Cuentos :  Perfección Absoluta
Perfección Absoluta


El exacerbamiento y malestar de Evalexa Portillo era producido por ver su hermana tan cercana a ella. Siempre a su lado, como una irritante extensión de su vida. Ellas son gemelas idénticas, mas Evalexa es unos minutos mayor que su hermana.

El texto bíblico de Génesis 1:3, "Hágase la luz y la luz fue hecha, "martillaba sus sienes con sonido de péndulo oscilante. Su hermana había nacido para atormentarla.

Evalexa tiene una característica distintiva que la diferencia de su hermana. Ella puede comunicarse, mientras su hermana permanece absorta y en el más abyecto de los silencios. Esto la atemoriza más pues sabe que ella y su hermana están entrelazadas, unidas por siempre. Transpira profusamente al hilvanar este pensamiento desde lo profundo del corazón hasta su raciocinio.


La joven no obstante, está convencida que su sombra puede y debe hablarle, después de todo son gemelas idénticas. Sin pensarlo dos veces, decide encontrar el momento propicio para establecer el diálogo anhelante con su hermana gemela. Espera a que el sol esté en medio del cielo, justo cuando alcanza un ángulo de 90 grados sobre su cuerpo. Su hermana parece evitar toda oportunidad de hablar con ella. Nuevamente una fría transpiración comienza a tomar forma geométrica en su espíritu.


Evalexa es determinada y persistente en su gesta. Selecciona otra oportunidad y decide esperar hasta la hora en que el atardecer languidece y el sol está próximo a terminar su viaje hasta el otro lado del hemisferio. Le demanda a su hermana que cese de atormentarla dentro de un frenético e histérico pedido, aunque vana y fútil es su gestión.

En medio de un denso y compacto silencio que puede cortarse, su sombra parece informarle que su agonía sólo cesará, cuando pueda alcanzar un estado de perfección absoluta. Evalexa continúa musitando y murmurando, envuelta en un soliloquio prolongado, confuso y extraño. Cavila sobre la posibilidad que su hermana gemela pueda ser, uno de estos impuros y sobrenaturales seres que circunnavegan el universo para atormentar los humanos.


Evalexa Portillo decide deshacerse de esta obsesión por siempre, se viste de chaqueta negra y pantalones de cuero llevando un rifle de cacería. Diligentemente camina por las calles del pequeño poblado. Continúa en su recorrido hasta cerca de las 11:30 de la mañana. Exactamente a las 11:47 se detiene y se suscita el encuentra con su hermana. Evalexa levanta el arma temblorosa, tratando de apuntar con el mayor cuidado posible a su sombra.

La estridencia de un disparo rompe con la monotonía compacta y aletargada del poblado. Una multitud comienza arremolinarse alrededor del cadáver de una mujer de recién comenzados veintiún años.

A las 12:00 pm, con el sol en su punto más alto en el cielo, los oficiales de policía y paramédicos llegan a la escena. La mayor de las hermanas gemelas yace sobre un negro charco de sangre. Ya nunca más verá a su sombra, de hecho nadie más jamás. Evalexa duerme la obsesión de su corta y atormentada existencia tendida sobre su propia sombra.


Evalexa ha alcanzado el estado de perfección absoluta tan esperado y anhelado por cada alma habitante de las vastas regiones del inmenso y balanceado universo.

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Poeta

Cuentos :  Uma história de fezes (Fé, no plural)
Uma história de fezes (Fé, no plural)
Depois que o bicho “Hei de Ir Mais Cedo” (dizem que Deus ajuda a quem cedo madruga) instalou a sua “Igreja de Lavagem Cerebral”, alguns de seus fiéis seguidores descobriram o milagre da multiplicação: “Hummm... Vender a fé é muito bom. Não preciso comprar nada, não é perecível, não paga nenhum imposto, que é justamente isso que encarece as coisas, e o povo está muito carente disso. É só reparar esse bando de otários que fica endeusando o “bicho” e doando seus pertences em busca de salvação”. E como ambição não anda junta, só anda sozinha, cada um resolveu fazer carreira solo: com o “cala a boca” que ganharam do “bicho”, montaram uma banda podre do “evangelho” com nomes bem idiotas e pomposos, para chamar bem a atenção do povo idiota, e começaram a cantar seus sucessos “em nome de Jesus”. O pai da ideia da “Igreja Malandra”, quando viu seus antigos “fieis seguidores” roubando parte do seu tesouro (diga-se rebanho), mandou chumbo grosso: jogou pragas e comprou redes de comunicações para prender seu rebanho e ainda atrair mais algumas ovelhas desgarradas, porque quanto mais ovelhas, maior a fortuna. E se conseguir atrair ovelhas lanzudas, melhor.

Mas os “seguidores caídos” não comeram reggae. E para mostrar ao seu antigo “senhor” que aprenderam bem a malandragem, alugaram emissoras que estavam à beira da falência, e mandaram ver: e tome reggae, xote, roque, xaxado, axé e baião pra cima dos bestas... Imitando o Raul Gil, começaram a cantar: vamos faturar, vamos faturar! E de real em real as “Igrejas Malandras” (diga-se os malandros) realizaram milagres “em nome de Jesus”: ficaram milionárias. Essa corja da “Igreja da Malandragem”, não satisfeita com a fortuna “abençoada”, descobriu que o somatório de fé+fortuna+política é igual a Deus. Então malandramente fundaram um Partido, infiltraram-se na política e estão em busca desse milagre. Mas acontece que Deus é um só, eles são muitos e todos querem esta “função”. Então, enquanto eles não se reúnem e resolvem quem será coroado (a) o (a) Deus (a), nós ficamos fingindo que está tudo bem, e vamos levando nossa vidinha. Porque se eles resolverem escolher um (ou uma) para ser o (a) Deus (a) do Brasil, a nossa vida virará um inferno. Que o Deus do céu não permita, em nome de Jesus!

Obs. Esta é uma “obra” de ficção, qualquer semelhança com pessoas vivas ou mortas e mera suposição. Exceto Raul Gil, que todos sabem que é um showman brasileiro.

A.J. Cardiais
Poeta

Cuentos :  Un breve cuento, de un amor para siempre
Hoy puedo admitir, que hay una edad en que se fijan comportamientos y pueden hasta tatuarse: emociones, sentimientos, escenas definitivas, contundentes… esa edad supera la cronológica, porque podrían suceder situaciones muy complejas y fuertes, en medio del proceso de gestación o desde hace mucho más atrás, en la conducta de los padres, porque los patrones de conducta son sin espacio a dudas… hereditarios.
Desde el baúl de mi memoria, sacudía hace poco las imágenes terribles, de una historia contada en una película que la miré en mi temprana niñez y que relata una historia de amor, de una pareja que trágicamente tiene que separarse… en esa despedida, casi al final de la obra, emerge la figura de un tren, que marcaba esa separación irrenunciable, amputando sueños, cortando sin más una vida de fantasías, de felicidad y toda la alegría que puede explosionar un par de amantes en la plenitud de su fusión de vida, encanto, caricias, pasión, de todos los besos, de los delirios todos…
En ese tren sin retorno, debe partir ella y él remuerde entre dientes, labios y un nudo de espinas en la garganta, toda la frustración y angustia de una casi sentencia a muerte, aquella que se aproximaba feroz, sin la ternura, formas, dulzura, cuidados y el cobijo de tentaciones y amor que solamente su mujer, podía darle…
Desde entonces, han pasado los años que debieron… y ahora hace poco, sentí que la vida confabulaba contra mi felicidad, acercando ese tren funesto a mis días, a mi amada, a la erupción de delicias compartidas, a la paz que restaña contrariedades y tensiones…
Que si es pánico esto, lo es, es que la desolación que cubrió mi espalda y ojos como imberbe espectador de aquella aparente simple película, se me venía ahora… no en imágenes, sino como un real alud, devastando todo a su paso. No imagino, nunca he querido siquiera suponer, lo que sería mi vida sin ti, vivirlo por espacios, en la certeza de volver a casa, ya ha sido difícil para superar minuto a minuto tu ausencia, para intentar con la mirada acercar las distancia de regreso a casa, para volar y sentir pronto la calidez de tus besos incendiando mi boca, para que se remuevan las raíces del volcán de pasiones que colisionamos juntos, para romper la orfandad de caricias y descargar todas las ganas de recorrerte y volver a pintar de mis tremores toda tu piel.
Tú y yo somos los protagonistas de la mejor historia de amor jamás contada, no pudo con nosotros el tiempo ni distancia alguna, no puede mi pluma, intentar describir la exquisita experiencia de amarte y de sentirme el hombre privilegiado de saberte mía, de poder tejer contigo todos los sueños y las ilusiones más utópicas.
Se equivocó de ruta ese fantasmagórico tren que atisbaba nuestro hogar, no renunciaré jamás a pelearle a la vida este espacio único en medio del universo, que juntos desde siempre en lo que reste de nuestras vidas, vamos a seguir visionando con datos ciertos, cada sueño contigo ambicionado, tú eres mi fortaleza y mi más caro aliento y voy a ser el mejor soporte para tus momentos de quiebre, de confusión, voy a estar allí mi amor, vamos a estar juntos y todo va a estar bien.
No pueden haber trenes que se lleven nuestra historia, el tiempo tiene los mejores años para construir nuestras vidas, tenemos tanto que revisar en la memoria de los años que no estuvimos juntos, hay en tus manos el bálsamo de luz y energía que necesitan mis días, mi cuerpo, la inspiración, tengo en tus ojos, el remanso de quietud y esperanza que abre alamedas de nuevos horizontes e ilusiones en nuestro futuro, siento en tu piel y desde toda tu geografía, la vibrante fuente de todo el amor con que soñamos; tienes en mi pecho todo el amor y el lecho de descanso para esos días solariegos en cualquier rincón del planeta, con tu sonrisa de cobijo, el alimento de tus besos y ningún tren que no tenga asientos para los dos.
Estamos juntos mi cielo y eso es todo lo que importa…
Poeta

Cuentos :  De bicicletas y limpiabotas
De bicicletas y limpiabotas

El inmisericorde sol caribeño depositaba su candente beso sobre los techados de zinc en la calle Quiñones. En una de los patios traseros, dos jovencitos trabajaban de forma febril con un martillo que denotaba algunas escarchas de óxido, unos herrumbrosos clavos y un serrucho. Un viejo árbol de mangó francés filtraba el viento cálido y salitrado de la mañana hasta convertirlo en una fresca brisa y de paso protegía con su generosa sombra a los adolescentes. El árbol en una que otra ocasión les obsequiaba con unos de sus jugosos y fibrosos frutos. Tan absortos estaban en su faena que no escuchaban la octogenaria y gutural voz de la abuela de miope mirada y gruesos espejuelos tipo lupa urgiéndoles subir a almorzar o al vendedor de pan de mayorca que recién acaba de incursionar al barrio con su pregón muy particular, "Aquí está el canario cantándole y vendiéndole el pan de mayorca". Habían logrado clavar dos tablas de forma pentagonal a cuatro rectángulos de madera con bastante esfuerzo y poca paciencia. Lo más difícil aún les esperaba, dibujar la suela de uno de los zapatos del tío Julián en la madera y luego cortarla y atacharla a la parte superior del cajón de limpiabotas.

Lugo de terminado el cajón, procedieron a llenarlo con las herramientas tipicas de trabajo del limpiabotas; dos cepillos grandes, canecas llenas de anilina negra y marrón, una botella de alcohol con una negra carabela en su etiqueta, betún jockey del mismo color que la anilina, tambien introdujeron cepillos dentales ya desechados dentro de las canecas.

No ingirieron alimento alguno e hicieron caso omiso a la abuela que seguía suplicando que subieran a almorzar del arroz blanco con tocino, habichuelas coloradas marca Diablo y huevos fritos que había confeccionado en su estufa de gas kerosen… porque el único pedazo de carne que había pertenecía al tío Julián que era el que llevaba el pan y sustento a la casa con su trabajo de aguador en el purgatorio verde del cañaveral.

Salieron de la vivienda y se encaminaron hasta la plaza pública lugar donde se reunía la aristocracia del betún y la anilina negra. El día para los limpiabotas parecía no estar muy bueno, los veteranos jugaban a los topos o al póker las exiguas ganancias del día, los más jóvenes, se dedicaban a correr patines o a saborear una dulce piragua del carrito de Marcelo el piraguero, clientes no había ninguno. La ilusión de la bicicleta que comprarían (Schwinn Majestic negra, con rodilla mecánica, brillante foco eléctrico propulsado por un dínamo adherido a la goma trasera) con su trabajo de limpiabotas se esfumó con la aparición de Millo; un hombrecito rechoncho; de pronunciado vientre, camisilla blanca, sombrero de chulo de barra y diente de oro 24 kilates, que recibió a’’ los queremos ser limpiabotas por favor’’ de manera no muy cordial.

__ Muchachos, ¿dónde carajos piensan enterrar el muerto ése que traen en el cajón? porque que yo sepa el cementerio queda en la carretera 31, apostilló el grasiento limpiabotas.

__ Señor, no llevamos muerto alguno, venimos a ligar pares y a brillar zapatos aquí a la plaza, expresó timidamente uno de los
adolescentes.

__Por donde tienen el culo, pongan la cara y arranquen pa’carajo, eso que traen cargando entre ambos no es cajón de limpiabotas, más bien parece caja de muerto; en el mejor de los casos tiene pinta de cajón de carpintero y ¿además quién les dio permiso a venir aquí?, expresó el limpiabotas en tono burlón.

Los Abadía ni chistaron, se marcharon a toda prisa de la plaza, no había por qué discutir con Millo, el hombre había estado preso, tenía un tatuaje que decía "Pérdóname madre mía" en el brazo izquierdo y otro más en el antebrazo con una cruz que rezaba, "Vive tu vida, no la mía" En los 60’ tener tatuajes era privativo de las mujeres de la vida, los proxenetas o algún militar loco recién licenciado de Viet- Nam, en el caso de Millo su segundo oficio era el de proxeneta, con la salvedad que la única Maritornes que poseía era su esposa a la cual vendía en las noches. Además exibía con orgullo media docena de cicatrizes de sable en distintos puntos desde la cara hacia el ombligo. Mejor largarse pensaron los adolescentes antes que contrariar más al limpiabotas.

Los jovencitos observaron detenidamente el cajón que con tanta dilgencia se habían dado a la tarea de construir y pudieron constatar que era cierto lo que decía Millo; el cajón era demasiado grande. La eventualidad no aminaló a los adolescentes, todo lo contrario encendió su entusiasmo por conseguir algunos dólares con el enorme cajón y de paso vengarse del limpiabotas proxeneta. Se detuvieron en la panadería en la calle Betances, ayudaron a los panaderos a envasar galletas palurdas en bolsas de papel, labor que fue recompensada por Cumaná que les obsequió una libra de pan buchipluma recién horneado.

Cumaná además de panadero era músico del bongó, tocaba en la banda de Don Paco Duclerc, era famoso porque durante una presentación en un programa por la emisora WALO de Humacao, al preguntársele al aire que cómo estaba el sabroso ritmo caribeño que interpretaban, su contestación fue…’’ este ritmo es mejor que cagarse’’. Desde ese suceso perdió su trabajo de bongosero y tuvo que dedicarse al sudoroso oficio de panadero.

Los preadolescentes se allegan al negocio de Felito Mendoza donde compran una lata de sardinas "tinapas" y dos Kolitas champán y hacen un emparedado con las tinapas y el pan. Finalizado el frugal almuerzo, se les ocurre que si no pueden brillar zapatos en la plaza, lo mejor entonces era llevar el servicio a domicilo como hacían los revendones de pan, frutas y carne de cerdo.Caminan calle Betances hacia arriba y doblan hacia la calle Celis. Su primer cliente son las maestras Ramos, las cuales fungían tambien como directoras de las Niñas Escuchas. Los "queremos ser limpiabotas por favor" hacen su agosto pues las profesoras tenían cuatro pares de zapatos que recitaban con urgencia de anilina negra para esconder los rayazos. Reciben $1.50 por su primer trabajo del dían que era muchísimo más que lo que un buen limpiabotas conseguía ganar en medio día de trabajo. La estrategia es todo un éxito, en bares, billares, barberías consiguen clientes; es entonces que deciden llevar su negocio ambulante hasta la casa Parroquial.

El Padre Belló no era un sacerdote latinoamericano común y corriente, no porque se pareciera a Camilo Torres Restrepo o a Arnulfo Romero. Lo más notable en él era que durante las fiestas a Nuestra Patrona La Virgen del Rosario subía a la tarima donde después de apurar una botella de vino y media caja de cerveza con su cara redonda y roja profería con voz de trompeta y R velar ‘’ Puerto Rico, la India está buena, buena, buena( refiriéndose a un comercial de televisión sobre nuestra cerveza nacional). Poseía una mirada un tanto rara que en ocasiones dejaba escapar por algún recodo una mujer ansiosa de cruzarse con una buena descarga de testosterona y caricias masculinas.

___ No puedo daros mis zapatos Sundial para brillar, bien sabeis que Enrique es limpiabotas, comprended que se pondrá furioso si otro limpiabotas hace su trabajo, expreso el párroco con voz afectada y con aquella mirada de mujer coqueta y ansiosa por salir de aquel cuerpo que equivocadamente le había sido asignado.

__Además, continuó diciendo, vuestras mercedes últimamente no se les ve en la misa de niños de las 11:00 am los domingos, y cuentan que os habeis robado los panes de hostia para comerlos con Royal Crown junto a los nietos de Doña Benedicta.

__ Debeis ocuparos más de confesar, comulgar y dejar de estar cometiendo semejantes sacrilegios.

Enrique era el monaguillo de confianza del Padre Belló además de ser ahijado del padre, limpiaba zapatos y vendía marihuana en la plaza.Un buen día llegó a su apartamento en Villa Cuernos con más humo en la cabeza que de costumbre y dejó un cigarrillo de cannabis más gordo que su dedo índice en el cenicero. Su abuela, doña Bitó Nieves, nonagenaria, adicta al tabaco y los puros, tomó el cigarrillo de marifinga creyendo que era uno de sus habanos y se lo fumó completo, hubo que quitarle el caldero de arroz con longaniza, pues por poco se le come todo por el efecto de la droga. También mascullaba en medio de una risa incontrolable rumbo al hospital

__ ¡Enrique dame otro tabaquito de esos, jamás había estado tan contenta desde que cogí la jienda con caña luego que tu abuelo se marchó con la corteja que tenía en Salsipuedes!

El regaño y acusación del cura unido a la negativa de que los jóvenes lustraran sus zapatos, condujo a los ‘’queremos ser limpiabotas’’ nuevamente a la plaza de recreo. Pasan frente al banco donde Millo ejercía su oficio y el mas atrevido de los preadolescentes le estruja a Millo en la cara, que gracias a no querer dejarlos brillar en la plaza ya tenían en el día de trabajo algunos diez dólares.

___¿ Cómo, que han hecho siete dólares, si nadie aquí en la plaza ha hecho más de dos dólares, expresó Millo con cierta incredulidad.

____ No dije siete, dije diez dólares, ofrecimos el servicio casa por casa a los Garzot, los Fernández, en el billar de Pedro, en la barbería de Guiche y así por el estilo, expresó el atrevido.

____ ¡Mira, muchacho hijo e’ puta, toda esa gente que has mencionado son mis clientes de muchos años, si es verdad lo que dices,los voy a joder, les daré una catimba que ni sus madres los reconocerán!, expresó el proxeneta lívido por la ira.

Los preadolescentes quedan petrificados por la amenaza y con los ojos más abiertos que caballito de machina. Próximo a convertir en buena su amenaza, la humanidad repleta de colesterol de Millo es atropellada por el Indio de Urania que huía como loco de Gulembo, que blandia amenzante un 6 tiros calibre 32.

Gulembo era cantante de salsa y compositor pero precisamente no era muy angelito que digamos, su canción Pronóstico del Tiempo aún se escucha por las ondas radiales, un bolero clásico de la denominada Época Dorada de la Salsa.

El Indio de Urania buscó refugio en la pizzería de Joe, con Gulembo halando el gatillo del viejo revólver. Todo el mundo se tiró al piso en el negocio y la plaza quedó desierta, incluyendo dos jovencitos que cargaban un cajón de carpintero y corrían como poseidos dejando caer unas botellas de anilina y alcohol en su atropellada carrera . Un ángel siempre defiende a los más inocentes, el negocio estaba repleto de chicos y adolescentes.

El revólver mascó las primeras 5 balas y sólo una pudo abrirse paso a través del metal del cañón, para centésimas de segundo mas tarde anidarse en una de las paredes del negocio.

La tarde comenzaba a morir sobre los tejados del pueblo, los "queremos ser limpiabota" más sosegados, caminaban hacia la Quiñones con las manos y caras ensombrecidas por el betún, pero con su aura resplandeciente. En sus bolsillos cargaban una pequeña fortuna de $9.55 y habían tenido una experiencia única. Habían tenido su primer encuentro con el trabajo y de paso habían incursionado en mundo de los hombres, aunque sabían que sería su primer y último día como limpiabotas.

No importaba, entendieron que ese mismo día la vida le cambiaba, se sintieron por primera ocasión seguros de sí mismos y satisfechos por virtud del puñado de monedas con caras de presidentes estadounidenses; el sueño de la Schwinn Majestic negra, rodilla mecánica y brillante foco delantero, propulsado por el dínamo en la rueda de atrás comenzó a tornarse en realidad.[img align=left width=300]http://files.luis-edgardo-rivera-abadia.webnode.es/200000073-b8a9db9a85/bibi.jpg[/img]
Poeta

Cuentos :  ¿cómo extrañar algo que no se conoce? (fragmento).
Quisiera decir que me conoces. Quisiera decir que te conozco más allá de nuestros silencios. Quisiera saber que encuentras en mí en lo general y en lo particular. Quisiera decir que encuentro en ti en lo general y en lo particular. Pero como bien dicen: “eres una estrella fugaz” que viene por las noches solo para desaparecer por las mañanas. Quisiera saber porque te quiero sin conocerte más allá de nuestras sabanas. Quisiera saber si tú me quieres. Quisiera saber porque ahora que duermes en mis brazos siento que te extraño.
Poeta

Cuentos :  1! cuento positivo
……El sábado 21 de marzo del 2.015 en la Plaza Belgrano del Barrio Centro de San Salvador de Jujuy….Juan un niño de 5 años se perdió…su madre Flavia se preocupó un montón…

….Entonces ella en su desesperación, lo buscó a su hijo en todos los sitios que pudo…se sintió desorientada…porque nadie lo viò…la situación parecía desesperante…

…En esa situación estuvo durante varios dìas dando notas a los medios de San Salvador de Jujuy…como Canal 7, Canal 2, Radio 2, Radio Visión, el Tribuno de Jujuy y el Pregón de Jujuy.

…Llamó su marido Pablo y él lo busco en todos los lugares junto con sus familiares…los dìas y las horas pasaban y no lo encontraban a Juan… no pasaba nada con su aparición…

…Después lo buscaron en los hospitales Pablo Soria y el de Niños y no pasaba nada bueno hasta ese entonces…se encontraban sumamente preocupados porque seguían sin haber noticias alguna del niño…

…Posteriormente la policía de la Provincia entró en acción en su problema, porque se radicó su respectiva perdida dentro de los plazos legales establecidos, es decir en las 24 horas después de sucedida su desaparición personal…

…Sus familiares también lo buscaron en el Neurosiquiatrico “Néstor Sequeiros” del Barrio Mariano Moreno de San Salvador de Jujuy en diversas oportunidades….

….El panorama hasta era sombrío pero sus familiares no dejaron de orar porque eran cristianos…ellos oraron así: “Padre celestial te pedimos por nuestro niño querido Juan, te pedimos por su pronta aparición, Padre perdona nuestros pecados, Padre bendito te alabamos porque sos el Dios de los propósitos buenos, Padre bondadoso te agradecemos por todo los que nos das y por lo que nos quitas todos los dìas Señor nuestro, Padre santo te alabamos porque creemos en Vos, Padre querido te alabamos porque sos nuestro Dios de la Fe, la Esperanza y el Amor, por Jesús, amen”…

…….Oraron al Dios verdadero en múltiples oportunidades y el Dios verdadero finalmente les devolvió a Juan su preciado niño, quien todos estaban esperando su retorno por horas…..Finalmente volvió la felicidad para todos en la familia……..y colorìn colorado este hermoso cuento ha terminado….
Poeta

Cuentos :  MARIA Y DAVID
MARIA Y DAVID.
(Cuento)

Ha llegado la temporada navideña tan anhelada por la humanidad; es hora de adornar el árbol navideño, y colocar el simbólico nacimiento para esperar la llegada del niño Dios; las posadas, los festejos, regalos, las efímeras gratificaciones o aguinaldos para pagar deudas, adquirir casa, o carro nuevos, las convivencias para departir a la mesa, compartiendo el pan y la sal con la familia y los amigos, los que están y los que llegaran de lejos, en fin.
María es una niña de nueve años rubiecita de ojos azules como el mar y David de seis años blanco con pelo ensortijado y castaño, ambos son hermanos, unos niños muy estudiosos, sus padres nunca tenían queja de ellos, ni en escuela, ni en su comunidad; crecieron en un núcleo familiar creyente, bien estructurado y nada agreste, su padre de nombre Carmelo, de presencia y personalidad recia, un hombre de lucha y brega, laboraba en una empresa en el departamento de conservación y mantenimiento, erudito en la albañilería, plomería, carpintería, electricidad, así que nunca le faltaba el trabajo, pero tenía un defecto muy grave, fumaba tanto que parecía la emisión de una ladrillera, su dentadura lucia amarillenta al igual que sus uñas y dedos; y la madre llamada Petra, una mujer grácil de tez blanca, de grandes ojos azules y cabello rubio ensortijado, estaba plena y totalmente dedicada a los quehaceres del hogar y su familia, aparentemente tenían una vida feliz y económicamente holgada.
Una fresca mañana de Octubre, Petra se levanto con un fuerte dolor en su espalda, sin pensar más nada la llevo Carmelo al hospital del sector salud, le hicieron exámenes médicos desde la punta de los cabellos, hasta los dedos de los pies. A los pocos días le llamaron a su domicilio para darle una cita médica a la que acudió puntualmente; se le veía desmejorada y tenía demasiada tos, el médico la invita a tomar asiento y le da la infausta noticia, de que estaba padeciendo un cáncer pulmonar avanzado, en fase terminal. Ella escucho la voz del médico como en lontananza. y sintió el vacio bajo sus pies, no daba crédito a lo que le decían, se puso en pie perdiendo el conocimiento de la impresión.
Petra jamás había fumado, siempre fue cuidadosa con su salud, pero el médico la diagnostico como fumadora pasiva. Finalmente fallece en el mes de Noviembre perdiendo la batalla contra ese terrible mal, que aqueja a millones y millones de seres humanos en el mundo.
María y David que por la misma razón, sufrían de una afección alérgica, quedaron al cuidado de su padre Carmelo, este hombre nunca se perdono el haber propiciado la enfermedad de su querida e inolvidable esposa. Entonces aquel hombre empezó a refugiarse en el alcohol, perdiendo el único sustento de su familia, el trabajo; se fue de casa olvidando que tenía dos pequeños hijos que precisaban de él, convirtiéndose todo en una vorágine, nadie volvió a saber de Carmelo. Pasaron los días y los niños ya no tenían que comer, su hogar no era el mismo, y como ya no había quien pagara la renta, los desalojaron por obvias razones. Los pequeños se fueron a vivir en condición de calle, limpiando carros y buscando en basureros lo que podían para subsistir.
Los padres de Carmelo vivían en Santa María del Tule, un pequeño pueblo de Oaxaca, al sur de la república mexicana, pero no falto quien les avisara, a los abuelos paternos, lo que estaba sucediendo con sus nietos.
Los abuelos llegaron a la frontera de Mexicali, Baja California, para saber de su paradero, buscándolos por las colonias más cercanas en donde se localizaba la que alguna vez había sido su casa, entre indigentes, hospitales, albergues, delegaciones, sin éxito alguno.
Ya había entrado el mes de Diciembre y los abuelos preocupados, seguían sin saber de los niños, mucho menos de Carmelo el hijo de estos, y cansados de tanto navegar, se regresaron a su natal Santa María del Tule Oaxaca, muy tristes y pensando en lo peor.
Una noche fría y húmeda de Diciembre, María le dice a su hermanito —David, tengo hambre y frio y tu estas igual que yo, ya no podemos seguir así, vamos a entrar a esa iglesia grande que está ahí en la acera de enfrente, para pedirle a mamá que está en el cielo con Dios, que papá regrese, para que estemos juntos en esta navidad como el año pasado– ¿lo recuerdas? decía María con lágrimas en sus ojitos, —rompíamos la piñata y después nos sentábamos a la mesa a degustar la deliciosa cena que mamá preparaba; tamales, pavo, buñuelos, bacalao y romeritos; llegaban nuestros abuelitos de Oaxaca y cenábamos todos juntos con la presencia del niño Dios, como decía mamá—.
Al fin Carmelo fue en busca de sus hijos, a la casa que por mucho tiempo, habitaron en la frontera de Mexicali, Baja California, pero al no encontrarlos pregunto a los vecinos por ellos y le contaron lo sucedido…que hacía semanas no veían a los pequeños. Le —dijeron— que se dieron cuenta cuando los abuelos, habían estado ahí buscándolos, auxiliados por la policía, sin conseguir su aparición—
Entonces Carmelo en su desesperación enajenada, en lugar de llamar a sus padres por teléfono, pidió apoyo económico para trasladarse a Santa María del Tule Oaxaca, a la casa de sus padres, pensando en un milagro de Dios, y encontrar a sus hijos ahí, además el sentía que precisaba de una palabra de aliento y del abrazo de sus padres.
Mientras en la otra entidad, María y David, se refugiaban dentro de aquella iglesia, implorando, misericordia. María oraba junto a su hermanito,…— “Niño Dios, mi corazón me duele de tanto sufrir, dile a nuestra mamá que traiga a mi papito, que lo necesitamos mucho, que no tenemos casa, ni comida, ni siquiera una cobija para resguardarnos del frio y afuera llueve mucho; por favor, por favor, gracias—”.
De pronto entro el mosén de la iglesia, los miro fijamente vio que estaban en desamparo, y les pregunto… — ¿muchachos ya es tarde que hacen aquí?, en su casa deben estar preocupados por ustedes, a lo que los niños contestaron… — no tenemos casa, mi papá está perdido y nuestra mamá murió el mes pasado. Entonces el mosén dejo que pasaran la noche ahí, los llevo hasta el comedor, les ofreció una rica merienda con una taza de un rico y espumoso chocolate caliente, la cual devoraron.
Al día siguiente les dijo el mosén—pediré a mis muchachos del coro de la iglesia que les tomen una fotografía y la envíen a las redes sociales, además los llevaré a la receptora televisiva, tal vez alguien los reconozca, y puedan apoyarnos para dar con el paradero de su papá o de sus abuelos—.
Afortunadamente los vio uno de los vecinos que hablo con el papá de estos niños, cuando llegó a la colonia y emprendió la búsqueda. Afortunadamente el vecino contaba con el número del teléfono celular de Carmelo, cuando los vio por la televisión, de inmediato llamo a la transmisora, dando aviso también al papá de los pequeños, que de inmediato le contesto, desde Santa María del Tule Oaxaca.
Carmelo le informo a sus padres, y ellos le proporcionaron el dinero para que recogiera a los niños y se regresaran a Oaxaca, tomando el primer vuelo hacia la frontera de Mexicali, Baja California, para dirigirse a la iglesia en cuestión, en donde el párroco, los tenía en custodia.
La televisora dio parte al mosén el cual se puso tan contento, que de inmediato les comunico a los niños que su padre llegaría en cualquier momento, y que tenían que darle gracias a Dios por el milagro concedido; ya que solo quedaba una semana para el advenimiento del niño Dios, y que gracias a él, pasarían una navidad en unión familiar.
Así fue, su padre los llevó al seno de los abuelos, en donde no podían estar mejor acompañados, de tíos y primos, pero sobre todo con el recuerdo de su querida madre Petra.
Todos unidos adornaron el nacimiento dándole gran luminosidad y el verde abeto perfumado a, bálsamo de la meca, o bálsamo de Canadá, el cual al aspirarlo, da vida al espíritu, y el verde esmeralda, da color a las festividades navideñas.
Y entre algarabía, villancicos y luces de bengala, rompieron la tradicional piñata en forma de estrella con siete picos, repleta de colación, saborearon la cena de Nochebuena, roseada de oraciones, abrazos amorosos y buenos deseos; que no es otra cosa, que el amor de Dios, simbolizado a través de nuestras propias familias y amistades verdaderas.
Los niños son el futuro prometedor del mundo, por ende, deben ser valorados protegidos y respetados; porque en ellos se refleja la paz y el amor de Dios.

Cuento de Navidad.

Autora: Mónica Lourdes Avilés Sánchez.

FELIZ NAVIDAD Y VENTUROSO 2015
Poeta

Cuentos :  La bruja de tres caras
En una casa abandonada y vieja
falta de ventanas y piso de tierra
vivía la hechicera de tres caras,
no tenía nombre para que nadie la nombrara.
Ella era una malvada bruja
que a los muñecos de trapo les enterraba agujas
para embrujar el corazón de cualquiera
que al andar con ella no quisiera
ni siquiera ser su enamorado;
aunque en realidad a nadie le hubiera gustado
estar con quien hace de la indiferencia
un arma destructiva usada con frecuencia,
siendo el platillo del día el maltrato
que sin pedírselo ella lo sirve de inmediato,
este servicio nunca se termina
y de momento se ha convertido en rutina.
Cuando alguno viene y la rechaza
ella enseguida con su conjuro amenaza
y va regando desdicha sobre ese cristiano
hasta dejarlo convertido en un simple gusano.

Una vez movió su nariz alargada hacia el lado
retorciendo la niebla cuando la trajo a destiempo
convirtiendo así en poco tiempo
a un mancebo en un sapo avejentado.
Le dejó dormitando sobre las piedras del río
dentro de su alma le creó un enorme vacío,
le atontó el corazón hasta sacarle los sentimientos
y los transformó en las letras tristes de este cuento.
Abandonado a su suerte continuamente croaba
era un llanto tan triste que nadie lo escuchaba
porque de día o de noche el murmullo del agua
sonaba tan fuerte como el motor de una guagua.
Y aquel anuro concho y cansado
esperando sin ayuda se quedó varado
dando así por terminada la esperanza
de salir de ese hechizo y ganar confianza
para volver a ser normal como antes;
pero de pronto vinieron sueños constantes
en donde veía llegar a una bella mariposa
que le preguntaba- ¿Quién hizo esta cosa
de convertirte en rana? ¡Esa brujería desapruebo!
Anda, dime porque hasta saber no me muevo.

El frío reinante resultaba ser intenso
y el sapo despertó quedándose en suspenso.
De repente escuchó la horrible carcajada
de la bruja de tres caras acercada,
La corriente se detuvo… Y el arroyuelo asustado,
pensaba que ya el mundo se había acabado,
las piedras temblando lanzaron gritos
que a los oídos del bosque les parecía inaudito,
los árboles corrían desesperados por camino errado
porque a ella todos le temían demasiado.
La bruja de tres caras con su escoba misteriosa
se mostró asustada cuando vio a la mariposa
y se fue volando, y gruñía maldiciendo,
mientras el escuerzo observaba lo que estaba sucediendo.
Cayó la tarde de ese espantoso día,
solo el sonido apacible del bosque unía
al silencio majestuoso con el manto nocturno
posándose sobre los anillos de Saturno,
invitando de nuevo a soñar en el sereno
colmado de estrellas distantes y cielo pleno.
Los agujeros del anuro fueron cediendo poco a poco
y apareció de nuevo este sueño que coloco
ante los ojos asombrados de un lirio.

Desbaratando hechizos, sanando el martirio
de aquel anfibio caído en desgracia,
la mariposa reaparece y con suma eficacia
se transforma en la princesa que la hechicería revierte
y a aquel sapo a mancebo convierte…
El final llega a esta historia,
pues la bruja no tuvo escapatoria
y fue enviada a vivir en el valle del lamento seco,
donde sus carcajadas se mueren con el eco
de los trinos de las aves y la caída de la cascada.
La princesa ya está felizmente casada
con aquel príncipe quien por la bruja fue hechizado;
en conclusión este cuento va a ser finalizado
con las tres caras que en la ocasión se metieron
y en complicadas posturas se convirtieron.

Julio Medina
12 de diciembre del 2014
Poeta

Cuentos :  EL CANASTO PINTADO A MANO.
EL CANASTO PINTADO A MANO.

Prudencia era una mujer viuda, tenía dos hijos casados y nietos a los que adoraba, pero ella vivía sola, así que tenía toda la libertad y el tiempo de sobra; había trabajado por años hasta que se jubilo y pudo disfrutar más de su tiempo libre.
Prudencia, tenía el habito de ser compradora compulsiva, pero no en cualquier tienda, no… le fascinaba y era amante de los bazares; en el lugar donde vivía los conocía todos, los habidos y por haber.
También le gustaba viajar y en cada lugar que visitaba, antes que cualquier otra cosa, preguntaba por los bazares, no le interesaba conocer la cultura ni la belleza de los lugares, solo le emocionaba saber que iría a conocer algún bazar. Cuando entraba en ellos daba vueltas por todos lados, como una niña con muñeca nueva; enloquecía, quería llevarse todo lo que encontraba a su paso.
Regularmente viajaba con amigas, las mismas que le decían, —Prudencia, no puede ser que no te interese ver lugares bellos, solo bazares—. A esta mujer le encantaba abrazarse a los recuerdos ajenos.
Para su suerte un día cerca de su casa, inauguraron un enorme bazar, había objetos valiosos, verdaderas reliquias. Cuando entro volteaba a su derredor con desesperación, porque para ella era como andar en Disneyland Paris; no sabía por qué objeto decidirse, pero jamás salía con las manos vacías; eso sí que lo podía prometer.
De pronto volteo hacia una mesa, como si le hubieran tocado el hombro, y ahí estaba un bello canasto de mimbre pintado a mano, cuando lo quiso tocar para levantarlo, sintió como un hormigueo en la palma de la mano y encogió el brazo de inmediato, la amiga con la que paseaba ese día, era Pamela, y le dijo—Pamela, me gusta ese canasto, lo quiero para colocarlo en la mesa de mi comedor, Pamela que bien la conocía, sabía que no habría poder divino que la hiciera desistir.
La amiga se acerco a dicho canasto y al tocarlo, sintió lo mismo que Prudencia, ese hormigueo raro, y tuvo un disenso con Prudencia le —decía—no te lleves esa pieza, siento algo extraño como un mal presagio, y la compradora compulsiva le contesto,— no pasa nada, me encanta y lo voy a comprar—.
Camino a su casa vio como enzima del canasto, caía como pequeña lluvia de polvo dorado, Prudencia abrió los ojos grandes y dirigió su vista hacia su amiga, que por supuesto había visto lo mismo; llego la noche, Pamela se despidió y se fue a su casa, y ella que vivía sola, se dispuso a descansar—pensando—que tal vez no debió haber comprado la pieza; pero que si se decidía, iría al día siguiente al bazar para regresarlo.
A medias de la noche empezó a escuchar una música suave, se levanto y se fue siguiendo la sonoridad que provenía del comedor; cuando se acerco a la mesa, se dio cuenta que salía de aquel canasto.
Horrorizada se —preguntaba— ¿qué es esa música?, ¿por qué hace eso? si solo es un canasto; Al querer quitar la tapa, volvió a caer la pequeña lluvia de polvo dorado y de pronto, se escucho una voz que le decía, — no todas las antigüedades que veas las quieras hacer tuyas, ya que antes tuvieron dueño y en ocasiones las vibraciones pueden cambiar el entorno, y no ser las adecuadas para todos— y continuo diciendo…
—La lluvia dorada son mis lagrimas y mi canto es de dolor, porque la mujer a quien le servía para guardar sus recuerdos, lloraba y platicaba conmigo; conocí su dolor, esa mujer murió acariciándome, mientras que en sollozos, veía fotografías amarillentas, de la gente amada que la abandono—.
Al amanecer Prudencia abrió los ojos exaltada, se sentó al filo de su cama, inclino la cabeza, y —pensó— que bueno que todo fue un sueño, un terrible y triste sueño.
Se encamino hacia el comedor, se sirvió una taza de café, y se quedo pensativa mirando aquel bello canasto y —preguntándose— ¿por qué no puedo asir este objeto? qué raro, lo voy a destapar pase, lo que pase.
Y aun cuando le trasmitía los pequeños hormigueos en la palma de las manos y como lluvia caía aquel polvo color oro y la suave música que emitía, logro quitar la tapa.
Pero cuál sería su sorpresa, que dentro de aquella pieza que Prudencia había adquirido con euforia, se encontraba la fotografía de aquella mujer dueña y señora del bello canasto pintado a mano.

Prudencia tomo la fotografía en sus manos, y —pensó— que hermosa era esta mujer; cuando de pronto recibió una llamada de su amiga Pamela, ella le conto todo lo sucedido, entonces la amiga le aconsejo que quemara la fotografía para que la desconocida mujer, pudiera descansar en paz.
Ella tomo la fotografía y la quemo, como le había aconsejado Pamela; después de eso jamás volvió a suceder nada.
Esa experiencia fue tan fuerte para Prudencia, que así misma se prometió, — nunca más comprar en bazares—.
Los objetos de bazares, e indebidamente las personas mayores tienen una similitud, están inmersos en recuerdos y en ocasiones, también de cierta forma mueren en el abandono total, por considerarlos inútiles.

Cuento de reflexión.
Autora: Mónica Lourdes Avilés Sánchez.
Derechos de Indautor
País México.
Poeta

Cuentos :  Phylantropox... (Ciencia Ficción)
PHYLANTROPOX
(Ciencia Ficción)

El metal brillaba transparente como el viejo sol
de la tierra despoblada. Se había autorreparado
cuidadosamente y bebido un buen trago electro-
magnético añejado, flotando ligeramente contem-
plaba la luz del nuevo sol que subía radiante por
las pantallas. El aroma de las moléculas fluorescentes saturaba el ambiente digital de sus neocircuitos
regenerados con el fluido vitalizante, y su memoria
ultrasónica se dejaba registrar de tiempo en tiempo
casi fotónica, como una nueva propiedad de su gas-
tado organismo biomecánico readaptado por el
ciclo primaveral controlado.
Aquel espacio temporal no amenazó con disolverse.
Esta última luna era la que le crispaba en un aspecto
cuántico los valores nanométricos de la ética binaria.,
pues bien sabido es que Phylox, en cuanto concluía
sus labores a las x:13 , se internaba en las nubes in-
formáticas del planeta hasta quedarse casi transparen-
te, hecho un filamento energético. Pero en aquel espa-
cio, sentíase alegre con el suave transcurrir electrónico
emotivo de su mezcla temporal, despertándose efímera
su ancestral memoria y escuchaba el canto de un zen-
zontle mecido en un microsueño perdido en el tiempo.

De pronto se oyó un tropel, y frescas ondas lumínicas
transmitían:
__ ¡Por aquí!__ Detener el flujo, descender...

Y tres seres biomecánicos, semisólidos flotantes,
doblaron la esquina y pasaron en turbión.
Uno de ellos volvió su rostro-receptor, y viendo el
sitio poliédrico, exclamó:
__¡Detectado!__ ¡Un espacio de regeneración!...
Yo me detengo y solicito servicio mientras ustedes
se recargan, y si me demoro, los alcanzo en el tele-
transportador.

__ ¡Registrado y automático!__ le señalaron,
en tanto que el viajero se dirigía a Phylox:
__ ¿Puedo solicitar servicio?.
__ ¡Con retribución compatible!. Aceptado y claro,
respondió Phylox, molecularmente ágil y cálidamente
siniestro.
__ ¿Es un servicio estándar solamente?.

El viajero se autoconsultó en su nivel primario
y dijo:
__ Cableado, aceite plastificado y digital terciario.
¿Tienes experiencia práctica?.
Voy a una reunión presencial en el asteroide Centauro
Alfa 393 y deseo estar actualizado. No tuve espacio en
el tiempo paralelo.

__ ¡Satisfacción garantizada!. Y acorde al último
tratado intergaláctico Y-175. Solo que dijo analizando
los microcircuitos y los elementos biomoleculares progra-
mados del cliente___ Mis instrumentos están mal calibrados
y tendrá que esperar algunos macrobiotz.

El viajero, que se había descubierto la unidad central de
proceso instalándose en el sillón antigravitacional giratorio,
dejó el collar de blindaje extendido en una gran toalla ató-
mica limpia y lubricada; se sintió contrariado vibrando a
esa escala; pero su presunción victoriosa le venció la impa-
ciencia y chasqueando dos apéndices ordenó imperativo:
__ ¡A darse prisa!. Y en tanto Phylox echaba a girar sus cálculos, memorias y logística espectral.

El viajero, era un ser de treinta siglos terrestres, y cumplía los requisitos cibernéticos indudables de autoría directa en la eliminación del último ser humano de integridad axiológica natural. (Progenitor gluconeogénico de Phylox).

El viajero había observado algo extraño en el ambiente pero fue incapaz de analizarlo por completo, y no obtuvo nada concluyente.
__ ¿Sabes, no tengo remordimientos de nada?.
Tal vez sean solo viejas fantasías humanas, pero ahora la autorreparación me fue imposible.
Tuvo un sobresalto cuántico y Phylox lo detectó.

__ ¡Nadie sabe que fui yo el ejecutor del último natural axios!. Se dijo murmurándose en monólogo supersónico. Tal vez eso sea. Tal vez...

Mientras el viajero estaba en esto, enervado en una
reflexión audible; Phylox escuchaba con avidez, con
oscilaciones subatómicas macabras, los ojos eléctricos, las manos magnéticas.
___ ¡Bendito creador extinto!. Era su historia...

La historia destructiva de sus biomoléculas, su desgaste progresivo, la inestabilidad electrónica. El deshonor y la infamia de sus primeros ciclos entrando y saliendo hirientes de sus microcircuitos desintegrados, como buitres electrostáticos, para anidarse en el núcleo interaxónico transmembranal, anulando periódicamente la autorreparación digital de probabilística axiológica.
Y aquel viajero, en ese espacio temporal, en ese matemático imposible, como un sueño cristalizado universal.

Estaba en sus prolongaciones magnéticas, como en sus manos, y exacerbando sus heridas cibernéticas internalizadas en el mismo bionúcleo, recrudeciéndose en la medida que terminaban
los análisis cada vez más minuciosos, restaurando memorias torturadoras, trastornando la eterna ley de retribución con las distorsionadas ideas de venganza humana y falible.
Pero él, no era humano natural en proporción del cincuenta por ciento. En su base metálica el brillo se opacaba pulsátil.
El viajero sonreía tranquilo en apariencia, pensando que aquéllo sería rápido y el collar de blindaje tan cercano le calmaba a ratos.

Phylox luchaba con microimpulsos destructivos, negras fuerzas retributivas subatómicas, espaciadas, culminando en un área temporal explosiva.
___ ¡Lo aprehenderían, lo reprogramarían, lo desactivarían,
y eliminarían todas sus memorias!.
No podría disfrutar del producto de su acción...
Pidió al viajero una suspensión animada de su curso
biomecánico nuclear un momento.
Y luego desintegró todo elemento biológico
de un solo tajo en el cuello del viajero, rápido, irreversible.

Finalmente Phylox superó la proporción de su naturaleza.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta