Poemas :  ODA AL PLACER
ODA AL PLACER
ODA AL PLACER
ODA AL PLACER



De la comida
en la cama
desnuda
moviéndose
el apetito
insaciable al meterse
en la sombra
no sé quién soy
al cerrar los ojos
al verte montada
una cosa te pido:
No te vayas
dame
el fruto de la tarde
del manzano
satisfecho
a cualquier hora
solo
transparente
el fuego ayuda
donde
tú eres puro
manantial encendiéndose
sin quemar la lluvia
en los labios de la miel
satisfecha la mirada vuela
en los
párpados de abeja
algodón humedecido
del deseo satisfecho
cuando en el lecho
se desata
tibio
escandalosa la piel
radiante
estremeciendo al decoro
del vientre lleno
compartiendo
encaramados
al amor desesperado
en la cintura de la hoguera
la carne pide más
al pájaro que al nido
al ruido que al canto
al hambre que al apetito...

¡Oh, placer turquesa!.
Silencio en las piernas
intacta mariposa
eres en la vida
la muerte
sin ti
erizado el regocijo
entreabre
al aliento al polvo
lácteo el momento
reunidos
los latidos al destino
suaves, firmes, huertos
del durazno disfrutando
la manzana preparada
con el tiempo verde
maduro, dócil, reservado
sobre la mesa
del apetito completo
satisfechos los sueños
de gloria sublime de noble
memoria brillante
eres
la joya
que quiero
al decir sí
toda
hasta el fondo
del racimo las semillas
de la piel humedecida
palpitando respirando
inquietas las nubes bajan
al aliento sutilmente
por el agua de la boca
satisfecho
por ti
a tiempo
simultáneos compartiendo
eres
luz de seda
vestidos sin palabras
los deseos al cumplirse
eres
la esperanza que se espera
que se alcanza inolvidable
leal, honesto, íntegro, auténtico
ecuánime, armónico, sincero...
¡Subiendo a los cielos la carne de la tierra!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Envuelto en sombras la luz proclama
ENVUELTO EN SOMBRAS LA LUZ PROCLAMA.
Autor: Amos Oz
Israel 1939


Poeta y novelista nacido en Jerusalén.
Estudió Literatura y Filosofía.
Considerado como el más importante escritor hebreo contemporáneo, pertenece al partido social demócrata israelí, es miembro de la Academia del Idioma Hebreo, miembro de la Academia Europea de Ciencias y Artes, colabora activamente en el movimiento pacifista israelí Shalom Ajshav y ocupa la cátedra de Literatura en en la Universidad Ben-Gurión de Beer Sheba.
Su vasta obra, escrita en hebreo e inglés, comprende novelas, poesía, ensayos y cuentos, galardonado, con Premio Israelí de Literatura 1988, Premio Goethe de Literatura 2005, Caballero de la Legión de Honor de Francia en 1997, y Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2007.
Este es Versión de Raquel García Lozano."El mismo mar" pag. 73
Ediciones Siruela 1999



Envuelto en sombras la luz proclama

Viudo y padre. Paciente y recto Como una rama.
Por las noches se avergüenza en la cama.
Al otro lado duerme una mujer que ama.

El sueño se resiste. Ella está al otro lado
sola y desnuda de costado,
Hija mía. Esposa. Tesoro hallado.

La luz de la mesilla tiene que encender.
En la foto de la cómoda, su hijo. Su mujer.
Se arrastra hacia la cocina. Quiere beber.

Vuelve a su habitación. Se sienta. Bebe un vino embriagador.
Se ensimisma frente a la pantalla del ordenador.
Teclea: un verano agotador.

Desde el jardín oscuro un pájaro le reclama,
envuelto en sombras la luz proclama.
Narimi Narimi. ¿Recuerdas? Te llama.

Se levanta. Desea ir a taparla, huir de su soledad,
extender sobre su sueño un ala de padre de avanzada edad.
Vuelve a la cama. Domina su piedad.

Se olvida de su cuerpo. Se atormenta. Se mueve.
Vuelve a dar la luz. Casi las cinco de la madrugada. Llueve.
En el Tibet las cinco son ya las nueve.
Poeta

Poemas surrealistas :  Complejidades
COMPLEJIDADES

Desenredando las palabras,
danzan bajo el agua,
soles sin ropa rotos,
por el cielo entre los suspiros,
interrogando intimidades invencibles,
en la tela que talan los tálamos,
instigando persistentes adustos silencios.

Complejidades que con asiduidad merodean,
en la destemplanza y marejada,
apoteosis indómita que redime,
los enmarañados sentimientos,
como el tiburón en el desierto,
el camello marinero y la tortuga.
¡Inquietante al encolerizarse!.

Complejidades del escarnio al improperio,
que en la luna teje perlas,
a la timidez del tigre,
a la cariñosa cobra,
del escorpión tierno,
del cordero enardecido,
por la venganza del espejo.
¡Altivo!.

Complejidades al descorazonarse el aliento,
donde una silla descansa sentada,
en la cama de rodillas,
una almohada tiene insomnio,
por la túnica de nubes,
bajo el biombo enamorado,
del anillo que no usa dedos.
¡Al desenojarse!.

Complejidades, erectas en la sonrisa,
encendida, que alumbra un salmón,
un salto suave dentro.
¡Tan profundo como alto,
en el llanto en el canto!.
Como en el desencanto cuenta,
curvas cruentas, las palabras de una letra, lenificando leñas, lesivas,
de mil sentimientos saponáceos,
satinados en el llanto de una lágrima,
sazonada satisfecha.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Cuentos :  M.E.T.Á.S.T.A.S.I.S.
METÁSTASIS

Padece y se detiene la tarde. Es pálida, como
la piel del otoño en las hojas, y duele al verde
del verano: Duele en los huesos, en el cuello,
en la memoria, en todo el aire y todo el suelo.

De repente, entre las ventanas opacas-- de un
vidrio en otros tiempos invisible, inmóvil por
años en la mirada y lento en los latidos-- salta
por la piel y destruye todo; Cuando se podía
amar el pasado, cuando se podía respirar al
oído. Es un cielo sangrante, sangrante como
una catarata, como si todas las puertas se
hubiesen cerrado, con espinas y con cuchillos
hambrientos sobre la cama y las sillas.

Es el ayer, lo que ha pasado, lo que se repite
abriendo heridas más profundas.
Por más que cambie el presente, por más
ropajes fabricados, eso persiste en las paredes,
entre los techos, bajo el suelo.

Se puede ver,
se puede escuchar el humo con párpados y
manos encontrando el abismo sobre el asfalto,
entre las grietas: Se pueden sacar grutas bajo
la piel húmeda, encontrando la sangre coagulada,
seca, negra, amarillenta que es, y sigue tan
completa al cerrar las cortinas, está tan fría, solo entre cada uno y ningún otro, que el recuerdo
mismo es una aguja y duele toda la vida.

++++++


Tenía miedo a morir, este cuerpo, esta voz.
¿Serían los mismos que habían soñado, qué
habían jugado con la lluvia, con la esperanza
en las pestañas?.

El callaba la boca seca. Una lágrima y un sollozo
eran lagos congelados y turbios, tan concretos,
que rememoraban crueles toda la angustia y el
estruendo que puede reptar sobre la tierra.
Aquella mujer tenía gracia. Caminaba lenta y
tierna, sus caderas no eran violentas, tenían solidez cálida, hechas de comprensión, de ágiles curvaturas y suaves movimientos.

Su mirada tenía voz, hablaba con sus pupilas y tejía sus palabras en crípticos diálogos a veces, no era lo común en tiempos espesos como en las esquinas y las casas. Pero ahora, ¡Qué desgarradora era la música, entre el tétrico silencio y el deseo de no haber nacido!. No obstante, estaba ahí, fragmentada,
confusa y ahogada en el interior de cada vena.
Pálida, sudorosa y muda, atrapada bajo la piel de
vidrios y tinieblas, como si apareciese disgregada
en un pozo sin final. Encadenada ahí, inmóvil en
la obscuridad absoluta.

¿Qué atrocidad piadosa se desprendía de las
angelicales alas caídas y anudaba sus pesadillas?.
Estaba disuelta en cada lágrima, vacía dentro del
peor abandono, indefensa, desarmada en la soledad
más dolorosa. Sus vínculos con el cielo y la esperanza estaban rotos, limados, eliminados de raíz.

++++++


Había perdido el aliento, había bebido el sufrimiento más amargo, el tiempo y el espacio perdieron su sentido, cualquier luz era más obscura, más allá del frío; El simple caminar era una desgracia. Ella dejó de ser, de existir bajo la ropa, dentro de cada hueso, gris inerte,
sentada en el piso la mirada sin brillo, mientras él, allá lastimero, se ocupaba en tratar de entender lo imposible, lo incomprensible, el infinito de la noche del alma, la eternidad simple. La sinrazón de todo lo pasado.

Con solo cerrar los ojos aparecía sonriendo, y su voz mecía el sabor del aire, del aroma en la cocina, en la recámara y el patio sus pasos escuchaba.
Ahora el silencio helaba, ¿A dónde lleva la fe perdida,lo celeste desconocido, lo sagrado yerto, ingrato y perforado?... ¿Qué fuerzas tenebrosas y que laberintos se tejen bajo la cabellera de la existencia?.

¡Todo aquéllo había estallado, un mundo amable, un
suelo más firme, más fértil, un sueño posible, respirable,
armonioso!. Con la paz en los zapatos y el pecho.
Inesperado, intempestivo. El aire era fresco, la brisa clara. Las sonrisas puras y el palpitar alegre.

¿Cuándo dejó de ser, y cómo?. Aunque... ¿Quién se puede atrever a decirlo, a expresar el profundo
desconsuelo, y que en algún sitio la esperanza esté
viva, segura, sin mancha, más allá de la soledad, del otro lado del llanto.

++++++


El hielo comienza a elevarse, el humo es pesado y espeso,
los techos arden, las ventanas son puertas al abismo, y
usted se ahoga, oye los disparos, tiembla, el vacío se
apodera del vientre. La cabeza da vueltas, duele.
Paredes, sillas, mesa, vasos, platos, ropa, juguetes, todo
huele a muerte, la calle es un inmenso túnel, todo obscurece.

Usted es un manojo de nervios, se enreda, tropieza, no sabe
que hacer. Luego el asco la cubre las ideas, los cuerpos
deshechos, la sangre gotea, corre, se seca, huele a olvido
impotente, sus manos perdieron el aplomo, está desarmado.
Pasan los meses y los recuerdos son inevitables, el olvido
se compra, se fuerza, se le ignora en mil formas distintas,
pero de cualquier modo, no produce mayores cambios en
la intimidad genuina, verdaderamente consciente, con la
sensibilidad en el alma y la memoria.

Los vestigios de un mundo aniquilado flotan en el tiempo,
en el aire, en el agua de cada lágrima seca, en las sonrisas
perdidas. Inopinadamente surgen las ausencias sin nombre,
y los huecos petrifican el aliento, las imágenes sangran de
nuevo. La represión se disimula aberrante, se insiste en las
apariencias de fiesta, de espectáculos distractores, de
negar el desastre. ¡La consciencia podrida!. Es la metástasis.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Oda al dolor
ODA AL DOLOR

Fuera de ti la soledad
camina,
dentro de ellos aquéllos
recordando.
La flama es temblorosa,
no vuela su sueño,
se detiene, desgarrando,
el fondo del aliento,
desenreda
como la nieve pesada
en la memoria.

Y junto a la cama
arden las pestañas
una huella, un olor
de un alfiler, lejano,
un lago, una fuente,
secos ascendiendo
en el duelo ahogado.
Sube el día
las cortinas
a las sombras,
pero en la calle
es más lento
el tiempo
el fuego
que sufre viviendo
la madreselva perdida.

Es inefable
como lo sentimos
como lo decimos
como lo vivimos.
Cada día
como un viejo
relámpago insistente.
El aire
falta
la cabeza
duele en el pecho.

Piedra
En la planta del pié
aguja en el ojo
ardor en el lecho
vacío, frío, distante,
pétalo, huesos, ceniza,
sin resplandor
transparente. Perforando,
desgajando, desangrando.
Cada noche
regresa en llamas
de lunas gastadas
de estrellas frías
de cielos mojados
que el tiempo
espina
o los desgrana
en racimos
de manantiales
que punzan
que oprimen
que hieren.

¡Oh, dolor!.
Inmóvil germinas
en las hojas secas
un rumor
bajo
la tierra
de la memoria
su compañía
alegre
remota
de apariencia
a veces como rayo
desfilas
bajo la piel
de los huesos
penetrando
de los huecos
al alma
que perforas.

¡Oh, dolor!.
¿Qué sería de ti?.
Sin nosotros.
¿Qué sería?.
Entre los otros.
Si no fueras,
lo que eres.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Cosechando camándula
COSECHANDO CAMÁNDULA

He sacado ese sueño de la cama,
con la espada del bosquejo,
del bostezar del almohadón,
que prepara la sombra al sombrero,
y los botones al bote del lago,
y las botas a los brotes más largos,
que protegen al sol del agujero,
del alfiler del almidón del alfil,
con la espuma del boceto,
he soñado sacar esa cama dormida...

Cosechando, oye, oye.
¡Oye lo que no ha pasado!.
Sembrando, palpa, palpa.
¡Palpa lo que sí ha pasado!
Cosechando. Cosechando.
Camándula tras camándula...

Ve lo que nadie ve... ¡Sonriendo!.
Ni aplaude sin sueldo rastrero.
Ni espera que le pase lo mismo.
Cuando la tarde se fue quedando,
como la cuchara come la sopa,
y sopla cuando enciende el hambre,
al agua del alma ahogada,
en los versos. En la duda preparada,
de las respuestas sin remedio del jardín,
ladrón de las abejas y de miel de bala,
de bolas de bastos de biombos de plomos,
en las orejas de fusiles acostados acosados,
en los minutejos ortejos de relojes yertos.

Por elegir pensar con la lengua.
Por respirar alto con el pelo.
Por caminar bajo con el pecho.

La cama del sueño me ha sacado,
cosechando fabulosas pesadillas,
cosechando rugosas hendiduras,
al desenfrenarse la calma ardiente,
al desempolvarse la muerte sonriente,
camándula, camándula, camándula.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Por la hélice hipnodramática
POR LA HÉLICE HIPNODRAMÁTICA
( Neosurrealista)

Ellos
los sueños
soñadores
despiertan
las noches
en cada cama
cobijando al frío
de fuera
en la tibia almohada.

Con los filamentos, visibles aquí como mantarrayas
inquietas, con las protoplumas que emergen de sus
caderas, regalo de unas tierras barbechadas a las
once de la noche, cada vez que miraba en derredor,
como un problema ingobernable, de tapete alborotado.
Entre una eternidad de trece minutos, y un instante de cinco metros, que inundan el aire engañando al sueño.

Pero
¿Quién nos sueña?.
Un colchón
en una silla
vacía de hambre llena
la sopa
sin camisa
la soledad, con estrellas
y desiertos
en cualquier momento
con dedos largos
garras, picos, gritos.

¡Qué protegen a los muertos de eventuales daños de los vivos!. Cuando las aves, que no quieren ser gusanos, son buscadas y veneradas, por los venados agrarios de
las plantas maduras, en contacto con el zapato, cuya fuerza ejemplar se ejerce de manera cuidadosa, al guardar las montañas en el bolsillo, que apaga el sol según la costumbre, estrangulando a las espinas con el ayuno de una tina
.

Por ir
nadando ciegos
los velos caen
como los frutos
maduran
durmiendo sin luz
deshojando
desnudando la noche
apagando
las pisadas del ayer
en los caminos
del agua evaporada. ¡Oh, drama giratorio de los sueños!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Sueños de un zapato
Sueños de un zapato

Caminos gastados por el tiempo
Infancia dormida en los cabellos de plata
Otoños amarillos... Hojas verdes de noche
Un sueño. Una sonrisa. Una lágrima.
¡Niños de esperanza!... Sueños rosas.
Un zapato... Sueños nuevos... ¡A veces!.

¡Un día como un siglo de sueños!.
¡Sueños del suelo y del cielo!.
Noches dormidas bajo la cama.
Días de piedras y polvos. A veces.
Una dulce bota... Grasa y tinta.
Húmedas grietas por la vida...
¡Olor a talco... Otras veces!.

¡Un día como un año de dolores!
Algodones dormidos en el suelo.
Las noches prolongadas. Días rápidos.
Frescos perfumes de flores.
Brillantes pieles... Serenos pies... Lentos.
Un camino plano. Cielos en cada suela.
Un niño feliz. Hombre. Trabajo. Descanso.

Un zapato.
Como un hombre libre... (Absoluta fantasía)
Sueña caminos
¡Vive gastando tiempos!
Una vez si, si, sííí...
Otras muy poco, poco muy poco.
Vive un pequeño mes, un enorme momento.
Un día pesado, perdido, perdurable... ¡Periférico perífono!
Un año eterno... ¡Mil muertes diarias, ocultadas, provocadas!
¡Sueños dulces y extraños!... Del olvido increíble. De los labios
Por el camino del zapato... ¡Que ahora camina solo!
La consciencia del cuerpo que lo habitaba se ha esfumado...
¡Cómo sus sueños!... Como sus... Como... Co... C...


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Investidos tres
INVESTIDOS TRES

Aparecen desnudando la noche,
bajo la cama,
saltan, profundamente quietos, invisibles,
en la soledad tras la puerta.

Desaparecen vistiéndose de mañana,
sobre la cumbre, enterrada, inmóvil,
en el tumulto boquiabierto.

No estarán presentes, tal vez,
como ayer.


Dicen, palparon su ausencia,
en el aire silencio y lejano.
Dicen, que cada día es diferente.
Y parecen no ser los mismos.
¡Nadie, ya lo duda seguramente!.

Aunque alguien verde lo siente,
tocando el enigma del cuaderno,
tocando la sed de sus raíces,
tocando el perfume del olvido.


En la honesta moneda,
que perdió el valor,
al volar confiada por el brillo oculto,
del mayor abandono en cualquier sitio.

Porqué, porque, por... ¡Qué!.

Tres veces dos vestidos caminaban,
sin ser vistos.
Tres eran solo ahora dos,
sin ser iguales.
Ni antes de conocerlos.
Ni después de ser olvidados.
Completamente.

¡Fragmento a fragmento!.
Desnudos dos veces desvestidos.
Inmersos en el exterior frío.
Expulsados en el interior calcinado.
¡Fueron sin serlo rápidamente borrados!.


Tres veces dos acaso,
solo una,
voz que lo haya callado,
voz que nada dijo,
voz que nadie escuchó.

Cuando el silencio creció,
cuando el silencio fue excesivo,
cuando el silencio fue escuchado,
cuando el silencio creció.

__¡Al bajar el cielo a la tierra,
___donde nadie estuvo atento!.
Siendo así,
investidos tres veces, ignorados uno a uno.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Textos :  Deletérea jactancia... (Neosurrealista)
Deletérea Jactancia
(Neosurrealista)

Ahí debajo, donde el pasado nos crece,
por el tiempo que obstinado envejece,
en la cama de los latidos.
¡Qué se estiran!.
En el vertedero del aliento,
golpeando con la obscuridad,
las cuevas cotidianas de los planes.

¡Oh, vanidad del ángulo, poliedro convexo, perverso!.
Quejidos entre las dos dimensiones de un rectángulo, con las cifras decimales del minuendo en las piernas, por la impiedad que el orbe ostenta, de ambiciones , de románticos sauces grises, con el perfil de la lisonja,
que se apoya en la cadera, que se inclina, mansa, y allá donde descansa el giroscopio bajo el vientre.


¡Sí, porqué mullo masticando al pasado, me dicen!.
Donde solo cabré cuando sea polvo, pienso, siento.

¡Con las lámparas flechas desnudas!.
Por inhalar unas pocas palabras.
¡Un minuto de silencio!.
Por... Miles de ausencias olvidadas.
Por el espíritu espeso.
¡Qué al mismo viento coagula!.
¡Qué asedia los techos y rincones!.

¡Sin saber, qué mullirían las nubes callando!.
Y no sé si quepa ahora, o cupiere olvidado en algún cielo.

Pues la realidad, es que los fonemas distintivos del contorno,
solo tejen el rubor en los talones, desde el primer acento hasta la inflexión final, en los enunciados exclamativos antes de ser huesos, donde las sílabas terminan en vocal, y la vibración de
éstas, puede repetirse con las urnas agudas o palatales, entre la grafía, que no corresponde a ningún sonido de la lengua, como el hueso hueco, y el hipocampo corre en la hierba de hierro.


Por ese eco que al silencio asombra.
¡Caminando por las paredes!.
Viviendo herido el suelo yerto.
¡Callando al espejo péndulo!.

Por la extensión monótona de la planicie muerta, el silencio seca,
lo que aniquila y consume, cambiando al punto de vista anterior, que dará sus frutos al cabo de varios siglos, con el empleo del más
infinitivo de los recursos sintácticos, y en el desarrollo sistemático de las proposiciones participativas en los panteones más cercanos.
Por tener el alma aromada de amor y tristeza, con el designio de la perenne memoria, y las ficciones que hacen dulce al llanto.


¡Aún, y así, mullésemos al camino andando!.
O qué mulleran los sueños almohadas perdidas.

Y así es, esta deletérea jactancia, de cetro y sonrisa.

Por tener el alma podrida, en la consciencia vacía,
y en la memoria, lexema y morfema, antifaz y barniz, miles de sustantivos acabados, con el ímpetu canesú, miles de relaciones sintagmáticas sepultadas, a cal y sal, jactancia que no admite división, deletérea y paradigmática.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta