|
El viejo zaguán tiene más de medio siglo… Sus recias puertas de madera, son las mismas, que siguen dando la bienvenida, al pequeño patio interno, en el que también la luna es invitada, para ayudar con su luz, la tenue iluminación de la entrada… perfecto ensamble, para tus ojos, tus hermosos ojos resplandeciendo, iluminando hasta mi alma, abriendo en el corredor de entrada, casi como alamedas, luces trazadoras… para la magia y el encanto…
El viejo zaguán marcó entonces, cimientos, bases, raíces de ternura, cuando tras reaccionar a los destellos… de tan exquisita luminosidad, ahora era… tu boca, que tanto deseé, desde… aquella tarde que a mi vida llegaste, no sé cómo se perdieron los espacios y finalmente, tu boca… ¡Dios mío!, tu boca era una hoguera, en la que tan solo quería inmolarme…
El viejo zaguán, también fue el marco, en el que mis brazos encontraron, las alucinantes curvas de tu figura, estrechar tu talle, atesorar tu cara bonita, sentir con las púberes ansias… que era un ser afortunado, que pretendía atesorar el cielo todo, marco imposible para atesorar tanto… pero así lo siento, con sus espacios, tanto tiempo después, dejando siempre, que leviten mis ensueños y contigo, en mis recuerdos, cierre los ojos, para un nuevo beso que consiga fugar, ¡sí!, fugar de lo racional y simplemente, amarte en silencio, con tu silencio, como cuando las palabras eran inútiles, porque solo importaba, como ahora, nuestros besos…
Viejo zaguán… refugio bendito de este amor, que solamente se fue a crecer, a encontrar más ternura y pasión, para derrochar como entonces, sin importar, si el mismo infinito acabase…
|
Poeta
|
|
¡Qué bueno que existan!... Así: irreverentes, únicas, libres...
Brujas, brujas, brujas... Cuánto que se ha desgastado el vergonzoso estigma, de los criminales que las persiguieron, para finalmente dejarlas volar, aún más desafiantes...
Aquí entre letras también… Aceptando sus espacios y su inspiración, para explosionar sin límites, sus también infinitas: ternura, sus demonios, sus angustias y capacidad de amar...
Así que benditas brujas, las incineradas, humilladas, desterradas, torturadas... las idealistas, íntegras, valientes guerreras… nunca iban a poder detener su incesante florecimiento, desde el conocimiento y los nuevos desafíos... para hacer que acepten su definitiva presencia y condenen así mismos, por la irracional violencia del pasado...
Bienvenidas las viejas alquimias y conjuros, pero sobre todo bienvenida toda la magia y la fantasía de la mujer que crece sin barreras, que sigue rompiendo ataduras y horizontes...
Qué bueno que existan… y nos envuelvan en su hechiza perspectiva… Buen vuelo, buen viento, que jamás dejen de florecer en y con todos sus sueños...
|
Poeta
|
|
No ha pasado mucho tiempo, desde la inmovilidad forzada, para pretender que la memoria falle… no hace mucho que, millones de suspiros, de tantas miradas esperanzadas, se volcaron con ansias al campo, definitiva fuente de vida, esperanza, de saberes, medicina, de respuestas…
Desde ese silencio inesperado, extraño… roto tantas veces, por muchos, también extraños, cohabitantes de la naturaleza, desapercibidos, por nuestros ruidos, irrumpieron con sus sonidos, para ilusionarnos, para deleitarnos con sus tonos, para hacernos sentir que la vida sigue, que idealizar auroras nuevas, sin nubarrones, era una utopía que no acababa…
Desde esa siniestra trampa provocada, creímos que todos habíamos entendido, cuánto y cómo dependemos del bendito campo, nos prometimos que, cuando el virus sea arrasado, al regresar, íbamos a cambiar de conducta, a valorar de veras, lo que se nos brinda con tanto esfuerzo a manos partidas…
No es tarde para ser coherentes, consecuentes, que no nos cueste, angustia y más muertos, para reencontrar en la memoria al campo, ese oasis inagotable de futuro, de más sueños…
Mi tributo fervoroso al fértil vientre del campo, Pachamama, naturaleza, como quieran llamarle, pero también mi vehemente saludo, a ese ejército inmenso de héroes anónimos, de invencibles amazonas y gladiadores, quienes entregan su vida y fuerzas, para que todos tengamos vida… gracias infinitas...
|
Poeta
|
|
Porque solo al estrecharte entendí... que mis manos habían estado vacías de ti y mis caricias encontraron en tus formas, la locura exquisita de reinventarse y vivir los delirios de sentirte... Amo esto de soñarte despierto, saberte muy cerca sin desdoblarme, para volar junto a ti... Casi que siento la exquisitez de tener tu boca en la mía y alucinar… con todo lo que entre bocas se desata.
Juntarnos fue levantar un acta de vida, lo esperé, lo ansié con total devoción, ¡vaya colisión cósmica!, el mismo universo reordenando con furor, sus estrellas y galaxias, para tal conjunción… El primer circuitaso en mi columna, fue nuestro primer beso... el siguiente fue mucho más intenso y electrocutó todo mi cuerpo, cuando aferrándome con todas mis fuerzas, pude por fin estrecharte entre mis brazos... no quería soltarte un solo segundo, pero ansiaba mucho más tu boca...
Y entonces qué importó el tiempo… ese de la espera previa al cisma, quizás fue el suficiente, necesario, para la irrupción de este amor bonito, con el que habríamos de poblar el cielo, con más estrellas y suspiros, para llenar de nosotros, el amor y la alegría… para explosionar la ternura y todas las ganas juntas… para disparar todas las quimeras… para desde el delirio de lo compartido, reconocer una vez más la vida y sus raíces en nuestro amor… para romper el alba aunque se resista la noche y continuar explorando, inventando, apasionadamente ilusionados, en la absoluta certeza, que juntos, haremos nuestro el futuro.
|
Poeta
|
|
La aurora, a veces la lluvia, la puesta del sol, siempre la luna, la noche, los paisajes, la mujer… nos van a estrellar con su encanto y belleza, frente a un atado de emociones y sentimientos, que nos estremecen y no responden con rapidez, lucidez, racionalidad, con al menos alguna lógica…
Los sentimientos siendo intangibles… son aún más complejos y siento que prefiero no tratar de hacer disquisición alguna… sobre esto, que acaba con cualquier control, con las expectativas, con respuestas cuerdas, arrasa con la mente libre, el sueño, tu vida…
Pero, ¿qué, es esto?... que llegó y simplemente se apoderó de cada espacio, pensamiento, deseo, emociones mías… trastornando lo que el sistema límbico tenía y alrededor de tu presencia, ser otro… esto eres tú, mi amor, tu amor en mi vida.
¿Qué es esto?, tu amor, que es vida… No puedo entender que era antes de ti, pero intento, sin buscar explicaciones, vivir con todas mis fuerzas, esto que eleva, que pone colores, aromas, ansias en mí, para amarte sin límites y ser felices… No voy a discernir, ansío corresponder… derrochar, reinventar, siempre soñar…
|
Poeta
|
|
Dicen que: “los más bellos sueños se escapan de los cajones para volar a las estrellas...” Y yo no tenía cajones... así que construí uno, con mis mariposas muertas, con los restos de los agrestes otoños, las telarañas de la espera y los insomnios... hice una agarradera también, que tejí… con retazos de los remiendos de mi corazón…
Allí volví a intentar hacer y acunar, algo que se parezca mi más bello sueño, aunque sea en proceso de paciente espera, como la cigarra o como el umbral más oscuro, antes que estalle el alba... debía, tenía que llegar, no importa si como fugaz estrella, no iba a dejar de observar mi cielo, mis noches, o el viento que, entre flores y arbustos, podría traer tu perfume, quizás algún susurro tuyo…
La incertidumbre se quebró al fin… en silencio y, sin embargo, sentí como desgarrarse… en vuelo frenético, miles de aves, mariposas, suspiros también… sueño bonito, llegaste con versos de Neruda, eclosionando ramalazos de luz, en medio del día... ¿Qué importa el tiempo, la distancia?, ahora, incesantes se vuelcan alegría, sonrisas, se difuminan las sombras e irrumpen colores, aromas, el infinito gira, juega y canta…
Todo es ensoñador, mágico, esplendoroso… soñar así, despliega renovadas alas… soñar enternece todo cuanto llega contigo, para amarte siempre más, para soñar juntos y juntos construir cada día, este sueño bonito, para hacerlo eterno…
|
Poeta
|
|
Huelgan los detalles de cuánto produce, el campo, es ese hábitat bendito, fértil, donde para muchos, todo empezó y todo se multiplica y crece… Es el espacio mágico, donde brota la vida, para que más vida crezca, cada instante, aunque no se retribuya con justicia, los esfuerzos de sus labradores, de los hacedores de esa, más vida, que nace de los surcos… del campo…
El campo es compromiso, esfuerzo colectivo, solidaridad, allí se aprende y practica, que somos parte de la naturaleza y no dueños de ella, que se comparte lo que se tiene, no lo que sobra… que los lazos de hermandad más indelebles, son los que se construyen con el trabajo, con la minga de corazones y voluntades… con esas mingas, de sudor, de esperanza, de alegría y amor también, por supuesto… desembocan en compartir también, los frutos de la tierra, para sostener la humanidad, fruto también de la fértil Pachamama.
Este tributo a la vida, que no cesa de llegar, de las manos de nuestros campesinos y del vientre de la tierra… pretende ser también un cántico rebelde, que exige una mejor y más justa, distribución de la riqueza, que nace acá… y acá no llega; así que vamos a empujar, con las ilusiones de siempre, esa utopía, de la sociedad en la que las oportunidades, lleguen como la lluvia, a regar todos los campos, como el alba a iluminar todos los hogares, y como el sol a abrigar todos los corazones.
|
Poeta
|
|
Cada día, a toda hora, recibimos incesante, una lluvia de colores, aromas y sabores… están presentes en cada rincón e instante, se esparcen, se incrustan, se posesionan, como incomparable marca del hogar, eslabón definitivo con todo cuanto brota, desde el vientre de la tierra, de sus surcos, entrañas, de su manto verde y sus cinturones de agua…
Campesinos, obreros de la tierra, del campo, viven labrando cada palmo posible… labor que se teje desde el amanecer y antes, cuando aún no rompe el alba, hasta cuando la oscuridad vuelve, a veces con luna y estrellas, otras con niebla y nubes... para cobijar las zanjas, matorrales, árboles y cada sistema de vida en ellos… de las manos de esos campesinos, no solo se abren los surcos y levantan innúmeros plantíos, se comparte y vigila el riego, para que fluya la savia, que recibe con la tierra, el rocío, la lluvia, muchas veces a cántaros, con granizo, tormentas eléctricas…
Los anónimos cultivadores y proveedores de vida, de sabrosura, de fortaleza… no solamente abren zanjas en la tierra, también con el tiempo, el agua y el sol, se acentúan surcos en sus caras, manos, en su memoria; en su hábitat no hay, no los habrá, colosos de cemento ni metal, en homenaje mudo a sus tareas gigantes… pero en cada brote de nuevas plántulas, la vida se regocija y planta sonrisas eternas, en los rostros esperanzados, de estos escultores de la naturaleza.
Campo y campesinos… ¡benditos sean!, he inagotables también las auroras que, con su luz, milagro de la vida renovada, dignifiquen sus esfuerzos por el renacer, por las cosechas, por las nuevas siembras, gracias Pachamama, gracias campesinos, el mundo entero se mueve por ustedes…
|
Poeta
|
|
Que nuestro cuerpo es un templo dicen, entonces quisiera ofrecerte mi pecho, con todo su calor, como pebetero, como la chimenea que siempre acoge y abriga, como refugio y nido de sueños también, donde recibas al despegar tus pestañas, cada nueva aurora, iluminarse aún más, en tus ojos, esos hermosos ojos que amo.
Ofrezco mi pecho, para colisionar juntos, buscando el abrazo infinito, la fusión de las ansiosas almas y acoplar corazones, esos desbocados por derrocharse a dúo, entre fricciones, caricias, besos y tremores, este pecho para reposar el éxtasis y soñar, para cobijarlo con tu cabellera y más besos.
Aquí está mi pecho, que sea el puntal, para capear cualquier tempestad y frío… para que reciba como fuente tus lágrimas y como eco tu contagiosa risa, tu ternura… te ofrezco mi pecho como morada… ésta es la fuente de mi amor y protección, el plácido remanso que te consuele y desde donde despegarán nuevos sueños.
|
Poeta
|
|
Tu rostro tiene belleza eterna, profunda, única, acaso podría encontrar remanso más apacible, que tus profundos ojos, que además transmiten: alegría, consuelo, esperanza, pasión, ternura… en ellos he podido mirarme feliz, descansar y sin más, abandonarme rendido de amor por ti…
Cómo no besar cada milímetro de tu cara bonita, sí al sonreír alegras e iluminas mi alma, mi vida, cómo no esculpirla cada vez en caricias y miradas, si en cada expresión tuya brota límpida tu alma, para redimir la mía, para darle fortaleza, para blindar mis días con su luz…
Cómo no adorar tu carita hermosa, si en ella, resalta como cúspide de delirios, tu boca… ese conjunto pequeño, de inmensas delicias, en la que mi locura explosiona y se pierde… totalmente, cualquier resquicio de juicio, para cautivar, incitar, provocar, alucinar…
Cómo no parar de admirar tu rostro, si de él, me llega tu voz y con ella, tu amor en sonidos, abriendo horizontes y juntando más sueños, recreando el significado de tantas cosas y emociones, en tu voz se diluye el solitario yo, para conjugar amorosamente, el nosotros…
|
Poeta
|
|