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El relato aquí recalco otro de pueblos, de barrios, de muchos sin males farios que están en Azcapotzalco, en el mito no hay desfalco chintolola es la leyenda que va quedando en la senda la hormiga sigue subiendo el mundo se está perdiendo, espero que se comprenda.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 03 de marzo del 2024 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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Mi amor te lo confieso el mito y la leyenda nos llevan por su senda, la luna no es de queso que comería de un beso, si está llena es de plata que mucho se aquilata, mas, en cuarto menguante de pasión delirante sin su brillo nos mata.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 29 de septiembre del 2023 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Si escuchas cantar a un grillo en tu casa por la noche es señal que habrá derroche de prosperidad de brillo, es sentarte en un banquillo para esperar la fortuna y, poniéndole su cuna, darle buena bienvenida al éxito en esta vida con mil arrullos de luna.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 01 de septiembre del 2023 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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“Hermanados en mar y cielos . . .”
Cuenta, dice, la leyenda que un ave tiene encomienda de velar por los marinos, de guiarlos en sus destinos.
En los viajes, derroteros, por sus líquidos senderos en las travesías tan largas de horas felices y amargas.
Sobre todo, en los naufragios donde cunden los presagios de la triste mala suerte cuando les llega la muerte.
Se trata de la gaviota por ser buena, fiel, devota, si el navegante fenece élla en su blancura crece.
Así, sin perder la calma la gaviota lleva el alma del marinero hasta el cielo ejecutando ese anhelo.
La afianza a su fuerte pico, despliega alas de abanico, trasciende la mar acuosa volando, pues, majestuosa.
Para ese encargo cumplir llegando a Dios, al subir, le entrega esa alma de ofrenda dando vida a tal leyenda.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 18 de marzo del 2023 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Domino intenso los cuatro vientos de lava ardiente tengo cimientos sobre un peñol fui edificado en Michoacán mi gran Estado.
Mirar el lago hasta el infinito ver las montañas, yo, te permito, Isla Janitzio, bella Tzipekua, el agua es canto de una pirekua.
Pátzcuaro lindo baña estas faldas, tiernas cabañas, amables tablas, es lo que ofrezco al noble turista, fui cincelado por Dios . . . artista.
Entre el follaje de una ribera islita, islote, por ti ya espera la ecología, natura fresca, botes y lanchas procuran pesca.
La Iris Kutzanda surca el trayecto, así, ante el mundo leal me proyecto, el Licenciado Juanjo Morales vela mi rumbo libre de males.
Soy fuente, veta, de inspiración de Agustín Lara del vals canción: “Janitzio”, Pedro trovó entonado tocó guitarras enamorado.
Tengo a mi lado muelle bendito Antiguo Apúpato, hoy San Pedrito, árboles, cedros, pasto precioso, perdón, me ufano, de ser hermoso.
Tumba de Hiquíngari, mil tesoros, numen p’urhépecha, hay en mis poros encanto, magia, un buen descanso en el santuario de paz, . . . remanso.
Vengan disfruten de mí y mi gloria, de la cultura, leyenda e historia del majestuoso acuoso acervo, fiel, los invito a bien conocerlo.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Apúpato, San Pedrito, Lago de Pátzcuaro, Estado de Michoacán de Ocampo, México, a 17 de enero del 2017 Dedicado a Christian y Arturo, ambos de apellidos Morales Becerra; tributo a la Familia Braniff . . . Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Prehispánicas tus hazañas, en leyendas tú te bañas fiel “lugar de los escudos”, rodelas, testigos mudos.
De las batallas añejas, de las glorias chichimecas, sitio antiguo de vestigios arqueológicos prodigios.
Que dan fe, ante la historia, resguardando la memoria del conocido como “Hombre de Chimalhuacán”, se asombre.
México, recuerdos tersos en estos versos inmersos, pues Tecpan del pleistoceno tiene al mamut en su seno.
Entre climas secos lindos vio la República de Indios su presto florecimiento, mal presagio, detrimento.
Porque, para siempre es nada, tal cultura desolada fue quedando en el pasado, en espacio relegado.
Sino, desgracia sin freno se aposentó en tu terreno, triste ahogo sin suspiro te sumiste sin respiro.
Mas hoy, la fresca modernidad te da la oportunidad de mirar hacia adelante con la tradición pujante.
Tu Señorío recobrado digno presente soñado, Nezahualcóyotl, Texcoco, contigo van poco a poco.
La triple alianza, . . . el eterno, pueblo leal y buen gobierno, aura rancia de entereza por fin retomas grandeza.
Mi nuevo Chimalhuacán prosperidad, fuerte huracán que avasalla las conciencias de aquellas reminiscencias.
Mereces contar tu historia, vuelve atrás a tu memoria recordarás viejos tiempos, ¿te acuerdas de aquellos templos?
Adoratorios divinos, brujos, magos y adivinos, religiosa cabecera, velas, cirios, ¡arde cera!
Virgencita del Rosario, tu ahuehuete tan centenario, los niños, la vieja hacienda, un ayer que bien se enmienda.
Noble Guerrero Chimalli de cantera, real teocalli, reconoce, acepta la obra del mexiquense que te honra.
Has sufrido tempestades, polvaredas, lodazales, ¡ahora, tienes firme progreso, que no haya retroceso!
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Municipio de Chimalhuacán, Estado de México, México, a 09 de noviembre del 2012 Reg. SEP Indautor No. 03-2013-051712171201-14
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“Merecen nuestra alabanza.”
Colinas que son emblemas de la región, sus diademas, salvaguardas de los pueblos van mis versos con requiebros:
Sin llegar a ser montañas sabemos de sus hazañas, de su paso por el tiempo, se han fraguado a fuego lento.
¿Cómo medir su grandeza con tinta sin ligereza?, ¿cómo expresar su volumen, corpulencia, en un resumen?
Elevaciones sagradas por la orografía estudiadas, entre sí no están lejanas la geografía las hermana.
Lomas que protegen tierras mudas testigos de guerras, escondrijos de tesoros, flora, fauna, son sus oros.
Siente mi ser que te abraza Cerro de La Calabaza, recinto de arena, grava, veta que nunca se acaba.
Suministras minerales de eras inmemoriales, tal filón que no se pierda, tienes el alma de piedra.
Tu primo, el volcán Mazkuta, mi cariño te disputa, Kupambam de muchos pinos, de madroños y de encinos.
Nos proporciona el Takare, cortar el que más agrade, pasto bendito de armiño pa’l pesebre de Dios Niño.
Collado de San Miguel, del Creador, tan solo de él, donde se encuentra la Cruz de albañiles, misa, . . . luz.
Pa’ decirles lo que siento que mi amor les lleve el viento, el corazón no me alcanza, vieron nacer a Comanja.
Comunidad de agasajo cerca de Santiago Azajo, vecina de la Estación, las Mesas, la Constitución.
Entre la historia, leyendas, Coeneo, michoacanas sendas, vaya sentida alabanza a esos Cerros de Comanja.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 14 de octubre del 2017 Dedicado a la Señora Yadira Juárez Tovar (a. z. r) Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Al lúgubre doblar del duro bronce prestas resurgen almas de agua dulce, despiertan los guardianes del tesoro quienes, en vida, actuaron con decoro.
Murieron en la defensa de su honor a manos fieras del despiadado invasor, su tumba, lecho isleño primoroso, cándido, fiel, p’urhépecha orgulloso.
Mis leales Príncipes, Mintzita e Itzihuapa, suban la dura cuesta, el llanto escapa, diríjance al panteón con luz de plata ligados por su amor, sangre escarlata.
Musítense palabras cariñosas, platiquen de Janitzio, de mil cosas, resguarden de miradas indiscretas la tierna oscuridad de sus siluetas.
Reciban toda ofrenda de los vivos por esa muerte de la que son cautivos, coman los charales, beban charanda, fumen buen tabaco, cumplan su manda.
Quemen sacro incienso, sahúmen el copal, retribuyan con bien, nunca jamás con mal, son bienamados, son muy bienvenidos, finados con vivos, todos harto unidos.
Dialoguen con el kurucha urapiti de su eterno sueño, de su frenesí, regresen a sus fosas tan sumergidas y cúrenle a su terso lago . . . las heridas.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Isla de Janitzio, Pátzcuaro, Michoacán, México, 02 de noviembre del 2011 Dedicado a Don José Luis Guzmán Soto Reg. SEP Indautor No. 03-2012-030612580800-14
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“Cuando la zona era virgen . . .”
En cada gota del lago hay historia, hay empalago, leyenda, recuerdos vivos, ensueños, sendos motivos:
Sucedió hace mucho tiempo entre soplidos del viento, Curicaveri, testigo de todo esto que les digo.
En épocas harto remotas en las áreas más ignotas de la extensión michoacana, en su época temprana.
Cuando era imberbe natura y p’urhépecha cultura todavía no florecía, cuando existencia nacía.
En lo que fuera un buen valle, para dar mayor detalle de floreciente belleza, fértil, donde la entereza.
De primeros habitantes sedentarios muy pujantes los llevaba a ser felices germinando en sus raíces.
Fue un día en que, entrada la tarde, “la cosa se puso que arde” porque Eolo huracanado bufó a “pulmón desatado”.
Sobre de los cuatro puntos cardinales con barruntos de que algo iba a suceder, de inminente acontecer.
Cabe mencionar, por cierto, el miedo, el desconcierto, que las ráfagas primeras inusuales, duraderas.
Causaron entre la gente que, ante el peligro latente, se espantó y despavorida huyó como en estampida.
Junto con los animales, a ciertos aledaños lares implorando, al fin, clemencia a los dioses su indulgencia.
Magia, presagio de abrojo, el cielo pintó de rojo desprendiéndose gran masa ardiente, roca argamasa.
La cual, con terrible estruendo, el de un bólido tremendo, pegó de forma muy fiera entre sembradíos, en tierra.
Siguió al duro cataclismo, terremoto, intenso sismo, que hizo tambalear los montes, las colinas y horizontes.
Ese lugar, hoy tan sagrado después fue bien bautizado, como preludio de dicha, con las voces “Huecoricha”.
“Huecorencha”, también “Huecorio”, “lugar de la caída”, exordio de formación de arroyuelos, de veneros en los suelos.
Abiertos desde su entraña, líquida, divina hazaña de “ojos de agua” cristalina dulce, prodigiosa mina.
Que conformaron el Lago de Pátzcuaro, tierno halago, que a la región dio más vida después de la tal caída.
Aliviando, al fin, el trauma, pues, reforzó flora y fauna, con tul, zacate, chuspata, vegetación toda grata.
Humedales, peces, lustre de este sitio tan ilustre, endémicos del caudal thirus, acúmara, charal.
Urápiti, chehua, achoque, todos milagroso brote para bien del ser humano desde entonces fiel hermano.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Huecorio, Pátzcuaro, Michoacán de Ocampo, México, a 24 de octubre de 2020 Dedicado al Maestro Melchor Ramos Montes de Oca (QEPD) Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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“Salido de un cuento de hadas, de leyendas . . . endiosadas.” El Oro se engalanó, de “art nouveau” se vistió de cabeza hasta los pies en mil novecientos diez.
Venturoso dos de octubre, fortaleza puertas abre edificación fastuosa, imponente, majestuosa.
Arquitecto, harto devoto, Señor Roberto Cravioto le puso al pueblo el encanto, diseñó . . . mágico manto.
Época de Don Porfirio antes de irse p’al exilio, se inauguró magna obra en que la belleza . . . sobra.
Palacio Municipal de El Oro, pueblo principal, contigo viajo a un pasado de clase, de arte olvidado.
Fachada, ¡qué ventanales!, puertas, paso a los umbrales del estilo más soñado, de aquel buen gusto añorado.
Arcos, mural tan lujoso, pincel de un pintor que gozo, ¡bravo! Manuel de Rugama la historia, así, se amalgama.
Los versos se me hacen nudo, luces campana, un escudo, bóveda muy catalana que, a los techos, engalana.
Dignos de añejos castillos tus dos rojizos barquillos que reposan boca abajo, Cristo bendito los trajo.
Sus picos rasgan la nube blanca, de algodón, querube, de mi mente no te alejas miro de lejos las tejas.
Te ves lindo entre montañas testigos de tus hazañas; Palacio sutil, cordial, de nuestro Oro celestial.
Salido de un cuento de hadas, de leyendas endiosadas, eres tan . . . caballeresco que admirándote yo crezco.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda El Oro, Estado de México, a 02 de octubre del 2017 Dedicado a mi compadre, Noé Gaytán . . . Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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