Poemas :  Calor feroz... (Polipoesía)
Calor feroz
(Polipoesía)


En tanto la hierba hierve
Bebe y ve y beldad bendice
Porque olvida cuando se hunde
El humo humilde humillado humor
Al an-he-lar al am-pa-ro.
Bur-les-co. Co-co-tero.
Roblizo/robado/rojizo/rollizo.
Que-queso-al-fondo-forajido-forja.
Flecha-flemática-flexible-flor-fluctuante.

Yate yermo yunque yerto

Y rememora/ la ventana/ ociosa
Verde/ rumor/ de albergue
atildado-atisbo-atónico-atosigado
en las retinas con níquel
ni/ni/ni
neófito-netamente-neumático-nevado-nexo
ni/ni/ni
deshidratado/atado/ataúd/atascado
enjambre de puertas pugnas magras negras
indiferentes-indiscretas-indispuestas.

Como comen coco coléricas
y algodones con el rostro las piedras
¡pam! ¡pom! Y… Por/por/por
porfiadas porosas portátil portavoz portentosas
zaz/zaz/zaz
mientras al fondo duermen
dramas dudas dunas deudas donados duelos
con el barato afán de las manzanas.

Y
el océano renueva campanas
cadenas calmadas caballos callados calvarios
en vano ignoto y frágil
sedoso sediento sedimento
brotando en el fondo hondo
dócil=a la suerte=hiere =dulce
y
dudosa vaga una sombra sobria sola
en la nueva cueva
cuando cuarenta cuadros cuenta
desclavando las caricias de madera
madura maldad maleable malherida
y
el cabello en la lengua luego
viejo vive vigilante vigoroso virtuoso visible
y
quita el desmayo de los lirios
lenguaje boscaje celaje
entre la lira y el delirio
vestido de camino
color calor fragor.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  CANCIÓN DEL EMIGRADO
CANCIÓN DEL EMIGRADO
Autor: Adam Zagajewski
Polonia 1945.


Poeta, novelista y ensayista.Estudió Psicología y Filosofía en la Universidad de Cracovia.
Es uno de los poetas más brillantes de la llamada Generación de la Nueva Ola, junto a Kornhauser, Lipska, Krynicki y Baranczak.
Ha sido galardonado con los premios Prix de la Liberté 1987, GranPremio de Literatura de la Fundación Konrad Adenauer de Weimar 2002 entre otros. Obra poética se destacan "Comunicado" 1972, "Carnicerías" 1975, "Oda a la mayoría" 1982, "Tierra de fuego" 1994.
Esta es versión de: Elzbieta Bortkiewicz



Canción del emigrado

En ciudades ajenas venimos al mundo
y las llamamos patria, mas breve es
el tiempo concedido para admirar sus muros y sus torres.
Caminamos de este a oeste, ante nosotros rueda
el gran aro del sol
ardiente, a través del cual, como en el circo,
salta ágilmente un león domado. En ciudades extrañas
contemplamos las obras de viejos maestros
y, sin asombro, en añejos cuadros vemos
nuestros propios rostros. Habíamos existido
antes, e incluso conocíamos el sufrimiento,
nos faltaban tan sólo las palabras. En la iglesia
ortodoxa de París los últimos rusos blancos,
encanecidos, rezan a Dios, varios lustros
más joven que ellos y, como ellos,
impotente. En ciudades ajenas
permaneceremos, como los árboles, como las piedras.
Poeta

Poemas :  Nocturno deambular
Nocturno Deambular...

Noc
Tur
No
Deambular

Y viajar por la noche y por el lago
la luna en la tarde que danza
pesada la hora de cuadros
que dicen retozan fantasmas
en el corto alambre satisfechos
por la vieja verja bailando
¡Donde aguarda el pan el diente!
¡Donde espiga el pelo el peine!
Pintándose de espejos que nunca
sació nadie pintándose reflejos.

Deambular
Noc
Tur
No.

Anochecí lloviendo cruzando las colinas
las hojas sin rostro cayendo agotadas
en otro mar de silencios sumergidos
¡Que cubren con abejas las aguja!
en la caja que sobrecoge incierta
una vez bajo la piel que se derrama
la madrugada rodando estridente
tan desatenta con las heridas hachas
que nunca acaban la nieve en ruinas
desnudándose los encarnizados ojos.

Noc
Tur
Nodeam
Bu
Lar
Porque
Deambulando viejo viajo trasnochado.
Luna a luna acariciando.
El dormir de tres almohadas.
¡Ladrando ladronas laderas!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
Poeta

Poemas :  Eréctil
E.R.É.C.T.I.L.

Fluye el cielo bajo esta tierra,
donde el capullo anhela ser nube,
y el viento un bostezo de gato,
en la calle viuda de la esquina.

¡Porque yerguen de súbito hirviendo!.

Cuando el álamo pinta cuadros,
en el museo que añeja recuerdos,
provisionales insultos al duelo,
fruto caduco del próvido impávido.

¡Por aquéllo que erguiría una semilla!.

Del intersticio reverso rajarse,
los mínimos pétreos jaleos.
Aves del tiempo negro brumas.
Senderos indiferentes de amplia nada.

¡Por eso que habría erguido de haber sido!.

Lustros agrestes de rúbrica y circo.
En las mismas palabras de otros rostros.
En las íntimas cárceles de núbiles vuelos.
En las ternuras torcidas de ayuno frágil.

¡Porqué así hubiere estado lo que irguiese!.

De las gotas refugiadas huyendo,
de las nubes traicioneras,
al concierto del desierto,
verdugo de campanas azules. ¡Eréctil solo!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Ebria Historieta
EBRIA HISTORIETA

Hubo una vez una uva,
que vino con el vino,
combinada camuflada,
convidada del viñedo,
olvidada de añejarse,
de alejarse de embriagarse.

¡Historieta!.

Porqué tuvo un tubo añejo,
una vez tez nueva de pez.
Donde hubiera nieve nuez.
De uva ebria, jugo y voz.
S lo supiera el fuego hilo.
¡Qué luego hubo del juego!.

¡Historieta!.

Donde tres triángulos tarde trinan.
Donde cuatro cuadros cubos cuentan.
Donde cinco circos ciruelas circulan.
Y viendo al zapato su suela en el suelo.
Y en el cielo sombrías cuevas amarillas.
Y entre todas las ramas ranas raras.

¡Historietas, Oh, ebrias, historietas!.

Como la de ésta hubo en otras uvas.
Desdeñosas descansando después.
¡Cómo la uva fue y vino y fue una vez!.
Pez, nuez, voz, atroz, embriaguez, soez.
¡Cómo aquéllo hubo sido visto utópico!.
En el tubo que la uva tuvo añejándose.

¡Ebria, ebria, ebria, historieta!.

Por la nieve que hubo camuflada de frío.
Por el juego del jugo del fuego del gozo.
¡Qué combinada vino entre vitela vital!.
Y fue convidada connatural conspicua.
Y fue olvidada oligarca ominoso vacuo.
¡Qué combinado vino embriagado de mal!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Cuentos :  El primer sentido
EL PRIMER SENTIDO

Ahí está, en la montaña más alta, corre de arriba abajo, da vuelta
manteniendo el mismo propósito si lo alcanza con un gancho,
todos los días que puede, de acuerdo como son las cosas,
por el peso de la música, y la cama de la noche más
profunda, cuando suenan los silbatos y pelean
con el suelo sus zapatos.


Todo había andado tan bien desde la separación de los colores,
instalados en los pesares, y el fastidio del plumaje esponjado,
con el hecho de acostarse desmantelando una sobremesa,
lo más alejado de la espalda desnuda.


En el cuarto de paredes ásperas, con cuadros pálidos del viejo campo,
estaba su sombra con los ojos cerrados por la nueva penumbra.
La noche caía y se levantaba temblorosa, húmeda y tibia.
Pero esta deseaba consumirse la noche completa cansada la tarde,
como un pétalo seco de la flor que se niega a que caiga de la piel,
que muda el alma activa y febrilmente.


Por el primer sentido. ¡Vaya mirada!. Párpados y penetrantes pestañas.
Porque un cambio, te hace querer otros. Lo pensaba y lo sabía, como
si fuera un ajuste telescópico automático, donde se tiene el control
de la estabilidad cambiante y continua. ¡Vaya ceguera iluminada!.
Especialmente al satisfacer la curiosidad donde se transforma la realidad,
como parte de una misión. Benévola, apacible, edulcorada sin desencajar.


¡Sí, a primera vista!. Como el reflejo de trascendencia pulsátil que recorre
los recuerdos y los aromas, las dificultades y el desafío, al estimar el valor
real, internado cientos de metros dentro de una cueva inundada mucho
antes de lo que suele pensarse. Vida que cambia en un instante y se esfuma.


El primer sentido.
Así es que vamos al grano apoyando y estimulando al sol para que salga,
en todas las épocas fabricando infatigable las toneladas de siglos y los trenes,
de nubes ovaladas y altas, con las palmas azules, flotando en el cielo separado
por barreras sobreponiéndose y venciendo la timidez.


Y ya liberado de la consciencia de sí mismo, unirse al color y la forma, sentir
la textura y el volumen, la perspectiva de convertirse en esta misma cosa
observada, vivida desde el fondo, entre fructuoso y avenencia, amalgamados,
percepción y esencia, en esa laboriosidad diligente cada vez más escasa.


Encontrarse más allá del dolor, escapando se sus limitaciones y descubrir
la misma esencia bajo la piel del alma. ¡Solo frente a sí mismo!.
Tanto como aquéllo que también existe bajo un grano de arena, en cada hoja
que se seca, en lo que aparece incomprensible por su imposibilidad aparente.


Pues. ¿Cómo si no?.
Con el pensamiento resultado lineal del tiempo del pasado al futuro en incontables
presentes, fruto del recuerdo en la memoria.
¿Acaso puede alguien captar lo eterno, lo que no tiene medida más allá del espacio?.
Y como hacerlo sin estar abierto, receptivo cruzando el cielo nublado del sentido
primero y abarcarlo, contemplarlo, entrando y siendo consciente de ello.


Y en él. ¡Sí, en él!. El sentido primero.
Porque luchando, luchando sin tregua la muerte parece ser la única salvación.
¡Vaya quimera del humo y la ceniza!. La salvación suspendida del tiempo,
buscando impaciente lo que no lo tiene, por lo que al mismo deleite estruja,
arrodillando a la vergüenza en un hueco quisquilloso justo autómata por él,
el trueno estremecido cabizbajo escurriéndose al después presuroso en la escalera
hacia el cielo castigado por los años, hendiduras grises de imágenes carniceras,
entre el desencanto de la nada que se alarga tendida, y flota muy sensible a los
sonidos, los olores, los gustos, de la rigidez y la indolencia echados a perder
como nunca en la balanza que viaja conservando la calma de la curvatura de unos
meses demasiado propensos al fastidio de los cometas extraviados.


Perdido, perdido, el sentido primero.
Evadiéndolo, sin vivirlo y encontrando su realidad más íntima perdida.
Y, si no, ¿cómo llegar a lo que no tiene límites, a lo inefable, al repliegue mismo
del egoísmo en la concordia quejumbrosa?. Y por entre las ingratas risas apagadas,
florecientes campanadas, en la espalda adormilada ascendiendo como lirios de
caligrafía esmerada, en la tabla del plumaje esponjado por la misma vanidad,
como la fiel postal del sueldo escaso, con las suelas de las fajas a medianoche,
en la situación de los extremos fusionados en la dicha deshecha de la íntimas urgencias.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  EL HOMBRE IMAGINARIO
El Hombre Imaginario
___Nicanor Parra (Chile)

El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario

De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios

Todas las tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios

Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario

Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario
Poeta

Poemas :  En la cuna
EN LA CUNA

En la cuna
Encantadora del recuerdo
En el mundo irrefrenable metáfora
Entre mundos imaginados
En la cama

Encendida expresión pulsátil.

En la paz indiferente misterio
Entre convicción contradictoria
Encuentra descubrir el tiempo al pasar

Encadenado rebuscar de noche
En el perfume audaz pupila
Entre el cándido candil despierto
Encendido oasis ámbar nieve llueve.

En sí, delicioso y estridente

En la curiosa imagen indirecta
Encantado desvirtuar verbal urbano
Encima ambivalente rotundidad
Entre veinte coronas de alquiler
En la caricia circundante
Enredaderas del alfiler

Estalla, del cuervo curvo, dominante.

En cada quizá inanimada
En cada tal vez implícito
Entrando, sensible, volumen blando

Estética, curiosidad oblicua
Explícita la concepción del cuadro
En la cuna del tiempo, cama de la vida recordada.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas surrealistas :  Momento ceniciento
MOMENTO CENICIENTO

A
B vuela
C cereo cerúleo Cronos... La muerte.

Ver del tiempo la ceniza.
¡Cuatro fuegos corren despavoridos!.
Triángulos perdidos de los ayeres.
Recortados, nuevamente consumidos.
Por las quimeras sembradas.
Tres ensueños animados.
Rectángulos en ese lugar esquivo.
En los cándidos minutos alevosos.
¡El estéril blando mundo!.
Deseo, deslumbrador y audaz.
Satisfecho carretal indescifrable.

Instante, fuego, gris.
En el después.
Del terrestre fuelle.

En la claridad adormecida,
la sublime corona.
¡Forma del buril, él, porvenir!.
Pura campiña, vibrando, bañada.
¡En las penas atesorada!.
La febril pantera rubia.
¡Más jazmín que prado fértil!.
¡Peligrosa pasión agreste!.
Ausencia, de suerte, marmolina.

Periodo cetrino trino.
En el sí hiel.
Del invernal absurdo.

Abecedario__Ave_Seda_Río.
Tormentosamente__Tormento__Osa__Menta.

Momentos.
Diarios.
Sembrados.
Diarios. ¡En lamen---Tiras---Cenizas!.
Urnificados, urniformemente, amorfos esqueletos.

En
Maternales
Cuadros
Grises. ¡Absurda senda pródiga!.
Vacua hiedra, de piadosa carne.
Abstracta seda, sin decir.
¡Palabra con solemne flama!.

De
Sagrada
Nada.
¡Armazón!.
Armazón, que eximida mida.
La vid, vida, ida.
Estático y emotivo ruido.
¡En las flores hechiceras!.
Un
Consuelo
Lánguido
Callejón.
...Sin salida.
¡Ve temporal cenizo!.
El
Momento.
Del aquí, que callan,
que mueven, que ocultan.
Cenizas urnas, urnas, urnas,
urnas de fantásticos desastres.
Urnificadoramente sepultados clandestinamente.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta