzar la mariposa. Bajo el hielo inmóvil terciopelo. ¡Hubiere lo qué hubiere!. Al giro inaccesible de la muerte. ¡Qué de súbito escuálida se vuelve!. Un peculiar regurgitar al tintinear. ¡Oh, si al tintinear!. ¡Ya nada es evitable!. Por mí. Mí ¡Amado, egoísmo!. Salto Al Fondo.¡Vacío del desfondado!. Hasta ser en la nada. Ser En La Nada. En lo flexible y rotundo. ¡Pura gazmoñería!. ¡Qué y más que qué!. El perdón esperen las rodillas. Y sin menos un simple y llano más. ¡Más la blandura es reciura añeja!.
Solo en el cielo. ¡La enmienda del reproche!. En la madurez de las tortugas. En los rasgos de los musgos. En las novelas de los gatos. En el moverse de los cielos. ¡Vemos al encomio atildarse!.
La gazmoñería. Solo Por mí. ¡Egoísmo!. Del acoquinarse amerengado. El otoño retoña. Lo mismo de mí nada. ¡De la nada absolutamente mía!. En ésto del todo.Y que a la misma caduquez trasnocha. ¡Pura!. Gazmoñería solo.Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
|
Poeta
|
|
DESAHOGADO EL VACÍO
En el agua inundada de preguntas. Allá donde la muerte ve desvanecerse, tan lejos de las orillas, la vida lacunar de los pequeños, desérticos, vasos progresivos y corticales, al mismo crepúsculo conmueven, en la pérdida del grosor anual, los momentos que se esconden, en el puente más preciso, deterioro. En las barcas donde las brasas flotan, en la substancia de blanca nieve. ¡Nadando al horizonte!.
El Vacío Desahogado. ¡Dónde aumentan las raíces sobre las hojas!.
Una noche larga. Párpados de retos ionizantes. De campanas y pelo blanco. En el torbellino notorio y tempora. En la terraza del bullicio. Balsa de lagartijas y cocodrilos agusanados. En un brazo con cajones. Al hablar de los hallazgos esfumados. Desahogado. El Vacío. Estaba durmiendo la primera pierna.
En las regiones vulnerables. Con el rostro perdido al buscarlo. Entre las fibras de largos periodos. Trabajados bajo el pantano.
En la oportunidad de los escombros. Enamorados alguna vez cachorros. El Vacío. Desahogado, vaciando y llenándolo.
Así fue. Con el destino imposible, sepultado el fracaso.
De los ecos permutables de las montañas, marca doras de las tardes empedernidas y retorcidas. Desahogado el vacío, tal vez, impenetrable, enamorado de lo ineludible, inaudible del hilo, que anuda una palabra. Un latido que impele, con la marea baja, del entusiasmo un manto, en la disolución, de las fronteras, en la invasión oculta, del descontento, escarabajos invariables de las simbiosis estrafalarias de las filarias. Así fue.
Desahogado El Vacío... Expulsado de los panteones alegres. De las cenizas ahorradoras del desperdicio. De las monedas egoístas, los accesos de repente, lluvia y desierto, simultáneos desconciertos.
El vacío desahogado, el mármol irradia, los cinceles en los pinceles, emisarios perfiles en el rústico dialecto del tigre absorto, inútil, con la mínima sorpresa del tabaco elaborado falso, en el plomo diario. ¡Cuándo el mundo se reduce!. Alarmas...De las canteras. Miles. ¡Sin necesitar de aplausos ni siglos de silencio!.
¡Dónde sólo la calma cruel se ensaña!. ¡Dónde los gusanos leen aletargados!. ¡Dónde sólo la muerte vibra!. Colocada en los estratégicos lugares.
Desahogado El Vacío Desaparece. ¡Extrañado!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
EN LA CRUZ VIDRIO
Había dejado toda su arena en un granito. Por las turbas degolladas, de renglones, pálidos, de mostaza en una época, de muchos, de jóvenes sacrificados con flores y al amor de goma, y gas naranja, libres protestaron. ¡Libres fueron solo de morirse como ahora!. ¿No está ya escrito?___Escuchando a veces el viejo rock, en grandes avenidas a go-go... En el vidrio, en la ventana, al frente, había una cruz atravesada por muchos olores de otros tiempos. ¡Qué a repetirse vuelven!. En el bosque, siluetas de roble, pajas de un ojo, semillas plantadas sobre asfalto y metal de plomo ardiente penetrando carne humana, por las órdenes de los cíclopes nuevos. ¡Antropoides!. Fabricando una enorme calenda. En la cruz, bonanza de lápidas, tiernas tardes. Hay, vidrio, pensaba, como un viejo plástico, antes del reciclado desbordante despeñadero. En las sombras perfumadas, frescos murmuran, las revistas, libros viejos, historias cocidas por el agua parpadeante de los puntos rojos con los pómulos hinchados, como un lagarto que se zambullía una y otra vez, en la pobreza desayu- nando hombres inmutables ya en las bibliotecas, oxidados se arremolinan las cabezas que los re- cuerdan, solamente de niños, al fondo de manos curiosas. ¡Años de colores, pelo largo y mini-falda!. No, ahora no es igual. En la red las estrellas son opacas, se protesta con un dedo, se controla el universo con un "click", que retumba en una cabeza hueca, y des-almada pródiga, que alimenta fantasías llenando los bolsillos del saldo que hace del aire al tiempo, y las memorias. ¿Qué son?. Nuevos dispositivos, más allá del disco duro, portátiles, volátiles, se compran, se venden, se llenan de virus y a veces... Por pequeñas fallas se localizan en alguno que otro cerebro humano, que es habitante virtual del espacio inexistente, con la virtud más elevada, en la soledad menos que electrónica, en esa soledad que corre más libremente frente a una pantalla, y demás espejismos de avances que sufren en segundos, y lloran por una cucaracha.
¡Vidrio!. Vaya nombre, pero esa había sido la voluntad de la abuela al registrarlo, como su hijo de 75 años.
En la Cruz, el poblado más cercano, tras la puerta del cuarto que a veces funcionaba como oficina y otras, era una cantinilla ingenua, que confusa hacía la misma perilla de esa puerta. En la mesa, en el ciberespacio fantasmagórico, un viejo ratón, la música, la presencia desnuda del monstruo del cuello blanco, asesino multiforme, plaga, enredadera en las entrañas de las paredes y los puentes al inframundo menudeaban. ¡Es obsoleto morir naturalmente!.
¡Hay qué estar actualizado, secuestrado, extorsionado, y sobre todo aterrorizado, así se logra controlar hasta el último cabello si quedara algo más allá del hueso pensante!.
¡Cruz, cruz!. Decía vidrio, que se vaya todo el plástico y regrese la madera reciclada. Era uno más, millonario del desastre, cientos de veces, miles de ausencias fingiendo olvidar.
Y culpando, al pterodáctilo organizado, en rebaños, en recuas, en parvadas, organizado en bancos, de peces, en las fauces de ballenas, sin recato, en la cruz de mantarayas. Vidrio, sí, él, el Vidrio, como un heliotropo infunde
esperanza. Pero... El silencio es porcelana en camisa cargada de malos presagios, en las castidad de los fantasmas. ¡Creyendo en las urnas que guardan cenizas!. ¿Sirven acaso para guardar otra cosa, o dar esperanzas de otra vida cuando ya no se tiene?. Y botan solo las pelotas en las infancias yertas, al elegido del cementerio.
Vidrioso tiene cada ojo la paja y la viga aplastó un camello al entrar sin pedir visa en una aguja. ¡Y todo por el amor de un click!. Casi pensaba con las rodillas, en las botas, solo las pelotas botan, compradas, por un rato, por las más grandes ratas, aunque luego de desinflarse las urnas de las cenizas. ¡Los pterodáctilos eran organizados culpablemente almendrados! Y en la cruz, se calman, con unas bellas flores, una caja brillante o una pequeña urna de barro, bota la arena dentro de un hoyo tierno de olvido. Y después, de las urnas, recogen sus cosas los reptiles de los comicios, y la bondad de verdades absolutas cubiertas de plomo hemoglobínico al que
lo dude por un pequeño pelo. ¡Vidrio, plastificado!. Parece lo que nunca ha sido.
En la cruz, vidrio, hay borregos hambrientos, lagartos, hienas dulces, sapos blancos y langostas en los campos minados y el dinero escasea sin mucho trabajo, solo en unos cuantos que se pudren en él, como podrida el alma y toda la piel de una sonrisa vana y ávida. En la calle, ofrecen medicinas a los cadáveres, pensando, quince minutos antes de iniciar la nada, o la escuchan, pocos, en la venganza del plástico, del vidrio en la cruz, que esperaba su madera de los bosques arrasados, de los amos de la vida de otros esclavos, explotados, desarmados, ignorantes encerrados, con sus redes, aislados, más asociales que nunca, y quién lo diría, muchos enormemente antisociales humanitarios de un dedo en un solo click... Con toda la tristeza bajo la piel y la violencia en ágiles dedos salvando al mundo, ingenuos de nuevo cuño.
Los pterodáctilos atacarán de nuevo, en las películas, de caricaturas en la isla que piensan los olvidados harapos. En la unión de las urnas, ¡Solo cunde la ceniza!. ¿ Qué esperaban?. Un ataúd brillante sale enormemente caro y todo lo demás... Bueno, botan las pelotas, botas raídas. Pero, la honestidad. ¡Hay de ella, nadie la conoce!. Y nadie fue acribillado ayer. Sin embargo, quedan muchos otros nadies. En la cruz vidrio piensa. ¡Pero, sé que nadie duerme, y quisiera morirse en otro lugar, sano, tranquilo, tomado en cuenta, respetado por los corderos balando lobunos y coyotescos!.
Pero nadie, bota su pelotilla, aún piensa que será alguien alguna vez, el primar nadie de la historia que se fabrica clones de algo más. ¡Jamás será nuevamente engañado, imposible, en su ancianidad ya tendrá una jubilación a los sesenta y cinco años después de fallecido desde el hijo al hermano con muchos nietos. La cruz, vidrio lo recordará por siempre, si antes el pterodáctilo organizado no lo secuestra, o provoca un eclipse en su misma alcoba, o teje una capa de ozono, con las manchas solares al derrotar los virus de la influenza, y la peste pide perdón, en fin, el pterodáctilo organizado es un fabuloso ser que todo abarca. ¡En la cruz, vidrio se creyó plástico!. Y desde esa época vive en las tarjetas, victorioso.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|