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LÚGUBRE BELLEZA
La Belleza, del fervor atenuado, de carne, flores rendidas al ensueño. ¡Lúgubre!. Del corazón, nido ambulante en donde el río divide las vidas hermanadas. ¡Dípticos!. Son la belleza, que una vez fue, saludo, sin opresiones ni exilios unísonos. ¡Digitígrados!. Duraderos, que algún día serán olvidados, cuando deshecha quede la tristeza. ¡Balumba!. Y sus labios brinden las tentaciones afiladas, como bajo el fuego batallones. ¡Palangre!. Para el agua, de cielos ocres, de los lugares fugaces hasta la playa de mirada. ¡Umbilicada!. En la mirada, llorando el balanceo del incienso, en su movimiento calmo, claro.
¡Tabuco!. Por el ilustre retiro de clueca coacción de clota, atadijo de falsos atajos. ¡Errabundo!. De la vida para beber, el enjambre de sueños, mortecinos bordados en blancos. ¡Muérdagos!. Cuellos espumosos de cualidades fatales. Lúgubre belleza. Belleza. Lúgubre. Verdadera libertad robada, es el agua, de sequías inauditas, del forastero pingüino, quien, la vierte, tendido en la yerba, provisto del armazón ebrio, crepúsculo embalsamado y quien, la bebe, por las frágiles ataduras, como en la mejilla un rasguño.
Lúgubre belleza.
Al pisar nuestras almas, con las nubes floreadas en sangre. ¡Dimorfa!. Al brillo nocturno, de hogares hundidos, en la danza macabra. ¡Estrujante!. Al recuerdo de la sombra esfumada, de región sideral, año tras año. ¡Repugnante!. Al perder el tal vez, en un nunca, entre la bruma lejana, ceniza de urna.
Más Allá De Toda Lúgubre belleza. ¡Cornucopia corrosiva, troglodita del bolsillo!. Más Allá De Toda Lúgubre belleza. ¡Nada queda!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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cansado de morir de víspera
Espero el fin de los tiempos esquestando el alma en una hoguera bajo el arco iris
todos los venenos que circula en mis ojos la última lágrima es una daga
aguda en la sonrisa de la diosa
chips de enganche de un caos y hacer que la luna el culto a los idiotas en los sueños
el analfabetismo de las brujas asuntos ángels demonios y beber en servicio
me pregunto a donde la marea los gritos de las conchas la escala del apocalipsis
y no tengo miedo al castigo Mi alma murió y brillan los ojos de la cruz
destierro de todos los sueños
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Poeta
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Musa que despliegas tu aura protectora Corres por los dunares, construyes castillos Me dejo llevar, eres épico baluarte Conduces comarcas naranja, ánforas de sueños
Flotas sin prisa, sonriendo escudriñas enigmas El horizonte invade tus ojos constelados y justo en el umbral, resplandeces Abres tu pecho, eres mi oasis Susurros me arrullan, eres tú, rezando
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Poeta
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Verídico espejismo
Reconocí al espejo copiando el rostro, del tiempo de un viejo reflejo. ¡Qué cambiaba lentamente!. ¡Qué parecía ser el mismo!. Incapaz de verse. ¡Más allá!. De Los Parpadeantes latidos. Y desde Dentro. ¡De los reflejos de todos los días!. Donde Se Escucha solo la fuente seca de todas las noches. Donde Se Palpa el eco dulcemente. Donde Se Bebe al musical vacío.
¡Verídico reflejo, del reflejarse espejo!. Prófugo esplendor. Fulgurante pérdida. ¡Por el reflejo cauteloso!.
Yaciendo sobre el sol dormido. ¡Que quizá quiera salir del sueño!. De Lo verosímil colosal fanático. De Lo sinuoso vulgar cárcava.
Espejismo de los títeres. Veraz custodio de la miseria.
¡Qué quiere ser otro espejo y otro reflejo nuevo!. Y atrapar el aire lento, y cambiar la luz que ciega, y tener la obscuridad que alumbra.
En El rostro de cualquier espejo. En Las alabanzas de la grosella. Con La indumentaria de gacela. ¡Solo verídicos sueños!.
Espejismos son, con las opiniones enraizadas. Prudentes Las opiniones anunciadas. Honradas Las opiniones enramadas Templadas Y ¡El rostro del viejo reflejo!. ¡Entre los espejos nuevo!.
Sencillamente el verídico espejismo. Del Siempre. Con el nunca en cada instante. Del Vértice. De la burbuja de una sola ola. Del Desabarquillar al falso espejo.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Acércame tus labios
para volver a creer en ellos.
Déjame en un beso desabotonar tu blusa
y recuperarte cual cereza de fuego
en la plenitud de tus escalofríos.
Déjate explorar por mis dedos temblorosos
que juguetean nerviosos con los broches
de tu brasier, en esa torpeza adolescente
que se quedó conmigo para siempre.
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Poeta
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Soy artesano de sueños, La esperanza es mi compañera, La retórica mi artillera.
Soy amante de la acción, Más que de las palabras, Por lo visto tú a mí no te acostumbras.
Me das palabras y falsas esperanzas, Pero, yo demando acción, Busco, sanar mi corazón.
Mi tiempo he invertido, Esperando dividendos atractivos, Más no anhelos subjetivos.
La vida debe continuar, Por nada me cansaré de remar, Mis fantasías no puedo abortar.
Siento tener que dejarte, Pero inquiero faena, Un postre exquisito, luego de la cena.
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Poeta
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El todo es ausencia de la nada, La nada es ausencia del todo, Cuando existe la nada, es el todo, Aún con el todo se tiene la nada, sin que ésta exista.
Siempre soñé con el todo, Pero resulta que no existe, Todo se reduce a fantasías, Sueños y anhelos, de un corazón errante.
Para llegar a ello un 40% era amor, Un 60% quimeras, En busca de saciar el hambre, Del hombre que deambula por la vida.
En el génesis buscaba felicidad, Pero luego me di cuenta, Que en la medida que la seguía, De mí se alejaba a toda prisa.
Fue entonces cuando decidí, Dejar de buscarla y opté, Porque ella me busque, Dando lo mejor en mí actuar.
En el ir y devenir de la vida, Compañía inquirí, Presentí que era buena opción para mí, Y a toda prisa corrí.
Ahora reacciono y presumo del todo, Cuando en esencia tengo la nada, Sólo vacíos existenciales, Que me hacen garabatear.
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Poeta
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SIENDO SOLO POLVO
Solo Solo siendo Polvo, polvo, polvo... Anuda signos el clavel arropado del ocaso.
Con un sueño caprichoso y turbio. En el punto medio del fecundo suelo. ¡Ásperos arcos del paraje mensajero!. Anuda, que medita, las crines seductoras. En tanto tiembla temporal tristeza. ¡El clavel que rueda bajo piel ufana!. De mañanas arropando simbólicos consuelos.
Siendo solo polvo. Solo Polvo... Del vivir y del pensar, seráficos fracasos. En la flor extraña, lira, vana, luz. Tres vientos atrapados en un manso río. Tres perfumes yertos en un copo negro. En la fe silencia, de los cómplices perdones. ¡Del existir incierto y morder amargo!.
Polvo solo siendo. Solo Siendo. Hablando frenos y espuelas gruesas. ¡Ni mal conmigo vengo, ni cautivos armo!. Soledad regazo de quietas desventuras. ¡Las colmenas en el fondo de una hormiga!. ¡Ni bien contigo vago, ni libro peces!. Hablando duros y lóbregos collares. Anudando los ocasos arropados del clavel. Con los signos turbios de sueño caprichoso.
Siendo solo polvo. Solo Polvo. Solo El punto medio Es fecundo suelo Es paraje mensajero ¡Con suelos arropados de mañana! Del vivir, del existir y del pensar.
Siendo, solo, polvo. Polvo del polvo solo una parte de polvo. Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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¡Que venga el amor!
¡Qué venga!. ¡Qué venga!-De la mano. El amo, de los sueños, espirales angustiados, entre la venganza, del abismo, marmoleoso. Sin dudarlo. ¿Qué venga?-La ostra perlada. El mar por una ola, sola, ama. El esclavo, es madero, es abismo. ¡Vengativo!-¿Qué venga sin motivo?. El amo. Amante. ¡Qué amó sólo!.
Al amo. Del amor. Esclavo y espina. Espiga de la mano, de la vida. El último suspiro en espirales. Convencido. De la altura exacta. Amando la ignorancia tras la muerte. ¡Olvidando la virtud ante la vida!. ¡Fe de gusano arrodillado!. ¡Fe al dios que bala sufrimiento ajeno!.
Palabra. ¡Qué vende cada letra recta!. Y regala. La... ¡Torcida!. Solo a crédito.
Así ama, el amo, a su ama. La venganza. De la mano. De su fe. Sueños de caracoles, espirales enroscadas, enroscadas, enroscadas. ¡Amar por amar!. ¡Amar a cualquier precio!. ¡Amar lo que sea!. ¡Amar ó morir!. ¡Amar sin piedad!.
Amar... Cruelmente... ¡La desdicha humana!. Y Sacrificarse. ¡Todo!. ¡Al amo del amor!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ENARBOLÁNDOME
La voz de mis árboles. Me escucha---Por mis noches hojeadas. La raíz de mis sueños. Me siente---Por mis arterias acuosas. La corteza de mis pieles. Me palpa-----Por mis palmas paternas. La rama de mis pestañas. Me duele-------Por mis plantas secas. La sombra de mis obscuridades. Me extraña----Por mis diarias muertes. La luz de mis cegueras. Me llena--Por mis polvorientos huecos. La tristeza de mis sonrisas. Me acaba-----Por mis primeros retoños. La pobreza de mis riquezas. Me olvida---Por mis mármoles memorias.
La voz de nuevo es nueva. La nieve blanca blanca.
El fuego quema su flama en velas. Y los velos valen vuelos vanos.
Cuando acomodo mis nadies nadando. Los caminos de sandalias. Los siglos de paja.
Cuando la voz cómoda solo escucha. La hoja que me sueña. Árbol solo de noche. ...¡Siempre !...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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