Poemas surrealistas :  Apesadillado
Apesadillado

Una vez volví del futuro,
debajo de una mañana,
iba y dejaba mil soles, mil muertes, mil vidas,
yo cargando solo desconocidos rostros,
por los dedos de cien estrellas,
la luna en el espejo,
como una pedregosa carretera,
iluminaba mínimos cometas,
cuando
espada en mano, nacía solo mi niebla,
y llegó
al cielo solitario
el Rey del soplo extraño,
en su carroza, sol del siempre y del nunca.
¡Me vendo!. Obscurecían deslumbrantes sinfonías, diciendo.

Antes del original principio,
antes del honor mausoleo,
antes regio de cualquier mañana.

La luz te vendo,
la misma risa.

Pero...
A la vida monstruosa suplica,
azules venas vanas, porqué así, así deber ser.


Y
Así cadavérica quedó,
la consciencia del barro barato, del aliento ajeno, del hoyo.
Nada gime,
igual,
y...
Grité...
¡Silencio, silencio, calla por piedad!.

Y en la cercana lejanía,
el Rey sol cogió de la mano nubes atormentadas
y me dijo: "Escucha, luz hay en la ceniza, luz de noche congelada "
y el astro con sus estertores mortales, volvió renacido fuego.


Pero sólo había enmedallado la negra noche del inconsciente humano,
de nada lleno, ni pleno, al ritmo del quinqué desahijado deshojando auroras,
de nada le valió todo celeste centelleo, de la frágil y temblorosa razón,
y su poderío yace mezclado dentro del vientre de la moneda sangrando,
y se volvió,
sin mí, sin rostro, ni rastro, mi muerte, tu vida.

Como
cualquier pesadilla
en su carroza.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

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