Poemas :  PORQUE ME QUITE DEL VICIO
PORQUE ME QUITE DEL VICIO
Autor: Carlos Rivas Larrauri
México. 1900-1944
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No es por hacerles desaigre…
Es que ya no soy del vicio…
Astedes me lo perdonen,
Pero es qui hace más de cinco
Años, que no tomo copas,
Anqui ande con los amigos…
¿Qué si no me cuadran?… ¡Harto!
Pa’ que he de hacerme el santito;
Si he sido rete borracho…
¡Como pocos lo haigan sido!
¡Pero ora ya no tomo,
manque me lleven los pingos!
Desde antes que me casara
Encomencé con el vicio,
Y, luego ya de casado
También le tupí macizo…
¡Pobrecita de mi vieja!
¡Siempre tan güena conmigo!
¡por más que l’hice sufrir
nunca me perdió el cariño!
Era una santa la probe,
Y yo con ella un endino,
Nomás porque no sufriera
Llegué a quitarme del vicio,
Pero poco duró el gusto…
La de malas se nos vino
Y una noche de repente,
Quedó como un pajarito…
Dicen que jue el corazón…
Yo no sé lo que haiga sido;
Pero siento en la conciencia
Que jué mi vicio cochino!
El quiso que nos dejara
Sólitos a mí y a m’hijo,
Un chipayate güerfanito
A l’ edá en que más falta
La madre con su cariño.
Me sentí desesperado
De verme sólo con m’hijo…
¡Pobrecita criatura!
¡Mal cuidado… mal vestido!
Siempre sólo… recordando
El ángel que bía perdido.
Entonces pa’ no pensar
Golví a darle recio al vicio
Porque poniéndome chuco
Me jallaba más tranquilo
Y cuando ya staba briago
Y casi juera de juicio
Parece que mi dejunta
Taba allí conmigo.
Al salir de mi trabajo,
M’ iba yo con los amigos
Y luego ya a medios chiles,
Marcaba ya harto refino
Y regresaba a mi casa
Onde mi aguardaba m’ hijo.
Y allí… ¡duro! Trago y trago
Hasta ponerme bien pítimo…
¡Y aistaba la tarugada!
Ya indinantes les he dicho
Lueguito vía a mi vieja
Que llegaba a hablar conmigo
Y encomenzaba a decirme
Cosas de mucho cariño,
Y yo a contestar con ella,
Como si fuera dialtiro
Cierto lo que estaba viendo,
Y en tanto mientras que m’hijo
Si abrazaba a mí asustado
Diciéndome el probe niño:
“Onde está mi mamacita…
dime onde esta papacito…
¿Es verdá que ti esta hablando?
¿Cómo yo no la diviso?
“Pos qué no la ve tarugo…
“Vaya que li haga cariños!
¡Y el pobrecito lloraba
y pelaba sus ojitos
buscando ritiasustado
a aquélla a quien tanto quiso!
Una nochi al regresar
D’ estarle dando al oficio,
Llego y al abrir la puerta,
¡Ay, Jesús, lo que diviso!
Hecho bola sobre el suelo
Taba tirado mi niño
Risa y risa como un loco,
Y pegando chicos gritos…
“¿Qué te pasa?… ¿Qué te sucede?…
¿Ti has güelto loco dialtiro?…”
pero entonces, en la mesa
vide el frasco del refino
que yo bía dejado lleno,
enteramente vacío…
luego luego me di cuenta
y me puse retemuino.
“¿Qui has hecho, izcuincle malvado?
¡Ya bebites el refino!…
¡pa’ qui aprendas a ser güeno
voy a romperte el hocico!…”
y luego con harto susto
que l’hice golver al juicio,
y con una voz de angustia
que no he di olvidar me dijo:
“¡No me pegues, no me pegues,
no soy malo papacito,
jué por ver a mi mamita
como cuando habla contigo…
¡Jué pa´que ella me besara
y m´hiciera hartos cariños!
………………………………………..
desde entonces ya no tomo,
onqui ande con los amigos.
No es por hacerles desaigre,
Pero ya no soy del vicio…
Y cuando quero relajarme
Porque sento el gusanito
De tomarme alguna copa,
Nomás mi acuerdo de m’hijo
Y entonces ya no tomo
¡anque me lleven los pingos!…


Una excelente referencia es...

https://www.youtube.com/watch?v=x6uiuK_gErc
Poeta

Poemas :  Pútrido Monólogo
Pútrido Monólogo

Ábreme corazón, los sueños muertos,
que hacen lentas las olas de los pañuelos,
en la caoba de las veladoras del río,
desplegando en los bosques blusas.

Háblame corazón de las derrotas anegado,
de las liras y el trayecto del barro,
que está tendido en los rayos desnudo,
atigrado, en los claros gorjeos ligeros.

Dime las cosas que las palabras callan,
que los castaños discuten de amarillo,
repletos los bolsillos mofándose barato,
del binóculo en la curva de la yerba.

Hazme una tempestad con los pálidos latidos,
de los desvelos de las desempleadas mareas,
con la pobreza arrolladora del ojo necio,
en el rancio y rico ocio del fósforo hundido.

Mira los retorcidos espejos fermentarse raudos,
de puerta en puerta sin trabajo digno endebles,
en el delirio de las nubes amenazadas agrias,
con el despido infame de las flores imponentes.

Corre a ofrecer el pulso orgulloso y cruel trino,
en la memoria desvestida de apariencias vana,
con las esquinas del fervor imprevisto impuesto,
por donde se arrodilla el invierno tumultuoso.

Porque he conocido la turbia espalda en fuga,
del pantano en la otra orilla del duelo desgajado,
con la tierna pañoleta de la infecta silla ilustre,
enorme, amorfa y temblorosa rebanada dócil.

He visto las uñas del instante devorar fácil,
la eternidad fósil, con sus pieles de cordero,
en el fondo hiriente de los cuchillos candente,
con la red vengativa del pescado en florituras.

Me he estremecido de la miel infamante,
donde los gusanos piensan sembrar seda,
y los enormes colmillos son más bastos,
que espadas o copas de alquitrán robado.

Nada es peor que no comer sueños despierto,
en las ventanas que lloran sus vidrios molidos,
embalsamando las sonrisas de algodón duro,
con todas las tumbas fabricadas por el alba.

Corazón, ya la sombra es mártir, frágil luna,
en el crepúsculo vendido de las viejas ataduras,
renovando al torbellino con cargas de grietas,
por los párpados inmundos que los gozan.

Nadie puede con el monólogo inclemente lira,
anudar al cocodrilo con las tristezas dispersas,
ni con la antropofagia vestir, las banderas raídas,
entre las letras que degüellan las palabras veraces.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de reflexíon :  Fugaz ermitaño
FUGAZ ERMITAÑO

En
La
Instantánea
Soledad
Corre
En los olvidos que no son.
Sin embargo, tan conocidos,
en el inmenso momento lejano,
que se muda con sus siglos.
Instantáneos.
Solitarios.

¡Con el bálsamo dócil dulce!.
Fugaz.
Ermitaño.
¡Año con año vuela!.
Del gas el fuego en fuga frágil.
Hogaño engaña.
¡Solo arañas!.

Con esa ausencia en partes,
del aroma una doble faceta espera,
el léxico demacrado del portón,
en la nativa reivindicación votiva,
en el tribunal de los fantasmas,
una copa los afanes hunde,
lo que prometía dar temiendo,
el trabajo sin elegante desfiguro,
en la mínima derrota del silencio.

Fugaz eternidad en un silencio grito.
El ermitaño siente año con año.
En la misma calle inquieta.
En el estruendo que aflora.
El primer número confuso.
De la tormenta metida al balcón.
¡Dónde las tardes desfilan!.
Bajo las sombras del ayer.
Año fugaz ermitaño silencio.

En el desierto tentador dátil.
De la víctima menos profunda.
En el ardor del invierno desteje.
La falsa vida temporal del gusano.
¡Qué enseña de muerte!. ¡Sonriente!.
En el fondo del eco un mismo huésped.
De la fiesta de hogueras inductor fugaz.
Desconfía literalmente sacrificando seis.
Años del pudor goteando miles de vidas.
¡Fugaz ermitaño fugaz año de alimaña!.
Son los olvidos suspendidos del tiempo.
De la fe imposible, lenta carretera peregrina.
¡De cada cadáver y campana muriendo!.
En el ángulo que compra honores vanos.
¡Toda la mitad importante del silencio cómplice!.
De las conocidas extremidades azul y rojo.
Del subterráneo una grandiosa partida culpable.
¡Qué retorna sacudiendo cualquier memoria!.

Ermitaño... En el instante de extremo a extremo.
Fugaz... En las emociones desesperadas.
¡Cuándo al universo cambia!.
Año con año en la lentitud rentada.
Antaño...Engalanándolo de dulces fantasías.
Hogaño..Tejiendo olvidos en el aire.
¡Huye acompañado de mil ausencias cultivadas!.
Al sol alumbra con sus velas arañando al cielo.
Ermitaño fugaz acompañado de estrellas invadido.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Sucesos terrosos... (Experimental).
SUCESOS TERROSOS

Cuando el polvo sufre
no necesita flores
que miren moverse
los caminos
en cualquier parte.

Aunque haciendo un balance, el trabajo ha sido bueno,
cual mariposa de piedra, enamorada de una tarde de
viento, con el virginal rubor de una noche, pero sin pena,
entre una fábrica de ladrillos, fuentes y toboganes, como un
subterráneo de oportunidades, para los huesos más nutridos,
en la consciencia de madera vendedora de peces, con la herida
pólvora inocente, de las novelas de vaqueros. ¡Oh!. Cerebros de
lémures, camaleones y baobabs, con el equipo de épocas remotas,
hasta las raíces mismas, de lo increíble del verde Triásico al tierno
Mesozoico lujurioso. ¡Oh, geológicos ardores y voluptuosas acacias!.

Por el mundo que se disuelve
en una gota rígida
la noche espera
que viva el eco
de las estrellas, muerta.

De aquí que pueda afirmarse, que la negación existe, para ilustrar
la doble importancia de las infinitas mentiras, contra una simple y
ligera verdad indefensa, con un metro de kilogramos azules rosados,
si bien útiles para las cosas corrientes, resultan bastante poco, para
el peinado de una fotografía, a la velocidad constante de cuadratriz
serena, que es perfectamente válida, para conjuntos orquestales de
mínimos errores, pero que deja de ser verdad, cuando se trata de ver
venados en camiseta, alérgicos a los lentes obscuros. ¡Ah, cerebro!.
Con el modelo vectorial del átomo, con el sabroso licuado de ecuaciones
de la mecánica, y el electromagnetismo clásicos, endulzadas con las reglas
de cuantización arbitrarias, de los bosques en extinción introvertidos.

Con las hojas de luz,
no debo hablar,
dicen, los gatos negros,
afilando la sonrisa,
y buscando, equivocadas sombras.

Donde la diferencia de potencial, entre los polos de una pila o generador
eléctrico, es la causa de la corriente del río más fino, una vez agotadas las
asociaciones de ombligos, en serie, de muslos en paralelo, y de rodillas
en oposición con sus variables cargas, que se mantienen con el sentido
convencional de la circulación de los pelos, según sea la tensión del
voltímero, cuando los vientres están conectados entre sí, sobre un
acolchonado movimiento de electrones voluptuosos, desde el ánodo,
hasta el cátodo, entre las recogidas en proceso de regeneración. Bien que
la magnetita, y otros minerales, presentan la propiedad de atraer el hierro,
naturalmente, aunque con imaginación y seducción apropiada, también
el acero puede adquirir esta costumbre. Pues la fuerza que actúa sobre
una carga, que se mueve en un campo magnético es, según se dice ahí,
perpendicular a las caricias y con dirección al centro, por la velocidad.

Así, por estos sucesos,
terrosos y apacibles,
el polvo dice:
La culpa es mía.
¡Mísero y degradado, prisionero de la vida!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Cuentos :  Satisfecha la esperanza (Anticuento Dadaísta)
SATISFECHA LA ESPERANZA
(Anticuento Dadaísta)

Las escaleras cerradas bajaron por la puerta que
subía arrastrando los pies, mortalmente pálida y
terriblemente agradecida por aquéllo.
A los cinco minutos, se elevó de súbito el silencio
azul de las voces en el patio amarillo, y el agua
estremecida de miedo, olvidó el murmullo.
La tarde huía tras la ventana, pues el invierno
estaba cerca y no traía zapatos. En vano trataba
de ganar tiempo al reloj suspendido del humo.

Más allá, un momento alargado pugnaba por
asegurar la posesión de unas máquinas inquieto.
Una botella de tequila se presentó emocionada
y curiosa luciendo un traje de etiqueta, y en
aquel instante diríase que había visto el dinero,
pues un confuso estrépito de conjuros y exhor-
taciones brotó de la mesa.

___ Pensaba en su trabajo.
Turbando con ello la serenidad del desempleo
esperando la solemne ceremonia de un contrato.
A su juicio, la luna no debería cenar con la marea,
por la única razón de que ésta tiene un poco arquea-
dos los muslos y una máquina de coser ajena.
Tenía que recuperar la caja que corrió aprisa.
Allí esta el hilo. ¡Bueno para nada!.
Hace dos años que echó a perder todo, glorificando
una malvada cadena de azúcar fina.
Los dedos, inhábiles al principio, encontraron al
fin la luz en poder del techo, herido a consecuencia
de una caída, empuñándolo con suavidad.

El horizonte se hizo a un lado; un viejo río tomó
la delantera, la nieve, antes de chorro caía a gotas,
y un pino mal construido estaba borracho en la
superficie de la esquina.

___ ¡Qué tonterías son éstas!.
Las estupideces ahora vienen en paquetes.
___ ¿Qué haríamos si nos roban la pobreza?.
Ahora todo se vende, sería un gran negocio.
No me sorprende ver a los vendedores ambulantes
buscar su mercancía.
___ Eso lo sabe cualquier jurado calificador...
Los trabajos deben ser inéditos y ser de propiedad
anónima cuando llegue el sobre cerrado ; de lo
contrario el premio será indivisible, en particular
en cuestiones directas, comparándose con los
textos progenitores del grito que necesite un
pañuelo... ¡Considéralo!.

Pronto estarás muerto de la cabeza a los pies,
y colocado en el hueco de una mano tomando
a la vida por el talle. ¡Tallado en cada detalle!.
La curiosidad será incapaz de creer a tus ojos,
y al parejo de la harina que se apoya en la pared.

El día anterior la angustia llegó en un bulto grande,
y no hubo nadie que quisiera hacer un cambio.
La escena, enfurecida, empezó a fumar pacíficamente
pero seguía enojada golpeando las teclas sin excusa, y la gente aplaudía acalorada. ¡No comprendía nada!.
___ ¡La verdad es que todas estas mentiras suenan
agradables!. Se oyó decir desde aquel día.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de esperanza :  Esperanza
Con estos ojos, hay.. !ojalá pudiera¡,
Ver a través del vacío,
Sin derroche de asombro,

Para ver las estrellas,
Sin desestimar su rostro,
Y dejar que su resplandor,
Resalte los rincones de este laberinto.

Con eso,
..No puedo contar..
Pero incluso entonces,
Incluso ahora.

Puedo reflexionar sobre mi alma,
Su singularidad,
Como una hermosa anomalía,
!Justo como los demas¡.

Y he encontrado cariño,
Naturalmente,
Dentro de ese florecimiento,
Dentro de esa ráfaga,
!Es vida, es¡...

Tambien algo crudo, como la aguja de un frio invierno,
Que como una víbora, muerde,
Que como una avispa, aguijonea,


Y entonces todo va lento,

.. Y luego aún más lento ..


.. Hasta congelarse ..


Entonces mi alma
Infinito testigo,
Puede ver nuestra angustia,
Nuestra agonía,
Nuestro tormento,

...Como un eco...
...De la calida sonrisa...

...Que despide aquella... azul órbita distante...
.-
... Ahora veo nuestro dolor a lo lejos ... sorprendentemente lejos.
Poeta

Textos :  Herencia del olvido
HERENCIA DEL OLVIDO
(Neosurrealista)

Ahí. ¡Oh, memoria!
hecha de mares e islas
de sueños huracanados
en ruinas de tiempo
¡Imperio!. De manecillas sin reloj.

En el último punto, donde la intencionalidad pierde
énfasis, porque estaba equivocado, al ver la progresión
de la variables, en los sentimientos excesivamente largos,
de las afirmaciones descuidadas, más escalonadas que las
olas en el centro de una burbuja, en los amores irrigados,
negociados, con el mayor interés en el salario de la noche,
en las cumbres de las colinas dónde la caza es menor...
A pesar del intercambio de información, en la desembocadura
del río, como consecuencia de los rumores que se habían
extendido sobre las casas de madera anhelando recordarlos...

¡Dónde se mezclan relámpagos de seda!.
¡Dónde no importa el dolor padecido!.
Por dormir púrpura, la mitad de la noche
¡Qué embellece todo lo lejano!.
Y contempla calendarios perdidos.

Al borde de un bajío, una línea de pedruscos discurre, tímida,
sufriendo por las miles de especies de animales y vegetales,
desaparecidas las regaderas y lavabos, en las pensiones ruines
más agitadas del barrio, con la ansiedad de terminar con la
riqueza, y la necesidad de mantener la violencia, con sexo, y con
muerte, tras muerte bajo luces giratorias , al ritmo de la música,
colocando sus anuncios en las ventanas, porqué al igual que los
humanos, los orangutanes almacenan grasa cuando la comida es
abundante, y tienen huecos alargados de origen volcánico, que son intermitentes por el tiempo desteñido de los besos cristalinos.

¡Oh, cuántas hojas hay!.
En el alfabeto de un otoño,
de las lluvias acuarteladas,
en la espalda relampagueante,
de las pisadas entre las nubes.

Por el sonido que se produce por la vibración de los cuerpos, en los conceptos ondulatorios de las pasiones, como una luz de lámpara fugitiva, y el rubor secreto de los nardos y dardos,
cuando los dos ocupan posiciones idénticas, en el medio elástico oscilatorio y armónico, con sus campos magnéticos ilusionados,
con los tubos fluorescentes, con la emisión de radiaciones núbiles, porque el filamento se fabrica con tungsteno bajo el pecho, y eleva
la temperatura, bajo la denominación genérica de circuito impreso, en el alma de un suspiro, que será depositado en dispositivos ligeros
y sensibles, aplicando en sus extremos una corriente de amor espeso.

Ahí, donde las mentiras
se amotinan banales
desoladas, cayendo, heridas,
por la breve e iracunda...
¡Verdad violeta del cielo!.
¡Qué de azul tejió la distancia que nunca existió. Eternamente!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Cuentos :  Museografía Simbólica. (Anticuento Neosurrealista)
Museografía Simbólica
(Anticuento Neosurrealuista)


Cuando el otoño murió ella cumplía cincuenta
veranos junto al fruto en el proceso inverso
de las raíces a las hojas las primaveras
colgaban verde a verde en la huerta qué
asomaba nuevas ventas por el vidrio opaco
afuera del mercado llenando con frescura
el apetito sobre una mesa qué crecía
en la jarra de fervor vegetal.

A veces viene a verme, con la rapidez
de un pequeño jugo esperando ver pasar
el gato bajo el sillón agobiado por cobijas
y almohadas en invierno, es decir, sin
pasar los linderos de los huesos temblando
como hielos danzando encima de los
zapatos cultivando calcetines uno sobre
otro más agujeros naciendo tras lavados
años de jabón en la película delgadísima
del suavizante olor a burbujas cítricas
admirables al plancharlas en el trabajo
del bordado nombre del dueño caminando
muy de tarde en tarde después de que
estuvieran bien secos sin dar la impresión
de envejecimiento prematuro a los diez años
en la costumbre de comprarlos en el
supermercado ya enlatados.

Sonámbula una cortina sonríe por la
hendidura del sol recién salido, y me pregunta
si son más de las siete y media de la
invención apetecible de esas naranjas
en el estruendo del extractor que se oye
en la cocina afectando el sueño del
vecino bajo el piso que piensa salir
corriendo porqué su trabajo empieza
a las ocho acosado por la represión de
los semáforos seguramente por la
predisposición innata a la sincronía
del café y los huevos tibios a la vista
sobre la mesa siguiendo la tradición
familiar en la expectación repugnante de
las mismas noticias, y asexuadas pastillas
en el humo eróticamente fantasmagórico
disparado con orgullo de placa dentobacteriana
ampliamente reconocida en las tarjetas
del último banco endeudado con la
plástica madera contrarrestando la honestidad
de los bosques especializados en matar el
aire limpio con su ausencia de problemas
a la observación de los satélites marcianos
en el ciberespacio qué estornuda sin cortapisa
al refrenar indigestarse en la concordia aseverada
por denostar las dentelladas más honorables
buscando la probabilidad instantánea
como el polvo contenido en este aluminio
de la casa clausurada como museo en mi vaso jugoso...


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Meditarlo...
Meditarlo.....

En la pequeña soledad irresistible,
los cambios del clima ilustran,
es decir,
explican, algunos de compañeros,
algo inevitable posible,
de alguna manera manifiesto,
después de meses de trabajo,
en la costumbre sin énfasis.

Como si esto fuera poco,
divulgar ideas alguna vez,
para el reducido enfoque,
acusando al mar de sal y negrura,
a una inestable caverna indefensa.

Historia sobre hojas,
del otoño enemiga,
reciente extravagancia del unicornio,
fatigado según la estética del cisne.

Vigoroso rinoceronte,
lejana inmovilidad a cuestas,
que fabrica nubes en gelatina,
solo conformista,
en declarar que nada era peor,
al contacto de la inmersión,
sentida de la frase impresa.
Libre sobrevivir al meditarlo, meditarlo.


P-O-R-Q-U-E.....

Arrastrando las fuerzas.
El sudor al techo tacha de nudo.
A nudo el buque olas atropella.
El mar adverso al dulce inverso.
De templanza robusto caliente un día.

¡Quién lo viera sin sed!.
En la rueda emplomado ahogar.
Vistiendo de arcilla el aliento.
De cristal leve un murmullo.
Fragante albor encomendado a cuevas,
en violetas marcando lirios,
encienden al espejo nubes.

De opiniones al cabello camaleones,
asustando balbuceante al parpadeo,
inquieto tul del agua mudo entender.

Al remolino en pedazos,
al nivel de gotas temo,
constante al engaño del hambre,
distraída del tren en calendarios,
cada vez más prematuros.

Más aprisa, la debilidad, crece gris.
Y gris gris, impide meditarlo, gris gris diario.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Desahogado el vacío... (Experimental)
DESAHOGADO EL VACÍO

En el agua inundada de preguntas.
Allá donde la muerte ve desvanecerse,
tan lejos de las orillas,
la vida lacunar de los pequeños,
desérticos,
vasos progresivos y corticales,
al mismo crepúsculo conmueven,
en la pérdida del grosor anual,
los momentos que se esconden,
en el puente más preciso,
deterioro.
En las barcas donde las brasas flotan,
en la substancia de blanca nieve.
¡Nadando al horizonte!.
El
Vacío
Desahogado.
¡Dónde aumentan las raíces sobre las hojas!.

Una noche larga.
Párpados de retos ionizantes.
De campanas y pelo blanco.

En el torbellino notorio y tempora.
En la terraza del bullicio.
Balsa de lagartijas y cocodrilos agusanados.
En un brazo con cajones.
Al hablar de los hallazgos esfumados.
Desahogado.
El
Vacío.

Estaba durmiendo la primera pierna.
En las regiones vulnerables.
Con el rostro perdido al buscarlo.
Entre las fibras de largos periodos.
Trabajados bajo el pantano.

En la oportunidad de los escombros.
Enamorados alguna vez cachorros.
El
Vacío.
Desahogado, vaciando y llenándolo.


Así fue.
Con el destino imposible, sepultado el fracaso.
De los ecos permutables de las montañas, marca doras de las tardes empedernidas y retorcidas.
Desahogado el vacío, tal vez, impenetrable,
enamorado de lo ineludible, inaudible del hilo,
que anuda una palabra.

Un latido que impele, con la marea baja,
del entusiasmo un manto, en la disolución,
de las fronteras, en la invasión oculta,
del descontento, escarabajos invariables de las
simbiosis estrafalarias de las filarias.
Así fue.

Desahogado
El

Vacío... Expulsado de los panteones alegres.
De las cenizas ahorradoras del desperdicio.
De las monedas egoístas, los accesos de repente,
lluvia y desierto, simultáneos desconciertos.

El vacío desahogado, el mármol irradia, los cinceles en los pinceles, emisarios perfiles
en el rústico dialecto del tigre absorto, inútil,
con la mínima sorpresa del tabaco elaborado falso,
en el plomo diario. ¡Cuándo el mundo se reduce!.
Alarmas...De las canteras. Miles.
¡Sin necesitar de aplausos ni siglos de silencio!.
¡Dónde sólo la calma cruel se ensaña!.
¡Dónde los gusanos leen aletargados!.
¡Dónde sólo la muerte vibra!.

Colocada en los estratégicos lugares.

Desahogado
El
Vacío
Desaparece.
¡Extrañado!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta