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Quero continuar existindo nesta casa pequena, com esta vida amena e esses quadros cafonas na parede...
A minha rede, é este horizonte aveludado. Onde me deito quieto, calado, escutando a voz do vento, quando ele passa assanhado.
O meu perfume é o de brisa do mato... Só uso, quando visto o lume das estrelas e saio para brincar com os astros.
O resto é sonho.
A.J. Cardiais
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Poeta
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Para mañana
Para Mañana no le dejes. Amor. Un arrullo, una risa, la tormenta es necesaria. Fragata. En el alma del olvido, en voz baja, sin saberlo. Fructifica. En el tronco del roble al que atan los recuerdos. Frigoríficos. En el demasiado murmullo desnudo del canto dulce. Frugalmente. Un crepúsculo, una tarde, de regazo cariñosa.
Para Mañana, detente al enflorar la luna. Amor. Del último dolor de pasos incendiados. Amor. Del primer castillo abandonado pasadizo. Amor. Del traslúcido arrebato debilitado silencio. Amor. Del insomnio sembrado de espinas indulgentes. Para Mañana, el tiempo, no está perdido del todo. Para Mañana, el sueño, será un pequeño universo. Para Mañana, el cielo, seguirá siendo azul sereno.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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PALABRA MOVEDIZA
Su rugosa. Superficie. Es apropiada para las zonas desérticas. Donde. Su voz. Primaria. Aleja. El papel. De cuadrícula pequeña. Y le protegen las rodillas, y el daño al pecho. Con El silencio Que Trae Tenazmente opuesto. Alimento, vestido, abrigo, movediza criatura, extenuada. En la pluma. Raras veces.
Y La luz. Hasta las aves. Coleccionan. ¡Dónde la lluvia duerme!. Siguiendo un plan. ¡De puentes repetidos!. En los ojos. De los peces. Dibujados, popotes, semillas, varas, herramientas, tijeras, pinzas.
En las manos. De las almas. Diseñados, notas, cartas, apuntes, documentos de facultades varias. Siguiendo un plan. ¡De ilegible ritmo!. En lo más íntimo de una lenta fiesta, volátil, en lo más nublado de una rutina fácil, vibrando, al despuntar el centro del alba... ¡De la máscara sutil!.
Pa La Bramove...Diza.
Anónimo consuelo. Idóneo. Reclutando dramáticos finales. Disponibles. En la tribu de las sombras. Informes. En los torrentes de hienas. Mo Ve Diza... Letra sin calzado ni silla de montar. ¡Hecho de palabras!. Solo. Artículos de cuero. Piel veloz del tiempo... En la palabra movediza.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Origen
Vengo de la tierra, y voy a la tierra. ¿Quién me trajo? Fue acaso la curiosidad de vivir
Vengo de la tierra, y voy a la tierra. ¿Fue acaso tu voz? que me llamó
Vengo de la tierra, y voy a la tierra. Recorriendo una senda de brasas incandescentes
Vengo de la tierra, y voy a la tierra. Movido por el tiempo, que avanza lentamente
Nilo
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Poeta
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Nostalgia
Cayó el aterciopelado manto, Multicolor de la noche sobre la ciudad. El aroma de tu recuerdo Penetraba mi alma
El recuerdo de tu fría mirada Carcomía mis entrañas. El fantasma de tus besos Tiritaba mis quijadas.
Trate de recordar en mi soledad, ¿Hace cuanto partiste? Una hora, un año, un siglo. Se me escapa el tiempo.
Hoy solo cargo lo puesto. Y el recuerdo de tus besos, Mi cuerpo y tu despedida. Mi soledad y mi tristeza.
La nostalgia de tu recuerdo Penetra tan profundo en mi alma Que en el manto aterciopelado De la noche.
Espero el sonoro timbre De tu llamada, Tu dulce voz, Espero la presencia de mi amada.
Nilo
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Poeta
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PIADOSO TORBELLINO...
Di Vi No...¡Aire libre!.
-Unter freiem Himmel, open air, en plein air- Con To Da Piedad... Mitleid, pitié, piedade, pity, pietá.
¿Es acaso el corazón de Eolo, nuevo Bóreas?. ¡Vida, aire, viento, aliento!. Caracol cortado. Ehécatl, ik, uni.
De ¡Lo inmutable transformado!. Lo Qué... Ya no fue más lo que sería del retorcido noble aliento una quimera.[/center] ¡Oh!. El mismo aliento que nunca tuvo el viento. ¡Oh!. En el vientre de la tierra. En el humo del fuego. En el mar del agua.
¡Piadoso torbellino!.
¡Encima y desde la profundidad altísima!. En la humanidad. La fe perdió. La convicción.
Aunque el viento fue demasiado tarde al anochecer de la mañana, en los ángulos oscuros, brota la luz más profunda bajo tierra, de lo demasiado eterno, la torre silbará un poco más, transitoria por el coro, donde renacen las balanzas, y los acuarios ahogados, entre las voces gemelas, que percibían, el tercer antes, primero laureado, con la tremebunda falsía, y la voz vibrante y clara contrariando.
En las noches, fascinantes, demagógicas y francas, imprescindibles, del invierno pedagógico, reminiscencia, hay un medroso pluvioso, efervescente, por la desierta plaza, inquisitiva, que se atreve a cruzar, invertebrada, al divisar dadivoso, al fango peñascoso, al ambicioso obtuso, el paso incómodo, aceleraba.
¡Con cráteres exóticos de lástima!.
Y no faltó nada antes de iluminarse, toda la superficie de la noche, una quebrada varilla, de conjunción simple nadería, que en el torno retrógrado sepulta, solo sombras de los escombros. Ya dijese luego, desde la profundidad, altísima, por ésta humanidad la fe, divina ha perdido prestigio, con legendarias indulgencias, tardías, en la incorporación de lodo, lengüeta halagüeña, coagulado fosfórico, en la mañana excesiva, de la poca tarde, el que poco existe polvoriento.
¡Remolino clemente!. ¡Fervorosa lástima volátil!.
Del pasado hacia el pasado, en el pasado ver... La punta del fondo. La nada de los nuncas. Recibiendo al jamás siempre. ¡Cómo todo piadoso torbellino!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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EL PÓSTUMO ADIÓS
Por El Adiós. Adieu, addio, farewell, Lebewohl!.
Del Último Adiós En la mirada De la tarde Pálida...¡Con al amor al hombro!. Y el sueño debajo del zapato.
Con los símbolos. Complejos y perplejos. Y el asombro por impulso. Universo sonoro playa, del antiguo cielo imprevisto. En los rubros rutilantes, catarateando albas las manos, de las promesas, del ardor, del tamboril, el último adiós exhala las caricias escarlatas.
Y está, luego, la soledad sola, en el fondo del cabello, del aliento, del sueño, como quejándose, detrás del quizá, mariposa entre tosco arrullo. Y oye, desde lejos. ¡Cuándo la realidad está ausente!. Y la voz, no alcanza. ¡Todo lo errátil cierto!.
Y el silencio deja que calle. ¡Cuándo el futuro ya no existe!. Con el viejo Caos del siempre, con el ensordecimiento enmohecido, el vaho trashumante almohadillado, silencio del embermejecer palabras.
El último adiós que penetra el aire. De las cejas arqueadas. De la muralla presurosa. De las ruedas interminables, frágiles, ataduras velas desnudas montañas. Armónicos montículos marmóreas copias, incandescentes por la ruta lábil. Turbado decoro rumor mudo transformado, derramado del anhelo en flor. Enjambres de piedras mieles pálidas exuberantes, estatuas vanidosas.
En El Último adiós, último, último, del solitario sale la pregunta.
¿Y si el tiempo se termina, qué sigue?. Solo Lo que Fue Lo qué fue la vez que vino de ninguna parte. ¡Lo qué fue la vez qué nunca fue!. Por encima del último principio. Por la única diversidad. Por... ¡Este mundo qué ya no es aquél!. Por... ¡Este mundo qué ya no es lo qué sería!. Del Ultimo adiós. ¡De otra manera diferente!. Del Ultimo adiós, último, último. ¡De la misma forma igual!. El Principio del último adiós.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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UN PORQUE SENCILLO
Este Es Un Porqué sencillo, como cualquier otro cualquiera, lleno de puro porqué.
Porqué tiene mucho. Pues. Luego. Con que. Por consiguiente. Por tanto. Por un porqué. ¡Con tal de qué!. ¡De modo qué!. Por un porqué. ¡Tan pronto como!. ¡En tanto qué!.
Es La Viva Esencia Del porqué de los porqués.
Un Porqué Sencillo. ¡Uuunnn!.
Porque disculpar aún lúcidas espinas, donde hay olmos, muchos cedros, muchos álamos, en que sonríe el mes del siglo, donde hay abejas, muchas hormigas, muchas palomas. Sin gracias. ¡Están perdidas!.
Un Porqué Sencillo. ¡Uuunnn!.
Porque las nueces, con sombrero desesperan, piadosas, el veneno, bajo la sien, que aun nada transfiguran con su luz: Sin gracias. ¡Están perdidas!.
Un Porqué Sencillo... ¡Uuunnn!.
Porque dentro de las noches una voz escapa, de quién sabe dónde, y hay un guión, escondido en los pliegues del silicio: Sin gracias ¡Están perdidas!.
Un Porqué Sencillo. ¡Uuunnn!.
Porque expectativas el mal es don del cielo, y que, al excusarse va, con raudo celo, desmoronándose aprisionado también, porque se acerca el primer final: Sin gracias ¡Están perdidas!.
En un porqué sencillo del futuro que fusila hombres. En un porqué sencillo del ayer qué opulento muere. En un porqué. Sencillo al qué sólo nadie le hace caso. ¡Ese nadie del diario preguntar!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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RAMILLETE INGRATO
Dices. Gritas. Cantas. ¡Con el ramillete ingrato!. Cualquiera ha sido el culpable. Cualquiera aunque no quiera, ni lo sea, ni siquiera lo sepa. Si voy de aquí, hasta nuestros días, ya no quiero verdaderas joyas, solo más oír, menos ausencias, de la voz toda una regia mansión, fuente de voz que suena a eco, donde sublime resplandece lo que ya falta, ya sereno, ya esbelta linfa, como así de confesor, ramas bellas derramando cielos, si se escapa de la suave ternura el poder de arrepentirse. Nada hallo fuera del clarín estridente, en que se afirme tumulto de galeras labrado nada de humano nada de ilusiones y la proa resulta hueca la gruta insulto acuático si ésta cárcel es de caracoles profundas delicias por otra resignada insolación aislada, al fin fragante primavera muerta al fin temprano polvo encorvado en cada vacío, cada nido, cada estéril brasa, por lo que acabaremos. De hundir, los puentes en los techos de los lechos.
¡Oh triste soledad!. En su cuadrante, por lo mucho que se tiene, y la del engaño de creerse fulgurante escarlata, entre la fortuna ingrata, en humana compañía, caminante, golondrina de oficina, moviéndose y tomando chocolate, que del mirar se advierte, entre espejos, desconocido ermitaño, el viejo Cronos en su trono.
Por el destronado ingrato ramillete, de relojes egoístas y paredes necias. Lo que ha ido muriendo poco a poco se olvida por el suelo, hasta llegar el día que la historia repita vena a vena cada arteria cada hueso, cada sudorosa lágrima en que los reflejos salten de espejo a espejo, como extraños a sí mismos y descubran que ya no vivían, ni las ideas radicales, ni los ramilletes temporales. ¡En el cementerio de los espejos!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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PENSAR CAMBIAR
Por donde se desatan los caudales, el río cayó de la palabra que era mortal, en la dilatada expresión de la garganta, del lozano cielo, detrás de la voz de la frente, huerto del suave brillo, blando y moribundo, qué hacia allí va, por la suerte, asistida de la terrenal silueta, por saliva de lino, la camisa y la sonrisa, y basura, errante barca vehemente, la febril historia jamás escrita.
Memoria del fondo agreste que conmigo vive y muere en un instante.
En la bitácora, cualquiera que no lo dude fragua, un de pronto entre las rimas, el aliento, del alma pura, que lleva dentro, sin estiércol, de la mariposa que fermenta, el ojo cojo, encadenado a la vez primera, como un ser violáceo, de imágenes nocturnas, plácidas, y sin embargo, amalgaman el ser.
-Bewölkt, nuvoloso, nuageux, cloudy- Petrificado Fundido De Repentinos pebeteros y braceros inciertos. pretéritos de abrojos. Modelo Del postrero paroxismo frágil, frío de la razón dormida.
Bajo La Vieja piel clavada, del tierno pecho, esplendoroso pupilear de la corriente. Arriba Del tenaz abismo.
Un silencio temporal, erguido, fluir vivaz pletórico de ausencia franca, como una piedra, estrafalaria, del yerbatero yermo, que rodea la escala del discurrir, complejo fácil. Del cruce brida empalme. Del peldaño eclipse. Del ínfimo guarismo. Desenredando. ¡Matemáticos absurdos!. Nuevas ilusiones, intrincadas.
Pensar Cambiar Del bagaje anclaje y al resurguir urguir, cambiar al iridiscente zigzaguear.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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Poeta
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