Poemas de reflexíon :  Crónica rimada Antilópez (26-I-2019)
Nicolás Maduro Moros
dictador hasta los poros
en la nación Venezuela
a la que nada consuela.

Mal contaba hace unos días
sus más terribles osadías:
primero vio un pajarito
que era Chávez “chiquitico”.

Luego dijo que ni Cristo
podría con él “de tan listo”;
¿qué se meterá Maduro
que ya viajó hasta el futuro?

Se me hace que Nicolás
ha andado, pero, “hasta atrás”,
tiene al país padeciendo
ya lo están desconociendo.

En México ahí la llevamos,
muchos se sienten ufanos
ya que el Presidente López
aunque nos demos de topes.

También se echa sus “maromas”
ha perseguido palomas,
por su tren maya padece,
ya hasta no se pertenece.

Porque su ser es del pueblo,
¡qué panorama tan negro!
y ahora se siente muy ganso,
las jaladas . . . sin descanso.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 26 de enero del 2019
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
Poeta

Haikais :  Haikai (Cas: 012-013-014)

Haikai Cas 012


Tengo un te quiero
Te doy mi mano fuerte
No te detengas.


Haikai Cas 013


Hay corazones
Que se mueren latiendo
Otros ni laten.


Haikai Cas 014


Por una risa
Damos la vida entera
¿Por qué lloramos?


Por Conrado Augusto Sehmsdorf (Kurt)



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Poeta

Poemas de humor :  Te digo qué hacer con la tristeza
Gimiente y porteña preguntaste
¿Qué he de hacer con la tristeza?
Desde el bar oscuro de San Telmo,
en el humo dibujo mi respuesta:

Con la tristeza dibujá un tango,
así le das laburo y la hacés productiva,
la instalás en la Recoleta
y la alquilás a las lloronas
de las funerarias ABC1

La tristeza puede desplegar
sus frustradas seducciones
entre borrachos suicidas.

Ser copetinera del averno
y hacer streep tease
para los noctámbulos
que se fuman las madrugadas
rumiando soledades.

Finalmente, la tristeza
se acuesta con la fatalidad
en incestuosa orgía.
Drogadas y esqueléticas
desparramadas por la aurora,
vampiresas huyendo
de la luz
de mi alegría.
Poeta

Poemas :  TU
TU


Eres una canción. Aire ligero
cernido entre las flores y los nidos.
Duermen bajo tus pies campos floridos,
y es tu melena un río verdadero.

Comienza en ti mi vida. Eres mi enero
que asoma en horizontes presentidos;
mi comarca de ríos conocidos,
mi alta constelación de marinero.

Por mis manos te vas como una brisa;
envuelves un jardín en un suspiro,
y se abren mariposas en tu risa.

Eres la sombra toda, eres la lumbre,
y yo, elevado el corazón, te aspiro
como el viento que viene de una cumbre.
Poeta

Poemas :  Vasculitis empedernida
VASCULITIS EMPEDERNIDA


Callejear
Del pulso
En la piedra
Desnuda
Pierna
Parda
Antena
El vidrio
¡Antesala del maquinismo disecada!.
Del entregar
Al vidrio
La vista
No en la tumba
El cerebro
Entrega
¡Antes del fósil!.
Colección de mil moluscos.
Al circo fragmentar retrospectivo.
¡En las plásticas vitrinas pensativas!.
Ahora herrumbre.
Mi propia sombra.
Desconoce sus arrugas.
¡Capitular sincopado insoluble biombo!.
Declamar de máscaras al espejo.
¡Al ritmo telar del ismo!.
En la pierna
Desnuda
Piedra
Arbitraria nube del jugo.
¡Ingenuo mineral en tanto vegetal!.
Erecta___La esponja esperanza.
Ceniza del tiempo.
El reloj cultiva golondrinas.
¡Qué por el lago en desbandadas huye al baúl!.

Del espasmo, incapaz___¡Piedra ladrona!.
En la bufanda de las agujas.
En la espuela de las flautas.
¡Porqué el alfabeto se nubla duro!.
Instante.
¡Acocodrilado!...¡Datilesco!...¡Aduraznado!.
Con
Los tatuajes de la guitarra escondida.
Con
El hueso de la noche torturada lactosa.
¡Camina y despierta claudica!.

¡Oh, claudicación, intermitente, venosamente!.
Circular del paquidermo. Edematoso.
Pastizal de los gestos indigestos gastos.
¡Por la risa del arco iris inaudito corre!.
Acocodrilarse campanilleo del martillar.
¡Qué muerde y duermo!... Empedernido el pozo.
Reposa el vidrio en su cueva.
¡Ese respirar de arterias en vainilla!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de amor :  Para mañana...
Para mañana

Para
Mañana no le dejes.
Amor.
Un arrullo, una risa, la tormenta es necesaria.
Fragata.
En el alma del olvido, en voz baja, sin saberlo.
Fructifica.
En el tronco del roble al que atan los recuerdos.
Frigoríficos.
En el demasiado murmullo desnudo del canto dulce.
Frugalmente.
Un crepúsculo, una tarde, de regazo cariñosa.

Para
Mañana, detente al enflorar la luna.
Amor.
Del último dolor de pasos incendiados.
Amor.
Del primer castillo abandonado pasadizo.
Amor.
Del traslúcido arrebato debilitado silencio.
Amor.
Del insomnio sembrado de espinas indulgentes.
Para
Mañana, el tiempo, no está perdido del todo.
Para
Mañana, el sueño, será un pequeño universo.
Para
Mañana, el cielo, seguirá siendo azul sereno.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de amor :  Mañana Temprano ...
MAÑANA TEMPRANO

Mañana. Temprano.
En la mañana, mañana cercana.
Mi anhelo, sin velo ni desvelo!.

Te extraño...Y extraño siento!.
La ausencia, la risa, la prisa.

Cuando ríos de vaga lejanía.
Inundan los recuerdos.
Los viejos horizontes.
Los instantes esfumados.

Mañana que lenta se acerca.
Al momento solitario.
Al intento sin lamento.

Un mañana que anhelo.
De paz feliz compartir.
Y mi corazón en diez.
Miles de veces todas!.

Cuando en tu ausencia.
Pienso presto.
Los instantes esperados.
Los momentos anhelados.

Amor de mañana.
Que corre.
Bajo el tiempo.

Muy temprano.
Fresco y dócil.
Tu voz
Bajo mi piel.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Pilares acuosos
PILARES ACUOSOS

En las pupilas,
de una lágrima la noche,
estrella.
¡El parpadeo furtivo, fugitivo rostro!.
En la ventana, el ave, el canto.
¡La selva salva el albo!.
Vigor___Oso __En el invierno.
La cueva__Del frío___¡Qué duele!.
Al perro de ráfagas ladridos.
Más en las pupilas de la noche,
una lágrima. Del cielo. ¡Estalla!.

El rostro albo... Oso, ave, canto.
En la ventana que mira cada frío.
¡En el invierno, el infierno!.
El tierno frío salva la cueva.
¡Al oso como al perro!.


Una
Una
Una noche los ladridos estrellados.
Una lágrima, una ventana.
Una selva de fugitivo rostro.
De la vida que duele, que ladra.
Y
Taladra
El
Frío. ¡Furtivo!.
En las pupilas, del ave, oso, perro.
El hombre, infierno tierno invierno.

Una vez, entreabre al himno.
Del sufrir, de la jornada, de la vida.
Los ojos, las lágrimas, las estrellas.


En
Los
En los rítmicos inviernos.
En los recuerdos confundidos.
En las pupilas de cada lágrima.
En las noches de cada estrella.
Una vez.
¡Himno infinito!.
Tal
Vez.
¡Acuosos los pilares, ellos, los, pilares!.
¡Pilas, aguas, olas, ríos... Tal vez.

¡Tal vez____ Alguna vez___ Pueda ser posible!.
¿O será. Imposible. Siempre. Eternamente?.

Que____ Qué____ ¡Qué!____ ¿Qué?.
El hombre aprenda de la historia.
Del perfume dolorosa poesía.
Del olor que, rosa, llanto y risa.
Del amor que vive, solo vivo. (Vive vivo).
Sin ser______ En la selva.
Un parpadeo__ Sin alba.
En la historia___ ¡Olvidada!.
Una vez__ ¡Murmullo entre las muertes!.
Otra vez__ Mudable. ¡Estatua!.

Arrancando... Los caminos, y los horizontes.
Hasta... ¿Hasta cuándo?.
¿Cuándo?.
De... Un infinito cuándo, cuándo, cuándo.
De
Una
De una lágrima. ¿No verá sus pupilas?.


En
Estos, aquéllos y los otros. ¡En sí mismo!.
Pilares acuosos. Acuosos sus propios pilares.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Motricidad fina
Acércame tus labios

para volver a creer en ellos.

Déjame en un beso desabotonar tu blusa

y recuperarte cual cereza de fuego

en la plenitud de tus escalofríos.

Déjate explorar por mis dedos temblorosos

que juguetean nerviosos con los broches

de tu brasier, en esa torpeza adolescente

que se quedó conmigo para siempre.
Poeta

Poemas de humor :  Hipocondriaco
HIPOCONDRÍACO

A veces intuyes un final muy próximo
y comienzas, con el dolor al pecho,
a preguntarte
qué se han hecho los amigos de antes
y los buscas en obituarios de pasquines,
aunque sabes que andan todavía,
repartidos,
por diversas estaciones y ramales,
destilando, los menos,
saludos invernales.

Y al dolerte el pecho
te creas taquicardias,
tiritando el albur
de un último instante sorpresivo.
Entonces, empiezas a fornicar
en pensamiento
o subes al vino espirituoso
arrepentido.
Con el dolor al sacro, luego,
temes no poder amar a más mujeres
y te entumeces en el crujido
del menopáusico macho,
que abriga sus pies por el resfrío
o ungüenta sus dedos amarillos.

Los espacios de sol
te ofrecen
escenarios celestiales,
que rehuyes,
inmerso en tus achaques,
temeroso de las corrientes de aire.

Lo que justifica en conciencia,
plenamente,
tu furtivo ingreso
a las casas de masajes.
Poeta