Poemas surrealistas :  Extinto telegrama
EXTINTO TELEGRAMA

Ex
Tin
Tooo.

Por entre las sombras insomnes,
los párpados del sueño luce,
abriendo al imposible.
¡Retinas prestadas!.
Al rectángulo nacido,
esférico intentando un artilugio.
Un precursor empedernido.
Un inconcluso innovador.
Un futuro suculento.

Ex
Tin
Too.

Esa vez.
Aumentaba de telegrama su pasión.
Y fue así conciliadora una lombriz.
Esa vez.
En la leyenda un coloso ínfimo.
Esa vez.
En la intimidad autónomo.
Elucubraba lúbrico gris.
Al término del énfasis.
¡Un tornillo!.
Una ilusión sin obstáculos borrada.
¡Dónde pionera una rueda ruda rota!.
En los meses. ¡Usada tuerca troca!.

Tele.
Grama.
Entre desdén e indisciplina.
¡Desvirtuado!.
Banquete incomprendido del consumo.
¡Desesperado!.
Inventando indiferencia obsesionado.
¡Delirando!.
Entre bélicas ovejas cisnes rosas.
¡Ex-tin-too!.

Por
Donde.
El número fallece fácil,
proclamando el sapo al parche,
charcos del desdén nacidos,
ilustrados al gusto difícil,
las velas del precario raído,
admiran del extraño parpadear,
las pestañas las arañas,
años hechos añicos pericos.
¡Autores estéticos de la alusión inicua!.

Sorpresiva.
La moda cultiva fugaz.
La antigüedad.
La ambigüedad.
La ingenuidad.
¡Del mensaje veraz breve del pasado!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Seguro te conmino
SEGURO TE CONMINO

Esperanza.
Camina para que dibujes al mar,
las montañas en un pez.
Cien navíos del desierto aúllan,
y anidan una nube,
sin espera.


Seguro.
Cultivaron unas olas de pestañas amarillas,
y unos raudos musgos donde duermen,
las miradas del cabello.
Un camello vendía coronas y cepillos,
y el sol sentía un canguro,
que cantaba de rodillas al pasillo,
y trepaba en el espejo reflejándose.


Esperanza.
Ya no sueñes, que hay patios y campanas,
en los ojos del suelo y las paredes,
del nuevo lago derraman las cenizas.
Nada importa que todo pienses,
con la lengua entre pálidas arenas.


Te
Conmino
Seguro.

Ellos nada saben de la humedad,
vestida del guante impasible,
ni de hormigas intimidadas, ni elefantes,
angustiados, menos, dentro del huevo.


Esperanza.
Calla, piensa, gime el espanto,
escucha la morada de los huecos,
alarga un poco los relojes bocabajo,
y planta platos entre las noches,
del hambre de las mesas.
Ya pasó el ojo entre la paja, y las
agujas hacen de una lágrima leyendas.


Seguro
Te
Conmino.

¡No, no!___No huyas esperanza sin orgullo.
Siéntate y reposa en la orilla del llanto,
en los párpados del pétalo asustado,
en el futuro recién cortado,
en el perfil del alba hecha de yeso.


Esperanza.
Ve que todo se ha ido. ¡Sin ti!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
Poeta

Poemas de reflexíon :  Atormentadas letras
ATORMENTADAS LETRAS

En los libros no leídos.
En los versos olvidados.
En los ojos confundidos.

Atormentadas.
Letras.
Solo.
Tintas.
Por la tarde que se levanta,
obscureciendo al sol sus campanadas,
en las alas del espejo adolorido,
en las pestañas de la calle,
del pavimento triste,
del jazmín insepulto.

¡Letras, letras, muchas secas!.
¡Atormentadas de la palidez tintas!.
Solo palabras.
Una sola.
___Silencio del fondo extenso____
Con la voz de la lluvia agitando el viento,
la realidad imagina modificar,
los mundos paralelos de palomas y pescados.
¡Sin las pausas de la sombra!.

En el paisaje predecesor de los sueños,
entre los frescos vaivenes.
¡Una delegación de utopías!.
En el clamor de la historia.
¡El viejo porvenir!___Del eco añejo.
Solo.
Letras atormentadas.
¡Con el viento goteando brisas!.
¡Con el mundo paralelo anhelo!.
¡Con lo remoto más profundo!.

Atormentadas letras.
En la realidad absurda___¡Tortura de la tinta!.
¡Franca palidez del vulgo inerme!.
Por el yo multiplicado sin sus dueños.
En la madurez ilusoria obediente.
Un resumen de paciencia rápido.
Se oculta encarcelando cada fantasma,
en la semana qué fallece,
la edición especial de sutileza,
en la distancia fusilada verde,

queda la modestia del césped,
preocupado de la orfandad,
en la carta del bolsillo sin horario,
en la ópera qué encubre al oso,
¡De noctámbulas cadenas!.
Negando a las mañanas claridad.
¡Sembrando la ficción con el engaño!.
En los hechos desgastados,
de cualquier honesta lengua...

¡Tortura lenta de las letras atormentadas es!.
¡La palabra no dicha, el pensamiento callado!.

En la esencia de estas letras...S-I-L-E-N-C-I-O...


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Bien bien hermano
BIEN BIEN HERMANO

.I.

Bien, bien, te lo digo, hermano.
Cuando el aliento prestado regrese.
Y en lo primigenio anide.
Las manos y las pestañas no caminan.
Todos los senderos son uno solo.
Nuestro corazón es uno.
Una es nuestra muerte.


..II..

Bien, bien, te lo digo, hermano.
Cuando el escondido gemido calle.
Y en lo primordial viva.
Las rodillas y las ruedas no castigan.
Todos los escalones se juntan solo.
Nuestro corazón es uno.
Una es nuestra muerte.


...III...

Bien, bien, te lo digo, hermano.
Cuando el arco fugitivo acabe.
Y en lo primitivo estalle.
Las promesas y las hambres no calcinan.
Todos los dolores se esfuman solo.
Nuestro corazón es uno.
Una es nuestra muerte.


....IV....

Bien, bien, te lo digo, hermano.
Cuando la flor vuele libre.
Y en la primavera retorne.
Los fuegos y los hielos, sí cobijan.
Todas las melodías son una sola.
Nuestro corazón es uno.
Una es nuestra muerte.


.....V.....

Bien, bien, te lo digo, hermano.
Cuando la mañana haga futuros.
Y en la noche reviva.
Los inválidos y los ausentes, sí gozan.
Todas las frutas son una sola.
Nuestro corazón es uno.
Una es nuestra muerte.


......VI......

Bien bien, te lo digo, hermano.
Cuando la campana cante gloria.
Y en la niebla alumbre.
Los siglos y los milenios, sí desaparecen.
Todas las estrellas son una sola.
Nuestro corazón es uno.
Una es nuestra muerte.


.......VII.......

Bien, bien...
¡Te lo digo hermano!.
Nuestro corazón es uno.
¡Una es nuestra muerte!.
Y en esto.
¡Todos!.
Somos iguales.


Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
Poeta

Poemas :  Vitalista
Vitalista

Y habrá una sonrisa rosa
toda frágil fresca de música dulce...
La miel enlimonada
en un jarrón de viento
tibio en vez de ser salado...

Encima las esquinas
miran por la ventana
el solitario gentío
quimérico
subterráneo...
Vi
Tal
Ista... Ví... Ví... Tal... Tal...
Vista
Tal...
En
Un
Ramillete de pestañas
Muy abajo el sol
Duerme la tarde...
Hilos
Hechos
Multicolores
A lo lejos plumas vuelan
Las estrellas
A su ritmo...¿Y luego?


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de reflexíon :  Intransitivos recíprocos... (Experimental)
INTRANSITIVOS RECÍPROCOS

Por el año que no mostraban los meses adelgazados.
Implacables.
Al escenario escondido.

Los grises párpados de
hielo en agudo silencio vacilan, como una capa de noche.
Al verdor que hiere.
El pecho anaranjado, descubierta la tarde,
se recuesta sobre la luna reflejando lagos.
Con toda la respuesta radical del cuerpo.
El olor en las montañas, es tan pálido que deja atristado un cielo atigrado.

Como
Al pájaro igualando el canto.
El sol se desteje entre las nubes en un hogar vacío,
el aire yace inmóvil, el suelo oculta, el cielo, la danza de mil ausencias.
Como
Al estilo estimulando grácil.
Sus cortos cantos fluyen, en una enorme lágrima sin fondo, ni pestañas, largas penas de escudos
inválidos vuelos.

Al contraste contribuyendo.
Al remedio reluciente.
Al simbólico sinfónico.
Por el hecho que del lecho cree escapar.
Donde se crean los telones ignotos.
De la turba tormenta innata hogaño.

¡Recíprocos inequívocos de la inercia!.
Como
Asoma la mirada el sufrimiento, acumulado en las estrellas agonizantes, preocupaciones en el mundo disponible del recinto, recio alarido indisoluble.

Intransitivo.

En la gota de las cortinas, que corren del sueño las corolas, en las flores mal cerradas, de las
manos que desgajan.
Recíprocos.

Al hundirse los incógnitos pañuelos.
Al torrente qué encarcela ingrato
Al hilo de los lánguidos despojos
Al borrar querer la memoria. ¡Congelada!.

Intransitivo.

Con el espejo siniestro de la espada
En la espalda implacable del desencanto

Al jardín qué persevera gemas lustrales
¡Monótonos radiantes los diamantes!.
Gráciles vidrieras del mirar torvo.
¡Del sueño agonizante adormilado!.
Lejana la frescura glauca viña.
En el fulgor de la tonada conturbada.
¡Aquí y allá, ya ya, hay demasiado!.

Por eso.
Del sacro humillar a los temores.
Recíproco Intransitivo.
Queda todo el enjambre del hormiguero.
Todo.
El enjambre.
Del hormiguero.
Muriendo.

Sombrío.
Intransitivo perenne corre al dormir el sueño.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Visajes del yelmo... (Experimental)
VISAJES DEL YELMO

Donde
No
Falta
Servil turba
Los
Tiranos merodean.

Con
Visajes
De Yelmo... ¡Mortuoria molicie!

Cuan largo amor como tan corto el tiempo
Con los dueños del olvido en los pilares
Después qué la tarde durmiere al sol
Dejando salir las miradas arboladas
Antes qué la luna durmiese sola
Entrando templos en los bosques
Con lo qué de cielo hubo venido
De los patios confundi
dos en palabras
Con lo qué de hecho han hecho...

En
El filo
Algodonoso
De la memoria
¡Dónde tiñen al infierno
de frío!
Yelmo
De
Visajes

¡Amantes de hiel hielo y sangriento fuego!
En tanto hayan comenzado,
a morir menos... Los menos yertos.
Pupilas encendidas de la sed adolorida,
en lo que la noche habría dormido.

Humildes soplos de intrépidas pestañas
Entre___ CAPUT LUPINUM
Y___CAPUT MORTUUM
Lo qué habría ido a ser menos
Al ímpetu sensible del absurdo
Y qué habiendo venido roedor
Ya no vendría ya
más, ya no...
Visajes de yelmo

En las frutas de los lagos invencibles pantanos
Visajes de yelmo

En los ecos de los aromas enlutados abandonados
Allá dónde aquél
Como muchos
Incontables
Hubieran partido a las nubes, siendo mejor.
Allá dónde fué
Posible de otra manera
Donde habría partido
el futuro, pasó y murió.
Visajes
Del
Yelmo...
Donde no falta servil turba los tiranos merodean
Porque... NATURA NATURATA
Ya una vez creada, Oh, servil turba.
Continúa operando por medios propios...

¡Más hay de aquéllo!
Bajo el fondo perversa altura habiendo
Aún así,
así hiciesen redondo al pico,
aún así.

Y hubiesen hecho, de los helechos lechos, a su lado rosas seguirán por sí. NATURA NATURANS
Visajes
Del
Yelmo visajes, visajes, del Yelmo visajes.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Siembra el aire... (Experimental)
SIEMBRA EL AIRE

Mariposas, primaveras verticales, sedas nubes,
suspendiendo los jardines los
colores,
dulces sueños del aroma,
collares ligeros,
follaje de pestañas,
entre los cristales vespertinos,
el ciprés prematuro de los instantes almendrados,
al balcón brumoso de las tardes voluptuosas,
el silencio tibio de las lunas enamoradas,

entre los párpados elípticos,
ligeros dulces,
suspendiendo,
mariposas,
sedas,
y
colores... Las redes de las olas, los mares de las cuerdas, las arenas a las llamas siembra el aire.
Es
La música.
Amarilla.
Del lenguaje el tiempo, el espejo sin reflejo.
Voz qué duerme durmiendo en el silencio.
Siembra
Del
Pasado.

En el después de los mañanas esfumados.
¡Siembra el sueño de la cosecha la pesadilla!.
Nidos en el aire, cantos redondos de las esquinas.
¡Siembra espinas en arenas invisibles de la carne, enrojecida de luceros anaranjados inocentes las preguntas indudables del crepúsculo disperso!.
Siembra.
La espiral.
Inescrutable.
Vibrando brisas.
Virginales.
Flores suspirando.
Latiendo.
Melodiosos y temporales.
Los recuerdos del olvido.
Los latidos de segundos en los
siglos, enamorados.
Aire del fervor en el aliento
Fe
Del
Momento
Del
Mañana

Enamorado... Siembra siembra el aire aire...

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Cuentos :  Psicodélica
Psicodélica

En las últimas sombras del tiempo, dejó de ser mortal.
Por el más allá, allá de los ojos grises, los días, los fa-
roles hormigueaban... Largos, temblando, alegres,
dónde la muerte, muere sola, viviendo y caducando de huesos líquidos perfumes, taladrando siglos y tumultos.
Un luz verde, emergió bajo el espeso espejo.
Justo al pestañear, la cítara, la música, el susurro resba-
lando por el viento, al olor del vibrar pesado. Esferas e-
mocionadas, centelleantes, suspiros.
Hoy, por fin había dejado de nacer, burbujeantes, las palabras no fueron necesarias. Y la mano, eterna, tibia, y sobre todo, cariñosa, alejó toda distancia.
El tiempo caía por las esquinas, incómodo, perdía infi-
nitos siglos, millares derretidos en un instante, un uni-
verso, inverso, reverso, anverso, reproduciéndose a sí,
mismo, cada segundo, primero al último al volver lo su-
ficiente... Por ello la tarde quedó plena, la noche entera,
los anhelos tiernos misterios en calma, cómo verduras
frescas, esmeradas y esmeraldinas.
¡Extraño aislamiento!... Demasiado bien alargado,
per-
ceptible, saturado, entre novedades antiquísimas, bur-
bujas ultravioletas se veía. ¡Absurdo!. - Pensaba -

¡Allá ella, acá ello, y como aquéllo, ésto otro!.

En tanto oruga, se vistió de abeja en las nubes, soñando,
su gemela, y de tan distinta y diferente tejía cada una de
las sedas en los futuros días alfombrando alados campa-
narios, vibrando, silenciosos entre pestañas hilando,
hilo a lo otro cercano y lejano, cada porvenir sin pasar.
Las hojas de madera opacaban densamente con un.
¡Perfume!. Si, cómo un perfume, árido y lejano arrullo.
¡Qué cándidos aparecían aquéllas, alas anaranjadas, almendradas, comparadas con las mortecinas flamas del horizonte!. Los encinos, en la mañana, no eran menos
qué resplandores tiernos, qué tapizaban cautelosamente
sus raices, como palmas, plantadas en oasis invisibles en los espejismos reverdeciendo. ¡Psicodélicamente, comprensible, es al final su origen desconocido sin serlo!.

Y el origen, tal vez, de ésta pequeña pero
punzante preocu-
pasión, que extrañamente ronda confusa, es la excesiva
voluntad. que a veces hay también en los humanos.
Pero... ¡Aquí!. Vestía de abeja solo.
¡Ah!--- Pero sin duda en la mariposa después de
algunas
semanas había crecido, lento, su palpitar, de verdadera oruga en el fondo.
Risueña, su naturaleza cruzó a otra dimensión, sin espacio, sin tiempo. Y de mortal vestida. ¡Tejió su eternidad!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Cuentos :  Y Comodur miente...
Y COMODUR MIENTE...

En la penumbra un pasadizo subterráneo, el túnel, había pasado, sobre las vías, el pasajero.
Comodur, el diario, arrugado, bajo la nuca, el hueco, tirando pedazos de tiempo, desocupado,
escondiéndose, también bajo las vías. Comodur. Un párpado abriendo y otro cerrando, en las
pestañas, años de tren en tren. ¡Y pensaba, en pensar sin mentirse!.

De pronto, ese día, en la madera tratada, árboles en otros tiempos, verdes... Verdes de otros,
tiempos, ramas de meses, raíces de noches, bosques nublados, aceites semanales, afeites
diarios. Y de pronto. ¡De pronto!. Sin mentirse.
La tarde saltó la barda bajo la mirada de aquel árbol, entre las piedras, cargado de rayos. Ante
Comodur. Un salto alto, atigrado, por nubarrones como cerrojos, parpadeantes, después de
llover, lagos, escuálidos, los relámpagos en la superficie, al fondo del callejón. Desierto.

Cierto, cierto. ¡Tal vez demasiado desierto!. Lo dijo. ¡De verdad!.
En un grano de arena. El reloj tenía el tiempo. -Un humilde y sencillo grano-. Así pensó Comodur.
De cierto día, al caer, lento el sol, areneándose. ¡Saltando como tigre nubes arboladas!. Sin nada.
Al fondo desierto de la noche, acercándose, relampagueando viejas callejas felinas, amarilleando.

Esa tarde arenosa, vio todo un desierto. ¡En un humilde grano!. Al reloj, al sol saltando lagos con
sus rayos en la mirada, en él. Árbol de otro tiempo.
Pero ahora... ¿Quién podría creerle?.
Tal vez, sólo él, sin mentirse.
Pues. ¡Quién estaba también durmiendo!. Y vaya que si lo hacía. pensaba, lo imaginaba, despierto.
Porqué. Bueno, porque solo soñaba, desde varias horas atrás, porque, recostado, soñaba.
Y él bien lo sabía. Y además. Y quién y porqué. ¡Eran sordos!. Ambos, mudos, y ahora dormidos.
Y a él, Comodur, lo dejó el tren.
Bajo la vía.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta