Poemas de reflexíon :  De López, su perdón sin olvido
“Que la ley se aplique, . . . pido.”

Soy víctima del delito,
soy del pueblo, necesito
de autoridad que se “faje”,
así, sin que se haga “guaje”.

De qué sirven tantos foros
del bla, bla de tantos “loros”,
de las “buenas intenciones”,
sirven más mis oraciones.

Acción real con seriedad
grita, exige, sociedad,
López en el sinsentido
dar un “perdón sin olvido”.

Retórica de incongruencia
salida de la inconciencia,
perdón, olvido, sin más,
no significa la paz.

La humanidad la ha alcanzado
porque la ley ha aplicado,
si quieres pacificar
criminal encarcelar.

Perdonar solo es moral
sin solución material,
Juárez leal no perdonó,
al perdón le dijo no.

Dio el derecho al mexicano
fusiló a Maximiliano;
sanción para el delincuente
es lo que quiere la gente.

Lo digo sin indirectas
las normas no son perfectas,
antes bien son perfectibles,
hagámoslas comprensibles.

Para cualquier ciudadano,
para que nunca haga daño,
con penas duras pensadas
para que sean aplicadas.

Sin excusa ni pretexto
atendiéndose al buen texto,
por personas implacables
preparadas, responsables.

Esto en todos los niveles,
bien pagadas, siempre fieles
a México, a su destino,
con honor sin desatino.

Que haya “cero tolerancia”,
que el castigo sea la instancia,
que haga efecto el escarmiento,
es la solución, no miento.

El gobierno está para eso
¿para qué “quemarse el seso”?,
por favor, no hay que inventar,
todo es cuestión de, ya, actuar.

Dar amnistía, perdonar,
equivale a mal traicionar
a nuestro pueblo y a la nación,
impunidad sin razón.

Aquí, ni perdón ni olvido,
justicia es lo que yo pido,
el imperio de la ley
es “Vox Populi Vox Dei”.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 8 de agosto del 2018
Dedicado a todas las víctimas del delito en México . . .
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
Poeta

Poemas :  Te amo... ¡Sí!...Perdóname mi amor.
TE AMO… ¡Sí!... Perdóname, mi amor.
Autor: Rabindranath Tagore
India 1861-1941


Poeta, filósofo y pintor indio nacido en Calcuta.
La primera parte de su obra está contenida en "Carta de un viajero en Europa" 1881, "Canciones del atardecer" 1882. Después de su matrimonio en 1883, continuó su larga carrera literaria, destacándose especialmente como poeta, con obras como "Gitanjali" 1912, "El Jardinero" 1913, "Luna Creciente" 1913. En 1913 recibió el Premio Nobel de Literatura y en 1915 fue nombrado Caballero por el Rey Jorge V. Esta es versión de: Zenobia Camprubi de Jiménez, esposa del Poeta Juan Ramón Jiménez. En edición de la Editorial Aguilar (Biblioteca Premios Nobel)
.


Referencias útiles son
https://es.wikipedia.org/wiki/Rabindranath_Tagore
y
https://www.youtube.com/watch?v=jVxqHFB5b04


Te amo, sí ¡Perdóname mi amor!...

Te amo, sí ¡Perdóname mi amor!
Pajarito que yerras tu camino, como tú, estoy cazada.
Cuando mi corazón se estremeció de dicha,
perdió su velo y se quedó desnudo.
Cúbrelo tú de piedad, ¡y perdóname mi amor!

Si no puedes amarme, ¡perdóname mi pena!
¡Pero no me mires así, desde tan lejos!
Me arrastraré callada a mi rincón
y me sentaré en la sombra, tapando con mis dos manos
la vergüenza desnuda. No me mires , no me mires,
¡y perdóname mi pena!

Si me amas, ¡perdóname mi alegría!
No te rías de mi descuido porque ves que mi corazón
se me va en este mar de ventura.
Cuando me siente yo en mi trono,
y reine sobre ti, tirana de mi amor;
cuando, como una diosa, yo te conceda mis favores,
sé tú indulgente con mi orgullo,
¡y perdóname mi alegría!
Poeta

Poemas de amistad :  MI QUERIDA MUSA LUNAR
Sería bueno,
si pudiéramos guardar y tirar todo,
excepto lo que realmente importaba,
pero la realidad es cruel.

Cometí un error,
ahora debo pagar por ello,
quiero lo mejor para ti,
pero no se como.

En esos momentos,
te veo reír
cada vez que cierro los ojos,
cada vez que siento mi corazón en ti.

Dije cosas sin pensar,
si te lastime,
te pido perdón,
solo quiero volver a verte.
Poeta

Poemas :  Maniatados pesares
MANIATADOS PESARES

Por ser en el mundo, un muro magro,
la soledad vacía, palpitando tierna,
en la esquina, de dolores agrietados,
por el rostro de la voz, violeta,
y el corazón, de la falsa luz,
balsa que desgarra, la fe forzada,
por el premio, el perdón, y el castigo,
del mismo polvo, devaluado e inconsciente.

Por la deshumanización, polémica del llanto,
en los resortes de las ranas, que se oponen,
al camello que contempla una ballena,
en las noches de la palabra ingenua,
y cándida, es la madera astuta,
confundida con el plástico,
encerrado en el regreso de las moscas ilustres,
sentadas en la miseria, lo suficientemente seria,
como flexible, es el impacto, que lo oculta,
a diario.

Maniatados pesares están entre las cortinas,
tejiendo las cándidas luciérnagas,
con archipiélagos sonrientes,
en el mármol mudo de miedo,
de burbujas angustiadas,
en la noche bajo la cama,
del pantalón sorprendido abajo,
y la camisa sobre el corpiño.

Maniatados pesares de la inocencia,
cruda y dulce conjetura digna del espejo,
de las preguntas que engendraron,
y donde las respuestas murieron,
entre camas solas, mesas tristes,
migajas de hogares destrozados,
en los aires ahogados, ausentes,
por el bendito olvido, que se fabrica obligado.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Oda Mortal
Oda Mortal

Canto.
Sin lira.
Transparente Píndaro.
¿Qué duele?.
Ya sin cuerpo.
El polvo con el viento nada.
¡Es maravilloso!.
No pedir perdón, no.
Desear ni al deseo mismo.
Con la vida yerta ni el paraíso.
A fuerza.

Injusto paga él.
¡Qué sufre sin culpa!.
¿Hay injusticia más grande?.
No deseo ni esa justicia,
Ni ése perdón ofrecido.
¿Es justo que alguien me despoje de mis culpas?.
No, no, tampoco esto ni lo otro.
Solo deseo, solo deseo.
Muerte absoluta, perfecta, completa.
¡Eternidad sin mí!.
Si soy algo, polvo en la historia.
¡Más qué ignorancia!.
¡Más allá del más allá!.
Dime, Píndaro. ¿Qué duele sin cuerpo?.

Y a ti. Oda: ¿Qué, qué?... ¿Temes vivir?.
Oda implacable. ¿Crees en ésto, tu fin?.
Oda del camino circular.
Hoy como nunca nadie te escribe.
Nadie te quiere, nadie te lee.
¡Si te escribo, es porque nadie dirige esta pluma!.
Bien sabes.
¡Qué estoy en todas partes!.
En ese lugar.

Antes de la primera palabra.
¡Sin luz ni obscuridad!.
¿Acaso, Oda, hay quién lo entienda?.
Nadie juzga, nadie perdona, nadie comprende.
Y nadie ahora te escribe te quiere.
Porque nadie puede.
Desear no desear.
¡Y lo hace!... ¡Vaya que sí!.

Oda, oda...
Donde vayas no te me escapas.
Tengo la vida, de nadie, en mis manos.
¿Dónde podrás esconderte?.
Nadie está detrás de ésta tinta.
¡En opinión docta, solo polvo, polvo solo!.
Pero nadie ama el polvo, y nadie ahora te escribe.
Oda... ¿Qué temes?.
¿Lo sabe Píndaro, Tánatos, Caos, Voltaire, Cronos?.
¿Lo sabe alguien qué está en la nada?.
Nadie puede saberlo.
¡Pregúntale a él!.

Porque nadie te escribe, nadie te quiere.
Nadie te lee, nadie te comprende.
¡Oda mortal nadie te ama!.
Y nadie puede todo.
Y nadie ya logró no desear nada, ni a sí, ni a ti.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Aburguesada
Hace tiempo que cambiaste
de romance a devoción
por familia, y un desgaste
engañó a tu corazón.

Ser madre te completaba
esposa sin objeción
pero algo allí añidaba
y era ausencia de pasión.

Creíste que nunca más
sentirías algo así
y no quisiste intentar
tus sentimientos abrir.

Aceptaste bien las reglas
de una triste burguesía
aquella de ver a ciegas
adonde lleva la vida.

Pero hoy, mujer divina
aunque algo aburguesada
no puedo evitar decirte
que mereces ser amada.
Poeta

Poemas :  Excusándose de un Silencio...
Pedirte, señora, quiero
De mi silencio perdón,
Si lo que ha sido atención,
Le hace parecer grosero.

Y no me podrás culpar
Si hasta aquí mi proceder,
Por ocuparse en querer
Se ha olvidado de explicar.

Que en mi amorosa pasión
No fue descuido ni mengua
Quitar el uso a la lengua
Por dárselo al corazón.

Ni de explicarme dejaba,
Que como la pasión mía
Acá en el alma te hablaba

Y en esta idea notable
Dichosamente vivía;
Porque en mi mano tenía
El fingirte favorable.

Con traza tan peregrina
Vivió mi esperanza vana
Pues te puedo hacer humana
Concibiéndote divina.

¡Oh, cuan loco llegué a verme
en tus dichosos amores,
que aun fingidos tus favores
pudieron enloquecerme!

¡Oh, cuán loco llegué a verme
en tus dichosos amores,
que aun fingidos tus favores
pudieron enloquecerme!

¡Oh, cómo en tu Sol hermoso
mi ardiente afecto encendido,
por cebarse en lo lúcido,
olvidó lo peligroso!

Perdona, si atrevimiento
Fue atreverme a tu ardor puro;
Que no hay Sagrado seguro
De culpas de pensamiento.

De esta manera engañaba
La loca esperanza mía,
Y dentro de mí tenía
Todo el bien que deseaba.

Mas ya tu precepto grave
Rompe mi silencio mudo;
Que él solamente ser pudo
De mi respeto la llave.

Y aunque el amar tu belleza
Es delito sin disculpa,
Castíguense la culpa
Primero que la tibieza.

No quieras, pues, rigurosa,
Que estando ya declarada,
Sea de veras desdichada
Quien fue de burlas dichosa.

Si culpas mi desacato,
Culpa también tu licencia;
Que si es mala mi obediencia,
No fue justo tu mandato.

Y si es culpable mi intento,
Será mi afecto preciso;
Porque es amarte un delito
De que nunca me arrepiento.

Esto en mis afectos halló,
Y más, que explicar no sé;
Mas tú, de lo que callé,
Inferirás lo que callo.
Poeta

Poemas :  A tu recuerdo
Si antes te amaba con locura –fuerza platónica del destino–
hoy comprendo que jamás dejé de hacerlo,
más aún sabiendo que me recuerdas...


El lunar que resalta tu rostro fue mi perdición
y aunque nuestros destinos son caminos separados
en mi corazón sigue plasmándose con fuerza tu nombre...


Muchas veces sujetaba el ímpetu de besarte
y no tan sólo decirte en poemas lo que siento.
¿Qué te quise? con el alma y tú lo sabes,
mi delirio siente viva la esperanza...


Quiero que la mirada nos invite
a devolvernos el amor que creímos haber perdido,
no será fácil el silencio que debemos vencer,
pues tu y yo nos dejamos arrastrar por la soledad
y pretendimos aceptar que buscando otro amor
acabaríamos con la rutina de recordarnos –pasión–


Autor: Quituisaca Samaniego Lilia
Poeta

Poemas :  Cascabeles nocturnos
CASCABELES NOCTURNOS

Por la noche circular cuando vuelve.
El hombre de cascabeles corredores.
Y por el día contrarios, cascabeles.
Son los miedos. Verticales bajo suelo.
¡Sideral!. Por la noche cripta.

Por las estrellas lápidas.
Resplandor de blanco abismo.
Ya se palpa la fragancia.
Ya se siente resonante.
¡El hombre del ayer y el mundo!.

¡Qué pañuelos arenosos,
lo envuelven, en colores!.
¡Colores circulares,
nocturnos cascabeles!.

Cascabeles___En un alegre canto.
Nocturnos.
Nocturnos___Del contento sumergirse.
Cascabeles.
Al fondo dulce del crepúsculo.

Espera la punzante arena.
Por la noche de círculos colgados.
¡Vienen y se van los cascabeles!.
¡Oh, inspiradas pisadas encantadas!.

Mármoles ardientes y sol de playa.
Es perla serena.
Espacio horizontal y tiempo.
Tiempo de espirales.
Ya veloz la carne danza.
Danza ya la historia madrugada.
Cascabel.

Nace por las noches.
Cascabel a cascabel.
En el mundo qué fosfórico se vuelve.
Silvestre.
El ayer de pañales y pañuelos.
Arenoso cascabel.

En la red de placeres y dolores.
El ayer de diademas fulgurantes.
¡Ya vuelven, ya vuelven,
los nocturnos cascabeles!.
Con el destino vibrante de espejismos.
¡Arboleda infiltrada de sorpresas!.

Cascabel de cascabeles, en el féretro que muere.
En la danza de las tumbas.
Nocturnos cascabeles.
Íntimos acordes de la fosa.
Amor de incertidumbre.

En la noche de belleza inevitable. Muerte.
Muerte apasionada, profunda, perdón eterno.
Amargo cascabel de noche a noche.
¡En el dulce sumergirse!.
¡En el canto del crepúsculo!.

En los féretros punzantes, en la fúnebre belleza.
Desolación adorada. Miel de miedo.
Miedo entre frascos frescos. Y fresas formas.
Desfila el vértigo. ¡Preso presa fácil!.
En el féretro qué muere, solo, metálica alegría.
Cascabel en el fondo. ¡De belleza sumergida!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas surrealistas :  Tulipán deshojado...
TULIPÁN DESHOJADO...

Metálico acercábase tenebroso y tembloroso,
un tulipán.
Con el prestigio.¡De un espejo!. Y la rana,
por salario. De atrofia, atronador, atropellado.
¡Estambres privilegios del establo!.
Con las manadas.
¡De monedas!. Sí, de monedas, de monedas.
¡Cautivo hace al hombre désta vida!.

Con un tulipán. ¡Deshojado, deshojado!.

Con
Los
Escudos. Algebraicos de los abismos.
Y marchita, la costumbre.
-Deshojando cada párpado.
-De tiernos pétalos.
-De infantes inocentes.
-De hogares acribillados.

Con el tiempo__Tulipán.
Desgajado de ceniza__Tulañí.
¡Allá por el corcho bárbaro!.
Y la cierta muerte. De memorias tristes.
¡Atronador y atropellado!. ¡Oh, dolor de huesos!.

Tulipán
Deshojado. Desojado, desojado. ¡Tulipán!.

Héroe de bóvedas decapitadas. Deshojado, desgajado.
Exterminando cuadriláteros.
Con el dedo vegetal. ¡Del alquitrán!. ¡Un alacrán!.
Y en el dolor. Un olor a inmensa escoria.
¡Con gran desprecio del tesoro de la vida!.
¡Con el duelo en la falda del zapato!.

Tulipán, tulipán. Deshojado, desojado.

Arrastrando y arrastrándose. Entierra los dientes,
dientes retorcidos bajo el suelo.
El tulipán, dices, ya seco. ¡ Pensaba!.
-Deshojado, de párpados añejos, tulipán, tulañí.
¡Amor cadavérico blindado!___¡Qué tierno funeral!.
Recorre en la historia____Cada entraña.
Cada ojo de vasija y alfarero.
Con el pueblo. ¡Con el pueblo miserable tundra!.

Pueblo en sangre.
Pueblo pobre. Cultivado con engaños, solo, tulipanes.
Y
Los
Hogares. De ausencias. ¡Carcomidos!.
Y
Metálico y fraterno. ¡Padecía foráneo!.
Un solitario antílope. Tulipán, tulipán.
Del fruto de la tierra. ¡Desamparado!.
Del campo miserable abrojo rojo.

De
Lo
Rojo
Del abrojo y del arrojo. El inocente muere.
Y
Las
Lenguas hacen fiesta. Y lo sepultan en mentiras.

El pueblo pobre miserable muere.
En la entraña de la historia, tulipán.
Con todo y todo, redentor paupérrimo.
¡Anclando banderolas a los higos!.
Deshojado el futuro de los libros.
Libre
Vive
Libre muere. Cada casa, cada familia muda.
Libre, libre, solo libre de morirse.

Libre solo.
De ser muertos.
Son así los nuevos tiempos.
Nuevos engendros.
¡Cobrizos, híbridos y heráldicos!.
Límpida inocencia que opaca poco.
Que
Opaca.¡Solo la consciencia del que habla!.
Él... Él... Él...

Del
Oxido ostentoso, ofuscado, ominoso.
¡Oh, tulipán y abrojo rojo deshojado!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta