¡He!
Aquí estoy a pocos días de cumplir
una edad que creía inalcanzable cuando mi única
ilusión era la mañana del domingo, cuando mi
idea de viejo eran los de más de veinte, cuando
no creía que mi pelo también seria blanco, cuando
no entendía porque los padres eran sabios y
algunos tenían hijos muy malcriados.
Soñé no cometer errores, ser un hombre sin
malas caras por días difíciles, no trabajar tanto
y darle a mis hijos compañía, salir de paseo todos los
días y reír sin preocuparme del mañana.
He querido, he soñado, he amado, he sufrido, he
engañado, he llorado como un niño aun cuando mis
años han pasado.
Aprendí a no mentir cuando ya había olvidado
cuantas veces mis mentiras fueron causa de dolores
en el alma a amores que perdí por robarle sabiduría
a mis errores.
disfrute el poder mirar sin esforzar mis ojos, sin estirar
mis brazos, sin arrugar mi frente, corrí millas enteras y
nunca sentí el cansancio que ahora siento por estar parado
frente a mi ventana esperando que llegue la mañana, ame
días enteros y soñé noches compartidas que el tiempo
transformo en noches de soledades incontables.
Pasaron por mi vida todas la A... Una que otra M...
Algunas B... E incontables otras que ya olvido, a algunas
las ame, a otras las quise, otras no se han querido
ir de mis recuerdos y olvide completamente si
por lo menos otras me gustaron.
Trabaje y sigo dando lo que puedo, más lento con
mejores resultados, sin pensar más allá de lo que
hago y entendiendo que me falta media vida
de estirada de brazos, de arrugar la frente, de
errores que me enseñen, de llegadas y partidas, de
tristezas y alegrías y seguro más A... Mas B... y algunas Z...
Hasta el día que llegue la hora de escribir que en pocos
días, cumpliré noventa y ocho.
Arcoíris perfecto
Cruce temible debía andar semejante a una casa de terror.
Al paso, el corazón se estremecía y la sangre se escarchaba.
El asiento de las emociones parecía frágil y quebrantado,
Y la luz al final del camino era ilusión muerta entre espinas.
Sendero eterno parecía a los pies endebles que no respondían,
Ojos y oídos a penas abiertos para no perder el hilo consolador.
Confusión de murmullos y roces en el destierro de la alegría,
Cadena perpetua el tiempo sentido en el túnel del tormento.
Se encubre la soledad como amiga única ante la flagelación,
Mas la angustia no cuenta con el socorro fiel de mi esposo.
Él renueva los caminos, y los adorna de vida con propósito.
Borra el hoyo negro del dolor, y pinta arcoíris perfecto de amor.
"Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz.
En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo." Jn. 16:33
Es
Es
Triste
Conocer el tiempo,
Que te marca el paso de tu vida.
Te llena de alegría, tristeza, triunfos y fracasos.
Te acorta o te alarga la dolorosa Agonía,
Para que un abrir y cerrar de ojos,
Dejemos este despojo.
Triste fin
Es.
Aprendí
Aprendí, por experiencia ajena y propia,
que la pasión dura tres años y unos días.
Y si por hábito perdura, o por provecho,
es corrompida clonación de lo que fue.
Que la balanza del amor nunca es pareja,
que la fortuita coincidencia es intención
y que sobrada complacencia es artimaña
que nos rehúye al bamboleo de un traspié.
Que lo desleal no se arrepiente por fallido
y que reincide en herejía a quien perdona;
ya que se ama con los cuernos ignorados
o consentidos, degradando honor y sien.
Que en el severo pundonor del desengaño,
sigue perdiendo su prestigio el nunca más;
ya que son buenas al final segundas partes
si no hay orgullo, real placer, ni mayor fe.
Aprendí, que se anda amando a media piel.
Anacrónico monólogo
ANACRÓNICO MONÓLOGO
Porque ahora soy un recuerdo.
Un pasado antes de tiempo.
Un sueño antes de soñarse.
Anacrónico.
En un sol que se impacienta.
Ante la pasajera sombra.
Una luz perdida en la memoria.
Monólogo.
En la noche más profunda.
En la ausencia más notable.
En el viejo temor que retumba.
Anacrónico Monólogo.
Interior.
De apariencia sosegada.
Monólogo, anacrónico, monólogo..
_¡Soy recuerdo, me dices, memoria!__
Entre la espera huidiza.
Al extremo del aliento.
Espesa presencia susurrante.
Un sueño sin soñarse.
Atado a la vigilia fracturado.
Un pasado sin tiempo.
Cultivando.
Noches.
Agridulces.
__¡Soy recuerdo en espera, olvidado!.__
En un pliegue oculto del día.
Ante la luz permanente.
Una sombra grabada en el viento.
Anacrónico.
En el día menos corto.
En la presencia menos evidente.
Monólogo.
Sólo monólogo.
Anacrónico, diacrónico y sincrónico.
¡Qué más da!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Destino De Piedra
Yo soy una piedra
que vive rodando.
Una piedra errante
que arrojan a diario:
Ruedo por la vida
y cuando me canso,
me arrojan de nuevo
y así me desgasto,
siendo que fui roca
de grueso tamaño;
puerta de la cueva
del Cíclope aciago
Polifemo, el mismo
al que, amenazado,
Ulises, hiciera
caer en engaño.
Sin gloria ni pena,
fui contra Goliat,
la piedra certera
que David lanzara
y el triunfo le diera.
Conmigo han herido
y han edificado
lo que deshicieron.
Y me han desechado
y me han requerido;
de nuevo la mano
construyó afanada
lo muy codiciado
y otra vez la sangre
me dejó su rastro.
Yo no tengo amor
presente en mi vida,
pero sí recuerdo
de volcán que ardía,
que mi buena madre,
era roca viva.
Mi padre: montaña,
Rey de ignota cima.
Mi hermano: arrecife,
temible en sus iras
de triunfo salado
por naves hundidas.
Yo pude ser risco,
pedregullo, arena...
pero sin embargo,
por la vida rueda
mi suerte a los tumbos.
Yo soy una piedra,
una piedra simple
que comprometieran
y no entendió nunca,
por más que viviera,
la crueldad humana
tan ingrata y fiera
para con mi ser
y su ánima terca.
Sin ira ninguna
soy piedra serena
y ansiosa de paz.
Una piedra suelta
que descansó sólo
la ocasión aquella
en que Cristo dijo
(estando yo presta
a herir nuevamente
por la mano artera)
más o menos esto
que mi alma festeja:
"Aquel que esté libre
(y aquí me liberan)
de culpas, que arroje
la primera piedra".
Soy culpable
Quiero entender si al nacer un hombre bueno luego nacen cien mil hombres bestias,
¿es por esto que el hombre opta siempre por la razón de la sangre y la violencia,
la bestia nos domina nos maneja, y la mente ya no cumple su razón?
Desde la caverna, nos hemos hecho valer por la fuerza, la barbarie,
cuando nos creímos civilizados hicimos el holocausto, Hiroshima, Nagasaki
las purgas intelectuales y el índice del mercado económico que
Justifica todos los males
La política de las bestias, de los “hombres” nos domina, hablando de armas de destrucción masiva mientras usan el hambre como arma y herramienta,
quiero entender no puedo, quiero ver, no veo, y la nausea visceral que arremete,
mi conciencia se pregunta ¿cual es la parte de la cuota que me toca?
O soy ciego, pues todo esta a la vista.
Los sicarios del poder nos controlan, cuidan la fila, que la hilera no se rompa,
mientras en el fondo la garita nos vende felicidad en sexo, porros y pastillas.
Y los ojos de los niños que nos miran, que aprenden, que se entrenan con la “play”, con la “wii”, para el mundo que dejamos, soy culpable
Soy hombre, soy culpable ya matamos a todos los profetas, las cruces son las
pruebas que reclaman por las almas, por la sangre derramada de los hombres que sabían, que intentaron, que trataron, y matamos por codicia, por tener, por poder,
soy culpable.
Mi conciencia me reclama, me tortura, pide a gritos un poco de cordura y mi alma
ya esta rota, los gritos de los que no tienen voz los escucho como música de fondo mirando el pan y circo “televisión”
Soy culpable, penitente que reclama su condena, que no aguanta mas esta pena de ser
cómplice y la nausea visceral que arremete…Soy culpable
CREADO EL 28/3/2010
Catriel Cuestas Acosta
Escuelita Rural
Contemplando una frágil escuelita rural,
réplica de muchas del continente latinoamericano, pienso:
Aquí, lejos, donde saben que pocos la ven, qué pequeña
y pobre es la casa que los gobiernos le destinan al saber.
Qué alto le cuelgan el candil de la cultura
a los marginados, total, de día tienen sol y de noche luna.
Para qué más luz en terruño tan breve, por restringido también
y sabido además de memoria, de ancestral memoria
como para caminarlo en penumbras.
Retazo que a sacrificio germina uno que otro poeta
o profesional y hasta bueno por sufrir lo que el dolor educa.
Qué mejor escuela, dice el cinismo con hijos en colegio inglés.
Escuelita rural, pequeño bastión de la vergüenza ajena,
aquí, lejos, donde saben que pocos la ven.
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