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Quero uma poesia engajada. Quero uma poesia que, na sua fantasia de poesia, procure apontar para um novo dia.
Quero uma poesia, que além de rimar, procure esclarecer, procure ajudar.
Quero uma poesia do ato de viver, do modo de ser e de olhar a vida.
Quero uma poesia assumida: enquanto ser poesia, seguir o formato. Enquanto ser mensagem, transmitir o fato.
A.J. Cardiais imagem: google
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Poeta
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Por esa puerta huyo, diciendo: "¡Nunca!" Por esa puerta ha de volver un día... Al cerrar esa puerta, dejo trunca la hebra de oro de la esperanza mía. Por esa puerta ha de volver un día.
Cada vez que el impulso de la brisa, como una mano débil, indecisa, levemente sacude la vidriera palpita más aprisa, más aprisa mi corazón cobarde que la espera.
Desde mi mesa de trabajo veo la puerta con que sueñan mis antojos, y acecha agazapado mi deseo en el trémulo fondo de sus ojos.
¿Por cuanto tiempo, solitario, esquivo he de aguardar con la mirada incierta a que Dios me devuelva compasivo a la mujer que huyó por esa puerta?
¿Cuando habrán de temblar esos cristales empujados por sus manos ducales y, con su beso ha de llegarme ella cual me llega en las noches invernales el ósculo piadoso de una estrella?
¡Oh, Señor!, ya la Pálida está alerta: ¡Oh, Señor!, ¡cae la tarde ya en mi vía y se congela mi esperanza yerta! ¡Oh, Señor!, ¡has que se abra al fin la puerta y entre por ella la adorada mía! ¡Por esa puerta ha de volver un día!
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Poeta
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O sol se foi e com ele uma parte do dia.
Começou a Ave Maria...
Uma brisa me alisa esperando que eu retribua citando-a na poesia.
A.J. Cardiais imagem: a.j. cardiais
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Poeta
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El sol estaba Y con ella Una porción del día.
Ave María comenzó ...
Que una brisa suave Con la esperanza de que correspondo Citando a su poesía.
A.J. Cardiais 10/12/2011
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Poeta
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Noche
Por la noche vivo. por el día muero. Vivo, cuando tu pelo acaricia mi mano.
Por la noche vivo. Por el día muero. Muero, en la soledad de tu silencio.
Por la noche vivo. Por el día muero. Vivo, en el brillo de tus ojos en el suave clamor de tu boca.
Por la noche vivo. Por el día muero. Muero, entre los cadáveres diurnos y deambulo con ellos.
Nilo
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Poeta
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ZAMBRA HOSTIL
Por Los Ac Tínicos mutantes rayos hilachas. ¡Apodícticos!.
Aquí. El miedo se ha hecho hipodérmico. Por la impotencia del hipódromo. El miedo también es hidráulico. Por el hipermercadeo. Donde no baja ni aún, como submarino, el viento.
Ni se quedan holográficas las iguanas. Ni aquí en las torres, del cloroplasto. Ni en las largas clavículas vivíparas. Estando, salpicando alquitrán en las alturas. Estando en que un día caerán, en la vitamínica volátil, las batidas, arrasadas en las cucharas pasteleras, dentro de la propia, y ajena, apetitosa, hambre, y lumbre.
Desplómate, alquimista cíclico y gradual, ciudad, adobe, ladrillo, cartón y arena, calles, callejones, de hombres huecos, de nombres ignorados, de ondas rectas del cetáceo curvo grácil, entre híbridos camaleones terribles.
Amor de la bala por el barro, amor del cuchillo por el pecho, amor del aliento por la carne, angelical altruista de pólvora pasión. ¡Celeste caletre de retrete!. Cae desde el inocuo latido, por la misma sed de los caminos inocentes, con el porvenir del cadavérico bolsillo, y el amor de la moneda, y el amor de la vida, efímera sintiendo, como si fuera eterna.
Insensible, pasajero del recuerdo, ignorado, accidente temporal, de la memoria eterna.
Que de ventanas martirizadas, calles cerradas excavadas, de cristales sonrientes, de plásticos elogios, de vencidas avellanas, y dobladas estructuras.
Fábulas de sillones y de cajones. Viejos cazadores de ambigüedades.
Por aquél, mañana, del pasado. Entonces que entrará, sin verlo, y lo podrá bajar el viento, hasta el nivel, níquel del fondo, con el pulso del fosfato, y desde entonces, solo hay un sin embargo, un no obstante, un pero siempre, donde no existirá más, abajo, arriba ni de lado, ni de frente, ni soñando.
¡Qué suelen fingir mil veces, mil semblantes, mil segundos!. Los ¡Qué al humo dan lecciones de ceniza!. Una vez, con una interminable mentira.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Amarilla espera... No ballena
Estaba el viejo eco sentado, atrás de un dátil marinero.
Tan siglo en un segundo campanario El canario.Me dices.¡Lo veía!.
En la bahía.En la noche. Reflejo airado del arado Por el campo musical verdor Viejo campanear del futuro trigo.
Una vez___Cien días___Otra vez Tal vez___Una noche___Esa vez ¡¿ Cómo ?!... ¡El eco nocturno...! No es un viejo sueño... El solo da Tilín, tilín... Un tilde al ritmo Del Mover Al aire Un dedo... ¡Una vez de muchas!.
Y otras de pocas... Épocas opacas. Ecos del raquítico futuro... Dónde arena esa playa del milenio ¡Suelo frágil del olvido fácil!.
Cántico una vez del pasado Me lo dices...Amarillo...Campanario En la noche... Un siglo de canarios Eco en la bahía. Del desierto.
Alucinando El trigal En las luciérnagas Pez... Paz... ¡Pez de paz un sueño solo!.
Pez de luz del fondo oceánico vivir.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ODA A UNA HÚMEDA TRISTEZA
Con ella, desmoronándose, crucificada, lágrima en un clavo, la abeja amarga alada.
La niebla impregna todo. Niebla. Impregna todo. Espíritu hasta el zapato. El apellido de mil nombres. Un día... Roto entre pantanos. ¡Fragmentos, añicos, pedazos!.
El pecho lleno terrible suspira. Pecho lleno. Terrible suspira. ¡Selvas, perfumes, tundra!. Dormida la lengua seca la boca. La lengua. Seca la boca. Seco el pensamiento. ¡De madrugada anocheciendo tarde!.
La triste. Humedad vuela desierta. El sol arena camellos. Los ojos, las agujas cada pestaña. ¡Una danza informe noticia!. ¡Cada vez, cien veces de cabeza!.
Los dolores... Huelen lentos soles sin ecos. Los ruidos inclementes. Heridas turbadoras agitadas. Recorren. ¡Un mar de piedras!. En cada planta. Bajo. En cada retina. Profundamente. Triste. Húmeda. Triste. Humedad.
Edad Humo Humanidad húmeda... Triste la tristeza. ¡Triste besa la rodilla!. Intranquila el hambre pasa. El hombre. Poco a poco... Resucita insomnes. ¡Los colores, pálidos, años!. Ermitaños, pequeños granos.
Triste grano grana húmedo. El campo. La nube. ¡Cada cielo!. Vano. Milagro. Un día____ Muere___ La tarde. El cielo corrugado. ¡Húmedo atormenta gris!.
Negra el rojo, el blanco, verde y amarillo. ¡Todos los colores cambian gris, grises!. Negra el alma. ¡Cuándo ahoga!.
Ahoga, ahogando, los ahoras. Entre las mañanas tardes de cada viejo otoño. Húmedo o seco, ya que importa. Entre. Los millones de secas raíces. Las nieves de los volcanes. Los caminos en callejones. ¡Tejedores harapientos del destino. Una Vez Aurora. ¡Siempre historia!. La Humedad. ¡El océano triste!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Desesperación...Helada voz
Permaneció la voz, la llama. ¡El bosque!, Parado, transformado. Bello. Inmóvil en el cielo. Con el rocío de los claveles. Los abriles. ¡Marzo y mayo!. Ojos. ¡Primaverales!. De nieve, buena y gentil. ¡Piedra!. Con alma noble.
Cayó hermana de la tierra. La pena. ¡Sin padecer!. La llamada. Noche. Fiel al cielo. Llorando cada estrella. El tiempo, sagrado compañero. Día pendular___ Entre momentos.
En circulares estaciones. Mil quejas, amores. ¡Pasiones ardorosas!. Pedazos. Latidos del corazón.
En los imposibles que persiguen. Lo transitorio de la vida. Más. ¡Más!. Fantástico que perenne. Profundo mal. Perdida la consciencia. El mundo mudo. (No muda, ni cambia, ninguna palabra). El mundo. Inmundo. (Ahora, se inclina, declinando su consciencia). ¡Antes, cárceles, del alma el cuerpo teme!. Morirse. ¡Como cuándo! (Nadie sabe). El mundo se inclinaba. Cada día. Con más problemas. Y... Permaneció parado inmóvil. ¡Con los ojos de piedra!. Cayó la noche. Llorando el día. En mil pedazos. ¡En lo más profundo!. En el mundo. ¡De lo inmundo!.
Uno solo nada ha aventajado. Dos. ¡Después buenos!. Ven, sí. Dos. Tres. !Pasados candados. Ser, eres. Cuatro. Futuros dudosos. ¡Dentro!. Cinco. Mañanas encima. ¡Fuera!.
Imposibles. Sin hacerse. Uno mismo. En cada día. ¡Arenoso bosque!.
Una hoja en mil. Otoños. Mil retoños. Sin raíz. ¡Zarpa ninguno disperso!.
Nada. ¡Después!. En los pasados. !Futuros! Entre las cinco mañanas. Las Cinco mañanas. ¡Cinco otoños perdidos!. Imposibles. ¡Bosques dispersos!. Y... ¡Encima buenos candados!. ¡Dudosos!. Uno a veces. De pasado. Cada día hace.
En la desesperación. Hielo en la voz. El hilo pierde (Hiel, hilo, hielo). Helada en el bosque. En éste mundo, inmundo, con desesperación.
La voz, hila, hiel, helada en el bosque. Desesperanzada espera sólo un árbol. La voz. Labios. Secos ecos desesperados. En la voz. La Voz, el hada en el bosque, alada y salada desespera.Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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VIRTUOSO NACER... (En Castellano Medieval)
Como si nunca oviese nascido Día escuro e nebuloso Que alunbrara La montaña escura Esta rosa floresció De piedras fuertes e duras Su noble meneo e gentil semblante Perdiendo cansancio, tomando folgura
Esta rosa floresció E poco a poco todo assi paresce Non sé desir cuanto... E assi andando por entre rosales Cuesta sofrir su trago amargoso Como si nunca oviese nascido
Esta rosa floresció Fué un día doloroso Día escuro e nebuloso E commo cuando topa en algún foyo Commo aguila monta aire bolando Qué mortal seyendo... Se mostró celeste...
E así lo verás de fecho pasar Como en fechos virtüosos Cómmo este canto cantan Qué d´una clara fuente claro cresce Mas de la vera nobleza Mas la alunbran que claros cristales...
La mi grant sed... Que Frutales e flores fruten e florescan Verdad e franqueza Caliente la una e la otra fría... De dos bivas fuentes en fechos virtüosos... Pues non se dilate ya más nin detenga Su noble meneo.
Auctor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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