|
Basta tu sola presencia luminante y cariñosa a sosegar mi espíritu rebelde. Me basta con la esencia que emana de tu frondosa y espléndida caricia para aquietarme el alma y disfrutar de la calma que da el amor verdadero. Y para serte sincero en tu selva vivir quiero.
El verde de tus miradas el rubor de tu sonrisa y estás ganas consumadas poco a poco ya sin prisa es como ramal al viento que entrelaza el sentimiento la emoción la algarabía junto a toda la alegría de tu jovial lozanía.
Eres huella arborescente y tu pluma magistral, alegra el cuerpo y la mente del lector universal.
Las glaucas ramas florecen con tus versos de vergel en tus letras permanecen alabanzas del laurel y hasta el roble se arrodilla ante el poema donado por la lira que en ti brilla verso a verso, lado a lado.
El araguaney de mi tierra de mi lar el apamate el mangal y el aguacate de mi frondosa sierra te regalo como lienzo para que llenes con rimas el momento en que comienzo a besarte y tu me mimas.
Para ti tengo un nogal un castaño y un almendro y en tu poesía me acendro con el verbo natural de los árboles frondosos. Y de todos los borrosos recuerdos de mal vivir no queda más que un silencio que nos pide convivir.
Convivir entre cerezos aceitunos y ciruelos y entre lianas y altos vuelos nuestras risas, mis acezos y esta mágica figura que me quita la cordura cuando miro tu follaje.
Emprendamos este viaje alrededor del planeta sin objetivo y sin meta sin maletas ni equipaje.
De rama en rama le daría la vuelta al mundo si tan sólo tú me acompañaras.
|
Poeta
|
|
Remiendos en el pantalón a la altura de las rodillas y la madre cariñosa del muchacho juguetón.
Remiendos en la camisa por los codos parlanchines y una madre silenciosa que remienda calcetines.
Remiendos de corazones heridos por un siniestro sentimiento naufragado. Y una madre comprensiva que consuela con caricias el llanto del olvidado.
Remiendos que ya no existen de una madre que ha partido hacia un sueño eternizado sus remiendos han volado.
|
Poeta
|
|
El sol se hunde en el horizonte lejano y se apaga el día interruptor que mengua lentanente dando paso a nocturnos vaivenes con sus titillantes luces y su disco blanco de un blancor opaco y tenebroso
La noche la noche se viste de gala para pasearse por todo el continente vertiendo su oscuridad sombría que aniquila los colores entre fragores ventisqueros y debilidades inminentes.
La noche la noche es un derroche de tinieblas de olores poderosos de sonidos manifiestos de lúgubres sensaciones y temores y temblor de piernas.
Miedos en estampida recorren cada milímetro de piel en esta noche horrenda de almas en pena y cuitas y pesares y condenas aleatorias.
De noche las goteras crispan los nervios y cualquier ínfimo crujido enciende todas las alarmas de la mente incluso el viento asusta con su silbido que parece venir desde ultratumba.
De noche la tierra es más oscura los árboles son sombras sombras que mueven sus ramas fantasmales como tentáculos depredadores en busca de rostros nerviosos y adormilados.
El sol desaparece tras el horizonte lejano se apaga el día interruptor que mata los colores abriendo paso a un sin fin de pesadillas infrahumanas
|
Poeta
|
|
Cuando eras niño cualquier toalla amarrada al cuello se convertía en capa y podías volar desde el tope del escaparate hasta el colchón de la cama. Que luego se salieran los resortes... Bueno, esas cosas pasan
Cuando eras niño cualquier poltrona en que te sentabas se transformaba en nave espacial o en automóvil de carreras una escoba era un caballo y cualquier palo era una espada.
Bendita imaginación la de los niños que, desenfrenados juegan porque niño quieto es niño enfermo.
A menos que esté viendo televisión o pegado a una cónsola de videojuegos o mirando la pantalla de su ordenador.
|
Poeta
|
|
Boca en la boca y entre los ojos llanto. Lágrimas de alegría lejos quedó el fragor de las batallas por un amor intoxicado, arrastrado por torbellinos furiosos y tormentas pasionales.
Al fin llega la brisa fresca Cardenales y azulejos anidan en tu semblante y tus dulces labios llenan de ambrosía deliciosa mis ingenuos deseos de entrelazarne a tu alba melodia.
Adiós agonía que te alejas de mi vida sin remordimientos sin quejas ni pesares.
Boca en la boca y entre las manos luces.. complicidad serena, dichosa, amena de dos corazones latiendo al unísono con el mismo palpito con la misma sonrisa...
|
Poeta
|
|
Sol de verano sobre las ramas secas chicharras suenan.
Cálida noche entre los matorrales ruido de grillos
Alba amanece resurgen los colores sobre la tierra
|
Poeta
|
|
Me olvidé de las filas kilometricas en las panaderías solo para descubrir que se había acabado el pan. Me olvidé de las largas colas en los cajeros automáticos solo para descubrir que se había acabado el efectivo ¡y el dinero no se come!
Me olvidé de las largas filas en los mercados y supermercados solo para encontrar estantes vacíos. Me olvidé de la ausencia de medicamentos en las farmacias ¿Y para qué abren si no tienen nada? Preguntaba Si no abro me expropian - contestaban.
Me olvidé de los camiones de ganado que transportaban gente porque ya no había autobuses... ni ganado. Todo se había perdido...
Me olvidé de los cortes cotidianos de luz me olvidé del agua hedionda y sucia saliendo de los grifos me olvidé de liceos cayéndose a pedazos me olvidé del mercado negro y del mercado fúnebre.
Me olvidé de los médicos y enfermeras huyendo por las fronteras de los profesores que ya no daban clases unos por escapar y otros por buscar mejor salario.
Me olvidé de los militares disparando le a las marchas pacíficas de las FAES, de la DISIP, de la PNB, de la GNB todos esbirros y lacayos de un imberbe que no sabe ni hablar
Me olvidé de los niños y ancianos comiendo de las bolsas de basura peleando con los perros por un pedazo de hueso podrido
Me olvide de las elecciones fraudulentas cada año para disfrazar de democracia una dictadura vil, genocida, narcotraficante y terrorista.
Me olvidé de un país arrodillado ante la bota extranjera de rusos y bielorusos, chinos, cubanos e iranies
Me olvidé de Venezuela destrozada por un comunismo obsoleto y trasnochado.
Me olvidé de Venezuela Dios me perdone por haber olvidado a mi pueblo...
|
Poeta
|
|
Cuando era niño me llamaban Cabezón y Carnaval me decían Toritó y Garibaldi y Brigantón y también Ogro y Totó y también Colotordoc los que veían el Gato Félix.
No sé cómo no terminé con una crisis de identidad
Cuando era niño llenaba la batea de agua y colocaba un vaso boca abajo dentro del sagrado líquido para corroborar el principio de Arquimedes. Y quería saber si las hormigas sabían nadar por eso las rodeaba con franjitas de agua encerrándolas en un círculo.
Cuando era niño quería saber qué hay dentro de los huevos de paloma y rompí un huevo y murió el pichón y lo metimos en una cajita de plástico transparente y le dimos cristiana sepultura. Hasta rezé por el animalito porque me sentía culpable.
Cuando era niño jugaba con Lassi y Biqui dormía en mi cama, conmigo por eso mi viejo se lo llevó y no lo trajo de vuelta.
Cuando era niño yo era Contrax y vivía en el planeta Turín en una isla que comenzaba en el polo norte y terminaba en el polo sur. Y tenía la fuerza de Superman y tenía la velocidad de Flash y tenía la inteligencia de Batman y tenía la agilidad del Zorro pero no era ninguno de ellos porque yo era Contrax del Planeta Turín.
Cuando era niño pintaba mis trompos con el esmalte de uñas de mi madre y hermanas y el trompo se transformaba ya no era trompo se había convertido en nave íntergaláctica mi trompito.
Cuando era niño solitario, aislado, escondido tras la pantalla del televisor o mejor, entre las páginas de mil y una noches entre las fábulas de Esopo o incluso encerrado dentro de mi ferviente imaginación a ratos encontraba la felicidad sin siquiera buscarla.
Y ahora que la busco como palito de romero no la hallo por ningún lado.
Tal vez me convenga volver a ser niño recobrar esa ternura esa capacidad de asombro esa empatía sin límites esa curiosidad infinita y esa sonrisa perpetua que tenía cuando fui niño.
|
Poeta
|
|
Este artículo o categoría puede incluir contenido sensible. ¿Seguro que quieres leer?
El Verso huyó de la pluma con su sangre azul y negra derramada a borbotones y en el papel se escondió para crecer y crecer y convertirse en estrofa y convertirse en poema
El Verso salió de la pluma con su sangre azul y negra y se escondió sigiloso entre hojas madriguera. Y las palabras abeja le curaron las heridas para volverlo un panal de poemas miel y cera.
El verso huyó de la pluma con su sangre azul y negra y se escondió entre las hojas convirtiéndose en colmena
|
Poeta
|
|
Las alondras alzan vuelo dirigiéndose a la mar los albatros y gaviotas desde lejos ven llegar la bandada de aves terrenales que se acercan a la costa y un albatro se pregunta qué será que están buscando estos pájaros de tierra en orillas de la playa.
Las alondras se aventuran en las zonas costaneras ¿Es que acaso se perdieron? ¿Ya no saben navegar?
Un misterio que irresuelto, pues me obliga a despertar...
|
Poeta
|
|