Poemas :  Auténtica moneda
AUTÉNTICA MONEDA

Ésta
Era
Una moneda diferente.
¡Caía de la boca del hambre!.
Fabricaba corazones al infierno.
¡Desenredaba las malditas verdades!.
Hacía calles y palabras miles.

¡Soy una moneda diferente!. ¡Oh, sí!.
Decía con todo el amor que se retuerce.
Con el hierro en cada dedo.
Con el río que amenaza al aire.
Y
Los hombres son bandadas. Recuas, recuas.
Ruecas, ruedas, rudas.
De asnos importantes.
En la vida del escritorio.
En la mísera madera de un clavo.
En la gruta de treinta espinas.
Era
Se decía__Una moneda diferente.
Era
La entraña de un sollozo ajeno.
Era
El mismo vientre de un manzano.
¡Desvestido y diamante amonedado!.

Ésta
Era
Una moneda descarnada y entubada.
Diferente de cualquier pantano.
La sombra más amorosa del metal.
La máxima justicia en botella.
Era
La moneda
Vertical. ¡Del puerco espín!.
Monedas en manadas.
De los monos, de mano en mano,
Circulan, palpitan, crecen, nacen.
Son
Avenida
Senda
Y camino. Auténtico. Camino de monedas.

Auténtico.
Camino de monedas.
Y camino donde la lenta soledad se extiende.
Los montes invadidos, invadidos del hondo anhelo.
La moneda__Auténtica lápida del alma.
¡Hermoso monumento a la codicia!.
Premio... Premio... Prólogo y epílogo.
Prólogo y epílogo. Polígono palpita.
El logos nuevo. El camino de benditas monedas.
Manadas y humanas recuas, auténticas monedas.
Son
Los mismos, los diferentes, los ayeres, los vacíos.
Verdes, blancos, rojos, azules, negros.
Auténticos.
Diálogos de monos, monólogos de sapos.
Escritura de lagartos, amores cadavéricos.
La
Auténtica moneda, mana, de mono.
De la mano, inerme del hambre.
¡Alambre, billete, papel, grillete!.
Con
Todo
¡El brío sombrío del cielo!.
Bebiéndose las tardes de las venas.
¡Vano cuerpo de sonrisa raza ósea!.
Monedas.
Sepultando estrellas.
¡En el corazón nocturno!. (Del mismo hueso).
En el agua frágil del sufrido hielo.
Auténticos hilos, monedad, hiladas con hiel helada.
Monedas.
Y
Todo.
¡Por éstos auténticos números,
uno de la muerte y el fracaso!.
Sangre.
De monedas en cada diente, y latidos de uñas engañadas.

Y que... ¡Ya circulan como siempre, por el ayer!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

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