Poemas de amor :  EL AMOR VERDADERO
El amor verdadero, callado asiente
la amarga propuesta del silencio…
que no pronuncia palabra alguna
pero a la distancia sonríe o llora
aguardando el feliz momento
de encontrarse con el amor ansiado
y tenerlo por siempre a su lado.

El amor verdadero no se busca
Porque él ya te está esperando…
no se sabe cuándo ha de llegar
pero tan sólo tú, a lo lejos, vives
en sus ojos y sus pensamientos.
El verdadero amor te presiente
y a la misma hora que tú suspiras
enamorado también él, suspira por ti.

El amor verdadero no se fija
en colores, formas o tamaños
es quién olvida la piel y los años
él, en los ojos solamente puede ver
el alma, el corazón y el amor.
Lo más importante es su promesa
lucha hasta con la muerte, y vence
para reunirse con el ser amado.

Es quién sin mirar siente la mirada
de su amor… en los ojos de la luna
y sin siquiera el roce de las manos
siente de ellas su calor y su temblor.
El verdadero amor a la distancia…
te sonríe, asumiendo los errores
que en el camino aparecieran…
olvidando vanidad o capricho.

Él guarda los más mínimos recuerdos
para dártelos mañana de regalo
pero no quiere que este tiempo
te halle con tristezas escondidas
y redobla riesgos para que seas feliz
¿Qué será esperar un año, o dos… o diez?
¡Nunca será larga la espera, pues
El amor verdadero siempre llega!

El amor verdadero es un amor…
sin prisa, sin edad; trae el tiempo
y aunque tú pienses que viene lento…
y la espera quisiera consumirte
no receles, que todo a su momento.
¡El amor verdadero te encuentra…
porque ese amor es como la muerte
te lleva a una nueva vida, para siempre!



Delalma
Miércoles, 21 de enero de 2015

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Poeta

Poemas surrealistas :  Ofidiosamente
Ofidiosamente

En esa metálica serpiente la mordida
es de abatir y aserrar
porque nada importa en las tinieblas
hostiles y deslucidas
En
La
Mordida
Ofidiosa
Mente perversa....

Metálicamente ciega del día en la ronda cautelosa.
De la pureza del infierno al fondo,
de la cereza del acordeón al filo,
de la ráfaga del silencio al morir.

Ofi-Diosa-Mente.
Entre
Cada laberinto de preguntas,
inesperadas, del rostro limpio,
del rostro abrumador vendido.

¡Percance asalariado!.
En el árido dolor de los dedos apretados.
¡Contrahecho y falsabraga!.

En el pulso escondido de los susurros.
Ofi-Diosa-Mente...
Con el oprobio de la insolvencia.
Fútil diligencia del reptil.
De lo nimio inconexo.

Al contacto de la inmovilidad,
en las garras de la herradura.
¡Mente decreciente!.

De los huérfanos zapatos.
De los pobres entusiasmos.
De las horas libres... ¡Del campanario!.

Ofidio
De intempestiva crápula
Diosa
Orgullosamente enmarañada
Mente
Entre las diabólicas retóricas
Entre las tretas extemporáneas
Mente
Del razonar transpirando angustia
Diosa
Del papel de la ojerosa laringe
Ofidio
De un lado afilado, bote de basura
Mente de marbete, marasmo y marañero.
Es
En la servilleta indiferente.
Todo lo elegantemente turbio.
Por
El
Suspiro
Descolgándose.
¡La sorprendida mordedura!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Paréntesis sonámbulos
Paréntesis Sonámbulos

Los frutos del suelo maduro se esconden.
Entretejiendo los recodos púrpuras.
Paréntesis,
al final de las sombras libres.
Sonámbulos.
Albergando al mundo ferviente.

Un vestigio del portal color pastel.
Estando acerada la corteza.
Entre sonámbulos paréntesis.
Estando desviada la nube,
un vestigio del remiendo prohibido.

Paréntesis sonámbulos, una vez, palabras.
Con seis sabidurías que huyeron.
Con el respeto de los botes.
Paréntesis inconfundibles como ninguno.

Sonámbulos, prematura ruina que atisba,
la hojarasca de un apenas conocido,
atenuado el remanso precioso.

En las cumbres pródigos fracasos.
Hay débiles margen y renglones.

¡Parientes del sueño alado!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas sensuales :  Sensualidades cronométricas
Sensualidades cronométricas

Llegaron.
Con tino, de los pies a la cabeza.
Con destino, con suerte, con premio
Llegaron.

Venturosa... Mente... ¡A tiempo!.
Nadir activo y reflexivo
Zenit fructífero y fácil
Vigorosa. Mente. ¡A un tiempo!.

Aún
Cuando
En
Los últimos edificios,
inextinguidos,
invisibles quedaron,
en los senos del domingo,
en las manos de un lunes,
del aire, en el anciano laborioso,
relojero,
en derredor de un aguacero fangoso,
amaneceres,
palpitan transparentes días y se inflaman,
encarnadas,
las arterias en el cielo, y en regiones mínimas,
los mayúsculos recuerdos,
perennes,
¡Sensualidades del tiempo!.

Instantes de néctar nácar.

Donde
se deshacen las almohadas en la luna.
Interiormente
en rayos de oro donde libre vuela,
enamorado,
extremamente por el tiempo,
de la tierra, que se estremece alborozada,
y lascivamente reverdece.

Donde
Se huelen flotando orquídeas, nardos y claveles,
en olas de pasión y sombras frescas,
prestos a derramar armonía,
y el rumor de tesoros,
impregnados de besos,
y batir de alas,
adorables,
en las alcobas de párpados,
que se levantan,
y deslumbrantes se cierran.

¿Qué sucede?...¿Estuvo acaso el tiempo?
En
El reloj de Cronos...Pensando en Curio
Aún apenas.
Con lácteos elementos transuránicos.
No bien
Bombardeado de placeres apacibles
Hasta que...
Con partículas lujuriosas,
hizo, al paraíso.
En un ciclotrón apasionado.

¿Dímelo, clima, inmutable eres ?.
Bordado,
vencido por eternidades instantáneas,
petrificado,
en la sensualidad naturalmente,
diamantina,
indulgente.

¡Silencio!...Casto y bondadoso
Como el sauce
que se adapta.
A sus
tormentas
diariamente.

¿Será la vida que pesa, que pasa, o se ha ido?.
Cronométrica...
¡Mente!. Sensual.
Entre renacimiento y resurrección.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de introspectíon :  Oda uno solo
ODA UNO SOLO

Nada puede solo un hombre.
Solo a sí mismo. Y a veces.
Ni siquiera eso
Aprende
Aunque la voz de la muerte
en torno
un soplo disipe el humo
fervoroso en el ánfora
encuentre la ceniza de sangre.

Las lágrimas inocentes del silencio,
de consciencias metálicas raíces,
de fáciles perdones enconchados,
de los deseos no colmados.

¿Cuánto hace qué la humanidad,
dejó entre cortinas,
los labios,
secos de infancias juventudes,
las tardes,
las mañanas inciertas,
las camas y mesas,
solitarias en los hogares,
estancias piadosas enriquecidas,
de llantos,
de insistentes y agudas,
ausencias?. Más dime,
si puedes, libres los labios,
destrozos infames, pueden,
hacer del silencio encadenado,
vástagos de sinceros latidos.

Solos estamos, si solo pensamos,
en otros solos iguales,
al miedo en las venas,
atados a inútiles,
vidas de arañas suspendidas.

En un dedo,
en un amor pequeño,
olvido que a nada combate,
ni escribe una letra una palabra,
una pálida tinta.

Interrogándose cobardemente,
un viento inmóvil. Mueve,
acaso las páginas,
del pasado,
y recoge las flores,
secas de lápidas blancas,
en las rodillas. ¡Donde,
las duras penas anidan!.

Solo, en sí mismo,
su consciencia,
el hombre humedece,
los labios secos de la memoria,
que aprisionada y embebe cada futuro.

Cada mañana, cada madera,
y hace los clavos algodonosos,
de los olivos torturados,
del éxtasis sangriento abundante.
Dime, si puedes. ¿En donde marchita,
está escondida la eternidad?.

Solo, un hombre nada puede,
y a veces. Ni a sí mismo,
se escucha,
en el miedo insepulto,
de un lapidario presente.
¡Solo, solo, solo humo!.
De uno, solo.


Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
Poeta

Poemas de aniversario :  Poetas Náhuatl
POETAS NÁHUATL

Netzahualcóyotl...
Nubes, nubes sedosas y perfumadas.
Descansan contando otoños.

**********

Tlaltecatzin...
Y hojas, hojas sabor de tiempo.
Amarillo igual que otros.
Amplias cuentas que olvidamos.

**********

Cuacuauhtzin...
Y nos recuerdan la nada.
Y el inmenso silencio.
Y el nunca volverán.

**********

Nezahualpilli...
Ni las mismas hojas.
Ni los mismos vientos.
Ni perlados ojos.

**********

Cacamatzin...
Y el océano ignora la cuenta.
De sus olas y burbujas.
De sus alas y avecillas.

**********

Macuilxochitzin...
Son los pasos libres una trampa.
En el después de los fondos.
Las alturas cantan y sonríen.

**********.

Axayácatl...
¡Qué obscura es la tristeza verdadera!.
¡Qué blanca brilla la esperanza!.
¡Qué de transparentes cielos!.

**********

Temilotzin...
En las nubes habita.
El hombre al olvidar su arcilla.
Volando el alma libre.

**********

Ayocuan...
Mira el cielo y queda ciego.
¡Cuando el suelo llama!.
Y llama, y llama. ¡Con su fuego!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta