¿Te acuerdas de aquella tarde, Cuando ya casi entrada la noche, Te pregunté amor, si me querías? Tú sin pensarlo siquiera Con un suspiro y tu mirada enamorada Me dijiste que: ¡casi loca estabas por mí!
Desde entonces yo, ya no fui yo, Porque mi alma desde mi pecho voló, Y sin que tú lo notaras, tu cuerpo rodeó, Y con sus alas te arropó. Un beso en tu rosada mejilla te di, Y un brillo de felicidad, en tus ojos yo vi.
Se encabritaron tus muslos, Al sentir mis manos en desespero, Tus blancos senos redondos como limones, Resaltaban el color de tu piel morena, Mis ojos eran dos amapolas abiertas, Encandilados con el candor de tus secretos.
La lejanía que ahora nos separa, Es la misma que una noche nos unió, Sobre deshojados pétalos de rosas perfumadas, Y el aroma de tu piel mojada.
¿Cuántas lágrimas perdidas Entre arrugadas hojas de papel, Con sueños y promesas por cumplir, En los surcos de la vida están sembradas?
¿Cuántas súplicas y rezos A los cielos, al eterno, a los campos y a las flores? ¡Rogando tu regreso, para verte nuevamente, Aunque sea por última vez!
Tengo ya el pelo encanecido, La voz entrecortada y el paso lento. La mirada vacía y solo voy cargando tu recuerdo, Cual pesada cruz, de bien y de castigo.
¡Cómo me duele la voz De mi patria querida! Donde ya los sin voz, Creíamos que la injusticia Era justicia, dolida y sentida.
Ahogada en llanto la que nos parió, Destrozada se muere por cuervos, Que en su pecho anidó. Madre, hermana, compañera eterna, No, no te dejaremos morir.
De la costa, sierra y selva, Los hombres que tu vientre albergó, Su voz de protesta levantan Gritándole al mundo, ¡Aquí estoy yo!
Con mi voz firme para defenderte, Mi corazón en el pecho para quererte, Mis brazos para levantarte, Porque nunca más patria amada, Nadie, nadie podrá avasallarte.
Más si el deber nos pide sangre, Daremos las de tus enemigos, No queremos héroes en nuestras filas, Nos harán falta soldados para cuidarte Y la pureza de sangre para pelear por ti.
Delalma 04/10/2021
Los oligopolios, hambreadores del pueblo, que engrosaron sus vientres al amparo de leyes hechas a su medida, hoy no quieren dejar gobernar en el Perú, a un hombre nacido en las entrañas del pueblo, un campesino que en base a lucha y esfuerzo se hizo profesor. Esos mismos mercenarios de la economía mundial, que bajo el manto de la impunidad gritan: ¡QUEREMOS DEMOCRACIA!, cuando son los peores terroristas y golpistas de un estado de derecho que vive en democracia. Ellos que ahora ven amenazados sus intereses, azuzan a un pueblo ignorante en políticas de gobierno, haciéndoles creer que le "comunismo" les va a quitar todo. ¿Y qué les van a quitar, si no tienen nada? Ni siquiera trabajo, porque no tuvieron educación.
Yo quise escribirte un poema, Bello e inolvidable como vos, Pero la luz de tu belleza, Opaca el brillo de mis versos.
Es por eso que solo te diré: Que tú iluminas más que la luna llena, Que la seda de tu pelo color noche, Encierra secretos de alma apasionada.
La mirada de tus ojos misteriosos, Obnubila la luz de mi conciencia, Tu exquisita boca roja racimo de cerezas, Invitan al beso, aunque besarte sea pecado.
Entonces me conformo solo con soñarte, Porque la lisura de tu piel bronceada, Tus hombros, tus senos y tu talle, Fruto prohibido que jamás he de morder, Son antojos de mi boca y de mi piel.
Yo conocí el amor, Cuando contigo me encontré, Y a tu lado fui feliz, Como tu novio.
Al pie de tu ventana me quedaba, Mientras tú en tu cama, Plácida dormías, y era mi alegría, Verte despertar al nuevo día.
Tu cara risueña, tu risa de niña, Asomando traviesa con mi corazón, jugabas. Era el tiempo del romance y el amor Y eso a mí, me encantaba.
Los días radiantes, las noches de luna, O los días grises, con noches oscuras, En cuatro estrofas de amor te digo, Que igual me latían, pues yo te quería.