Poemas :  Por aquéllo...
Por Aquéllo...

Silencioso
Al lento tiempo
Lo pasado lo revive
Jovial sembradura en que se mece
Al frío río vibrar desenterrando
Al fuego de vestales señales
Del cortejo erecto silencioso
Sosiego ante la paz eterna
Qué ofusca la pasión de vaporosa
Niebla
Al ver en ardorosas
Formas
El lucero desenrollarse
Por ser de la muerte incurable
El tedio estéril
El hado tibio el espacio busca
La obscuridad inmaculada del suspiro
En la pira lenta revivirse
La blandura silente penetrando
Al pasado desenterrando
La sombra engendra una mañana
La tarde una noche
Jovial silente
Al tiempo erecto reloj veloz viviendo...

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Cuentos :  Psicodélica
Psicodélica

En las últimas sombras del tiempo, dejó de ser mortal.
Por el más allá, allá de los ojos grises, los días, los fa-
roles hormigueaban... Largos, temblando, alegres,
dónde la muerte, muere sola, viviendo y caducando de huesos líquidos perfumes, taladrando siglos y tumultos.
Un luz verde, emergió bajo el espeso espejo.
Justo al pestañear, la cítara, la música, el susurro resba-
lando por el viento, al olor del vibrar pesado. Esferas e-
mocionadas, centelleantes, suspiros.
Hoy, por fin había dejado de nacer, burbujeantes, las palabras no fueron necesarias. Y la mano, eterna, tibia, y sobre todo, cariñosa, alejó toda distancia.
El tiempo caía por las esquinas, incómodo, perdía infi-
nitos siglos, millares derretidos en un instante, un uni-
verso, inverso, reverso, anverso, reproduciéndose a sí,
mismo, cada segundo, primero al último al volver lo su-
ficiente... Por ello la tarde quedó plena, la noche entera,
los anhelos tiernos misterios en calma, cómo verduras
frescas, esmeradas y esmeraldinas.
¡Extraño aislamiento!... Demasiado bien alargado,
per-
ceptible, saturado, entre novedades antiquísimas, bur-
bujas ultravioletas se veía. ¡Absurdo!. - Pensaba -

¡Allá ella, acá ello, y como aquéllo, ésto otro!.

En tanto oruga, se vistió de abeja en las nubes, soñando,
su gemela, y de tan distinta y diferente tejía cada una de
las sedas en los futuros días alfombrando alados campa-
narios, vibrando, silenciosos entre pestañas hilando,
hilo a lo otro cercano y lejano, cada porvenir sin pasar.
Las hojas de madera opacaban densamente con un.
¡Perfume!. Si, cómo un perfume, árido y lejano arrullo.
¡Qué cándidos aparecían aquéllas, alas anaranjadas, almendradas, comparadas con las mortecinas flamas del horizonte!. Los encinos, en la mañana, no eran menos
qué resplandores tiernos, qué tapizaban cautelosamente
sus raices, como palmas, plantadas en oasis invisibles en los espejismos reverdeciendo. ¡Psicodélicamente, comprensible, es al final su origen desconocido sin serlo!.

Y el origen, tal vez, de ésta pequeña pero
punzante preocu-
pasión, que extrañamente ronda confusa, es la excesiva
voluntad. que a veces hay también en los humanos.
Pero... ¡Aquí!. Vestía de abeja solo.
¡Ah!--- Pero sin duda en la mariposa después de
algunas
semanas había crecido, lento, su palpitar, de verdadera oruga en el fondo.
Risueña, su naturaleza cruzó a otra dimensión, sin espacio, sin tiempo. Y de mortal vestida. ¡Tejió su eternidad!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas surrealistas :  Fragmento de medusa
FRAGMENTO DE MEDUSA

De la nación se siente rey.
Y es... ¡Del tiempo!.
¡Esclavo!.
Juguete de cien medusas.
Del abuso... ¡Ultimo aliento!.
¡Qué nube!.
...Cree vencer al sol...
¿Qué nube?.
-----¡La fe pregona!-----

Del bien, primero se dice.
¡Cantaleta qué desgarra!.
Cada oreja.
Insaciable sed, círculo brumoso.
Cuando la noche, abre la puerta.
Y la nación... ¡Muere!.
Poco a poco.
¡Esclava!.

Rige, sus paupérrimos... Destinos.
Invitando su crepúsculo a llorar.
Legión sombría.
Rojo sortilegio.
En sus altiveces.
¡Vibra hueco!.

De sangre, ha cubierto, cada ahora.
Es
El
Paisaje... Un todo... Un fracaso.
Un todo... ¡De matanza lleno!.
Es
El
Muerto... ¡Amanecer de la medusa!.

De
La
Raíz
A
La... Cabeza... ¡Fragmento!.
¡Solo un fragmento de la medusa!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
Poeta