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I
Bienaventurados los versos famélicos porque de ellos será la gordura de mis gusanos.
¡ay! del verso que intente caminar sobre las aguas dudoso que mi soledad le sostenga, verso de poca fe ¿Por qué dudaste?
¿por qué ha cesado la multiplicación del pan que eres? ¿dime dónde se pudre el maná de tus ojos? ¿en qué barro fundido que no sea yo sanarás con saliva la ceguera de mi corazón?
cuando germines de soledad serás crepúsculo como apagados ojos que un día ofrendé
pues mi sufrimiento no es más grande que la bisagra multidolor extrayendo el polen de tus milagros
II
volvió triste mi palabra de rodar como peña que aún me hiere
el discurso que regué en el suelo con el andar tartamudo relinchaba en lucidez
¡qué se pudra el alfabeto de corazones corroídos! Hoy mi puño sonríe ante la rabia del amor
triste regresó a mi pecho esta inmaculada lagrima de Dios la cual llamamos verso he de sostener mi vocación de quebranto de inocente animal en su mejilla
si Dios estuvo enfermo he aquí mi dolor fue su salvación porque no soy perverso ni aun intrépido fiel soy a la postura de cortar mis alas de reventarme nívea gravedad
III
soy la falsa profecía merece cada piedra palabra mi mórbido esqueleto como corona del escarnio
bienaventurados los que aman la poesía porque de ellos es el reino de la tristeza
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Poeta
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siempre busqué en la poesía un escape al dolor soñé surcar en las raíces de la tristeza páginas donde escribir abismos
en mi vocación de lágrima la vida se escurre como baba sobre nuestra obra el amor y demás miserias siguen de pie
multiplicaremos altura y simpleza diremos poesía a la poesía hambre al hambre dejaremos de meter nuestras manos en la página que no nos corresponde
y así el jactarnos de lo que hicimos nunca será pecaminoso ni omnipotente será simplemente un acto de amor una muerte más disfrutable un oficio menos doloroso
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Poeta
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Nunca comprendí la soledad de una habitación, solo esta búsqueda interminable por una llave. Desconozco la voz y el calor de las masas, manejo los balances de una oscuridad que fue otra, y esta sordera cuando las llaves suenan a esperanza.
No habito en jardines de nostalgia, surco la gloria para caer en la tierra. Hondamente siento lo que es la muerte al derribar todas las puertas que me devoran.
¿Quisiera la luz ser luz y solo eso? ¿Podría dejarme un lugarcito en su mirada? ¿Qué dirán las flores de mí tristeza sí buscan en la tierra mis pétalos de sangre?
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Poeta
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M-A-U-R-A
A todas las letras que nombran esta ausencia que me corroe a mi madre y a la bella esperanza de abrazarle otra vez
M
Aunque no quisiera dar una hoja al suelo que escarba la nostalgia vengo a plenitud con pétalos y pétalos que cubren el ser que soy y todo el invierno que la tierra existe
para detenerte aquí sin poseer ni tocar la puerta principal que lleva a tus brazos de calor e insisto en todo el dolor que destierra la palpitación cuando te extraño sin extrañarte porque aún eres el sortilegio que siento en lo hondo de los días
A
Como no sentirte mujer de céfiro si soy lirio en precipicio si estribo tu icono sobre este pellejo insensible que no es mío ni de Dios
respiro tu cuerpo y es el viento un recuerdo del despojo del mimo que interpreto del ensueño que es el remolino donde derrumbo mis encierros
si coincidir es plomo que recorre el débil existir en tristes espejismos de tu dibujo
seré entonces viento olores bordes y en todo lo indoloro seré incoloro otro viento repetido que se desvive sobre tu sien
U
Cómo seré yo Si falto de asfalto en el camino de los pasos propios de esta lila enamorada donde las manos tristes abrigan mi ser y todas las veredas
cómo destilaré flores de insano frescor si propongo no romperme y estar firme en el tiempo si lloro de gozo y me rio de la tristeza para ser más feliz si para recordarte siempre he de mecer en esta vocal mis delirios y mis aciertos
R
Divago como ancho manantial de espuma vencido en tus pieles de blanco inicio
luna agitada en volcanes de altos filamentos despliega la dulce saliva de los cosmos en el celaje de sal que ya no fecunda en la tez de un fuego que ya no quema
llovizna que existes en medio de la ¨q¨ y la ¨s¨
miedo a tu mano lejos de mi espalda a la distancia que nos junta y también a la que nos aleja
en el tiempo vamos palpando lo que fue melancolía voy cabalgando una nostalgia de sollozos tengo espuelas afiladas látigos bien puestos en el anhelo una canción colocada en el alma y miles de pétalos estallándose en el cielo
voy cayendo en el silencio que fue aullido en ondulación que desgaja ecos y matices en esta anemia templada que llevo en la voz en este símbolo donde diluimos al alfabeto en ausencia de esta consonante que lamenta la lejanía tan pesada que nos aplasta la ilusión
A
En este precipicio busco solidez en cómo dirigir mi sendero
olvido nebuloso del sepulcro
vertiente de hondo sentir que lamento en pequeñísimos trozos del universo
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Poeta
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En esta inmensidad busco encarnaciones de estrellas según su especie y aroma
flores galácticas con esquizofrenia terrenal
reflejo de los reflejados asombros de una Casiopea
brillo anestesiado en el ojo de la lluvia que soñó ceguera
manojo de nubes que guardo en la retina
demencia de la noche que juega a los equilibrios de la cordura
olores silvestres y otras sustancias para la fiebre
encuentro en tanta búsqueda la respuesta a mis parpados de barro sideral.
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Poeta
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Recordar Es vivir nuevamente un dolor del pasado. Es recoger la fruta que vomitó Eva. Es volver a morder el polvo del que vengo para renovar una nostalgia y sufrirla de nuevo.
Es volcán que sacudió toda su alegría, Por beber licores del desprecio crece una lava sobre días dónde la gloria es un antepasado más en el panteón de la memoria.
Vano es lo que aún no ha levantado su hoguera como eslabón. Lo que no es cicatriz ni herida sino lo que es tan infierno o tan celestialmente doloroso para desintegrarnos en la nada
Recordar es la viga de mi futura visión dónde no eres más que el espejismo de todas las muertes de un pétalo imaginario.
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Poeta
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Sí un beso es justificación para recordarte más viviré del milagro pero sabrás que los cielos lloran algo más que aguaceros y saliva
romperse la brasa en la esquina de los labios como fuego que humedece para anclar todos los deseos del sabor y morir en regiones donde el imperio es de alta fragilidad sobre la ausencia
¿será que llevo este ropaje de aciertos en soledad y abismos por descubrir?
¿será por amor que nostalgio abarcando en sordidez toda coronación de harapos que expreso en el árbol que fue semilla?
¿Serán los besos lo que buscas en la blanca violencia de mis carnes anestesiadas?
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Poeta
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Ni de hadas ni de sapos A Ludwing Varela
Supongamos que yo soy un escritor y que está, es una elevada narración donde no hay errores ni espantosas pausas de aburrimiento, donde solo habita el ritmo y la creatividad. observará por lo tanto, que aún no he comenzado con la ironía de este lenguaje mal trecho y reventado, que soles onomatopéyicos o hadas o sapos aún no besan a quien tendrían que haber besado. Diré como premisa, que esta narración es, sin duda alguna, sobre las redundancias de cómo escribir o más bien en como rodear lo que parece una narración. Pero bueno, al fin y al cabo, esto de los juicios en cuanto a designar lo que es y lo que no es, no nos concierne a nosotros. Bueno quizá Tendrá razón querido lector, tiene Ud. la insoluble responsabilidad que no apremia de equívocos, ante tantos enredos que lleva implícito esta miserable palabrería, juzgarla como bien le parezca o disfrutarla parcialmente. También perdonará Ud. bajo el manto de su gracia, mi torpeza al escribir. Y alabaré sin embargo su nobleza al leerme. De igual manera excusara las encrucijadas que abundo bajo este revolver enmontañado de rusas tinieblas, pues comprenda que no hablo de finales, ni de principios y mucho menos de ciegos nudos para esta narración que tiene la mirada puesta en un punto fijo. Gozar de la vida. Hablo de tropezar y caerse en los finales. Hablo para comenzar de nuevo sin pensar en la maldad. Hablo de usar la soga para otro crimen. Por lo tanto regresemos un poco al contexto de lo que yo supongo, es una narración genial, entiendo que se encuentre un tanto desconcertado y posiblemente perdido, pero vera Ud. que a veces me pierdo y escribo laberintos, que acaban extraviados en su propio nombre. Pero entro en razón y propongo un final ilógico para todos. Este podría ser el final: opción (1) deja de leer este cuento sinsentido, tomando en cuenta que sería el final de su autoría y el sinsentido en ese caso no fuese yo sino Ud. O (2) podríamos enterrar al sapo y suponer que el hada, se perdió en el camino como se pierden la cordura o algún libro que prestamos. Ahora bien, esto nos llevaría a proponer que Ud. es un muy buen lector lleno de paciencia por haber soportado leer esta aberrante acumulación de letras y absurdos pensamientos. Y que yo, un pésimo narrador, ha copado en ocio para lograr escribir este insensato experimento.
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Poeta
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En huesos de sal, ni la hidráulica orquídea podrá revivir.
Yo no sé porqué, nostalgia y alegría lloran arrabales.
Pues soy de barro, y un adiós tan incierto nunca de polvo será.
Quizá sea está una historia ilógica tan truncada del destino
llena de ritmo de luz y avernos, canto y no canto por cantar.
Es la exactitud en la potestad tuya para besarme. Dijo adiós, como tú has dicho antes, sin remordimientos. El mismo adiós Que despedaza esa Vida tan mía.
Quisiera hablar pero acaricio el vacío de las palabras,
la pantomima de los avernos Para deslumbrar faltan
el sol y rosas oscuras que hierven en sordidez plena.
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Poeta
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Sigue tu amigo, palpable como rosa diurna en tanto misterio que la noche lamenta.
Soy siempre el que he sido y serás el pétalo frágil que siempre llevo en mis recuerdos, para dar nombre a la amistad que nos amanece.
Veremos un día, todo escenario, lleno de flores conociendo tus quimeras nocturnas, para dar contigo en mi vocación de podar las sentimentales pausas que sufro.
Cuando te pienso Amanda, eres flor de mis jardines cuando la tristeza toca mi ventana.
Eres el recordar un buen momento. Todo sublime acto. Para llamarte mí amiga y reír en la luz de los relámpagos, que son tu nombre y tu querer.
Ya no te olvides de los pistilos de mi cerebro. Ya no menciones tu menesteroso andar como el agitado cabalgante de mi pensamiento.
Basta.
Te espero con la fragilidad de los cosmos. Con todo el frío de la noche, queriendo ser, serenidad de la mañana..
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Poeta
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