Mar
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Poemas, frases y mensajes sobre mar

Selección de poemas, frases y mensajes más populares sobre mar


El Relojero Fantasma

EL RELOJERO FANTASMA

Cada mañana regresaba cargando el futuro
demasiado tarde para contarlo en el pasado
antes qué ahora, dónde ni siquiera un valeroso
reloj se hubiese aventurado atravesando las
dimensiones del instante, parte a parte,
sin romper el aislamiento qué callaba gris e
impresionado pudiendo permanecer así mucho
más qué indefinidamente desmesurado.

El mar se agitaba inerte al apuntar el alba
cuándo el viento aconsejó suavemente la
rebelión de las olas del mismo verde rígido
y frío sin encontrar ni la menor huella de la
sal desordenada en sus latidos en la playa
tosca y bárbara dónde pasó el último invierno
el sol sin decir nada de la tarde en un coro
mecánico incapaz de hacerle mal a nadie.

Según dicen que eso hubiera sido un cuento
de nunca acabar, pero la cosa es que decidió
irse al extenderse en el espectro brillante de
la piel del aire, y desde entonces no se acerca
de improviso dónde es imposible detener las
gotas del relámpago en la cama obscura que
suele llegar al dejar las cosas deslizarse por
el abismo unos cuantos pasos en la eclosión
qué se avecina incendiando tenuemente la
noche menos dura con la puerta de la blanca
habitación qué se abre más allá de la pequeña
esquina de los volcanes. Entre trasgo y quimera
midiendo al tiempo entusiasta celosa aparición.

Cabalgando unas inquietas nubes llegaban,
y le traían el mundo de afuera, el desconocido
y feliz mundo al que ya no pertenecía dando la
impresión de que querían ponerlo en aprietos
debido al color del alboroto al abrir la ventana
sin saber lo que querían con la misma luz
en la esperanza qué llovían solo sequías.

Antes de la crisis cualquier ausencia tejía ilusiones
de nuevos paisajes dentro de una esfera raramente
placentera, justamente al mediodía, verdaderamente
excitante por tanto sosiego que invita a pasar un rato
como si fuera una persona con vida sin disimulo estando
vestida en ropa interior, y salir sin decir nada hasta subir
el tono de voz fumando un anticuado silencio.

Aquella mañana probablemente no iría hasta ver al día
siguiente satisfecho por haber vuelto del bosque a pie
más bien por aburrimiento qué por curiosidad dando
vueltas cada vez más largas en la penumbra extraviada
para decir todas las cosas qué dicen los cementerios
sepultados haciendo un gran esfuerzo por pasar ignorados
medio paralizados continuamente en las plataformas
abrumadas de piedras.

__¡Cuándo se carece de cuerpo las palabras
viajan solas luego de escribirlas con la voz
adecuadamente teñida!.
Pensaba convencido de su propia irrealidad
vacilando sobre la manera de expresarlo.
__Sin cuerpo...¿Qué duele?.
Solo los recuerdos sostenidos por el tiempo que impacientes
esperan ser descubiertos por el equilibrio inolvidable
ajustado, sin aspaviento, en la inercia inmutable qué de todas
maneras retorna llevando las cosas, y cobrando las deudas
a pesar de sentir alivio ya caminando lejano del hiato y fisura.

Estuvo callado toda la noche, me exasperaba que creyera
qué existía una ley indestructible como algo sólido a qué
aferrarse, seguro en los momentos difíciles, cómo al
salva-vidas qué no necesitaba, y encaminándose sencillamente
hacia el techo dando vueltas a la pieza en la manifestación
ficticia del asco a la vida por las calles vacías, y diciendo
maquinalmente ya todo está en paz, al cabo de cinco minutos
de ignorarlo, y forcejear con el olvido con arrojo.

En la mañana se fue sonriendo con turbación diciendo...
___¡No tiene importancia!. No son ahora más
que relojes encarnados abrazando perdones.
_____La próxima vez que aparezca espero que usted
ya no esté siendo el segundo primero.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez

En este mar de ilusiones

En este mar de ilusiones
En este mar de ilusiones

donde las olas en su justa acracia

cabalgan las cimas de lo imposible;

donde el silencio es voz que no cesa

clamando en este desierto de miseria,

y donde el olvido se hace presente

dibujando mañanas que jamás llegarán;

en este mar de ilusiones propias y ajenas

quiero perderme sintiendo que me pierdo.



Aquí, en esta quietud que acaricia los recuerdos

acompañando las miradas que atraviesan los reflejos;

en este sagrario de promesas y de anhelos

donde el rumor del mar es el único consuelo;

aquí erijo mi legado de sueños muriendo un poco más,

aquí donde calla la voz esperando el alba.



A este mar de ilusiones

llego con las alforjas del alma

esquilmadas por la ceguera del mezquino,

las manos vacías de dar lo que tenía,

y un suspiro escapado como único

presente en la llegada y en la partida;

en este mar de ilusiones propias y ajenas

dejo mi ayer y mi hoy…

….voy dejando todo lo que soy.



© jpellicer

Atemporalizado...

ATEMPORALIZADO...

Mucho se ha detenido el reloj,
por contar minutos nuevos,
entre campanadas de arena y sol,
que nos dirá como fuimos.
¡De luna a luna de piel a piel!.
Soñados sembrados de otoño, ondulantes,
de madera y ceniza y mar y algodón soñados.
Las nubes emergen, los suspiros descansan.
Miradas, fuegos serenos, ídolos genuinos.
¡Del saciar la sed después del apetito!.

¿Qué más contará?.
Si mueren los minutos por inventarse,
los recuerdos que no han nacido,
nítidos, perlados, opacos, tibios, duros,
lejanos, dorados, fríos, extraños, ligeros.
¡En la gloria engañosa vencidos sin pasado!
Porque las puertas cierran cualquier ventana,
entre las paredes perdidas por el piso,
de segundos horarios diarios.
¡Por el tiempo sepultado y sin memoria!.

Una vez.
Tal vez.
De muchas.
Manecillas rotas borradas abandonadas.
¡Por el reloj sin tiempo que murió ignorado!.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez

F.O.R.T.U.I.T.O.

F.O.R.T.U.I.T.O.

Entre la ronca tarde un gramo
de hierba de cristal de río
desnuda la luna en su seno
como
un lago en la terraza
brilla próximo al membrillo...
Más allá de la piel
de aquella nube
soñábamos estar
despiertos
sin luz ni sombras.
De entusiasmo verde hoguera rosa noble azul
De fontana dulce frescura del frontispicio al envés
De ignición encarnada lozanía animosa modestia
De atender con esmero al detalle compartido
¡Fortuito tal vez fortuito!
Con
El
Silencio danzando
lejos
de los párpados
del aire
en la esfera
temerosa de los huecos
por el mar
dormido y escondido
en la cabellera
de un bosque
perdido...
¡Por Venus por Marte!
¡Ah, pasión obediente y sensata!
¡Oh, placer que purifica el fuego!
¡Por el compartir simultáneo!
Al volcán
entre las olas
espumosas
de lava serena y cauta
de lana generosa dócil
de luna satisfecha tibia
de leña ensueño y cobijo
del fuego
¡Sí, del fuego mismo!
petrificado
por ver la nieve
durmiendo púrpura
en las retinas de una oruga
dibujando un elefante
un canguro un suspiro un latido
un momento prolongado
un instante constante
memoria y templanza
Por
ver
al unicornio con azúcar apodíctico
al terreno fértil complaciente fortín
Como
La miel azul preocupada por la sal...
¡Tal vez privilegio de la pureza
de lo fortuito, de lo factible, de
lo fantástico, de lo ferviente...!

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez

Nocturnamente... (Experimental)

NOCTURNAMENTE...

Al dormise
Un sueño
Desapareció
Una noche
Un día
Con
La
Inmediatez
Del
Mundo
En un segundo
Primero
Sueño
Luego
Del hacer
Del mar
Un barco
Un día
Una noche
Desapareció
Un sueño
Al dormirse
Con
La
Inmediatez
En un segundo
Del
Mundo
Primero
¡Luego de hacer un barco!.
Del mar un día desapareció una noche.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez

N.O.C.T.A.M.B.U.L.A.R.

NOCTAMBULAR

No
Dri
Za
Del nocherniego al abrigo divaga del cielo
Entre desencastillar y desenconarse
Entre la noche peregrina el sueño
Escribe
¡Porqué enmohece lo qué arrutina!
Eso qué subyace
¡Del mar lanzado en una botella!
Y desmerece adulzorar
Siendo
Inasible desconocida obsesión
En
La
Intimidad palabreada___ ¡Nocturnidad!
Y tal vez quiera, desbarbarizar
¡Más allá del contrarreplicar!
Aquéllo
Del
Impregnarse qué recrea usurpándose
¡Dónde sólo la nada puede ser exacta!
Del
Hirsuto replegarse literal paupérrimo
¡Si se está desesenciándose!
Intransferible antípoda innegable
¡En la minúscula exactitud!
Peregrina indiferente difusión
¡Níveo anublado nictálope tizón!
Del sueño
Al cesar
La efervescencia
Eso
¡Qué zahiriendo inventa!
Aquéllo
¡No precisamente!
Mar de los demás difícil
¡Meteórico interpretar!
___Lo no sentido aclararse___
Pues......
¡Más rápida es la lengua en dedos!
¡Cuánto más escasea el pensar mínimo!
Del
Embrollado
Proponer
Ostensible
Ampulosa anacarada amorfia.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez

EL MAR

EL MAR
[img width=300]http://3.bp.blogspot.com/-pBRVB7pX8Ks/UVxkNJ4_Q0I/AAAAAAAAFWc/xx7b5VcYY-o/s1600/El+mar.jpg[/img]
EL MAR
“En el mar la vida es más sabrosa”
me pregunto si es verdad o mentira
para comprobarlo invitaré a mi esposa
fiel amante del agua y del aire que se respira.

En el mar quiero el ocaso disfrutar
con mi amada tomados de la mano
haciendo con mis besos sus palabras callar,
sin importar si es invierno o verano.

En el mar quiero ver las gaviotas volar
mientras en la arena tu nombre dibujo
deleitándome con un paradisiaco caviar
anonadado por tu mirada de embrujo.

El mar será testigo mudo de nuestro amor
de las noches alocadas de furor y pasión
bajo la tenue luna y su tímido esplendor
que harán de esas noches, entrega de corazón.

En el mar mis penas y sin sabores olvidaré
embriagado en el néctar de tus labios de miel
los cuales lentamente y con arte besaré
caminando sobre la arena con miras al hotel.

El mar, infierno para unos y gloria para otros
recinto de agua salada que da vida;
en el mar sellamos nuestro amor nosotros
despojando tus ropas, hasta dejarte desvestida.

En el mar conocí tus encantos de mujer
bebí del agua dulce de tu reducida fuente;
en el mar comprendí la grandeza del placer
cuando nuestras espaldas formaron un puente.

Autor: Edwin Yanes
www.poesiagt.com

Como El Mar (3º de romancero)

Cual advierte el mar a la osada barca que lo hiere,
te advertí yo, sobre perfidias: ‘No juegues conmigo’.
Pese a ello, con mis nervios a flor de piel, como el mar,
te escuché decir que ya no me querías, y como el mar,
arrastré tu desdén a las profundidades de mi abismo.

Sé que tu egolatría, disfrazada de sumisa pescadora,
despechada, me hiere con ahínco cuando puede,
y yo, afligido cual piadoso, la alimento como el mar:
simulo que me diezmas el presente, y como el mar,
preservo astuto, mi romántico cardume de tus redes.

Pero a veces, a veces, esparciendo melancólico
mis lágrimas por el sendero, llego hasta tu boca
y perfumo tus labios con mi aliento, como el mar.
Robo, de sombra, tu silueta ansiada y como el mar,
la destino al intrínseco hermetismo de mis ostras.

Podría pedirte que vuelvas a surcar mis latitudes,
que recales en cada bahía de mi alma atormentada,
pero a más de benévolo, soy orgulloso, como el mar;
e iracundo, si reincides, podría recluirte, como el mar,
náufraga perenne en mi peñasco de sirenas olvidadas.

Y a ti te quiero bajo mi pecho, como un día toda la tierra.

Cantos escolares. Los niños mártires de Chapultepec

?Como renuevos cuyos aliños
un cierzo helado destruye en flor
así cayeron los héroes niños
ante las balas del invasor.

?Fugaz como un sueño, el plazo
fue, de su infancia ideal;
mas los durmió en su regazo
la Gloria, madre inmortal.

Pronto la patria querida
sus vidas necesitó,
y uno tras otro la vida
sonriendo le entregó.

En la risueña colina
del Bosque, uno de otro en pos
cayeron, con la divina
majestad de un joven dios.

¿Quién, después que de tan pía
oblación contar oyó,
a la Patria negaría
la sangre que ella le dio?

Niñez que hallaste un calvario
de la vida en el albor:
que te sirva de sudario
la bandera tricolor.

Y que canten tus hazañas
cielo y tierra sin cesar,
el cóndor de las montañas
y las ondas de la mar...

OLEAJE

Y se abrió el portal de sus adentros
para que yo deleitara la mirada
con el tierno fulgor del aposento
donde mis ganas quedaron sofocadas.

Cuando se izaron dos pétalos morenos
de pura tentación y suaves mimos
estuve contemplando los deseos
destellos de dos lirios diamantinos.

Un río de cristal fluyó impaciente
en medio de la noche y su misterio
entonces fue inminente aquel deseo
que me hiciera sumergir en su corriente,

EL POETA

EL POETA
___Hermann Hesse

Solamente para mí, el ser solitario
Brillan sempiternas las lejanas estrellas,
Y es para mí ese canto milenario
De la fuente, y sus estrofas mas bellas.
La sombra de las nubes me cubre de noche
Se mece en mis sueños, me ve caminar
Por veredas y bosques, en mi peregrinar.
No tengo ningún privilegio, oro o riquezas,
Pero lo que es mío nadie lo podrá quitar:
Mi riachuelo, la selva y el mar,
El eco de una risa infantil.
La delicia del hombre en su amor:
Su íntimo secreto, su afán juvenil.
Míos son también los templos y dioses,
Los ríos y los vientos que corren veloces,
Las memorias de antaño, ecos luminosos;
Y la esfera celeste, mi futuro hogar.
Mi alma se eleva con anhelos grandiosos
De emular al bueno, al del alma ejemplar
Rendir culto al amor, sobre todas las leyes,
Amar toda cosa, a esclavos y a reyes,
Campesino, negociante, marino, soldado,
Pastor, jardinero, extranjero, lisiado
Con amor espontáneo, con gracia y franqueza
A la dama o doncella, a la linda princesa.
Así es como canta, así es como sueña
Este ser solitario, este augur
Reclinado sobre áspera peña
Descorriendo el velo del norte hasta el sur,
Viendo al mundo futuro, que poco le aqueja
Al vislumbrar su tumba, que la noche refleja...

The Blue Eye (Bilingüe Español-Inglés).

The Blue Eye...El ojo azul

Este texto fue escrito originalmente en español por Joel Fortunato Reyes Pérez.This text was originally written in Spanish byJoel Fortunato Reyes Pérez.
Este texto fue traducido del español al inglés por Alan Steinle.This text was translated from Spanish to English by Alan Steinle.

Se mira se mira...It looks it looks
en el espejo azul...in the blue mirror
el ojo del mar en el cielo...the eye of the sea in the sky
el rojo del ramo en la flor...the red of the bouquet in the flower
el azul del abedul en el sueño...the blue of the birch in the dream
que sueña el silencio desnudo...that dreams the naked silence
del mar hecho cielo en la mano...of the sea made sky in your hand
de la mano en la frente azul...of your hand in the blue forehead
tan azul que no cuesta nada...so blue that it costs nothing
a la mentira más verde vistiendo....to the lie wearing more green.
El...The
Ojo...Eye
Azul...Blue
No, no cuesta nada, no...No, it costs nothing, no
Al azul del reflejo en el ojo...To the blue of the reflection in the eye
En el espejo azul azul...In the blue, blue mirror
Que tiñe a la luz engañando...That paints the light cheating
En la mirada que mira mirando...In the glance that looks gazing
El mar en el cielo...The sea in the sky
En la flor en el sueño...In the flower in the dream
En la mano en la noche que duerme...In the hand in the night that sleeps
Que duerme que duerme azul azul...That sleeps that sleeps blue blue
El ojo el ojo se mira...The eye the eye looks
El...The
Ojo...Eye
Azul...Blue
Donde la apariencia se cree verdadera...Where the appearance is believed to be true
Donde la experiencia certera lo niega...Where the accurate experience denies it
Cuando la añoranza espera esperando...When the yearning waits waiting
Cuando la templanza flaca flaquea...When the thin temperance grows weak
En la almohada menos azul...In the pillow less blue
En la noche menos negra...In the night less black
En la consciencia menos vana...In the consciousness less empty
En la esperanza menos inmunda...In the hope less dirty
Azul sabe que el ojo no es...Blue knows that the eye is not
El espejo azul que lo refleja....The blue mirror that reflects it.

Todos los derechos de „The Blue Eye (Bilingüe Español-Inglés).“ pertenecen a su autor (Joel Fortunato Reyes Pérez).
Ha sido publicado en e-Stories.org a solicitud de Joel Fortunato Reyes Pérez
Publicado en e-Stories.org el 09.07.2016

¿Dónde la ola que me ha de llevar?©

¿Dónde la ola que me ha de llevar?©
En ese oscuro mar pintado
por reflejos de nostalgias
donde poso la mano
que ni siente ni acaricia,
donde la mirada se pierde
engañada por una ola que no llega,
y donde una gaviota, como huyendo,
va dejando la paz estremecida.

En ese mar de llantos
otrora espejo de eternas promesas
bendecidas por el amor
derramado frente a él;
donde un marinero mira
con ojos cerrados viendo
la mar que fue,
esa donde siempre quiso estar.

A este mar cerrado
que ha perdido su horizonte,
al que la brisa ya no acompaña
y el azul, acunado por Morfeo,
a olvidado salir abrazado a su mañana;
a este mar cerrado vestido de eternidad
y que ya no escucha,
pregunto desde el lodazal de la miseria…
¿Dónde la ola que me ha de llevar?

©Jpellicer2013

Animadversión vivaz

Animadversión vivaz

Eres dolor
tienes memoria
arrastras el futuro
sin pasado ahora.
En las humedades
De aquél, lago humeante
las ausencias solas.
Del mar y no desierto.
Desencanto tocado silencio.
Dolor eres memoria.
¡Sufro de recordarlo!.
Cordel de plata extinta,
palidez antes de tiempo.

******

Hirviente por la tierra el ardor agriétese
a los que no contar en vida lloraron
y que nunca hemos de ver acaso
porque atérranos desvanecer su recuerdo
agreste queriendo su ignorancia ocultar
al mundo como el mal ha sido
de afectos indefensos faltos de voz
del desconsuelo triste aflicción.

******

¿Porqué ahora, es tan malo hacer el bien?
¿Desde cuándo, el mal el éxito fabrica?
¿Habré olvidado el tiempo en que el bien,
no hacía daño?...
¿O es qué he muerto, sin darme cuenta
demasiado de la muerte, que nos abandonó?.
¡En esta vida que ya no es!.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez

Otro mar desconocido

Otro mar desconocido
OTRO MAR DESCONOCIDO

Ya llegó el sonido de la paz,
y con él, murmullos que reconcilian,
se escapan querubines,
para mecerse entre los ocres del crepúsculo.

Lejos queda la tristeza, lejos la amargura,
lejos va quedando el pasado
donde un beso –furtivo del desamor-
inventaba otro nuevo día;
marchó el semblante de la duda,
y de él la calma se hizo viva.

Dejo perdida la mirada
en el ocaso del lamento,
pozo negro sin final;
donde la vida, tan ciega como despiadada,
hizo del presente cárcel con barrotes
de sueños imposibles.

Ya las olas me bañan en sutil
caricia para llevarme;
un nuevo mañana me espera
en la profundidad, ahora cálida y azul,
de otro mar desconocido.

(Jpellicer)

Puerto viejo

PUERTO VIEJO

Son a mis barcos tus almas
Las almas adoradas y raíz
De las hojas de tus ramas
En las semillas de mis días
Ayeres de amores y memorias
Bajo suspiros y placeres
Del mar de labios y sonrisas
Del espacio alado
Del corto instante
Del reloj y la arena
Somos tan pasados como nuestro ayer...Tan cercanos como lejanos
Poemas de nuestra vida.
Poemas que nos escriben
Y que nos sueñan bajo
El beso de cada rayo de la luna
Luna que nos dió las noches
De la vida que compartimos!!.
Como barcos, como puertos.
Mares y oceános, agua y viento
Ola sobre ola, mano a mano...

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez

Avenencia de forastero

AVENENCIA DE FORASTERO

Por allá donde el tren fue corrido,
perturbando al calentamiento excesivo,
del pronóstico nefasto un centímetro,
donde el aire casi muere bajo el mar,
y la distancia muere peregrina.

Ahí dónde se humedece la lluvia,
aunque las erupciones huyan,
y al sol le iluminen sin esfuerzo,
con el trigo que al molino mueve.

Por la raíz donde la esperanza sangra,
y la sombra esculpe al mármol,
con la huellas del último verano,
desentrañando telúrico al destino.

Por allá el mismo proceso atiza el fuego,
que más que humano, angélico perece,
y mece desenterrando una estridente voz,
en la ruindad de pretéritos abrojos rojos,
caminan las pupilas en la opresión impía.

En la conmovedora sencillez insigne.
De la montaña más profunda.
En la periferia de una estrella.
Por el sueño de cada nube.

¡Qué la paz desesperada suda!.
¡Qué la vejez trina cuando nace!.
En el color más joven desempleándose.
¡Avenencia más vieja qué pasmada es abismada!.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez

Acuosas letras

ACUOSAS LETRAS

Sobre las palabras
antes
que pudieran opinar
han sido enmudecidas
en la mansedumbre
del cielo
que se mostraron
en
los
callejones
el agua sigue
evaporándose
lloviendo hombres
con el dardo sutil de una ancha daga
desecada cualquier consciencia
como
arados.

¡Ausentes de cristales!.
Presentes de ventanas,
techos de viento.
¡Pisos de sangre!.
En
su
figura sonido aturdido.
¡Manantial de silencios!.
Epígrafe de lagos
profusa sequía
en la fugitiva pincelada
dónde se inundan lapidarias
las mínimas palabras
lloviendo
lumbres, hombres, cadenas,
hasta
las
alturas del más allá,
donde...
El agua. Sigue, sigue.
La
vestidura
sobre las nubes.
¡Palabras, palabras, palabras!.

Las
únicas libres
son...
De aquiescencia servil.
De conspicuo halago.
De desalbardar acoquinando.
¡Sin freno, sin falta!.

Apagándose,
en las calles,
en los techos,
en las mesas,
en los platos,
con
las miradas, vacías,
el aliento carniseco,
blandiéndose famélico,
por
éso, ésto y aquéllo,
en cualquier parte,
del musgo,
avanzando,
en
la espesura
ellos
con
los escritorios mutantes,
los fúnebres escolios,
en el amasijo de escombros,
asombros y fragmentos.

Lágrimas,
desposadas con las tintas,
del suelo en sangre,
del aire clandestino,
del lacayesco ofidio.

Palabras,
del clamar.
¡Aflicción y plañido!.
Mar y río.
¡Luctuoso sollozo!.
Por el fango del viento,
lastimero latido,
son
sólo palabras,
enrarecidas,
desdichadamente.

¡Tímidas!.
Con porfía arrastradas,
de la cerrazón,
empecinada,
incomprensión,
enlagrimadas, impotentes, desarmadas
entarifadas. ¡Sí protestan!.
Embalsamadas. ¡Sí piensan!.
Encenizadas. ¡Sí hablan!.
Letras. ¡Líquidas y acuáticas!.
Ahogadas. ¡En la tropelía y la filfa!.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez

Oda al olvido

ODA AL OLVIDO

Ya
No recuerdo... ¿Dónde estás?.
No recuerdo
cuando
nací
fuera del tiempo
del polvo donde estabas
del pantano
que corta
corriendo
los años
en la piel
arrugada, de los libros
no leídos, entre las arenas
del desierto de la niebla
sal y abeja
mar y miel
lejanos, añejos, vinagres
luchando sin bandera
fuiste
vestido de pasado
seco, desangrado, borrado,
alegre al frente, de espaldas.

Te escondiste
en el blanco pelo en blanco
como pétalo, perdido, seco,
temible en la frescura
del reloj
de arena que rebrota, fuego,
de la ceniza, en fragmentos,
de obscuridad teñida
en el molino cruel
de la historia indefensa
sepultando
lo más exquisito
del dolor
recién lavado
en la noche
que sacude las estrellas
de corbata y aplausos
con monedas y billetes
y nebulosas y balas.

Te vuelvo a encontrar
perdido
en las esquinas
de rodillas
lágrimas rodando
en la sangre de nubes
que pesan, espesas,
pesadas, que no pasan
ni se secan
solo
esperan
la escritura de la verdad
del sueño imposible
en el aire inmóvil
de las campanas que callan
de los lutos decorados
sumergidos en las islas
de las lápidas del fracaso.

Olvido olvidarte
cuando
no quiero
aceptar el fruto
del futuro en el pasado
de herradura y cicatriz
de telarañas repetidas, perennes
en el polvo, las cenizas, el viento
en los latidos salvajes
de la espina
solitaria
extraviada
dulce y débil, dolor negado
en la punta de cada retina
de tanta ventana rota.

Dime, olvido, acaso,
me he olvidado a mi mismo, recordándote,
Qué sería del silencio!... Sin escucharlo.
Encadenado
a las cosas.
Sin esperanza.
Del regreso.
Del tiempo azul.
En el cielo invisible, incierto, borrado.
En la gris memoria que lo alimenta yerta...

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez

ONDAS MUERTAS

En la sombra debajo de tierra,
donde nunca llegó la mirada,
se deslizan en curso infinito
silenciosas corrientes de agua.
Las primeras, al fin, sorprendidas,
por el hierro que rocas taladra,
en inmenso penacho de espumas
hervorosas y límpidas saltan.
Mas las otras, en densa tiniebla,
retorciéndose siempre resbalan,
sin hallar la salida que buscan,
a perpetuo correr condenadas.

A la mar se encaminan los ríos,
y en su espejo movible de plata,
van copiando los astros del cielo
o los pálidos tintes del alba:
ellos tienen cendales de flores,
en su seno las ninfas se bañan,
fecundizan los fértiles valles,
y sus ondas son de agua que canta.

En la fuente de mármoles níveos,
juguetona y traviesa es el agua,
como niña que en regio palacio
sus collares de perlas desgrana;
ya cual flecha bruñida se eleva,
ya en abierto abanico se alza,
de diamantes salpica las hojas
o se duerme cantando en voz baja.

En el mar soberano las olas
los peñascos abruptos asaltan;
al moverse, la tierra conmueven
y en tumulto los cielos escalan.
Allí es vida y es fuerza invencible,
allí es reina colérica el agua,
como igual con los cielos combate
y con dioses y monstruos batalla.

¡Cuán distinta la negra corriente
a perpetua prisión condenada,
la que vive debajo de tierra
do ni yertos cadáveres bajan!
¡La que nunca la luz ha sentido,
la que nunca solloza ni canta,
esa muda que nadie conoce,
esa ciega que tienen esclava!

Como ella, de nadie sabidas,
como ella, de sombras cercadas,
sois vosotras también, las oscuras
silenciosas corrientes de mi alma.
¿Quién jamás conoció vuestro curso?
¡Nadie a veros benévolo baja!
¡Y muy hondo, muy hondo se extienden
vuestras olas cautivas que callan!

!Y si paso os abrieran, saldríais,
como chorro bullente de agua,
que en columna rabiosa de espuma
sobre pinos y cedros se alza!
Pero nunca jamás, prisioneras,
sentiréis de la luz la mirada:
¡seguid siempre rodando en la sombra,
silenciosas corrientes del alma!