Poemas :  Soliloquio descarnado...
SOLILOQUIO DESCARNADO

Porque el silencio muerde al verde solo,
más abajo de la onda gris al alejarse,
el canto del hielo de guitarras mudo,
en la carne del albedrío. ¡Sólo sueño!.

¡Hipnos en su lecho!. ¡Himnos de leche!.

Insistes, embalsamador de tu cadáver,
matando el hambre con el apetito,
del escarabajo, que dice tragar fuego,
y escupir apagada hasta la sed,
después de estar ahogado. ¡Vaya buena aurora!.

Harpócrates se ha inmolado al primer ensayo,
en moriscos azulejos, en la mudanza del tortura,r
la noche, tan mínima, tan breve, tan ajena en
exceso. Sin rendirle culto al ritmo, ni a la espuma, de los abrojos, no se vende, no se compra,
ni por las buenas ni por las malas, nada espera del odio o la envidia, ni enemigos tiene a pesar de todo, pues los enemigos él los selecciona y desemplea a voluntad.

¡Oh, soliloquio, monólogo de ventrílocuo!.

Porque... La muerte yace herida, y era el final
creído cierto. ¡Oh, sorpresa!.
El fantasmagórico efecto. A distancia vuelve,
punzante dardo en la cola de la serpiente,
que a sí misma se devora entre las melodías sonoras del panal seco, esmeralda labranza eutropélica en la impenetrable letra, que bien sabe ya del desaprender con exasperación,
y al mismo que enardece innova, más que sea próspero en el oprobio nimio encolerizar insondable y que está más allá de victoria y derrota.

¡Descarnado, descarado,
ni siquiera conoces,
cual es tu rostro,
antes de que nacieran tus padres!.

Soliloquio triste vas vagando, entre los dramas,
ontogénicos, ni Y ni X, no llames a la llama,
menos a que tu incendio apague, lo sabe el viento
aquí. Pues él ya regresó a donde tu apenas vas,
voz plañidera tal vez decapitada ilegible.
¡Soliloquio descarnado!.
¿Vas siendo voz que eres desorejada?.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas surrealistas :  Desacuaticarse... (Experimental)
DESACUATICARSE

Por donde el agua llora con su desierto,
al viento inmóvil que vive bajo la arena,
en la excelsa beatitud de labios secos,
estrellando al firmamento en las olas turbulentas,
donde solo viven los recuerdos y la muerte.
Porque
El
Anhelo
Mata.

La certeza homicida de la falacia.
La desnudez del aliento de la espiga.
En la radiante espesura del olvido del pasado.
Porque...
Ahí es menos muerte antes de haber nacido,
la ribera de los párpados en un instante,
con los caudales que fraguan los desvarios,
en los dedos del barranco lácteo con saña.
Acuaticado.
Siendo.

Habitantes del olvido del humo frío,
entre la colección alegre de súbita agonía,
por la tarde verde que teje azules,
los mínimos grises trastornados de los tigres,
en las rocas dormidas y soberbias,
del valle que estremece los silencios estelares.
Entre
las diademas de la pobreza engañada.
¡Encuadernadamente desnudándose!.
Como arde la amargura en la llanura,
con las indómitas desdichas del tiempo,

a la luz profunda de los sonidos abrasantes,
con la fragancia sedosa de una frugal sepultura.
Porque
Acuático
Es el lamento de la tortuga,
que cultiva letanías con el espacio,
en la estrofa del espejo agazapado encima,
del granito resignado a morirse en la espada que, sucumbe con las brumas voluptuosas,
de los estertores. ¡Oh, sí que sí!. Murmuran los
ignorados no que no, en la muerte probada, de los agravios con la vehemencia exagerada,
de los perdones baratos,
y la grandeza en oferta de un lamentable trino.
Porque
Acuáticas
Son
Las indómitas desdichas del tiempo,
que cultiva letanías con el espacio,
peregrino de la memoria que fallece,

entre la fe de las orugas,
y el rugido mariposa del desierto.
¿Quién creyera al futuro que se desangra inmóvil en el silencio?. En el fondo de la lágrima infinita,
de los dioses que nunca nacen esclavizando,
los perdones y vendiendo edenes.
Des
Acuaticarse
De
Las
Gotas de soledades ficticias que huelen la vida, inagotable en la luz de los filos almendrados,
y en la cuna que nada mece con los versos,
que buscan perpetuarse tejiendo el aire al fuego.
En

La
entraña dura del quisiera,
y las ramas de las nubes en los ojos de los peces, dibujados en los sueños del pasado que nunca fue, verdad por el milagro infernal,
de las monedas que viven derramando el olvido,
en los racimos congelados de los fantasmas,
y la paz que susurra su desencanto que fuma, felizmente fulminado cualquier intento,
de la más extraña naturaleza de la escarcha.

Des
Acuaticarse
Des
Acuaticarse
En
El

Patrimonio peregrino de las velas que desprecian, cualquier vida a cualquier costo en el mismo, consuelo que desconfía de la esperanza,
del hondo escarabajo en su tinte purpurino,
en el fulgor de la nada. Evaporarse en la sed,
del agua falsificada esculpida,
con la calma ignota.
Por
El
Instante
Inmóvil
De
Una
Letra
Seca... ¡Más allá de la misma sed del agua!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  De abolengo taxativo
DE ABOLENGO TAXATIVO

Entre las manos del barro y la tristeza,
resucitaba la calle cayendo de la tarde,
en las palabras castañas del año.
En la ventana que entra una casa,
silenciosa, estremecida, ligera,
en la humildad alabastrina,
de ceniza casta fulgurante.

¡No, no!__La curiosidad no se vende de buen gusto,
esperando el desayuno bajo la ventana,
hablando de los picos de las montañas,
con un desesperado mensaje buscando,
recuperar la voz con los dedos separados,
por el umbral completamente inútil.

¡Sí, sí!__Por el cruel susurro del silencio,
qué corroe las venas y las frutas,
en la matemática radiosa,
por el tintineo de la cizaña,
cuando nadie se da cuenta.

¡Nadie!___ Solo nadie sabe cuando el tiempo empieza
en el punto tenebroso del espejo, con el tierno desenfreno, y el rumor. Triturado por la espalda, dónde caza la flaqueza
débil entre los golpes de la vida, en las entrañas mismas de la tierra que termina acongojada de los aires ardiendo.

Pues la obscura noche desaparece bajo el poder de un fósforo de los pies a la cabeza en la distancia, dócil, hermética con el raído tuétano entre la estulticia. Por entre las bocas
abiertas de los hondos barrancos.

Sí, así es de taxativo, de abolengo, el día encorvado y erizado.
En el silencio qué de buena voluntad acaricia el viento congregado
como el dibujante qué transpira rojas hebras y las ganas de gritar
malentendiendo los cultivos a lo lejos.
Dígase lo que se diga, la realidad prismática es una dramática
carencia con el hidrógeno inflamado entre la lengua del mármol jaula.

Ya, ya. Son las palabras inservibles, del estorbo pernicioso, acreedor
de paradojas y pajas, en el sarcasmo miserable de los buenos aduladores
llenos de ansias rupestres en el apetito infinito... Ya, ya, en el manantial
de la inmundicia está la codicia solemne del imperio del absurdo, del fango
del fausto de los espejos inseguros y carcomidos en la última corteza del cuarzo.

¡Vaya arquetípico afán de timoratos!. El tímido universo se desprende de sus pétalos.
Con el alimento vano, en la masa informe de los límites inciertos.
Maleables, intangibles mercaderes del odio al indefenso, hecho monstruo a conveniencia.
Por eso se ve al sol entre las cenizas desdichado, y en la lluvia de sombras, el suelo la luz eleva.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de reflexíon :  Desmemoriados...
Desmemoriados...

Por la similitud agridulce del color
y los sentimientos de las rocas
en la comodidad de los féretros
y la egolatría de los muros
¡Son de la culpa...Frustrada expresión!.

¡Ruégamelo!___Dices que digo.

En las tardes puntiaguadas
dolorida la espina nubla
el reflejo del lago ligero
En las noches redondas
alegre la esquina nutre
el reniego del largo limonero...


¡Tarareándomelo estúdiatelo!

___Me dices qué lo piensas_
Entre las desesperadas letras...
¡Cuánta pena cunde!.
¡Cuánta pena quema estrellas!.
¡Cuánta pena enreda lunas!.
¡Cuánta pena inflama noches!.


Desmemoriados
Agridulces
Al pálido dolor ajenos
Con la memoria
Sepultada
Del alcornoque

¡Bébanselo, desmemoriados!
___Me dices que lo dicen___
Huyendo de la vida en camiseta,
persuadiendo los instantes con un siglo,
en la esposa repentina de un minuto,
sabor adiós, cada llegada cruza,
en el tiempo del reloj una morada.


¡Eso son sin la memoria los ausentes!.
Por el umbral que entraña extrañeza inspiradora,
en la exacta ventana que cuelga de cada casa,
en los terrenos satisfechos del ruiseñor soñado,
en los enunciados y pretensiones del trampolín,
en la impaciente vecindad de la cautela fanática.
___¡Cocínaselos y cántaselos!___


Desmemoriados, ¡oh, desmemoriados!, cuéntamelo dices...
Por el redondo reclamo del timbre tinto del ayer.
Con el audaz suelo caliente, filial claro de prisa olvidado.
Asediando el rebaño al indefenso monstruo espoleado.
¡Con la frase de la canela y la leche algodonosa!.
De toda la sorda estadística del miope vaporosa.
De abundante tentación de holganza impedimento.


¡Vaya memoria, vaya vaya!___Al mismo olvido recordando.
En la cama que vende sueños,
en la mesa que cobra el hambre,
en el piso que vuela el techo,
en el ojo que canta la noche.

¡La ciudad sonando huecos!.
¡La calle golpeando gritos!__Al mismo olvido recordando.

Desmemoriados seremos.
Una voz sin un mañana___¡Solo silencio ignorado!
En cada cementerio___¡Solo polvo del tiempo!
De la lluvia culpable___¡Solo ahogados de sequía!
___Entre cada odio una pregunta___
___Entre cada mirada una duda___
___Entre cada memoria un olvido___


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Socolor
SOCOLOR

Por
Eso
Entre las palabras que se pierden.
Visibles los sueños vuelan,
con los versos en ropa interior,
con los tabacos en paños menores.
¡Sin pensar qué habrá tañido!.
Lo que ninguna bufanda teje tibia.
En el plato enamorar del hambre.
la mesa escribe a una silla vacía.

Socolor, sólo, socolor.


Por
Eso
Del contemplar al ver mismo,
fraternal entraña cada frase,
del vivir punzante la esperanza,
en el sonoro límite arbitrario,
una rama las hojas pinta.
El espacio y la presencia.
De la espalda y adioses extendidos.
¡En lo granítico del pulso a cuestas!.

Solo, socolor, sólo.


Por
Eso
De lo mineral el fuego duele acuoso.
Al fiel confín del simulacro grácil.
Donde un aliento luce compacto viaje.
Amenazando de calor al precipicio.
Qur vende una tempestad de golondrinas.
Al remordimiento confidente temerario.
¡Del reloj dónde se baña el tiempo tenso!.
¡Del relámpago dónde despierta el viento!.

Socolor solo, socolor sólo.


Por
Eso
Está el cuadro que paréntesis recorren.
Porqué tañerá hueso a hueso injusto.
Entre las campanas misiones nocturnas.
Y dicen, por eso, y eso. ¡Aspera alterna anida!.
¡Qué tañan solo castañas!. Teñidas como están.
Hogaño. ¡Que tañan año tras año ya hoy mañana!.
Por atadura tierna aguda e insinuante colorida.
La carnalidad concisa del mundo destruido y decolorado.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Un acuoso juicio
UN ACUOSO JUICIO

Agua tras agua, en el grande mundo,
limitado y definido,
la humanidad se ha descocido,
del hombre mismo,
que en la gota sueña, cómplice.
Entre desierto y rocío,

el egoísmo del amor escondido…

Entre la brisa y la nube…

Alimentando los anónimos vacíos.
En el corazón incomprensible.
Dónde los trenes detienen las vías.
¡Sin prisa. En las raíces del vapor azulado.

Lento y como líquido péndulo, inclinando al
horizonte.

Tomando al cielo, cuando las calles vacilan.
Y pidiendo perdones insoportables.

Enredando los tiempos en cualquier momento
amontonado, de la silla gato amonedado.
Como gotas que tiemblan entre crasitud y empalago
por todas partes…

Como cataratas resinosas, fragmentarias
y disgregables enamoradas.
Como la llama helada.
La misma discordia escinde un cisma.
Helada la llama como,
divergencia diseminada.
¡Casaca dispareja!.

Se derrite, se apaga y corre.

Más despacio, no llegaba al final nunca,
donde las curvas se iluminan
con la negrura.
Y en el mundo los muros se alargan,
y la humanidad pierde al hombre,

y el humanismo es una quimera,

en el amor que espiga entre fantasías,
perdido enano metido en cualquier ombligo.
Como de los espejos
huyen las paredes
transparentes
y las ventanas
invisibles

de
los reflejos.

Y en el desierto, la mano limpia su sed,
al agua, de la mirada extraña,
al desprecio crispado del engendro,

que tuerce todo, y vende la muerte,

una tras otra, haciendo del olvido el negocio.
Destella mensajero adiamantando tumbas,
rastreando cualquier ala, y petrificándola

en cada camino. Compasivo en exceso y arbitrario.

Entre las voces gemelas de los ecos perdidos.
De fogarada fofa.
De fusilar fragancias vivientes.
Y litografiarlas.
En
El

Silencio. Escuchando el palpitar de las ausencias.
Y como las pasiones. De pandereta y castañuelas.
¡Pasa y pasan!. Fanfarria, gaita y ocarina.
Como las viejas plegarias.
Dulzaína doblada, olifante despistado,

como los nuevos placeres.

Balalaika adormilada y Concertina anonadada.
Entre las huellas del Contrabajo,

y los corazones gemelos del Xilófono, sonriendo.
Hileras dobles por la vida.

Desde el Flageolet hasta la Tuba y Bombardón.
Paralelas dobladas entresijo y recoveco,
que cambian y se aman,
en las manadas de las maletas,
en la cena sin expresión,

en el hambre vertical.

Paralelas quedan las sonrisas paralizadas.
Y en su voz el agua. ¡Canta y sueña!.
Con la misma voz amarilla del desierto.
El desierto del existir ignorada.
El hambre qué asesina el alma.
El ametrallar la consciencia.
El apologista de la amnesia,

que soñó en los pechos,
de los helechos lechos.
Pechos alegres techos,
y turgentes confesos.
Esperanzas absurdas,

y comestibles ya,
en la sequía,
de la vida.

__¡Real!__
Cuando la vida vale menos que la muerte
y se amerenga el desconsuelo,
y se carameliza la crueldad,
y se confisca el descontento,

cuando el amor muere. ¡La cordura es el absurdo!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  El fúnebre amarás... (Experimental)
EL FÚNEBRE AMARÁS

El fúnebre. ¡Amarás!.

Llenó de eco los grandes huecos,
los ideales envejecidos.
¡Ataúdes de libertad amarga!.
El negocio, vende, al hombre... ¡Muerte viva!.
Con
La extraña musicalidad, enmohecida.
Con
Ausencias qué traspasan, ahogando.
¡Allá, en el fondo de este espacio!.
¡Aquí, en la misma esencia del tiempo!.
Por
¡Dónde el umbral apila, enseres!.
El
Caos
Como
Morada. ¡Amarás. Amarás. El fúnebre amarás!.

Al encarnar quizá las pesadillas.
Los dioses, arrepentidos, ajenos al clima.
De la tradición rehenes. ¡Fúnebres!.
Del polvo, humano manantial, inagotable.
¡Arruinado descendiente, de las tinieblas!

La misma oscuridad.

Falleció aquella misma noche.
Entre las velas de cera.
Al favor de las estrellas desfigurando.
Al llamado de la puerta humilde.
Entre los harapos desmoronados.
¡Una hoja del calendario!. E-l-d-í-a.

Elfun...Ebre...¡Amar...ass!
Con
El
Otoño escritor de los veranos.
Digno invierno de primaveras.
Del cuadro, en el vestíbulo, abriendo.
¡Las cartas al bostezar!.
¡Las piernas torneadas por el jugo!.
El
Desconcertado. ¡Triángulo, de naipes!.

¡Amarás, la muerte qué perdonan las rodillas!.
¡Amarás, al más hermoso fúnebre y tierno, desconsuelo, con la miel más lúgubre en la hiel!.
Y
Hasta el claro disturbio.
de los pantalones nuevos,
y las mangas del tallar,
los pliegues menos apresurados.

El
Fúnebre
Amarás
Está...
En la ventana sentada.
En la puerta recostada.
Donde.
El sofá en la cama preveía cavilaciones.
Inevitables sombreros bebiendo.
¡La confesión sorprendida de los trenes!.
¡Las barras bautizando mandarinas!.
¡Las estrellas conserjes del cementerio!.

.¡Amarás!.

Entre
Tres nuevos nombres. ¡La misma cosa!.
Entre
La sana costumbre de atacar.
El barniz digno del mismo engaño.
¡La libertad!. De partículas, innecesario.

¡Ah!. El fúnebre. ¡Amarás!.

La envidia del mismo abismo.
De las libélulas talones.
¡Del oportuno sable ignorante!.

Los millones, decapitados, cañones, multicolores.
Al gorjeo monótono empedrado.
Las maletas del abejorro de moda.
Y la pólvora, elegante.¡Embargada!.

El amarás, fúnebre, amarás, fúnebre.

Ante los ojos evidentes de la ceguera.(Semillones).¡Mejillones y aguijones!.
Fun
Ebre.
Al cómodo ceremonial incinerando.
Al esfuerzo destrozado.
Al vecino, débil, en la impiedad.
¡Indecible!. Jugando al dios embalado.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas surrealistas :  En tres días
En tres días

Entre sus obscuros cabellos el viento,
desenrolló el oculto poblado,
de los arbustos de morena cintura,
en la parte baja de la tarde,
¡Acuático aleteo!.

En
Tres
Días

El río, quería llorar y no pudo,
la cerveza llena de tarros,
la moneda conversando andrajosa,
la duda, flor, vende desnuda.
¡Al hotel disimulado!.
¡Al frente enmarañado!.
¡Que amasaban los domingos!.
En
Tres
Días
El lunes, moribundo, amaneció tropezando,
bajo el espejo, la luna, ondulaba sinuosa,
cada correo, agua directa,
al manantial de tres fosas.
¡La mejor colección de infamias!.
¡Al mejor precio, del autoservicio!.
Los mejores clavados, de computadora.

Luego...
El martes aprendió al eco irritado,
bajo el mastuerzo, donde el ruido se mezcla.
¡Cada valeriana, con mostaza!.
¡Al salir de mantequilla picada!.
La madera, extravagante, irreflexiva.
¡Al cuidadoso desprecio de la vida!.
¡Los efectos del umbral satisfecho!.

Luego...
Los viernes de vértebras sin aceite,
bajo el mecedor suelo removido.
¡Cada jabón ordinario sofoca!.
Al entrar cinco meses de nardos,
la impresora, de avidez desgarradora,
al menor mástil y espátula.
¡Los regresos del infierno frágil!.

En
Tres
Días

Donde duermen las gladiolas,
y
el poblado de los arbustos,
las literaturas ambulantes visten,
al enorme aletear lejano.
¡Ya!.
Oculta la tarde navegando.
¡La cintura del cabello, acuático aleteo!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta