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Hoy me mira la luna blanca y desmesurada.
Es la misma de anoche, la misma de mañana.
Pero es otra, que nunca fue tan grande y tan pálida.
Tiemblo como las luces tiemblan sobre las aguas.
Tiemblo como en los ojos suelen temblar las lágrimas.
Tiemblo como en las carnes sabe temblar el alma.
¡Oh! la luna ha movido sus dos labios de plata.
¡Oh! la luna me ha dicho las tres viejas palabras:
«Muerte, amor y misterio...» ¡Oh, mis carnes se acaban!
Sobre las carnes muertas alma mía se enarca.
Alma ?gato nocturno? sobre la luna salta.
Va por los cielos largos triste y acurrucada.
Va por los cielos largos sobre la luna blanca.
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Poeta
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Anda, date a volar, hazte una abeja, En el jardín florecen amapolas, Y el néctar fino colma las corolas; Mañana el alma tuya estará vieja.
Anda, suelta a volar, hazte paloma, Recorre el bosque y picotea granos, Come migajas en distintas manos La pulpa muerde de fragante poma.
Anda, date a volar, sé golondrina, Busca la playa de los soles de oro, Gusta la primavera y su tesoro, La primavera es única y divina.
Mueres de sed: no he de oprimirte tanto... Anda, camina por el mundo, sabe; Dispuesta sobre el mar está tu nave: Date a bogar hacia el mejor encanto.
Corre, camina más, es poco aquéllo... Aún quedan cosas que tu mano anhela, Corre, camina, gira, sube y vuela: Gústalo todo porque todo es bello.
Echa a volar... mi amor no te detiene, ¡Cómo te entiendo, Bien, cómo te entiendo! Llore mi vida... el corazón se apene... Date a volar, Amor, yo te comprendo.
Callada el alma... el corazón partido, Suelto tus alas... ve... pero te espero. ¿Cómo traerás el corazón, viajero? Tendré piedad de un corazón vencido.
Para que tanta sed bebiendo cures Hay numerosas sendas para tí... Pero se hace la noche; no te apures... Todas traen a mí...
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Poeta
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Me levanté temprano y anduve descalza Por los corredores: bajé a los jardines Y besé las plantas Absorbí los vahos limpios de la tierra, Tirada en la grama; Me bañé en la fuente que verdes achiras Circundan. Más tarde, mojados de agua Peiné mis cabellos. Perfumé las manos Con zumo oloroso de diamelas. Garzas Quisquillosas, finas, De mi falda hurtaron doradas migajas. Luego puse traje de clarín más leve Que la misma gasa. De un salto ligero llevé hasta el vestíbulo Mi sillón de paja. Fijos en la verja mis ojos quedaron, Fijos en la verja. El reloj me dijo: diez de la mañana. Adentro un sonido de loza y cristales: Comedor en sombra; manos que aprestaban Manteles. Afuera, sol como no he visto Sobre el mármol blanco de la escalinata. Fijos en la verja siguieron mis ojos, Fijos. Te esperaba.
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Poeta
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Al mirar mis mejillas, que ayer estaban rojas, he sentido el otoño; sus achaques de viejo me han llenado de miedo; me ha contado el espejo que nieva en mis cabellos mientras caen las hojas...
¡Que curioso destino! Me ha golpeado a las puertas en plena primavera para brindarme nieve y mis manos se hielan bajo la presión leve de cien rosas azules sobre sus dedos muertas
Ya me siento invadida totalmente de hielo; castañean mis dientes mientras el sol, afuera, pone manchas de oro, tal como en primavera, y ríe en la ensondada profundiad del cielo.
Y lloro lentamente, con un dolor maldito... con un dolor que pesa sobre mis fibras todas, ¡Oh, la palida muerte que me ofrece sus bodas y el borroso misterio cargado de infinito!
¡Pero yo me rebelo!... ¿Cómo esta forma humana que costó a la materia tantas transformaciones me mata, pecho adentro, todas las ilusiones y me brinda la noche casi en plena mañana?
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Poeta
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MAÑANA TEMPRANO
Autor: Juan Ignacio Macoñó Alba Facebook: Juan Moreno Rodríguez. Correo: [email protected]
Mañana temprano cuando salga el sol por el horizonte, estaré contigo, para sonreír… y contarte cuentos, cuentos de hadas de dioses y ninfas que habitan el Olimpo de los rascacielos adornados de rosas jazmines y flores, suspirando cielo de Dios inmortal…
Mañana temprano volveré contigo, a pintar tus sueños en telas de aires, con color de agua, perfume, sol y miel.
Mañana temprano estaré contigo, gritaré, ¡Te quiero! Amándote tanto, dormiré en tu lecho, besaré tus labios, soñaré contigo hasta el amanecer; así despertaré y dirán mis labios tú eres la diosa, el hada, la ninfa de toda mi vida y serás mi mujer.
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Poeta
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CANÍBALES DE ARCILLA
Entre divinos rayos fulminados ríen. El pulsar reverente del sepulcro. La tarde desolada de las pupilas. ¡Esos huecos artesanos!. Donde... La esperanza engaña cualquier presente. Donde... La esperanza arrastra futuros sin pasado. Y danza libre________Solo la cadena. ¡En el corazón de las divinas balas!.
Con El amor de la usura Y la basura del aliento. Con El sentimiento mineral de las tarjetas. Con El sentirse humano de las piedras. Con El pensar de las uñas y las pestañas.
Brilla candorosa___La jauría fraterna. En los cíclopes árbitros del tártaro. Labradores de osamentas con vehemencia. Infernalmente___Apasionados.
¡Caníbales de arcilla!.
Si del infierno de la vida van y vienen. ¿Qué lengua han de hablar?. Uno y mil discursos. ¿Qué dicen, qué aclaran?. Los Absurdos espesos. Los Alimentos de miserias.
Caníbales de soles y de cielos. Inmundos. Barros del pantano.___¡Alientos del escombro!.
Con todo. El amor humano amonedado. ¡Por el nunca, siempre, nunca!. Son queridos. ¡Con el ayer, del jamás, ningún ayer!. Célebres alabanciosos.
Tierno carnaval de cavernícolas. Amor. Donde el otro nada importa ni preocupa. Amor. Donde se cosecha falsedad en abundancia. ¡Hoy de ayer y de mañana!. Caníbales de arcilla.
Habitantes donde el todo tú es para ti. Entre. Los párpados. Y los dedos sincrónicos de los olvidos. Entre. Los huesos. Y la mente dispersa de las arañas.
Hermanos Fanáticos del ataúd Hermanos Alabanzas del plástico Hermanos ¡Qué aplauden a los fantasmas!. Hermanos ¡Solos y de sí mismos!. Con Su Amado culto de las ausencias.
¿Quién puede razonar con los qué además de creerse invencibles se piensan inmortales?. En Los Cielos Donde estallan hirvientes los dolores que bullen. En Los Oleos Apergaminados.___En pálidas tintas.
En tintas y sonidos las palabras huelen, inútiles. En la consciencia que nada cambia, ensordecida. Y la consciencia libre solo descansa, en el polvo.
¡Polvo genuino y verdadero digno de haber vivido!.
Arcilla que al abismo ensilla. Astilla color de mariposa. Antes del principio, después del final.
Una vez, el mal, reconocido, una vez. Acabado el Pacífico recurso del Atlántico. Una vez.....Agotado.....Gota a gota. ¿Qué hará el océano antes de secarse?. Beberse. Manantiales. Y Cataratas. Manantiales y cataratas beberse.
Caníbales De Arcilla....Caníbales...De...Arcilla.
En la congregación de los cangrejos. En el manjar de los esclavos. ¡A sí mismos, se han devorado!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Inocentes polvos
Enormemente pequeño siempre desapareció la mañana el fuego sol.
Del nunca más Del fulgor lunar Del interminable Cielo Minúsculo viaje Chispa fugaz Del dios audaz refugio Del último mineral austral Del ceremonial abanico.
Más allá Abruptas flechas puras Dejan tóxicos zapatos Dejan sueños incendiados.
Más acá Una isla fría perece Una llama encaja quieta Lana baja convencida. Nunca más reirán los nombres olvidadas sombras cristalinas sílabas color de cueva curva color de pino pardo En Los Pequeños ¡Olvidos enormes!.
Olvidos Del Espinar, menudo, mercado, mercancía. Añejo Del Fusil fundamento, enfermo disparar. Del polvo injusto A la pureza tierna, inocencia, desarmando. Verdad ahogada por falsedades infinitas.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Apasionada espera...
La noche, imaginando, el sueño. El día. Amable brisa, brasa, el abrazo tierno. Calidez de labio, y lecho tibio, hila, hilesa, Y lo amoroso, del momen...Todo..Do. Do.
Tanto teme, a veces, desapasionada. En el como. Sentiría la sed y la sequía. El jardín. Por cada flor el perfume, y el aroma. En el invierno, ínfimo y enorme, el hielo y el frío.
Y del mañana, una pregunta decía:
Espera, espera... ¿Acaso el peral da perlas?.
Nunca jamás digas... ¡Cuando, impotente, imponente y desconocido veas perdido, cada fracaso, en el jamás dicho!. Y eternamente menos lamentos, al infinito, ninguno, menos apasionado.
¿Recuerdas?____ Alguna vez, me preguntaste.
¿Si el pajar de agujas amarillas, estuvo la mañana cantando, estuvo el agua humedeciendo, tantos pájaros amarillos, cantan en agujas, las mañanas pasadas?.
No lo sé muy bien, pero recuerdo como...
¡En ésa espera!:
La piel cambió el espejo, el reflejo, la cara, esperanzada del deshacer cristalizado, al vidrio, en la humedad, un lago, humilde refleja, aquélla piel, cambiada por el viejo espejo, y deshacer del vidrio.
Como fue, así creo, dices. Como deshace al vidrio, cristalizando el hielo, bajo la piel la cara.
Apasionada espera, la esperanza, de la pasión enamorada, en la morada del amor.
Violeta, como sueña, el jardín la primavera, espera, apasionada, flor cada el tiempo.
¡Y observa bien, que no acabe lo visto!. Espera. Tanto. El camino sobre sol y luz, en el jardín. Como En nubes bajo la niebla y la humedad. Y en cada invierno igual. ¡Como plumas copos y blancura!.
Espera, espera...¡Como aquélla vez!.
Frente al risco fresco casi, del reflejo arisco espejo. ¡Por la espalda labradora de ladrillos!. Asoman desfilando acantilados, frente al frasco reflejado, en el espejo, visto por la espalda, desvestida la frente. ¡Desnuda!. ¡La frescura de aquélla vez!.
Apasionada espera. ¡Que nada espera ya!. Desesperada solo. Por lo inesperado de aquélla vez.
No en el hoy..... ¡Oí, oye, nada es recuerdo!. Todo, está en el tiempo. Siendo. Como fueron y son. ¡Así nada más!.
En los suelos, años quedaron sepultados, como túneles bajo el pantano, años engañados, y desentrañados. ¡Los vientres arena y sol ardientes!. En los suelos, zapatillas las astillas.
¡Donde los hielos jamás habían sido, tan extremadamente fríos!.
En La Espera Apasionada, espera, algo, una nada al menos.
La suavidad rugosa, el algodón y la blandura. Y Cuando menos En Las Aristas y riscos, la risa y la sonrisa. Aunque todo, enturbie la turba, el silencio y el vacío.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ELEFANTIÁSTICO
Retorno por el futuro. Al punto, partido, de la final, entrado. ¡Antes vistos por la espalda!. Hoy, hoy.
En blanco hoyo fueron negras montañas. ¿Es fantasma?. Respirándose preguntaría. ¡Cómo ayer!. Bajo el minúsculo elefante la hormiga, regresó volando. ¡Bajo lentas olas!. Antes.
De las enormes ruinas, ínfimas creaciones. ¡Sólo, se pensó por dentro!. Y mañana, dijo: ¡Soñarán el pasado, antes dormido!. Cómo fantástico y metálico presente. Un regalo. Galopa dorado. En él. Oro, canto. ¡Destemplado!.
¡Fue la espada elefantina del hormiguero!. Nada quedó del amor. ¿Cuál, dónde, cómo?. Todo pasó, frente, al suelo, de aquél baúl.
En Ése baúl. ¡Dónde se detienen mil pasados, en los relojes, transparentes, con el futurístico desplome de los hormigueantes elefántiásicos!.
Los colores vieron, el perfume enmañanados. Por las perlas, relaps, lapers, salrep.
¡Encircaderamente ausentes!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Desesperación...Helada voz
Permaneció la voz, la llama. ¡El bosque!, Parado, transformado. Bello. Inmóvil en el cielo. Con el rocío de los claveles. Los abriles. ¡Marzo y mayo!. Ojos. ¡Primaverales!. De nieve, buena y gentil. ¡Piedra!. Con alma noble.
Cayó hermana de la tierra. La pena. ¡Sin padecer!. La llamada. Noche. Fiel al cielo. Llorando cada estrella. El tiempo, sagrado compañero. Día pendular___ Entre momentos.
En circulares estaciones. Mil quejas, amores. ¡Pasiones ardorosas!. Pedazos. Latidos del corazón.
En los imposibles que persiguen. Lo transitorio de la vida. Más. ¡Más!. Fantástico que perenne. Profundo mal. Perdida la consciencia. El mundo mudo. (No muda, ni cambia, ninguna palabra). El mundo. Inmundo. (Ahora, se inclina, declinando su consciencia). ¡Antes, cárceles, del alma el cuerpo teme!. Morirse. ¡Como cuándo! (Nadie sabe). El mundo se inclinaba. Cada día. Con más problemas. Y... Permaneció parado inmóvil. ¡Con los ojos de piedra!. Cayó la noche. Llorando el día. En mil pedazos. ¡En lo más profundo!. En el mundo. ¡De lo inmundo!.
Uno solo nada ha aventajado. Dos. ¡Después buenos!. Ven, sí. Dos. Tres. !Pasados candados. Ser, eres. Cuatro. Futuros dudosos. ¡Dentro!. Cinco. Mañanas encima. ¡Fuera!.
Imposibles. Sin hacerse. Uno mismo. En cada día. ¡Arenoso bosque!.
Una hoja en mil. Otoños. Mil retoños. Sin raíz. ¡Zarpa ninguno disperso!.
Nada. ¡Después!. En los pasados. !Futuros! Entre las cinco mañanas. Las Cinco mañanas. ¡Cinco otoños perdidos!. Imposibles. ¡Bosques dispersos!. Y... ¡Encima buenos candados!. ¡Dudosos!. Uno a veces. De pasado. Cada día hace.
En la desesperación. Hielo en la voz. El hilo pierde (Hiel, hilo, hielo). Helada en el bosque. En éste mundo, inmundo, con desesperación.
La voz, hila, hiel, helada en el bosque. Desesperanzada espera sólo un árbol. La voz. Labios. Secos ecos desesperados. En la voz. La Voz, el hada en el bosque, alada y salada desespera.Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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