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Cerrar podrá mis ojos la postrera Sombra que me llevare el blanco día, Y podrá desatar esta alma mía Hora, a su afán ansioso lisonjera;
Mas no de esotra parte en la ribera Dejará la memoria, en donde ardía: Nadar sabe mi llama el agua fría, Y perder el respeto a ley severa.
Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido, Venas, que humor a tanto fuego han dado, Médulas, que han gloriosamente ardido,
Su cuerpo dejará, no su cuidado; Serán ceniza, mas tendrá sentido; Polvo serán, mas polvo enamorado.
[img width=300]https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/9/92/Firma_de_Francisco_de_Quevedo.gif[/img]
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Poeta
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QUE SEA PARA BIEN __Ramón López Velarde ( México ) 1881-1921 (Nacido en Jerez Zacatecas, México)
QUE SEA PARA BIEN
Ya no puedo dudar... Diste muerte a mi cándida niñez, toda olorosa a sacristía, y también diste muerte al liviano chacal de mi cartuja. Que sea para bien...
Ya no puedo dudar... Consumaste el prodigio de, sin hacerme daño, sustituir mi agua clara con un licor de uvas... Y yo bebo el licor que tu mano me depara.
Me revelas la síntesis de mi propio zodíaco: el León y la Virgen. Y mis ojos te ven apretar en los dedos -como un haz de centellas- éxtasis y placeres. Que sea para bien...
Tu palidez denuncia que en tu rostro se ha posado el incendio y a corrido la lava... Día último de marzo; emoción, aves, sol... Tu palidez volcánica me agrava.
¿Ganaste ese prodigio de pálida vehemencia al huir, con un viento de ceniza, de una ciudad en llamas? ¿O hiciste penitencia revolcándote encima del desierto? ¿O, quizá, te quedaste dormida en el vertiente de un volcán, y la lava corrió sobre tu boca y calcinó tu frente?
¡Oh tú reveladora, que traes un sabor cabal para mi vida, y la entusiasmas: tu triunfo es sobre un motín de satiresas y un coro plañidero de fantasmas!
Yo estoy en la vertiente de tu rostro, esperando las lavas repentinas que me den un fulgurante goce. Tu victorial y pálido prestigio ya me invade... ¡Que sea para bien!
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Poeta
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MOMENTO CENICIENTO
A B vuela C cereo cerúleo Cronos... La muerte.
Ver del tiempo la ceniza. ¡Cuatro fuegos corren despavoridos!. Triángulos perdidos de los ayeres. Recortados, nuevamente consumidos. Por las quimeras sembradas. Tres ensueños animados. Rectángulos en ese lugar esquivo. En los cándidos minutos alevosos. ¡El estéril blando mundo!. Deseo, deslumbrador y audaz. Satisfecho carretal indescifrable.
Instante, fuego, gris. En el después. Del terrestre fuelle.
En la claridad adormecida, la sublime corona. ¡Forma del buril, él, porvenir!. Pura campiña, vibrando, bañada. ¡En las penas atesorada!. La febril pantera rubia. ¡Más jazmín que prado fértil!. ¡Peligrosa pasión agreste!. Ausencia, de suerte, marmolina.
Periodo cetrino trino. En el sí hiel. Del invernal absurdo.
Abecedario__Ave_Seda_Río. Tormentosamente__Tormento__Osa__Menta. Momentos. Diarios. Sembrados. Diarios. ¡En lamen---Tiras---Cenizas!. Urnificados, urniformemente, amorfos esqueletos.
En Maternales Cuadros Grises. ¡Absurda senda pródiga!. Vacua hiedra, de piadosa carne. Abstracta seda, sin decir. ¡Palabra con solemne flama!.
De Sagrada Nada. ¡Armazón!. Armazón, que eximida mida. La vid, vida, ida. Estático y emotivo ruido. ¡En las flores hechiceras!. Un Consuelo Lánguido Callejón. ...Sin salida. ¡Ve temporal cenizo!. El Momento. Del aquí, que callan, que mueven, que ocultan. Cenizas urnas, urnas, urnas, urnas de fantásticos desastres. Urnificadoramente sepultados clandestinamente.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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UN-ION-URNIFORME
En la esfera. Nuestra. Café verde tierra. Extiéndese rodeándonos ceniza. ¡Oh!__ Bombardeados ultravioletas...
Pobre ion... En su ámbito, dramático, espontáneo, sufre del amor, incomprensión. Abandonado. Muestra la fuerza de lo imposible. ¿?... Siente positivamente. Siente y piensa. ¡A lo imposible del amor es posible!.
Urniforme (Si, urniforme, urniforme). Urniforme cenizo el tiempo.
Entre tanta ausencia. Entre tnt usenci. ¿Quién estará presente ayer?. ¡Cuándo a las tuercas se le boten los tornillos!. Y ya haya, solo ayes en la tierra. Y ni p--ión en el tablero. Los tiempos ya no son. Llano puro--- Ni los amores. Del pescado-- Palomas emplomadas. En la red---- ¡Qué araña toda entraña!. ¡Humanoides de los siete cielos!.
Un sextante. Navegante nutre órbitas atómicas.
Ion, pobre ion... La natura parte diestra. Al amor sin hermosura. Y nada, ve, en el cielo____ Zolo. Naves nievan solo aniones__ Zolo. Atormentado está así a tal punto. Por el núcleo. ¡Qué!... Mostrando quiere, lo que querer espera. Y En el duro suelo algún consuelo.
¡Química dulcedumbre le alumbre!. Siente del bastión la combustión. Ionizado zola solo. ¡Espiriforme!.
Asíncrono y asónico el futuro. ¡Qué sólo!. Condena la razón ajena qué le place.
Ion de ceniza. Humana del ayer. En las falsas esperanzas que sustentaba, la tristura. Zolo zueña zzzzz.
Adversa suerte sin lausen Cia derechura inversa. ¡Enigmático, automático, sartén!. A escena, dijo, a tiempo, el desayuno, dos, tréboles. Vamos viendo, temporale. Todo, aquél, que virtual reduplica. Dominó, balero, yo-yo. ¡Empelotado, trágico, épico!.
Solo acrónico, en sí mismo, nadie piensa ya, en el mu ndo inter nodes truído. Catalítico____ Del ion al crisol. Infrarrojos los cerrojos. Actínicas las tinas. Cósmicas pesadillas rayos. En plomo fondo de una mina. ¡Mina el destino por el suelo!.
Gamma el hueso en la consciencia. En el núcleo de la arena. En las salas del sulfato. Hiato rubio es el tacómetro. Alguna vez, Tendón de Aquiles. En el Quantum de los techos. En los pechos de los helecho. En los lechos de los hechos.
Ion, ion, ion... UrNiforme, UrNiforme.
De la barca, de la balsa, de la garza. Son las cuevas del acordeón. Un violín, amarillo, es el recuerdo. En el reloj, un lunar, en el pecho.
[center]¡Ohmio!--- Del insomnio hidrocarburo. En el producto lacrimógeno. En el ácido tánico de pieles. En el líquido incoloro estereofónico. En la distorsión tridimensional. ¡Del ataúd y naftalina!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Siéndonos iguales Ser es ser un poco de todo con otros Con el calendario compartido Con la muerte desnudándonos En los altares de ceniza En los hidráulicos bautismos Ser un poco del inmenso abismo 1
Ser uno con el polvo de los tiempos Ser sombra de luz atormentada Ser de las espinas el nido ¡Entre las máscaras fugaces de la vida! ¡Entre las soledades coloridos amores! ¡Entre los mil rumbos del existir!
2
Siendo palabra la vida nos sueña En la luz vegetal con tropical sonrisa ¡Oh, ilusión del camello, del búfalo y del plomo! ¡Oh, esperar higos del manzano prohibido! La humedad en la garganta seca ¡El dios justo, qué ni mata, ni perdona!.
3
Ser porqué nadie lo ha sido por nosotros Hechos de la nada hablar con el silencio Hechos por el tiempo, fabricar pasado ¡Siendo sólo lo qué somos... Nada más! Aires acuosos, fuegos enterrados ¡Esclavos de cualquier dios anudando fe!.
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Ser una tarde primaveral Una noche veraniega Un invierno fracasado Los otoños sin sus años ¡Ser lo único qué somos! ¡Solo nosotros mismos!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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AMOR DE LUTO
Descrucificado el dolor abruma. El cielo sordo... La térmica rodilla. ¡Oh, meteórica sombra en silla!. El informe espiga descarnado. ¡Cubriendo las cenizas con las venas!.
Amor De Luto... ¡Amor de luto!.
Estrellado redentor y cósmica ignorancia. Espina la memoria incluso el aliento. ¡Rubia obscuridad sobre planetas!. Lenguas deformes... Pantanos alados. ¡El mismo escombro los rechaza!.
Amor De Luto. ¡Amor de luto!.
Impenetrable sombra impura. Es De La luz... ¡Las convulsiones!.
Insensible cúpula con lepra. Será En La historia. ¡Cifra en sangre!.
Inútiles tímpanos elípticos. Fueron En Su tiempo. ¡Hielos de saliva!.
¡Amor de luto... Amor de luto!.
La tumba no nos salva. Y el olvido tampoco nos redime. Las consciencias sin labios agonizan. Las ideas son híbridas discordias. Y... El suelo, herido, en cólera perece.
¡Amor de luto... Amor de luto!.
Solo mórbidos los vástagos esperan. ¡Cuerpos, sin espíritu, devorarte!. ¡Las entrañas qué labras con el miedo!. Descrucificado... Descrucificado.
Del Azul Infierno... Sí, sí... ¡Del azul infierno!.
¡Amor de luto!. Amor De Luto. ¡Pobre rico, hueco y diminuto!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Y CALLARON SUS CUERDAS
Allí resbalan guitarras suspendidas y canciones. Momentos que no vivieron...Ni vivirán. Y no vivieron ya más el mundo ceniza. Apoyando cada cuerda bajo el lago.
De palabras y postreros besos. Allí...Allí cruzan las caras caídas. Las manos en el pecho sin techo. Las ilusiones mordidas y desnudas.
Los espíritus colgados y remotos. ¿Porqué...Porqué...Porqué?. El Caos perdió sus alas en vertical caída. Y los dolores navegan entre huesos.
Y el hondo abismo salta y nace. Y la esperanza calcinada ríe y ríe. Allí...Allí los bufones son escritorios. Y usan corbata dueña de lirios párpados.
Violetas pálidas y hacen del miedo piruetas. Allí...Allí los porqués son quién sabe. Una eterna pregunta. Un soberano orgulloso en cada silla.
Diferente y en tres niveles corruptos. Pantanos bajo piel y carne pútrida. Allí...Allí lloran las cuerdas sus guitarras. Teclados olvidados por el suelo y cielo.
Y todas las sirenas cantan lóbregas despedidas. Amargas bienvenidas de panteón y cementerio. Allí las guitarras son ahora tumbas de tumbas.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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EXISTE NOBLEMENTE
El silencio de la últimas esquinas. Oye hijo. El silencio de las frentes arrugadas. Mira hijo. El silencio de los negros ecos. Palpa hijo. El silencio de las cuerdas flojas. Teje hijo.
Donde se congregan las tijeras. Donde las bandejas son siniestras. Donde se disfrazan las espuelas. Donde las tintas son alambres.
Piensa en las alturas de la blanca. Nada. Siente la semilla de la verde. Tierra. Huele la ceniza de la negra. Noche. Alegre la flor de la violeta. Herida. Espera la rueda de la púrpura. Justicia.
El silencio piensa hijo. Oye, mira, palpa, teje. Donde nada existe hay algo. Donde los colores nada importan.
Hijo. Hijo. ¡Viven y mueren!. Los silencios.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ARMADOS OLVIDOS
No, no... ¡Las armas en las ramas!. Verdes. Amarillas. En el agua. Secas. ¡Corren tras los ríos!. Por las desiertas. Armas. ¡Envejecidas!.
Ninguna gloria hay, en matar, inocentes, débiles. Pobres. ¡En la riqueza del vacío!. De tus armas. De palabras, qué han intoxicado, tu consciencia, tu alma. Presa de miedo. Obedece. Ciega y cobarde.
Armas. Envejecidas. ¡De glorias!. Olvidadas. ¡Entre mil olvidos!. Paradas. Ante los ojos. ¡Secos!. Secos, solo ecos, del tiempo.
¡Qué nadie recuerda!.
Nada eres matando. ¡Ni siquiera un simple sí mismo!. Por los lagos. Amarillo. Reverdecido. ¡Enojo!. ¡Ojo ciego!. Ciego, de tu sangre hermana.
¡O, muéstrame una sangre qué no lleve ningún rojo, oxígeno, vida!.
¡Ahogados!. Sí, si... ¡La guerra en la vida!. Turbia nace. La paz impura. Muere día a día. ¡La ennegrecida culpa!.
No llores helado el fuego. Bajo la húmeda. Ceniza. Amarilla de los verdes. Agua de armas ahogadas. ¡Gloria de luciérnagas!. Secas. Verdemente. ¡Envejecidas... Y... Olvidadas!
Los ojos delante. ¡Corren muertos!. En el fondo de tu esencia. ¿Vas a permitirlo?. Y Pasarás Por la vida. Seco, eco, de noche. ¡Cada resto de vida!. Y por la vida, ignorado.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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