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I.N.F.I.G.U.R.A.B.L.E.
En los ojos Del mañana La esperanza teje El pasado Veleidoso En la memoria infiel Del tiempo Circular En una aguja ¡Décadas pétreas, lustros blandos!. Instantes... Milenarios. ¡Hechos de hoy!. Un recuerdo, una esfera, un mundo Universo de asombro peregrino Anverso de vividos tiempos Inverso de ignotos espacios In Fi Gu Ra Ble... El mañana siempre Será un siempre, siempre. ¡Mañana, mañana!. Qué tal vez... Vea El Futuro De La Esperanza Ciega ¡Ante la certeza!. Del Ignoto Imposible ¡Bajo la piel eterna!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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HOY RESPIRO LIBERTAD
Un día te ame, te entregue mi corazón, y abriendo los ojos, me di cuenta que solo fue una imaginación, y hoy resta darte mi compasión.
Lo siento, ódiame si quieres, pero ya nada del pasado volverá a causarme dolor, hoy más que ayer respiro aire de tregua, aire de libertad, aire de pura paz.
Lo siento, pero en el camino hay obstáculos, hay tropiezos, hay ventajas, y un poco de lo que todos llaman "amor", pero en el alma no caben los brazos de la pasión, porque si realmente fueras para mí, aun viviría una imaginación, y nunca tendría que abrir los ojos sin ninguna razón.
Autor: José A. Monnin Limpio-Paraguay https://twitter.com/JoseMonnin Derechos reservados. 13/06/2013
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Poeta
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ODA A LA LÁGRIMA (I)
Vuelas cantando dentro y fuera acuoso duplicado de ríos, océanos, lagos, de llamas, alegrías dolorosas, en cada día minúsculo a tus ojos.
Una vez de muchas que llenas lavando, lluvias formando arroyos, desiertos cosechando, arenas tempestuosas, a veces camino y voz, y canto, y llanto, uno solo en una gota, una de muchas, millares de infinitos en el párpado, esencial.
Que vuelve en en sí, la sal, en dulce, ácido, amargo, fuerte, débil, que vuelve heridas que queman, las sonrisas, engañando, las ventanas escondidas, en el silencio, en el aire, en el hueso.
¡Huecos midiendo humedecidos, los perfumes agudos y esféricos!. Si, sí, humedecidos, en el recuerdo, derribadas, las pestañas amarillas, del oro humo de pronto.
Mil veces cicatrices en los ojos invisibles de los latidos ajenos a la piel propia en el tela mecánica insensata en el bosque en la pradera en los fuertes pequeños gritos bajo la lengua porque seguiremos viviendo, recordando, la soledad inagotable, enredada en el pecho que se sumerge, estéril navegante, tejiendo islas, al destino de corales cascadas de pétalos tiernos y secos, en tus fantasmas, hay peces desfilando de cabeza en un relámpago, fragante bajando y subiendo, relojes en la escalera, del suelo que perforas.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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A pesar de que tu pequeño suspiro, quiere creer en mi, desapareció sin poder llegar a ninguna parte, mientras la lluvia nos golpeaba con fuerza, entrecerraste tus ojos.
Una palabra reconfortante, una suave caricia, no podíamos hacer nada, así que soltaste mi mano, y solamente te fuiste.
Una noche lluviosa, un corazón ilusionado, con el verdadero amor, con un beso en los labios, con una caricia en tu cuerpo.
No sé adónde quiero ir , aun así esa voz me llamaba con insistencia, así que doy mi enfado eligiendo la tormenta, no tengo energías para gritar, cuando las nubes desaparezcan.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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En tus ojos me encuentro,
en tus brazos me siento segura,
en tus besos encuentro mi alimento,
en tus caricias encuentro
la dulzura anhelada,
en tú cuerpo está el alimento
para mi cuerpo, corazón y alma!
Sólo estando con vos, encuentro calma!
P.A.R.
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Poeta
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AH, TUS LARGAS PESTAÑAS. ___Georg Heym ( Alemania ) 1887-1912.
Estudió Leyes, y fué poeta de la naciente escuela Expresionista. En vida publicó: Ël dios de la ciudad¨ y ¨El día eterno¨. Esta es versión de: Ernst Edmund Keil.
Ah, tus largas pestañas...
Ah, tus largas pestañas, el agua oscura de tus ojos. Déjame hundirme en ellos, descender hasta el fondo.
Como baja el minero a la profundidad y oscila una lámpara muy tenue sobre la puerta de la mina, en la umbría pared,
así voy yo bajando para olvidar sobre tu seno cuanto arriba retumba, día, tormento, resplandor.
Crece unido en los campos, donde el viento reside, con embriaguez de mieses, el alto espino delicado Contra el celeste azul.
Dame tu mano, y deja que creciendo nos unamos, presa de todo viento, vuelo de aves solitarias.
que en verano escuchemos el órgano apagado de las tempestades, que nos bañemos en la luz de otoño sobre la orilla de los días azules.
Alguna vez iremos a asomarnos al borde de un oscuro pozo, miraremos el fondo del silencio y buscaremos nuestro amor.
O bien saldremos de la sombra de los bosques de oro para entrar, grandes, en algún crepúsculo que roce tu frente con suavidad.
Divina tristeza, ala de eterno amor, alza tu cántaro y bebe de este sueño.
Una vez alcancemos el final adonde el mar de manchas amarillas calladamente invade la bahía de setiembre,
reposaremos en la casa donde las flores escasean, en tanto entre las rocas tiembla un viento al cantar.
Pero del blanco álamo que hacia el azul se eleva cae una hoja ennegrecida a descansar sobre tu nuca.
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Poeta
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AJARDINADAS AJASPAJAS
Son En los cabellos de sonrisas enroscadas. Flores. ¡Qué corren iluminados los clanes!. Clareando zoomórficos, emblemas fonéticos. Amores baladí, de los años pasión olvidada, en la mirada soñada, en las islas escarlatas, en el palacio de versos. Son Ajaspajas. ¡Por el viento pintado de verde!. Un horizonte salvaje. Un lenguaje perdido. Una perla virginal. Una caricia diferente. Ajardinada. Del sol. Recuerdos en las lunas sin sus noches vigilantes.
Ajaspajas. En las fuerzas híbridas de los mágicos plumajes, que corren sorpresivos rituales al encuentro de los confines cafés, en la interpretación primitiva de las aves fluidos sarcófagos gráciles, blandos, construyendo sueños con la noche, en la tapa de los planes sucesivos, en las huellas de las palabras invisibles dejando el secreto evidente lejano en las cumbres del aroma indistinto, por el sueño del último cuervo curvo calvo, en los cisnes unánimes del mármol por la maldad cobijados al contemplar escaso cualquier cielo, en las entrañas abrasadas brumas del empeño inútil prendido a una ventanilla en los ojos del ocaso del viento lastimero en el panorama inenarrable de la mente esclava implacable y redentora de la razón perdida por el hambre del bolsillo y el negocio del abuso.
Ajardinadas. ¡Plásticas!. Son Ajaspajas pétalos secos del eco perdido.
Cuando las paredes corren, por la sombra del silencio, que cada mariposa sueña, en los milímetros que vuelan, los débiles regalos del asombro, cuando corren al conjuro gris, del recuerdo sepultar boscoso, de la música que duerme, al mudar minúsculos los pasos, y reparar el tiempo doble, donde quedan ganas triples, en la voz de los arbustos. ¡Una vez nuez!. ¡Otra vez cruz!. Cada vez más. Más. Se oye al suspiro volar donde, corren y corren las paredes en la sombra, silencios los jardines verdaderos del vivir amando. Los mayúsculos detalles del sentir.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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Poeta
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CANCION DE AMOR ___Jaroslav Seifert ( República Checa ) 1901-1986.
Fué poeta y periodista, siguiendo la corriente Dadaísta creó el Poetismo. En la década de los sesenta se dedicó por completo al verso libre. Fué presidente de la unión de Escritores Checos desde 1968. Premio Nobel de Literatura 1984. Esta es versión de Clara Janés.
Canción de amor
Oigo lo que no oyen los demás, pies descalzos pisando terciopelo.
Suspiros bajo el sello de una carta, el estremecimiento de las cuerdas, cuando no vibran.
A veces, huyendo de la gente, veo lo que no ven los demás.
El amor, vestido con la risa que se oculta en las pestañas, cubriendo los ojos.
Cuando aún tiene copos de nieve en los bucles, veo florecer la rosa en el rosal.
Oí al amor partir cuando unos labios por primera vez rozaron los míos.
Quién, sin embargo, detendrá mi esperanza: ni siquiera el miedo al desengaño,
para que a tus rodillas no se ponga. La más hermosa suele estar loca.
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Poeta
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PARA LLORAR ___Vicente Huidobro ( Chile ) 1893-1948.
PARA LLORAR
Es para llorar que buscamos nuestros ojos Para sostener nuestras lágrimas allá arriba En sus sobres nutridos de nuestros fantasmas Es para llorar que apuntamos los fusiles sobre el día Y sobre nuestra memoria de carne Es para llorar que apreciamos nuestros huesos y a la muerte sentada junto a la novia Escondemos nuestra voz de todas las noches Porque acarreamos la desgracia Escondemos nuestras miradas bajo las alas de las piedras Respiramos más suavemente que el cielo en el molino Tenemos miedo
Nuestro cuerpo cruje en el silencio Como el esqueleto en el aniversario de su muerte Es para llorar que buscamos palabras en el corazón En el fondo del viento que hincha nuestro pecho En el milagro del viento lleno de nuestras palabras
La muerte está atornillada a la vida Los astros se alejan en el infinito y los barcos en el mar Las voces se alejan en el aire vuelto hacia la nada Los rostros se alejan entre los pinos de la memoria Y cuando el vacío está vacío bajo el aspecto irreparable El viento abre los ojos de los ciegos Es para llorar para llorar
Nadie comprende nuestros signos y gestos de largas raíces Nadie comprende la paloma encerrada en nuestras palabras Paloma de nube y de noche De nube en nube y de noche en noche Esperamos en la puerta el regreso de un suspiro Miramos ese hueco en el aire en que se mueven los que aún no han nacido
Ese hueco en que quedaron las miradas de los ciegos estatuarios Es para poder llorar es para poder llorar Porque las lagrimas deben llover sobre las mejillas de la tarde
Es para llorar que la vida es tan corta Es para llorar que la vida es tan larga
El alma salta de nuestro cuerpo Bebemos en la fuente que hace ver los ojos ausentes La noche llega con sus corderos y sus selvas intraducibles La noche llega a paso de montaña Sobre el piano donde el árbol brota Con sus mercancías y sus signos amargos Con sus misterios que quisiera enterrar en el cielo La ciudad cae en el saco de la noche Desvestida de gloria y de prodigios El mar abre y cierra su puerta Es para llorar para llorar Porque nuestras lágrimas no deben separarse del buen camino
Es para llorar que buscamos la cuna de la luz Y la cabellera ardiente de la dicha Es la noche de la nadadora que sabe transformarse en fantasma Es para llorar que abandonamos los campos de las simientes En donde el árbol viejo canta bajo la tempestad como la estatua del mañana
Es para llorar que abrimos la mente a los climas de impaciencia Y que no apagamos el fuego del cerebro
Es para llorar que la muerte es tan rápida Es para llorar que la muerte es tan lenta
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Poeta
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LA TARDE PIDIENDO AMOR
La tarde pidiendo amor. Aire frío, cielo gris. Muerto sol. La tarde pidiendo amor.
Pienso en sus ojos cerrados, la tarde pidiendo amor, y en sus rodillas sin sangre, la tarde pidiendo amor, y en sus manos de uñas verdes, y en su frente sin color, y en su garganta sellada. . . La tarde pidiendo amor, la tarde pidiendo amor, la tarde pidiendo amor.
No. No, que me sigue los pasos, no; que me habló, que me saluda, no; que miro pasar su entierro, no; que me sonríe, tendida, tendida, suave y tendida, sobre la tierra, tendida, muerta de una vez, tendida. . . No.
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Poeta
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