Poemas :  Sirvo mudando... (En Castellano Medieval)
SIRVO MUDANDO
(Experimental en Castellano Medieval)

Manavan cada canto fuentes
claras corrientes bien olientes
en verano bien frias
en ivierno calientes.

Podrie vevir el omne con aquellos olores.
Afeitando los campos de diverssas colores.
Ca son las noches luengas,
los dias non tan grandes.
De ceressas maduras los ceressos cargados.
Tenie niebla escura,
sienpre per la mañana.

Tiene las yervas nuevas en el prado ansiano.
El que viene non alcanza al otro que l´espera.
Anda muy mas lozano que pavon en floresta.

Por do yo entendiese que era o que non.
Ca poco e bien dicho finca en el corazon.
¡Pocas palabras cunplen al buen entendedor!.

Doled vos de mi, que bivo en tristura.
En la cueva pobre de la grant llanura.
Falla el leal las puertas cerradas.
Ya los inorantes andan disputando.

Siguiendo las boses pissava camino.
De nuestras virtudes e muy abundante.
En todos sus auctos sea asentado.
E non aya el sesso muy arrebatado.

Non en tanto, nin cuánto, nin en cómo,
del ver non sea al desir diferencia.
Por escudarse, cuando el golpe viene.
Mira prudencia como faz lozana.
Conprensión, Enseñamiento, Cautela,
Soledat, Acatamiento...

E la Templanza et la Libertat.

Si son las que an un nonbre diferentes
son commo cadena
por donde un omme
nonbra.

El su espirar el aire todo encona.
Pero no tanto que quien unas mira
¡Non vea de las otras las pisadas!

E cantemos gracias en alto el amor.
Sobervia, orgullosa, su llama encendida,
con grant abstinencia e duro cilicio
con aspera, fuerte, cruel deciplina
¡Convierte en virtudes!
Que bive alunbrado
mas que dolencia nin enfermedat
tristeza e amargura, pesar afanoso.
¡Es su grant fortaleza!

Ca estas virtudes le ponen riquesa.


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Published on e-Stories.org on 10/16/2016.


Información útil es:
https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1ol_medieval
http://www.wikilengua.org/index.php/Castellano_antiguo
Poeta

Poemas :  Tierno vértice
TIERNO VÉRTICE

Lunas mareadas,
ásperas e inocuas,
acarician al olvido,
desplazado y gris.
Y que el rojo espere,
con pies empecinados.

Por eso, acompáñame,
noble adversario hoy,
por cada sueño ligero,
sin pena ni congoja,
y dejemos luz al helecho,
en éxtasis expropiado.

Tan acogedor y lácteo,
estridente y arbitraria luz,
que rosa caprichosa nube,
con virginal decoro, plata,
sin contarlo afiligranado,
en la esquina aceitunada.

Construye con silencios,
ligeras columnas bajas,
y el blanco nieve fuego,
de miel y limón la vida,
y el verde arrastre paja,
con líquida luz serena.

Ya el pico presuroso ríe,
del clarín bastardo lento,
y la vista enturbia tarde,
al que enternece frágil,
la piel desnudando dura,
y la adormece ágil noche.

Allá el camino, contrito camina,
donde perdió un viejo zapato.
¡Ven, ven!...
Veamos, al árbol que no corre,
a las sombras, ni a las hojas,
ni quita gorriones al recuerdo.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Zamborotudo zapapico
ZAMBOROTUDO ZAPAPICO

De amor un rayo ni tus ojos marchita,
el fulgor de la frente con prisa nueva,
pues la linfa en su fuente resplandece.

¡Vaya zarabanda!.

El silencio veterano junto a la estufa,
la melena hirsuta de sangrienta mofa,
de fortuna en busca el mundo muda.

¡Vaya zarpazo!.

De la vieja ausencia en espiral serena,
el viento al cantar se apaga intrigado,
envidiando las tumbas de las veredas.

¡Vaya zambullidas!.

Soñadoras y perdidas a la vida visten,
con la nieve entre los cabellos grises,
la infancia risueña embalsamándose.

¡Vaya zoquete!.

En la silueta mustios papeles extraños,
en las campanas de pergaminos viejos,
el desamor al herir taladrando agravia.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Verbigeración melindrosa
VERBIGERACIÓN MELINDROSA

Porque la imagen que un solo hombre camina por las paredes,
parcas de quebranto y llanto con llantas, majestuoso el viento,
al derramar copioso al árbol, que puede informar, maguarro,
al rubí campesino, turulato, lo que no toca a ninguno.

Infinitas cosas hay, en el camino agitado, alegre, monarca,
el siniestro éxtasis, enrojecido en la tierra, sopladoramente.
Se habla de las piedras en la llanura enfurecido con los labios,
y se equipara, con la planta muerta en su pié amustifado,
con su dulzura al tambor, doblando los esquinosos remediantes,
de la miel, que es preciso saber lo que representan, embelesos,
prematuros topacios y almandarquitas para las personas.

Pues aquellas palabras que tienen este sentido madurable,
y sanguinario brumadriga, garmituerto flaquea ya figurado.
Ni hacer, opinionsetes con un gran recuento, puntiagudo,
de la naturaleza, empezando por las cosas, dichosas platas,
agónicas, fuego, octágonos, claridad y retinas…

Y en el museo disuelto seres más sencillos. Acaramelados.
Un recuento, de quimeras con brisa, gloria y sueños turbados,
en el que ni la humanidad, con ternura ni a sus problemas ama,
alimenta desnuda, pues están presentes, a la que tiene, larga.

Niega mucho respeto, conquistador esclavo,
puesto que se necesita, excelencia, con tesoros,
de cemento, y sería pretencioso,
en el cálido hemisferio cantar una pesada pereza,
armoniosa, sobre los hombros, en la noche germinantesca,
dolorosienta, al nada más pensar en escribir sobre él.

Músculos del relámpago y fragancia traicionera,
en gargagracias, y matudueños.
Muchas opulencias niegan amonedadas lunas.
Más si recordamos, cosa que debiéramos, al misterio azul,
desprecio aminutado embardebrío, con dramapilasterio.

Así cualquiera puede, ante el cuadro inextinguido equipararse,
a cualquier erizado humaredal, y equiparar estrellas con hojas,
por que horripilan encarnadas y que no es menos arbitrario,
al patio amanecer haciendo piruetas que equipararlas con oro,
pecas y paquetes, o con pájaros de ansiedad quietos, lunares,
y tocadiscos melindrosos, en alguna cosa rememoradoramente.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Neologizar bondadoso
NEOLOGIZAR BONDADOSO

La amabilé guitarreando
porque hace danzar a los sueños.

El sollozo amabilado de las almas,
afables, flexibles y perdidas,
se escapó por su rueca,
brujuleada y calendárica.

Y nada de que hubieron amabilado,
si hubieren de amabilarse,
déjenlo desamarillarse.

Ya amabilaría como la espátula,
entreteje una diminuta estrella,
para desatortugar suspiros,
que entigrecen en su sol,
gruta gota amabilosa.

Tu impávido aliento, es cuello blando,
en amabilarse doble de caliente espuma,
que con un tambor delfinesco, pardo y sobrio,
la presencia de ésta mano está surcando.

Pasa la pierna bajo su semblante, y amablílalo,
y verás qué amabilará melodías generosas,
y esparcirá en copas dulces tu llovizna.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez


Referencia útil es:
https://es.wikipedia.org/wiki/Neologismo
Poeta

Poemas :  Paroxismo estrambótico
PAROXISMO ESTRAMBÓTICO

Síncope, rudo rapto y ceguera.

Del espejo es la promesa dulce,
en el reflejo verde del mar rojo,
que de encanto fábulas revive,
en un instante de luz encarnada,
donde escasea la vida, escarlata.

Confesando al descubrirse falaz,
alabando con perspicacia sofismas.
¡Desnudando tenorio bataholas!.

Caprichosa, excentricidad aguda.

Devora en ello a lo que sustrae,
la luz del pasado y sus ausencias,
que ingratas deben a la fortuna,
dichas dónde flaquea el ánimo,
y el aliento descansa imperioso.

Aunque factible en rosicler sea,
pespunte pertinente opulento.
¡Impoluto y pletórico insufrible!.

Dirimiendo al estorbo diligente.

El perfil orgulloso, ligero florea,
reflejando muy vivo al recuerdo,
donde silabean las horas paganas,
al péndulo de cobre, que medita,
pegado al suelo, el cielo, lacónico.

De los senderos abiertas las alas,
del oleaje furores, el infierno es.
¡Del resquicio escocimiento el sol!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Avinagrarse cerúleo
AVINAGRARSE CERÚLEO

Es tarde, y la ansiedad crece,
bajo el rojo de las escaleras,
en la sombra, olor a viento,
y en el viento, dolor salado,
un grito palpitante desnuda,
y asciende la fragante luz.

No espera, no desea, no sabe,
que a nadie el cielo escucha,
que a nadie la tierra ignora,
ni siquiera la misma nada.
Por ello, su recuerdo ha muerto,
en el ocaso estéril y perplejo.

Hace ya tiempo, tan lozano,
que pasó la hora, diligente,
por ese grito, del vaivén incierto,
que lleva el cabello risueño,
y empuja sereno al sueño,
con la febril niebla noble.

Viene de un lugar, que embarga,
que hunde la voz del bosque,
y cosechas salvajes flores,
que están más allá del recuerdo.
Tanto que ha sembrado su ceniza,
soñando perlas y alfombras.

Seguramente ya no están,
secas, bajo el sol intactas.
Por eso duermen de pie,
los suaves muros del metal,
los inmensos devaneos riendo,
con el pobre sudor del fuego.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  En la calamidad convexa


EN LA CALAMIDAD CONVEXA

Hace un poco de tiempo, en las cuerdas del aire,
al volcán escucha, fragancias el recuerdo,
donde el bosque desacorde, busca un sueño.

Así que compré un reloj, confiando en su arena,
no cualquiera, solo el que susurró suave,
adaptado a las necesidades rugosas.

Escondido en un simulacro convulso,
confesor de langostas egoístas,
de suma importancia para el viento.

En las estrellas del patio,
se ha perdido un centímetro inquieto,
por los redondos brazos del buque.

Desnudando al triángulo espeso,
del drama las primeras cataratas,
del olvido del agua en la cocina.

Por lo menos, el ímpetu aborígen lo sabría.
práctico, pero muy simple, en la ostentación,
del venado tocando la flauta en fábulas.

Con las orejas tapadas, taimadas, tardías,
con lágrimas de dulce eco, seco,
con cangrejos arrugados y escopetas extintas.

Ya decoran salones de miel en cristales.
al pobre reloj, esclavo del tiempo,
esclavo de la eternidad, esclava de sí.

La cadena herida del agua.
Espera espuelas, espadas y espumas,
y panes con muslos y mandarinas.

Con la miseria y mentiras de fusiles,
aunque giman y lloren los escritorios perdidos,
agitan las setas las sombras del humo.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Arcaica acritud
ARCAICA ACRITUD

Compartían las únicas sombras,
la crespa cabellera cana, serena,
la nieve durmiendo sana, solemne.
El canto del rojo estocado,
una amante almendrada,
una palma combatiendo.

Pintaba la casa curva encendida,
con la herida historia ignorada,
con la herida hoguera templada.
Con la espada espalda plateada,
cuando cantaban las monedas,
cuando cantaban los muñecos.

Ya contaban en los rieles al florero,
ya contaban en los ojos al humo,
ya contaban en los dedos al piano,
un aguador sediento en la frente,
un campesino cargando cemento,
un cabrerillo en la pesada pierna.

Cegadas de limones las dulzuras,
cegadas de limosnas las tristezas,
la llovizna, la mirada, la caverna.
Ya dentro la belleza extirpaban,
ya dentro la bajeza expandían,
los vidrios, los vapores, los libros.

Porque del exótico elogio emergía,
helado, habitante, hierro, hostil,
el sentido, el túmulo, el maleficio,
el filo, el golpe, el recelo, el portal.
Más allá, caían las cadenas candentes,
como doradas diademas de grutas.

Por cuchillos ahorcados, y balas inocentes.
los vivos hablan más que las piedras,
y los muertos son menos que ceros.
Más acá una mano entibia las tumbas,
los huérfanos, los huertos, los huesos,
donde restan con ácido perfumes y epitafios.

Con la fiebre del invierno y la fruta,
con la pequeñez de una campana,
con la insensatez de una hormiga.
Preeminente obscura violenta rosa,
alegre exasperante indecente canasta,
nauseabunda navaja mecánica fanática.


Autor Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Ingenuo denuedo
INGENUO DENUEDO

Las cosas ya nunca fueron lo mismo,
en las amarguras nevadas, mieles duras,
después de aquel siglo.

Fueron una gran mancha de patos de goma,
de peces tibios alegres, río abajo,
en la lenta procesión de aves silenciosas.

Así la identidad queda conformada,
por vientos innumerables condenas,
cantos frescos y discursos.

Y a su vez, vigilados por más panteones.
La mayoría de patos fueron interceptados,
por los agentes del olvido en ruinas.

Estando atados, tanto por su propio aliento,
como la mirada del consuelo acrisolada,
en dulce complejo de oficina.

Como por la tiranía del mercado, que provoca,
un hueco en el panorama legendario legionario,
repitiendo a reptiles los mismos formatos.

Infaustos en vez de arriesgar, imitan patrones,
patines patanes, demasiado usados.
¡Olor a tiempo, olor a olvido!.

Unos pocos miles quedaron parados,
en alguna sonrisa de hormiga.
Unos pocos cientos comieron canicas.

Decenas acabaron en las estanterías, ocultos,
de los hijos de los duraznos de los rastrillos.
Lo que es considerado como imposible.

En el análisis de la crisis del calendario,
la puerta ha sido a lo largo de la historia,
falsa huida y valiosa herramienta casera.

No podemos nombrar el patio, al techo,
ni nada sin cambiarlo, enrejado,
entre ambición y pasión yertas.

Porque van llenando el espacio las sombras,
los sobres, pincel a cincel, sílaba a sílaba,
hasta la extinción de la póstuma esperanza.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta