Poemas de reflexíon :  PAVONEARSELVATIQUEZ
PAVONEARSELVATIQUEZ

Insensible. Parece La pluma.¡Fácil!.
Al insecto. Más Apenas. Alígeras aladas.
Al desasirse flores de las cadenas.
¡Querrán causar ardor al volcán!.
Al quenopodio de urdimbre seda.
Aladas alígeras.
Parece insensible la pluma fácil.
Al replicar al repostero... ¡Sal!.
Del fondo los firmantes compran.

Al contacto sublime de las espadas.
Despreocupado parece al árbol seco.
En las últimas.
Acepciones del turismo.
¡El abismo una cumbre!.
Ser sentido por legumbres cocidas.
En la raíz del espejo.
¡Neutro al gris plomizo!.
En la punta desnudez constando.
El ácido corromper del pudoroso.
En la substancia repentina.
Insecto en tinta pulpo.

Más.
En la base. ¿Del ciruelo qué averigua?.
¡Una cosa por otra fácil torpe!.
¡Creyendo qué cambia en el escenario!.
Y al mismo sol alumbra.
La butaca de los manejos terráqueos.
¡Oh, selvatiquez, cuánto pavonearse!.

Registran hasta un gas.
Del viejo espectador___¡Exclusivo!.
Vaya gramática___¡Del arte harto ajeno!.
Por mucho del soñar pimiento. Aquéllo.
¡Qué le pidiere en balde esgrima!.
Peras al olmo, fresas, al nogal.
¡De los párrafos brillan espárragos carentes!.
Por la mundana irrealidad.
El ocurso cursi discurre.

Separando la suavidad inmensa.
¡Al áspero pasar!.
De un vaso al otro sin vaciar el propio.
Entrelazando al tosco trivium.
¡Fatuo!. La frente al cielo. Pedante.
La espalda lenta. Ingenuidad. La mano al duelo.
Inconsutil. La espada blanda
Blande insensibles las orejas el jumento.
¡Qué parece la pluma fácil al vuelo!.
¡Qué escribe sobre el agua del aire!.

Estuco.
Fresco.
Del paréntesis techumbre.
¡Entre las cañas la parvedad opulenta!.
Y se cree libre.
El
Polvo
Del asiento
Punzante. Del asfalto.
¡Qué de pavesa somos luego!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Realidad adivinada
REALIDAD ADIVINADA

En la mano estremecida bajo el sol.
El sombrero, café, en el vaso.
Cabe.
Y cae bien______ Antes.
En la noche_____ Bajo el sol.
Tendido, césped, entre la lluvia.
Lecho, en que duerme, luz,
barniz bajo la mesa.

Tomó lentamente,
cada minuto, lágrima, recuerdo.
Bien me lo decía: El fondo dolorido.
En la fe de las palomas.
El hijo de un año sueño dentro al alma.
Todo era luz vieja. Luz del silencio, su alegría,
y color rosado azucarado.
*EnElFulgorDeLosLeños*
En la vieja, chimenea.

Esa vez, como miles de hogares.
Ni viven, ni respiran,
ni saben del tiempo alegre.
Las arpas lloraban los violines.
Las guitarras en los rincones.
Las mesas en los sillones.
¡Todo!.

Era un lugar de ausencias.
Un lugar perdido, frío y polvoriento.
Antes.
Había sido diferente, ahora,
De pronto.
¡Todo cambió para siempre!.
En el cementerio.
De los sueños, añicos de fragmentos.
¡Sola!. La pesadilla. Cesó.

La muerte muerto lo encontró.
Ya no vivía sus sueños.
En la vieja lápida.
Estaban solos.
Los huesos.
Del dios que abandonó la vida.

Dentro del cofre de Pandora.
Todo está rodeado del misterio.
¡Era sólo, la fuerza de la costumbre!.
¡Luz de la esperanza!.
Y el veneno amargo envejeció.
¡Color entre flores y latidos!.

El ponerse a salvo nada importa,
fulgor de fe descalza.
De perseguir la dicha.
¡Los años estallan desiguales!.
Leños. Bajo la chimenea.

En el desprecio absoluto. ¡De la vida!.
Las estrellas nadan en su cielo.
¡Arpas sin cuerdas, sin alma!.

Era de sangre, infortunio, del mundo.
Un perdido juicio. ¡Equívoco!.
Lugar desempleado en una quimera.
¡Alegre, solo el invierno, sin infierno!.

Había perdido aquéllo que había.
Sido y ya no era.
De pronto al caer la tarde.
Sonido, el fuego y la ceniza.
De Las mariposas, chispas.
Voces. ¡De la primavera!.

¡Cesó en la vida del dios muerto!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta