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TE DESEO GOZANDO El amor en la tierra de cada campo, feliz cultivo. Tu memoria por alegrías, y cantos de cielos dulces. Sueños tengo de dignos besos, y adioses angelados. Y entre venerables éxtasis iluminas el mismo sol. El mismo sol de cada mañana, que respiro y siento. Eres la música esférica y ondulante.
Que goza y desea las justas manos redentoras. No quiere las pasajeras aventuras, sola espera. Espera sola los sueños, y tradiciones sagradas. Sangrando sus alas entre cada plegaria.
Por eso…¡Sí, por eso!…Te deseo completa. Ningún pedazo de tu alma, ni gozo fugaz. Ningún pequeño olvido, sólo dulzura. Muy rica de pasión, de bondad y compañía.
Muy rica de pureza y templanza. Casi balanza, casi esperanza pura. Te deseo en mi dureza, y en mi blandura. Cuando despierto y dormidos en un beso estamos. Uno en el otro soñando, uno en el otro sufriendo. Juntos y lejanos, cercanos versos del presente.
El presente que avanza por la piel y las pupilas. Por eso…¡Sí, por eso!…Nunca y siempre seremos. Un jamás en el olvido, un siempre perdido. Dentro y fuera de cada instante. Viviremos y moriremos en mis deseos. Y si acaban…Y si acaban…Gozo…Gozo solo.
La partida verdadera, la verdad y el infinito. Sin desear volver, ni regresar, ni renacer. Y que solo la verdad y la justician sean. Con un sin mí, conmigo o ninguno.
Sola la voluntad perfecta sea hecha por la eternidad.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ARCANA PRIMAVERA
En la cúpula de un trueno brillan. Lienzos de gotas amantes. Desde granos antiquísimos. Por la brisa laberíntica de tierra. Y el regreso verdoso verdadero. Y la blanca belleza con su nieve.
Hormiga la hoja cada migaja. En la noche que las estrellas tejen. En el molino de sollozos acurrucados. Con las pajas movedizas de pestañas. Con el hechizo, miel, flauta y polen. ¡Abrazando con el cielo girasoles!.
Cada golondrina descansa su distancia. Anudando desconocidos barros. En las frágiles horas entrelazadas. En el fondo refugio de su vuelo. Donde nacen vientos como brasas. ¡Y la esfera burbujeante del anhelo!.
Más allá de las cáscaras sangrientas. Hay pájaros agricultores de colmenas. Y los oasis redimen penas y agobios. ¡Qué abren jardines en las nubes!. ¡Qué acompañan la vida tras la muerte!. Y el timón del orden infinito llega.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Camino al reino del misterio (Mundo Náhuatl)
Allí dónde se hermanan, se asocian Y se reúnen floridos. --- Es porqué corazón y alma se estiman Y águilas, jaguares y tigres están espumando ¡Guerreros de flores licores!. Al reino del misterio todos irán.
Allí también, yo sufro y digo: Y algún día también, iré al reino del misterio --- Es porqué corazón y alma se estiman Y allá hay ricos plumajes y flores ¡Grandes aves con grandes jades!. Al reino del guerrero cuando muere.
Allí dónde se abren alas cual guacamaya Y se vá al interior del cielo --- Es porqué corazón y alma se estiman Y cantores guerreros son uno solo ¡Grandes quetzales con grandes victorias!. Al reino color de cielo nos vamos.
Allí también, jardines y cañaverales hay Y reposa Quetzalcóatl y cantores guerreros ---Es porqué corazón y alma se estiman Y ya no se tiene cuerpo de tierra ¡Grandes cantos acaban tristezas!. Al reino del dador de la vida iremos.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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A mi sombra
Cuando Vas andando Y el sol Atrás alumbra ¿Quién mira? ¡Tu sombra!.
De diez lustros, prenda de delirio Desvelo de siglos y de oro, instantes Caramelo y flor de leche... ¿Y la sangre? Y mi martirio, de quien fue mi gloria al par.
Asombrado yo Asoleado ausente El sol alumbra.
Cuando La noche Entra Por la ventana ¡Del sueño! Sol de pronto Puertas te tocan.
De muchas telarañas De sobrecogedoras agonías De realidades ensangrentadas.
Y muchas Vidas ¡Hay, hay... En la sombra, tuya, transparencia, polvo. ¡Con aliento!. Y Desaliento Por la Tierra, de que vienes y vas ¡Pozo solitario!. Cuando Vas Andando ... Sin... Ver... Tu... ¡Sombra!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Campesino
El sudor resbala por la frente
morenamente rugosa
y cae junto al arado
como semilla de nostalgia
Crujen las maderas del atardecer,
el surco abierto
se llena se melancolía
Lentos se deslizan
los pies descalzos
por la huella negra
Una alegría triste
lo invade
al fin de su labor
El piar de las aves
suena como péndulo nervioso
en los oídos del horizonte
Ya el viento teje
con huso melancólico
una alfombra en la tierra,
donde el obrero busca
su reposo taciturno.
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Poeta
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Soy hija intensísima De la Tierra toda Siento sus anhelos, Dolores y glorias. Me duele el llorar, Renazco en las lomas Y por asomar Ocasos de copas Apuro en capullos Almendros y sombras. Soy hija intensísima De la Tierra toda. Hermana de hermanos, Paz en las derrotas. No entiendo las guerras Ni entiendo las zonas Que con las fronteras Los hombres acortan. Soy hija intensísima De la Tierra toda. Todos somos hijos, Muchos no lo notan. La Tierra es la Madre Que espera y reposa. No pierde esperanzas De verse en las hojas Descrita por versos, Amada con glosas Más no dividida Sino una sola. Soy hija intensísima De la Tierra toda
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Poeta
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