Poemas de amor :  HIJA DE LA NOCHE HELADA
Escucho mi respiracion en la noche,
cada latido de mi corazon,
se vuelve agitado,
una y otra vez.

Veo el resplandor de la estrella fugaz,
cambiando de piel,
de color carmesi,
de encajes de seda.

Mi niña de la noche fria,
solitaria y melancolica,
eres mi inspiracion,
eres mi todo.

Hija de la noche helada,
fria y metodica,
seductora e inocente,
me tiienes en tus brazos.

El mar que vimos,
fue un desierto de nieve,
le das la bienvenida al amanecer,
le das la despedida a la noche.

Erick R. R. Torres
(AngeNegro)
Poeta

Poemas sociales :  UM HOMEM MORRE DE FRIO
UM HOMEM MORRE DE FRIO
Nos braços de Morfeu queda a cidade.
Gélida avança a noite sob o vento
Que zune açoites, bravio.
Por leito e barricada andrajos tendo,
Num canto, ao pé de arranha-céu imenso,
Um homem morre de frio...

Agonizando, ali, talvez delire,
Vendo os pedestres últimos, em busca
Do leito morno, macio...
Talvez, sinta-se um deles, por momentos...
Um homem desses, livres das algemas
Do destino. Ah, desvario!...

Morre indigente. Já não mais lhe ocorrem
Reminiscências de melhores dias.
Não tem mais traços de brio.
Distantes sons de uma boate em festa
A custo põe-se a ouvir. Perdem-se, agora,
no seu imenso vazio...

Nem todos dormem. Ornam-se de luzes
Os altos edifícios. E eis, um carro
Pára junto ao meio-fio.
Traz de Mammon uns súditos restantes
Que, indiferentes, tiritando e rindo,
Vão-se com seu vozerio...

Ensaia erguer-se; embalde, embalde tenta...
Thanatos já, movendo as longas asas,
O envolve, terno e sombrio.
À volta, entre as paredes, que ironia:
Há tantos indivíduos que se abraçam
E tanto leito vazio!

Bem cedo hão de encontrar-lhe o corpo, inerte.
Hão de exprobrar-se, por negar-lhe auxílio,
num gesto inóquo, tardio...
Talvez, alma remida, ao sol do Além planando,
Não mais proscrita, logo exulte e louve
O Averno da crosta, frio...

“- Coitado!”... “- Oh, que infeliz!"... “- Quem era ele?"
“- Um ébrio, com certeza". “- Um andarilho."
“- Um réu, talvez, arredio"...
Descerrem seus portais, guardiões do Inferno!
Estendam o seu fogo ao mundo infrene!
Um homem morre de frio...

(Da coletânea "Estado de Espírito")

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Poeta

Poemas :  ENCANTO INVERNAL
Una noche mas,
bajo la luna llena estas,
abrigando este mundo de nieve,
este mundo abstracto y distorsionado.

Este es el momento,
la noche nos llama otra vez,
para ver este mundo congelado,
para celebrar una noche mas.

Encanto invernal,
es el momento,
salid a compartir,
este sentimiento de euforia.

La noche nos invoca,
criaturas invernales,
salid a festejar,
este es su dia.

Erick R. Torres
(Angel Negro)
Poeta

Poemas :  PRINCESA DEL HIELO
Cuando las hojas han caído,
y los cielos se tornan gris,
la noche se impone ante el día,
será mejor que me prepare.

Una criatura nocturna,
canta su canción de despedida,
será mejor que huya,
de este infierno congelado.

Ángel de la noche fría,
alma indomable,
con sus alas frías,
ella se acerca lentamente,
hasta congelar mi corazón.

Princesa del hielo,
fría y letal,
seductora y silenciosa,
me deja sin respirar.

Erick R. R. Torres
(Ángel Negro)
Poeta

Poemas surrealistas :  Descarnada red
Descarnada red

Acostada la tormentosa reeddd,
en blando alfil,
eres.
Piensan.
Los pálidos algodones.
¡Un poco opaco ópalo!.
Des
Car
Nada... Nada del dúctil dedo dado.
¡Enredado. Airado. Escudando agujas!.

En la lluvia sin ventanas.
¡Dónde se vende cualquier conciencia!.
¡Dónde se fabrican las opiniones!.
¡Dónde los huecos circulan en los cerebros!.
En
La tormenta de los sonrientes años.

¡Descarada red, descarnada y carnicera vela!.

Con el sinson y sintan... Dalias espinozas.
¡Zas, zas!... Intoxícate con lenguas.
Mil informes y mensajes dobles.
Millones de vacíos en un segundo.
¡Hambre espiritual de la basura!.
En
Los
¡Trinos del invierno, huesos de los párpados!.

A la misma red enredan. Amable inconsciencia.

Encarnado
Y
Cuadricular.
¡Anzuelo!. Infernal azul enrojecido.
La risa, espesa, el pasado qué nada goza.

Des
Car
Nada... Red que enreda, y rueda ruda rauda.

Por la frialdad de los relámpagos,
de los tigres ardientes,
de los trigos veloces.
Aquí, allá, nada pasa, y todo pesa.
Solo, solo, solo.
Es... El mañana muerto del ahora.
¡Qué!.
¡Está en la ceniza de los años!.

Enredada y carnicera, flama, vela, vejadora.

La diadema de la luna,
negra de relámpagos,
purpurinos.
¡Infinidad de ínfimas inferencias soledades!.

Descarnada, nada enredadera, albercosamente.

Con un pirata risueño,
llora luego el maje.
Y por un lago sonríe.
Callada luego la espina.

¡No, no, no!.
No
Son
Clavos.

No son clavos, donde, el agua clara sangra.

La
Descarnada red ácido, lanzada, descarada
Es... ¡Saladura mardúo!.


Autor: JOel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de amor :  El vuelo del amor ...
EL VUELO DEL AMOR

Es, es el que canta, sueña, nace y se queda.
Se queda helado, frío,
sereno, o es fuego, y destino.

En primavera,
con sus otoños,
dormidos. Dormidos y doblados,
en los inviernos lejanos.

Son un largo,
largo monólogo dorado.
Dorado y enlunado, soleado en compañía.

Con esperanza de amante, con fusión de pasión.
Son de placer a placer, sueños de almohada.
Jóvenes lejanos y entre poemas cercanos se escriben.
Con letras y sangre, suspiros y besos.

En su piel se reflejan.
Y en el alma brillan los ayeres.
Son tan bellos, que parecen realidades.
Entre ilusión y sequía, engaño y empeño.
El desempeño. Si el desempeño se disfruta.

Es en realidad un amor, tan concreto, tan sencillo.
El amor del bronce por la plata, por sus oleosos recuerdos. En los hondos y profundos quejidos.

Como
cuando
llorando
canta
la felicidad estremecida.

Y
la
raíz
asoma.
¡Asoma el éxtasis supremo!.

Vuela al infinito. Y en el infinito se queda.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  E.M.P.A.P.E.L.A.D.O.
E.M.P.A.P.E.L.A.D.O.

Del papel midió la espuma.
Pureza del hombre y la obscuridad.
Pensaba cada letra misma,
que un pobre renglón alumbra.
A lo lejos, el cuaderno enfría.
El libro, en la mesa, sobria.
De ésa casa, ésa vez,
en el hombre,
la espiritual carne.
Sintiéndose desnuda.

De papel, en la escritura.
De la pluma de su mano. Cada letra. ¡Salía y se quedaba!. Salía Y Se ¡Quedaba!.

Como...
¡Cuándo en el horizonte vuela
el viento del eco. En, él, renglón.
Y en el cuaderno. A lo lejos.
De la mesa. Aquél día.
El hombre. Pensaba, escribiría.
En el libro.
¡Sobre la mesa!...

Madera, color, sombra, brillo.

Agitando las ramas.
¡De las emociones!.
Que...Tiemblan.
Con
La
Tormenta.

En la obscuridad misma. Él se alumbra,
viejo, la sombra, el alma, sangre y aliento.

¡En él, horizonte!.
La carne desnuda.
¡Había quedado toda!.
Y
Todo, de la carne.
Desnuda, nueva, arcilla, honor, pasión y olvido.

Del hombre y de aquéllo, qué escribió...

Desempapelándose. Algodonosos trapos.
De alfileres, pergaminos y vitelas.
¡En fotográficos recuerdos!.
Insensibles... A la obscuridad,
del alma, bajo túneles y lino...

Bajo el papel.
En la obscuridad.
De las briznas frágiles en la habitación.
De las velas crudas en la noche.
De las novelas enceradas en la tarde.
De las nebulosas, agonías en la mañana.
Al amparo del invierno purpurino.
Matinal frondoso por la hora imprecisa.
¡Desmielando transparentes las abejas!.
Vespertinas. Fantasmagóricas. Pupilas.

Del papel.
¡Escribió sobre la vida!.
¿Cuál debe ser el hombre, cuándo, el hielo quemando encarna?.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Inconsciente década
Inconsciente década

Se han envejecido las lámparas.
Provocando, la desgranada luz, escarchas.
La cabellera, que vibra. ¡Lastimera!.
Disolución de primavera mustia.
De bronce lomo.
La fingida tardanza.
Entidad sin disimulo, por la paja.

Inconsciente. Década.
De cada. De cada.

Se hace honor a la desdicha.
Produce plumas el invierno.
Un espejo, cejas arqueadas.
¡Cambio las copas, marchitas las noches!.
¡Y agrio, el vino fluye!.
En la palabra más difícil,
consecuencia de la cansada tinta.

Inconsciente, inconsciente.
De cada. ¡Década!.

* * * * * * *

De
Esta
Década.
Se queda la garganta angosta.
Presente, la langosta de agosto.
¡En un pueblo de lagartos!.
Un foco de lámparas fundido. Uno.
Estado del candil fresco.
¡De los sueños muertos!.
Cambio de alfiler entre semillas.

Visible, la frenética cadera.
La calle, de pañal, de terciopelo.
Armonía, del violín, amor. ¡Amordazado!.
El mundo, interior, de las batallas.
Equilibrio de hojalata, hondo palpitar.
¡La verdad qué no se dice!.
Integración de espuela, montura, látigo.
Inconsciente.
De ésta, década, de cada. Cada.
+++++
Se provoca la disolución.
De la entidad de fúnebres corceles.
De lo deforme.
De lo que sin razón cultiva.

¡Miles de fantasmas!.
¡Lámparas inquietantes!. Después.
Entre.
¡Cielos, cielos. Cielos perforados!.
¡Sinuosos mástiles de monstruos!.
Los decrépitos flagelos.
Lámparas de fingido bronce.

Una vez. Una, una, una, vez, vez.
¡Soñado cambio!.
En el deseo visible, entre invisibles.
¡Vaya visible armonía!.
En
El
Equilibrio. ¡Aún en el desequilibrio estable!.
¡La integración!.

1.2.3.4.5.6.7.8.9... 10.10.10. ¡Años perdidos!.

Familias del humo.
Cobres pobres.
¡Los alientos, débiles infantes!.
Siguen... ¡Esperanzados!.
¡Sin remedio, cada imposible!.
Día, semana, mes... Año tras año.
Año de más años... ¡Solo la integración!.
De cada. Década inconsciente.
¡Ausencia, esencia de múltiples, ausencias!.
Década, década.. De. Cada. Cada.
De cada imposible nacido siglo.
¡Imposible!.
Detenerlo de inconsciente seguir.
¡Nada queda. Sí. La disolución qué provoca!

Éste, empobrecido, milenio, con...
Esta década... ¡Inconsciente!.

Ha
¡Quedado sólo, entre las soledades solas!.
Un charco inmenso. ¡Inmerso, inverso!.
De lámparas, apagadas, secas y ecos.
Desdichados.
Los huecos, de las paredes.
Los hierros, de cada tijera y plomo.
Los innúmeros y arenosos, ojos de los polvos.
Casas
Familias
Cunas. ¡Ciego, ciego, el cielo observa!.
En
Las
Almohadas, las alfombras, los aceites. Y nada.
Nada, solo entre las albercas, y tal vez, despierte,
sólo, entre cada. Cada. De. Infinitas décadas.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Pilares acuosos
PILARES ACUOSOS

En las pupilas,
de una lágrima la noche,
estrella.
¡El parpadeo furtivo, fugitivo rostro!.
En la ventana, el ave, el canto.
¡La selva salva el albo!.
Vigor___Oso __En el invierno.
La cueva__Del frío___¡Qué duele!.
Al perro de ráfagas ladridos.
Más en las pupilas de la noche,
una lágrima. Del cielo. ¡Estalla!.

El rostro albo... Oso, ave, canto.
En la ventana que mira cada frío.
¡En el invierno, el infierno!.
El tierno frío salva la cueva.
¡Al oso como al perro!.


Una
Una
Una noche los ladridos estrellados.
Una lágrima, una ventana.
Una selva de fugitivo rostro.
De la vida que duele, que ladra.
Y
Taladra
El
Frío. ¡Furtivo!.
En las pupilas, del ave, oso, perro.
El hombre, infierno tierno invierno.

Una vez, entreabre al himno.
Del sufrir, de la jornada, de la vida.
Los ojos, las lágrimas, las estrellas.


En
Los
En los rítmicos inviernos.
En los recuerdos confundidos.
En las pupilas de cada lágrima.
En las noches de cada estrella.
Una vez.
¡Himno infinito!.
Tal
Vez.
¡Acuosos los pilares, ellos, los, pilares!.
¡Pilas, aguas, olas, ríos... Tal vez.

¡Tal vez____ Alguna vez___ Pueda ser posible!.
¿O será. Imposible. Siempre. Eternamente?.

Que____ Qué____ ¡Qué!____ ¿Qué?.
El hombre aprenda de la historia.
Del perfume dolorosa poesía.
Del olor que, rosa, llanto y risa.
Del amor que vive, solo vivo. (Vive vivo).
Sin ser______ En la selva.
Un parpadeo__ Sin alba.
En la historia___ ¡Olvidada!.
Una vez__ ¡Murmullo entre las muertes!.
Otra vez__ Mudable. ¡Estatua!.

Arrancando... Los caminos, y los horizontes.
Hasta... ¿Hasta cuándo?.
¿Cuándo?.
De... Un infinito cuándo, cuándo, cuándo.
De
Una
De una lágrima. ¿No verá sus pupilas?.


En
Estos, aquéllos y los otros. ¡En sí mismo!.
Pilares acuosos. Acuosos sus propios pilares.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  El dolor callado ...
EL DOLOR CALLADO

En cuerdas cansadas se mezclan los aromas
murmurar confuso es la fuente...
¿Calla, dolor, él___ Innumerable!

Son apagado de un arpón.

¡Cuántos soles moribundos han dejado
los ojos envueltos en vacíos!.
¿Del pesar las heridas ocultas?.
El cantar, infeliz, que seres escuchan.

Bañada luz en todos moribunda.

¡Callado el dolor!
Calla, callando, calles.

Ya no hay ni sombras solas
Ni dónde soledad gemir pueda
Ni obscura soledad, qué balsa, el mar
Del alma, ya está, callado, el dolor.
¡Mismo!.
Por el dolor, qué además, callan
¡Otros!.

El
Dolor
Callando. ¡En los mismos!. Otros.

¡Oh!_ Indoloros mil veces, no, huelen
lágrimas ajenas, almas infernales.

En la purísima tarde,
donde muerto, ha, esta mañana,
Mañana, de los ojos, con vendas. ¡Cadenas!.
Como dulces pasaron, ya, llorando,
los minutos, los rezos rasos.

Con
¡El dolor callado!____ Implantado
En__ El__ Alma__¿Celeste suelo?

Se decolora la luna.
En el suspiro del viento.
Dolor, sobrecogido del suelo todo.
Verlo, generosamente, sangrando.

De las aguas secas raíces.
¡Solos secos obscuro oro!.
¡Tanto inocente, muerto, tanta consciencia!.

Muerta muerte, mueren muertos.
En éstos tiempos.
De informes lenguas.

Callado, el honor, ruinoso.
Encuevado, el mundo, observa.
¡Lo qué a todos ahora ata!.

El
Dolor callado.
Callado ha. También, el trabajo,
el injusto bolsillo. Ajena obstruido.
¡Lo qué a tanto aqueja!.

Y
El
Dolor
Callado____ Encallando cada planta.
¡Cada magnate moviendo!___ A Caos
Ocaso. ¿Acaso?.
¡Callado el dolor!... ¡Alumbra!.

El señuelo.
Encanto dura.
Espina, la madera, el clavo.
¿Corona de miles dos más tantos?.
Y
Con arrullo, el dolor, se unge.
Callando. ¡Callando solo mano y pié!.

En el dolor, eterno templo. ¡Tiempo!.
¡Qué sólo el vulgo vil ignora!
Sin duelo, sin lágrimas, sonriendo.
¿Quién lo admite?_____ ¡Callando!.

El dolor se cuelga desgranado hacia
la mirada turbia que lo causa bajo
la marea furiosa de los corchos
la desgarradora juventud extinta
la desoladora capital del egoísmo.
El dolor se cuela demasiado lento.

Callados.
Ajenos.
Al dolor ajeno.
Saludando ahora.
Mañana, escalofrío recuerdo.
El invierno repetirá.
Cada hielo, hiel y sangre. ¡Hilo!.
El sueño.
Perdido bajo cada noche.
El día que calle, la calle.
¡La pesadilla olvidada por el cielo!.
¡Cielo callado, el dolor, del cielo!.

Callado corderillo, el dolor, se aleja.
Pensándose perdido, en la vida.
Callado, casto se contempla.
Donde después abrióse herido.
¡Tempestad delante estrepitosa!.
En el dolor, callado, verse.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta