|
FANTASMAGÓRICOS EMPLUMADOS
Así son los cisnes de los poros comestibles, por los manojos furiosos de amarillos, que ya no quieren ni a los rojos ni a los verdes, por hacer azules a los grises, entre violetas, lisas y rugosas, con la pantera temerosa escuchando una sirena, que se le escapa entre los dedos. Cuando los ardores le consumen el cariño iluminado por la rima, del destino virginal de los placeres, en el fondo dispuesto a hilar ensueños de tenues claridades.
Emplumados. Aunque así lo hubieren forzado las noches. Fantasmagóricos. Aunque se hubiese forzado dulcemente. El astro saliente fragante. En la excelsa virtud compartida. Del amar con sereno decoro.
Antes que la roca ría sentada en el río tibio, sonrosado simpatizante, y cierre la puerta, a los peces de coqueto sombrerito. __¿Cómo es posible que puedan salir y hacer una fogata?. Pensaba. Hasta en las plumas, que extrañaban al viejo lápiz. A veces toda la tarde caía de bruces andando por el cielo milagro repetido inquieto dentro amapola que nace en el brasero del lago sencillamente juntos fuego y agua al desnudarse ese tiempo perdido en los rincones desbordándose.
¡Fogoso y sin espinas!. Porqué ahora, las vacaciones son viudas alegres, y se niegan a tocar la playa, con las guitarras más cercanas al tambor, que a las trompetas, con la falda de escaleras, y la cena de cojines, mayores a los veinte minutos de humedades. Pluma a pluma, pues en el interior, hay una criatura diferente, a cuantas pudiese haberse imaginado. Tal vez por el silencio escondido fuego contando pétalos, virginales derramándose sedas, ágatas, algas, debajo del cuello, las alas invisibles gota a gota encendiendo al fuego plumas de oro.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
G A L I L E O Autor : José Joaquín Ortíz. ( Soneto ) Colombiano
G A L I L E O
En alta torre alzado, en noche umbría, el ojo armado de su activo lente, revuelta a Venus la serena frente, a Galileo absorto se veía. El astro en tanto en órbita corría de vivísima luz entre un torrente, y el viejo, en su balanza omnipotente, su volumen y fuerza audaz media. Los ángeles del cielo que lo vieron del planeta seguir las claras huellas, por un simple mortal no lo tuvieron; y él dobló su rodilla a las estrellas, porque sus ojos de águila leyeron el nombre del señor escrito en ellas.
José Joaquín Ortíz ( Colombiano )
|
Poeta
|
|
Galbana...Insolente
Avanza el gris por el verde de la calle bajando al cielo su amarillo grillo de una amarga noche de verano venenoso comerciante hueco haciendo ácido al otoño implacable usurero rastrero interino sobre las oleadas de las nieves muertas entre los líquenes blandos siendo desmelenados desfiladeros que destejen del dolor las pesadillas en las plumas lanas del pálido suburbio con el racismo del cemento agrietado que sabe dulce despeinando sueños por la indignación del humo viejo que dice ser único divino puro espiritosa infernal cicatería del insomnio al infiltrarse petrificando al banco por el saqueo vaticinado midiendo al resplandor cenizas de las espinas raras semillas ralas de las naranjas desayunando insectos de las guadañas marchitando inviernos de las hierbas de los libros que nada duelen al pobre analfabeto del nuevo olvido seca la arrogancia del fantasma indecoroso de los círculos escogidos de los gusanos divinos fatuos disolutos respirando platos lilas desnutridas aguas tibias despellejando al desparpajo sembrando calamidades mercantes entre los aburridos vientos temblorosos maridaje montaraz aletargado del hipócrita leyendo en la comida las míseras monedas de las hambres del alambre lumbres pantanos arteros ilustre réquiem del incauto añico frangible icono del clavo barato insolente haragán.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
SIMBOLO Federico Bermúdez (Dominicano)
SIMBOLO (Soneto)
Aquel viejo enigmático y sereno, de tristes palideces marfilinas y miradas de dulce Nazareno, echóse a descansar bajo las ruinas... Y en el vasto silencio vespertino, tras un largo suspiro y un bostezo, cerráronse del sueño al hondo beso sus ojos de cansado peregrino... Cuando la tarde huyó triste y doliente, con la noche se entró por el oriente la luna, y al verter sus argentadas claridades silentes en las ruinas, bañó con sus miradas argentinas ¡dos míseras grandezas olvidadas.
|
Poeta
|
|
E.N.V.E.R.D.E.C.I.E.N.D.O.
El río llueve de amarillo. Al corazón del girasol. En la orilla. Tierna vida. Vida, vida, vida. El verde se atropella. Con el río. ¡Qué llueve de amarillo!.
En el viejo otoño. Bajo el mismo cielo. Y a su lado. Amarillas, amarillas, amarillas. Las estrellas. Tiernas. De vida. Lucen. Con el azul secreto.
Sincero entre las noches. Noches días y noches. A su lado amarillando. Reverdeando enternecidas. Por el mismo cielo. ¡Qué anuncian las estrellas nuevas!.
A Lo Lejos De amarillo, amarillo. El río.
Llueve al vaivén del sueño. ¡Húmedas las calles!. Floreando mariposas esmeraldas. Y... De luz la brisa cuelga. El frescor entre los troncos. Del parque conmovido. Del ocaso qué llena. Con el gris. Las secas hojas del eco. Solo, solo.
¡Ay, ahí, hay!. Tierno el verde amarillando. Porqué... ¡Qué miedo el silencio deja!. De la sonrisa primaveral. Extinta... Acaso en tintas pálidas. ¡Ocaso, natural, acaso, acusa!. Por... El viejo azul del cielo enrojecido. ¡Qué fácil el rojo olvida!. El nuevo sol del río. ¡Qué llueve al girasol!. Dónde el verde se atropella en secreto.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
EL ULTIMO TRATO __Rabindranath Tagore ( India ) 1861-1941
Fué pintor, filósofo y notable poeta. Su obra literaria es amplia. Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1913. Fué nombrado Caballero por el Rey Jorge V en 1915. Este es versión de: Zenobia Camprubi de Jiménez esposa del poeta Juan Ramón Jiménez. (Editorial Aguilar).
El último trato
Una mañana iba yo por la pedregosa carretera, cuando espada en mano, llegó el Rey en su carroza. "¡Me vendo!", grité. el Rey me cogió de la mano y me dijo: "Soy poderoso, puedo comprarte." Pero de nada le valió su poderío y se volvió sin mí en su carroza.
Las casas estaban cerradas en el sol del mediodía y yo vagaba por el callejón retorcido cuando un viejo cargado con un saco de oro me salió al encuentro. Dudó un momento, y me dijo: "Soy rico, puedo comprarte." Una a una ponderó sus monedas. Pero yo le volví la espalda y me fui.
Anochecía y el seto del jardín estaba todo en flor. Una muchacha gentil apareció delante de mí, y me dijo: "Te compro con mi sonrisa." Pero su sonrisa palideció y se borró en sus lágrimas. Y se volvió sola otra vez a la sombra.
El sol relucía en la arena y las olas del mar rompían caprichosamente. Un niño estaba sentado en la playa jugando con las conchas. Levantó la cabeza y, como si me conociera, me dijo: "Puedo comprarte con nada." Desde que hice este trato jugando, soy libre.
|
Poeta
|
|
TALLER MODERNO (Soneto)
Por el aire del cuarto, saturado de un olor de vejeces peregrino, del crepúsculo el rayo vespertino va a desceñir los muebles de brocado. El piano está del caballete al lado y de un busto de Dante el perfil fino. Del arabesco azul de un jarrón chino medio oculto el dibujo complicado. Junto al rojizo orín de una armadura, hay un viejo retablo, donde inquieta brilla la luz del marco en la moldura. Y parecen clamar por un poeta que improvise del cuarto la pintura las manchas del color de la paleta.
|
Poeta
|
|
Lunada frágil
Lábil. Y Vidriosa. Enlunada, transparente y pasajera. ¡Habitante de la noches!. A veces inalterablemente cambiante. A veces evasivo abandono. A veces desventura próspera.
Luna, luna, luna. En la noche frágil, enlunada, noche, lunada.
En una lunada frágil.
La Luna...¡Mond, lua, lune, moon! Miel De Luna... ¡Flitterwochen, luna di miele, honeymoon!. La luna se deshoja. Se apaga lento. Se queda bajo las calles, de par en par, en cada puerta.
Caballo de las aguas turbias, que teje estrellas rojas, que lucha solidario, cómo el viejo, diccionario, de camisas, herramientas y herraduras, de la fraternidad. ¡Sangrienta enamorada!. Constructores del polen, del humo libre y del hilo negro.
Fraternalmente odiado, de nubes platos y cucharas, fraternalmente draconiano, quieto, con islas muslos, brazos, fraternalmente desproporcionado, en la plaza triturada de las manos, fraternalmente desmadejado, con el gris del sueño quebrado, divergente, con los sauces en las barrigas.
¡Qué nadie quiere verlo!.
¡Qué todo recuerdo quema, en el corazón de la ceniza!.
Avisan las semillas, de los vientres, a los jazmines, engladiolados, con la blancura, de la nieve, pequeña, ola del envenenado hielo.
¡Lunada, frágil, del sol y luna!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
Lucero moderno
Ante las huellas del joven ó del viejo Nunca Pasa dolor amándose Al Corazón impío En La sombra germinándose Lu Ce Ro Mo Der Noooo.
¡Lo que no se ve ni se siente!.
Aún Que Todo gesto Indiferente esconda.
Böse, malvagio, mau, mauvais, wicked, malvado.
Culpa del pavor negro. En las redes rojas de vida vaporosa. En los yerros engaños breves. En las angustias letal veneno. Culpa del ciego zafiro.
Dunkel, scuro, dark, obscuro, sombre, escuro.
Bajo Lu Ce Ros...La paz pena con los fantasmas, ...Aldeana visión extraña .......Hila cañas ...........El grillo, el nido Inerte ¡Del hielo con opulento traje! Supremo Declinar de los primates.
Lucero Moribundos haciendo equis. Con el rapaz avieso embeleso. El insecto. Bosteza. El surco. Arrogante. ¡Joven dolor del viejo cielo!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|