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Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba, como en tu rostro y tus acciones vía que con palabras no te persuadía, que el corazón me vieses deseaba;
y Amor, que mis intentos ayudaba, venció lo que imposible parecía: pues entre el llanto, que el dolor vertía, el corazón deshecho destilaba.
Baste ya de rigores, mi bien, baste: no te atormenten más celos tiranos, ni el vil recelo tu inquietud contraste
con sombras necias, con indicios vanos, pues ya en líquido humor viste y tocaste mi corazón deshecho entre tus manos.
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Poeta
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A SIRA-TATÁPERI
Con La Esperanza Del sol nuevo. ¡Oh!. Deidad Tarasca Raíz Principal. Padre de la humanidad. (Deidad Tarasca). ¡Qué del tronco suyo hace brotar los hombres!. Los Hombres ¡Cómo ramas laterales!.
Hojas del tiempo ramas. Donde. Álamos sueños. Entre alamedas dormidos plumajes.
Álamos como las hojas los vientos. Los amarillos otoños. Álamos con plumas las noches. ¡Qué duermen entre alamedas!.
En el sol viejo, tú, padre. ¡Cupantzieeri!. Sol despojado de los cabellos. Hoy en el corazón de ahora. ¡En el corazón de las tinieblas!. En la obscuridad. Mi cabeza se reclina. Por el día. Tejido de infinitos desconocidos. Por la noche. Destejida de instantes desventurados.
A Sira-Tatáperi. Recuerdo. ¡Cuándo fué, a la casa de la noche!. Y resucitó al abuelo. Jugador de pelota, sol viejo. ¡Al amo sol sin sombra!. Al amo sol nuevo con la esperanza. ¡Dónde la luz se hunde!. Y sale. De los días tristes que vienen de la altura. En los sueños. Álamos desnudos. Vestidos De Tiempo Solo. Vestidos de tiempo, solo.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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A extrañas horas
Lo Comentan los relojes. ya serán viejos tanto minuto, segundo, en las manecillas de los jóvenes días pero ni a los meses ni a los años lo divulguemos, vagamente, que hasta, un fantasma amarga las paredes qué a lo lejos oyen.
¡Extraño los tiempos eternos!
Piensan, sienten, escriben. Las manecillas Enrelojadas En las paredes de vidrio, de arañas, móviles y dactilares...
Extrañas, extrañas...
Las horas fueron, escurridizas, jóvenes infancias corriendo, intrépidas, sonrientes pelotas en los viejos, embelesos, acordes al potente brazo, penetrante, pero sólo profunda e inefable, cortafuego, la vida, del instante inmenso, pródigo, se ha ido, quedando, rumor eterno, sagrado y espiritual, desgranando, paz nocturna, resplandeciente. En El en el espejo, triunfante, abrasador, afable, leal claridad, del razonar palpitante, del compartir real, del dar sin anunciarlo, commmo un reflejo luminoso. En el corazón del alma...
¡Sin importar lo extraño de estas horas!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Fe en la amistad En la fe tenaz, ¡Nada se extingue!. Y en el fondo del corazón, vive. El amor que se derrama por el mundo. Mundo humano entero.
La misma soledad se transfigura. En la infinita figura del cielo. Suprema figura. ¡Y bondad!!. Honor, integridad genuina. ¡Silencia…Silencia!.
Sube los espejos, los amores. Los sueños amparan. ¡Y destellan!. Los génesis, misterios y enigmas. Escaleras sagradas del interior.
Dame la mano hermano. Y por mi pecho sufre. Bebiendo hielo el fuego. Hermano en el mundo.
¡Toma ésta fe, como regalo!.
Si los dioses nos olvidan. Tu presencia en mi memoria. ¡Es marfil eterno!.
Mientras vivas en los tiempos. Si mi amistad aceptas.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Mi corazón es como esa esponja donde los días ocultan sus afanes Y entre sístoles y diástoles se deja torturar por los adioses. No hay día que no lo asedien los arpegios de las esperanzas Y si alguna flor sale a saludarle se ilusiona con la fragancia de sus pétalos.
Mi corazón se opone con brusquedad a seguir a esos pesados Que en su soberbia visten garfios como los rencores Y se sientan a esperar que echen raíces los árboles del odio En los ventrículos donde el amor hierve a borbollones.
Pero mi corazón sabe de aldabas y dobleces Y de esas punzantes traiciones de ajenas nubes Que se alistan cambiando su color a nubarrones Para caer sobre el inocente marfil de sus acciones Como la tempestad indómita que lo deja estupefacto y yerto.
Ay mi corazón es terco y tonto… Sabiendo lo que le espera por reparar en las figuras perfectas De céfiros y huracanadas tempestades Cada día vuelve a salir a la campiña a contemplar las nubes otoñales. Efraín Gutiérrez Zambrano De su poemario Alquimia del amor
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Desmanzanada mazorca
Muda la voluptuosa manzana. Acaso. En la raíz del maíz. Sagrado. El bien humano. Ocaso. En la lengua del escorpión. Siempre. El plomo razona. Amable. En el silencio del cementerio. Encadenado... (Encadenando). El pensamiento libre. ¡Muere!. Lentamente si enmudece. Polvo. Por la vida. Hueca. Plástica, desalmada, huérfana. *Desmanzanada---Mazorca---Desmanzanada*
¡En lo cierto, del desierto, con sus túneles, (Y muertos). y labrínticos diamantes!.
El bien es y será siempre. *El mismo* ¡Y el mal nunca será bueno!. __E.T.E.R.N.A.M.E.N.T.E__
Como la manzana, y el maíz, en la raíz. ¡Del corazón, del hombre!. ¡Auténticamente humano!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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C.E.N.T.A.U.R.O.S.A.M.E.N.T.E.
En un grande lago lo hallaron. Con el miedo en su cueva torpe. ¡Qué indignado se quejaba del sosiego!. De las armas. De la sangre. Y de la guerra.
¡Es mucho el peligro y el agua es poca!.
¿Acaso pretendes gloria?. ¡Cómo en una caña, el caballo sueña!. Armadura sin sustento. Mal vestido en su locura. Corceleando. Al emanar un claro día. Alabando. En El Ámbar. ¡Del sol ausente!.
El, él y solo el. El mísero cabello. Y de la cabaña. Del ermitaño. ¡Año tras año!. Se quejaba y se quejaba. Pero... ¡Nada hacía para cambiar!.
En su aflicción y desconsuelo. En el suelo____ La raíz también. De la cabeza___ De aquél hombre.
Centauro____ ¡Qué retumba!___ Y campanea. La llanura con arrugas en la frente. Del inmenso aguijón punzante. Al qué como dichoso mortal enfrenta. Dónde la mansedumbre innata duerme. Azotando sólo, al violento torbellino. En la noche, encanto del silencio.
Luego los fieros huracanes. Calmaron las iras en la costa. Sepultados bajo las cejas de aquél hombre. En la verdad desnuda___Severo estudio. Del rigor mármoles y lápidas. Fraternal. Fraternalmente encorcelado. Del cabello, el caballo y el camello que soñaba.
Meditando. Meditaba en su desierto lago solitario. Con las armas, también fraternas... Meditaba. ¡Por el camino, qué del espíritu, se desprende!. ¡Qué se consume y renace día con día!. Y qué brota, de las desiertas calles. (También de frente). De la fuente. ¡De la fuente qué murmura solitaria!. (Otro también). Como el soplo en la piel arcilla.
¡Una rápida y celestial tormenta!. La cólera impetuosa____ De nieve pura. Adormecida en la luna. De las noches armoniosas. En las brisas del invierno. En el frío purpúreo... Y de frente a frente.
Frente al lago en qué medita. En las máscaras y cáscaras. ¡Del hombre___ Del hambre!. ¡Con el amor qué nace y muere!. Dónde la infernal tortura desgarra. En El Corazón de su existencia.
Corceleadoramente palpitando. Latiendo brioso a veces entre los campos, en la profundidad de cada vacío. Bajo el lago grande. Con el pensamiento. En los días mil veces, mil batallas. Lo hallaron los sueños. ¡D.E.S.P.I.E.R.T.O.!
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Conversándome
Converso con la mansión del eco. Con enjambres. Jadeantes horizontes. El atónito sándalo encendido. Hombre... Corazón al viento. ¡Qué fáciles álamos abeja!. Siempre. Hervor. ¡Tenaz!. Siembro, relojes en el cielo. ¡Tarde!. Conmigo. Espiga algodonosa, oruga, dentro. ¡Trémulo el siglo!.
Una palabra a cuestas. Vez de tintas letras. De hojas amarillas. Vez de otoño. En. El___ ¿Cuándo, cuándo?. ¡Cuándo, hay, hay, hay!__ Muchas, muchas. Siembro frío, bajo la humedad. Otro, nevado invierno. (O, es él... Infierno) Conmigo. ¡La chimenea, recuerdo!.
Cuando las musicales letras aroman, la romántica, riqueza imaginando. ¡Cosecha, natural y próspera!. Observan. Lo fatal. ¡Lejano!. Las notas tibias. Manos, sembrando, caminos, camino. Del noble timbre, roble álamo él.
Tiempo. ¡Música sin límite!. Hay En La Piel Apacible Encanto Escrito. El latir de las edades.
En la tierra de las brumas__ Pienso. En la vibración de los afanes__ Creo. En el suave plumear nevado__ Luego.
Converso con el silencio. Donde___ Sonoro siempre fluye. Un___ Armonioso eclipse. En El olvido impecable trabaja. ¡Fértil néctar... Trébol frágil!.
Cuando. Conmigo. Converso. ¡En la mansión de los ecos!. El hombre que siempre siembro. ¡Conmigo dentro!. Una vez de vez en cuando.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ASOLADO RETROCESO
¿Y ésto, enrojecida lágrima, no ha podido entre tanto temeroso intento, conmover el corazón del mundo, entero?.
Redondo parpadear del pozo al paso. ¡Asolado!. De alba hora después de todo. ¡Retroceso!. ¡Mudo el mundo de ánimo abatido!. Joven, sin pensarlo eterno... ¡Asolado!. ¡Retroceso, retroceso, retroceso!. Cada sollozo de la cuna. ¡Retroceso asolado!. Cada hoja de la rama. ¡Asolado retroceso!. Un Anciano Momentáneo. Un anciano. ¡Asolado!. Un Magnánimo Desánimo enterrado y aterrado. ¡Soterrado!.
¿Y ésto, esquelética consciencia, no ha podido entre ausencias y exterminios, remover el alma al mundo un poco?.
¡Oh, flor de musical espejo!. Un reflejo del mirar lleno. Asolados somos, asolados. En El Mar De Las Noches. ¡Una gota sangra!. Una gota de mar de retroceso. Cada Día Un Día De... ¡Húmeda sequía!. Cada día. Un fracaso de un nuevo fracaso.
¡Sangre, sangre!. El. Desierto. En. Un... ¡Cabello!. La Selva En Un Camello. ¡Un camello en un cabello de caballo!. El Camello Entre Tortugas. Y cangrejos. ¡Atortugados y acangrejados!. Asolados. ¡Cangrejos después de toda concha!.
Con el ágil retroceso en cada orilla. ¡Brilla el relojillo!. Fuete Funererio Fundibulario. Por el albo parpadear hora tras hora. ¡Hora de oros qué no se oyen!. Adioses Por Cada Calle. ¡Hogar desecho!. Muertas familias. Muertes eternas. Ahoras, de retrocesos, asolados. ¡Y el qué lo diga muere!.
Ahoras Qué... Ya No Corren. ¡Solo mueren en la memoria, memoria de pasados olvidos!. Con Los... Pétalos... Anónimos. ¡Con las mismas lenguas amorfas dobles!. Al Sol... ¡Exánimes, unánimes por siempre. Anónimos e inánimes!.
Asolado retroceso... ¡Asolados, aislados!. ¡De entre... El... Estrago... Horror!. ¡De entre... El... Estaño... Espanto!. En Asimétricas. Tristezas de cabeza. Miles de mentiras infinitas. Mentiras matemáticas. Mentiras astronómicas. Mentiras cadavéricas. ¡Sol, qué va y viene!. Y___ Muere___En___Sangre. Con___Los___Rayos___Peregrinos. Con... Las Mañanas. ¡Con las mañanas llenas de tarde!. Tarde sin tiempo.
Es Lo Peor Arrancado De...Ésta Hi. Oh... Ah... Hi. Hi... storia. Ancianamente. Acribillados___En___Polvo___ Joven. Acribillados, en el alma, en el cuerpo, en la consciencia. De sol a sol___ El... Mismo. Tema que ahoga, cada mentira. Cada nueva esperanza que muere. ¡Tema tomado de lema infame!.
Tema, que te ama si callas, ó te callan para siempre cada instante. Tema que teme. ¡Teme uvando cada viejo higo!. Tema que teme__ Morir__Como__Cada__Uno__Ya. Ya El Mismo. ¡Yo, que ya no es. Qué nunca será cómo había sido!. ¡Qué ha cambiado!. Por el humo, la ceniza, el fuego, cada día de cada nube. Y Mañana Tal vez. Sea la última vez. Del un tal vez del nunca. Vuelvas a decirlo.
Asolado. Retroceso. ¡Qué cuando dice: No_ Existe_ Lo_Serán!. El Yo Del Humo. Un retroceso, un fuego de hielo. Hilo acordado. La. Burbuja. Asolada. Hace asolado cada sueño. Con Ésto Ésto y ésto otro. Ésto otro de aquél otro, que ya no eres ni serás.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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OLOR DE TIEMPO
Entre susurros verdes y pálidas primaveras, construyo el perfume indeleble. Del tiempo sonoro dormido en la lluvia. Del perfume color de mañana. Una vez verano de guitarra. Otra vez invierno de miel. En el corazón dorado del otoño.
* * * De tiempo en tiempo * * *
Uno entre muchos pasajeros violines. Por la embriagadora memoria suspirando. Uno entre algunas campanas alegres. Por la encendida espuma palpitando. Uno brillando en la sombra y apenas.
* * * De tiempo en tiempo * * *
Con ése otoño vestido de peces. El bosque derrama sus trenzas. El castillo desnuda sus palabras. Al margen de alfombras amargas. El volcán brilla tiernas balanzas. El destino espinoso algodón.
* * * De tiempo en tiempo * * *
Entre susurros vamos nocturnos. Arrastrando perdidos tiempos. Anudando braseros espesos. Una vez nada más, más y más. En la escarcha de tibios relojes.
* * * De tiempo en tiempo * * *
Un lago de fuego sereno escucho. Entre la fruta creciente. De un ramo de verdes estrellas. El... Perfume... Indeleble. Del corazón... ¡En el tiempo!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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