Poemas de amor :  La luna y mis penas
“Entre aguas serenas . . .”

Por Dios, si la luna hablara
y mis cuitas te contara
de este ser no habría secreto,
su lucero no es discreto.

Porque ha visto la penumbra
cuando ya ni élla alumbra
los abrojos de mi vida,
ni siquiera despedida.

Cuando de mí te alejaste
y tan solo me dejaste
a la vera de aquel lago
abandono fue tu pago.

La tarde miró el tormento
del mustio apasionamiento
el agua, el muelle, el oleaje,
junto a mi vida de estiaje.

Tornaron triste el momento,
el tiempo pasó muy lento
hasta el paisaje fue tenso,
el silencio surgió inmenso.

Como de pena en calvario
todo quedó en solitario
como la barca atracada
mi alma está por ti atrapada.

Sin ti, como la palapa,
siento que el color se escapa
hasta en las montañas quietas
que, hoy, son tan solo siluetas.

Mudas testigos del trance,
ojalá el llanto me alcance
para salpicar el cielo
estrellado en mi desvelo.

Aún guardo la esperanza
tengo la fe a toda ultranza
de encontrarte por el cause
y que nuestro amor se encause.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Restaurante "La Palapa", Isla de Janitzio, Lago de Pátzcuaro, Michoacán de Ocampo, México, . . .
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
Poeta

Poemas de naturaleza :  Yo, . . . el Mirador Turístico Apúpato
Domino intenso los cuatro vientos
de lava ardiente tengo cimientos
sobre un peñol fui edificado
en Michoacán mi gran Estado.

Mirar el lago hasta el infinito
ver las montañas, yo, te permito,
Isla Janitzio, bella Tzipekua,
el agua es canto de una pirekua.

Pátzcuaro lindo baña estas faldas,
tiernas cabañas, amables tablas,
es lo que ofrezco al noble turista,
fui cincelado por Dios . . . artista.

Entre el follaje de una ribera
islita, islote, por ti ya espera
la ecología, natura fresca,
botes y lanchas procuran pesca.

La Iris Kutzanda surca el trayecto,
así, ante el mundo leal me proyecto,
el Licenciado Juanjo Morales
vela mi rumbo libre de males.

Soy fuente, veta, de inspiración
de Agustín Lara del vals canción:
“Janitzio”, Pedro trovó entonado
tocó guitarras enamorado.

Tengo a mi lado muelle bendito
Antiguo Apúpato, hoy San Pedrito,
árboles, cedros, pasto precioso,
perdón, me ufano, de ser hermoso.

Tumba de Hiquíngari, mil tesoros,
numen p’urhépecha, hay en mis poros
encanto, magia, un buen descanso
en el santuario de paz, . . . remanso.

Vengan disfruten de mí y mi gloria,
de la cultura, leyenda e historia
del majestuoso acuoso acervo,
fiel, los invito a bien conocerlo.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Apúpato, San Pedrito, Lago de Pátzcuaro, Estado de Michoacán de Ocampo, México, a 17 de enero del 2017
Dedicado a Christian y Arturo, ambos de apellidos Morales Becerra; tributo a la Familia Braniff . . .
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
Poeta

Poemas de reflexíon :  Árbol fiel del gran Morelos
“Son isleños tus anhelos . . .”

Te sembraron junto al “Siervo
de la Nación”, va mi verbo
a enaltecer tu figura
que se mece, allá, en la altura.

Besados por bellos vientos,
centuria mil novecientos,
desde el año treinta y seis
viven juntos, . . . no olvidéis.

¡Árbol de clase gigante
puro, magnífico y elegante!,
fuiste por Dios bautizado,
un lago a ti te ha regado.

Embelleciendo el paisaje
de p’urhépecha linaje
grueso tronco bien presumes
flores que dan sus perfumes.

En tu fronda, leal follaje,
el ave encuentra hospedaje
sobre brazos enlazados
miles de nidos formados.

Sueltas ramas, hojarascas,
de Pátzcuaro huellas sacras,
flanqueas diestra de Morelos
que se eleva hasta los cielos.

Sigues creciendo en la cima,
tu copa es lo que me anima
a decirte lo que siento
con alma, con sentimiento.

Al General brindas sombra
con espesura que asombra,
raíces, fusión, cimientos,
Janitzio . . . florecimientos.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Isla de Janitzio, Pátzcuaro, Michoacán de Ocampo, México, a 22 de diciembre del 2016
Dedicado a mi compadrito grande, Don Ernesto Juan Castillo
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
Poeta

Poemas de reflexíon :  Honor a la Capitanía de Puerto-Pátzcuaro
¡Honor a quien honor merece!, ¿ves la ola que se mece?

Hoy es Día de la Marina
Armada flota divina,
junio primero la fecha,
escuchen bien esta endecha:

El Lago muestra su imperio,
antiguo Puerto de Aterio
actual Muelle General,
de manera literal.

En esta poesía hay concierto,
¡Honor a Capitanía de Puerto!,
éste es mi mayor aserto:
¡Honor a Capitanía de Puerto!

En Pátzcuaro, hermosa sede,
hace más de lo que debe
Delegado Capitán
Gustavo Luna Corral.

Profesional, Licenciado,
que vigila, entusiasmado,
comercio por agua y pesca,
tal gestión . . . no desfallezca.

Por la Marina Mercante
no rendirse ni un instante,
al contrario, ser constante
con uniforme galante.

Jurisdicción Federal
dignidad, honra, moral,
pilotos de embarcaciones
rezar bien sus oraciones.

Respetar señalamientos,
seguir los ordenamientos,
navegar con directrices,
reglas, normas, son raíces.

Implica acciones vitales
regular vías generales
de comunicación por agua,
la navegación no es vaga.

Solo traslados confiables,
puntos, direcciones viables,
destinos muy bien trazados
con fines determinados.

Embarcación diseñada
canoa, lancha desplazada,
para navegar la vía
por el agua noche y día.

Marítimo es el comercio
que no merece desprecio,
transportar cosas, personas,
rumbo a diferentes zonas.

A esmerarse en la labor
el lanchero y pescador,
mantener buenos oficios
prestadores de servicios.

El orden es importante,
la Capitanía expectante
de infracciones a la ley,
el turismo es digno rey.

De él viven las familias,
que nunca tengan vigilias,
lleven buenas relaciones,
pues, son malas las fricciones.

La autoridad se respeta,
oigo un clarín de corneta,
el Sector está sentido,
triste, por estanque herido.

No obstante, en vía navegable
el agua aún tranquila, amable,
¡que renazca nuestro lago!
no merece tan mal pago.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Antiguo Puerto de Aterio, actual Muelle General del Lago de Pátzcuaro, Michoacán de Ocampo, México, a 01 de junio del 2012
Reg. SEP Indautor 03-2012-083012362100-14
Poeta

Poemas de amor :  Llanto en el lago
“De triste empalago . . .”

Ojos que se humedecen, inyectadas pupilas,
pestañas mariposas son redes que deshilas,
tejida en un chinchorro se apresa una tragedia,
Janitzio se sorprende por mi alma que te asedia.

Tormenta, lluvia negra, cual nube se adivina,
bañado en propias aguas de espuma blanquecina
me queda poco tiempo, llegué tarde a tu vida,
mas, tengo la esperanza mi ser en ti se anida.

Sin brújula naufrago, el vigor ya fracasa,
te pido que me salves ven pronto en tu barcaza
flotante, cariñosa, con cadencia de amor
tus remos multipliquen las ondas del candor.

Soy el pescado blanco que agónico se queja,
acuoso ser plateado que nadando se aleja,
¿seré por siempre, yo, con toda mi entereza
p’urhépecha de estirpe, fiel linaje de alteza?

Sueño con un estanque pausado y redimido
con aquellos paisajes que recobren sentido,
que emerjan de sus entrañas lindas primaveras,
que ecología y naturaleza sean verdaderas.

¡Qué mi llanto colme la inmensidad del lago,
qué mis lágrimas tristes sean salado empalago!;
han muerto atardeceres fugaces que fluyeron
ocasos palpitantes de brisas que se fueron.

Temprana oscuridad frágil tenue espesura,
deseo besar tus labios la miel de su dulzura,
tal vez alguna noche vagando en la ribera
comprenderá la luna a este ser que te espera.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Isla de Janitzio, Lago de Pátzcuaro, Michoacán de Ocampo, México . . .
Reg. SEP Indautor No. 03-2016-070109301200-14
Poeta

Poemas de amor :  Un pescador de Janitzio
Tempranito en la mañana
con el alma por campana
se levanta el pescador
motivado por su amor.

Ya está lista la canoa,
pega el viento rumbo a proa,
la saluda, sube a élla
la respeta cual doncella.

Escenario de montañas
al frente tiernas cabañas,
chimeneas, humos al aire,
que nunca tenga desaire.

Andan inquietas las olas,
las aves hacen cabriolas,
penumbra rumbo al oriente
oscuridad al poniente.

Rema, rema, el pescador
janiscience con candor,
se habla de tú con la niebla,
no a las penas, no hay tiniebla.

Él sí sabe que es el frío
de su experiencia me fío,
piensa en la Virgen Bendita
de la Salud que lo invita.

A escudriñar el interior
del lago sin ningún temor,
respetando ley de veda
su conciencia limpia seda.

Ama la naturaleza,
a San Jerónimo reza
la “Oración del Pescador”
pidiendo le haga el favor.

Con la fauna que él atrapa
entre el tul y la chuspata,
pesca el achoque, charal,
trucha, acúmara ancestral.

Va buscando el pescador
un pez blanco soñador,
Urápiti medicinal
que le cure todo mal.

Kurucha del Redentor
tira su anzuelo el señor,
¿picará, no picará?,
¡claro!, no se vencerá.

¡Viva su presa cautiva!
que por ella sobreviva;
el paisaje es celestial
en Michoacán . . . sin igual.

Barca que tierna se mece,
un p’urhépecha que crece
siente vida al cien por ciento
nubes, sol, renacimiento.

Chinchorro tejido a mano,
blanca espuma, fiel hermano,
mariposa malla al viento,
Pátzcuaro en el firmamento.

Lirio verde, azul remanso,
Dios le prepara un descanso,
vuelve presto con su amada
Refugio . . . mujer sagrada.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Isla de Janitzio, Pátzcuaro, Michoacán, México, marzo del 2012
Para mi compadre grande, José Rosendo López Guzmán
Reg. SEP. Indautor 03-2012-083012362100-14
Poeta

Poemas de reflexíon :  Lago de Pátzcuaro, el origen
“Cuando la zona era virgen . . .”

En cada gota del lago
hay historia, hay empalago,
leyenda, recuerdos vivos,
ensueños, sendos motivos:

Sucedió hace mucho tiempo
entre soplidos del viento,
Curicaveri, testigo
de todo esto que les digo.

En épocas harto remotas
en las áreas más ignotas
de la extensión michoacana,
en su época temprana.

Cuando era imberbe natura
y p’urhépecha cultura
todavía no florecía,
cuando existencia nacía.

En lo que fuera un buen valle,
para dar mayor detalle
de floreciente belleza,
fértil, donde la entereza.

De primeros habitantes
sedentarios muy pujantes
los llevaba a ser felices
germinando en sus raíces.

Fue un día en que, entrada la tarde,
“la cosa se puso que arde”
porque Eolo huracanado
bufó a “pulmón desatado”.

Sobre de los cuatro puntos
cardinales con barruntos
de que algo iba a suceder,
de inminente acontecer.

Cabe mencionar, por cierto,
el miedo, el desconcierto,
que las ráfagas primeras
inusuales, duraderas.

Causaron entre la gente
que, ante el peligro latente,
se espantó y despavorida
huyó como en estampida.

Junto con los animales,
a ciertos aledaños lares
implorando, al fin, clemencia
a los dioses su indulgencia.

Magia, presagio de abrojo,
el cielo pintó de rojo
desprendiéndose gran masa
ardiente, roca argamasa.

La cual, con terrible estruendo,
el de un bólido tremendo,
pegó de forma muy fiera
entre sembradíos, en tierra.

Siguió al duro cataclismo,
terremoto, intenso sismo,
que hizo tambalear los montes,
las colinas y horizontes.

Ese lugar, hoy tan sagrado
después fue bien bautizado,
como preludio de dicha,
con las voces “Huecoricha”.

“Huecorencha”, también “Huecorio”,
“lugar de la caída”, exordio
de formación de arroyuelos,
de veneros en los suelos.

Abiertos desde su entraña,
líquida, divina hazaña
de “ojos de agua” cristalina
dulce, prodigiosa mina.

Que conformaron el Lago
de Pátzcuaro, tierno halago,
que a la región dio más vida
después de la tal caída.

Aliviando, al fin, el trauma,
pues, reforzó flora y fauna,
con tul, zacate, chuspata,
vegetación toda grata.

Humedales, peces, lustre
de este sitio tan ilustre,
endémicos del caudal
thirus, acúmara, charal.

Urápiti, chehua, achoque,
todos milagroso brote
para bien del ser humano
desde entonces fiel hermano.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda

Huecorio, Pátzcuaro, Michoacán de Ocampo, México, a 24 de octubre de 2020
Dedicado al Maestro Melchor Ramos Montes de Oca (QEPD)
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
Poeta

Poemas :  EL LAGO LÁCAR TIENE SUS SECRETOS. ANA MARÍA MANCED
“EL LAGO LÁCAR TIENE SUS SECRETOS” ANA MARÍA MANCEDA


Nació en el cuaternario, cuando los hielos reinaban.
Es un largo fiordo azul donde cerros y bosques
en el alba se acicalan.

Cuentan
que hay una ciudad hundida en el fondo de sus aguas,
en la oscuridad de su vientre posee valles, cañadones
y colinas solitarias.

El lago tiene secretos que toda la ciudad calla.

Antiguamente este lago formaba parte de un reino,
un reino cuya corona de mutisias y amancays
perfumaba todo el valle
y dicen que era Sayhueque el rey de este paraíso.
Era un país encantando de fábulas y leyendas:
“En la ciudad de los Césares” se escondían los tesoros
y el murmullo de estos pueblos del “País de los manzanos”
se fue perdiendo en el tiempo entre maderas y llantos.

Lago complejo, rebelde, tus caprichos enloquecen
¿Por qué tienes que viajar presuroso hacia el Pacífico?
¿Quizás haya una laguna que amorosamente te espera?
¿O será que a tu manera nos vas marcando un rumbo?
El pueblo de San Martín de Los Andes tiene su rebeldía;
la gente con sus protestas, la nieve con sus silencios
las bandurrias llorosas regresando a sus nidos,
y las lengas y los ñires en los dorados otoños
alfombran como escudos tu maravilloso entorno.

Cuentan
que entre las algas se esconden lágrimas de tristeza
que fueron atesoradas por nostálgicos inmigrantes.
Son pétalos de desarraigo que tratan de formar anclas.
En su playa hay peinetones, pulseras, anillos
y amores desengañados
que escaparon de sus dueños a refugiarse en el barro.
Dicen que esposas tristes se sientan en sus orillas
y mirando brillar la luna en las noches del estío
añoran otros amores, amores que ya se han ido.

Los jóvenes locos…locos se aman en los veranos.
Cantan, toman cerveza, se recuestan en la arena
y los seres solitarios perdidos en sus delirios
buscan en noches oscuras una luz en las tinieblas.

En los crepúsculos del largo invierno
no solo llora la gente, el cielo se vuelve cómplice
de esta melancolía
y derrama sobre el lago lágrimas de algodones.
Si alguien desesperado quiere bucear en tus fondos
coméntale sin temores que viva con esperanza,
que regrese hacia su casa y se permita ternuras,
de un hijo, un compañero o de un amigo del alma.

Tantos secretos posee que a veces sufre su peso
y el viento levanta el agua como olas de lamentos.

Cuando un rico por ahí te llega a tirar monedas
para mostrar su soberbia del poder que lo rodea
escóndelas, guárdalas y cuando suba la marea
entrégalas a los niños que pasean por tu vera.
Son niños muy olvidados por los seres codiciosos
que gobiernan sin fronteras.
¡Tan pobres son sus acciones que ignoran
que la codicia es tapada por la arena!

Cuando el Pocahullo te acerque relato de los vecinos
no seas indiferente; las buenas nuevas las guardas
las otras que a la mar lleguen
no sea que tanta pena las ilusiones nos lleven.

¡Lago Lácar, fiordo azul! El de la ciudad escondida
custodia con tu belleza entre las algas y peces
las envidias, los pecados, las miserias, las fatigas.
¡Frágiles humanos somos!
Cuando caminemos con cadencioso donaire
distraídos, sigilosos, sobre tus caracoles y arenas
murmúranos al oído tus secretos con la brisa.

¡Enójate, levanta olas! cuando hieran tus espejos
que el ruido se haga murmullo, la piedra se la lleve el viento
sólo permite la orquesta de risas y de gorjeos
de violines y guitarras, del sonido de los besos
que enamorados niños se bañan en tus recuerdos.

Cerca del fin del milenio, en noche de luna llena
recíbenos místicos, callados, a prometer religiosos
una vida de luciérnagas
enterrando los fracasos muy profundo en tus arenas.***



San Martín de Los Andes, diciembre de 1999.
Poeta

Poemas :  EL LAGO LÁCAR TIENE SUS SECRETOS. ANA MARÍA MANCED
“EL LAGO LÁCAR TIENE SUS SECRETOS” ANA MARÍA MANCEDA


Nació en el cuaternario, cuando los hielos reinaban.
Es un largo fiordo azul donde cerros y bosques
en el alba se acicalan.

Cuentan
que hay una ciudad hundida en el fondo de sus aguas,
en la oscuridad de su vientre posee valles, cañadones
y colinas solitarias.

El lago tiene secretos que toda la ciudad calla.

Antiguamente este lago formaba parte de un reino,
un reino cuya corona de mutisias y amancays
perfumaba todo el valle
y dicen que era Sayhueque el rey de este paraíso.
Era un país encantando de fábulas y leyendas:
“En la ciudad de los Césares” se escondían los tesoros
y el murmullo de estos pueblos del “País de los manzanos”
se fue perdiendo en el tiempo entre maderas y llantos.

Lago complejo, rebelde, tus caprichos enloquecen
¿Por qué tienes que viajar presuroso hacia el Pacífico?
¿Quizás haya una laguna que amorosamente te espera?
¿O será que a tu manera nos vas marcando un rumbo?
El pueblo de San Martín de Los Andes tiene su rebeldía;
la gente con sus protestas, la nieve con sus silencios
las bandurrias llorosas regresando a sus nidos,
y las lengas y los ñires en los dorados otoños
alfombran como escudos tu maravilloso entorno.

Cuentan
que entre las algas se esconden lágrimas de tristeza
que fueron atesoradas por nostálgicos inmigrantes.
Son pétalos de desarraigo que tratan de formar anclas.
En su playa hay peinetones, pulseras, anillos
y amores desengañados
que escaparon de sus dueños a refugiarse en el barro.
Dicen que esposas tristes se sientan en sus orillas
y mirando brillar la luna en las noches del estío
añoran otros amores, amores que ya se han ido.

Los jóvenes locos…locos se aman en los veranos.
Cantan, toman cerveza, se recuestan en la arena
y los seres solitarios perdidos en sus delirios
buscan en noches oscuras una luz en las tinieblas.

En los crepúsculos del largo invierno
no solo llora la gente, el cielo se vuelve cómplice
de esta melancolía
y derrama sobre el lago lágrimas de algodones.
Si alguien desesperado quiere bucear en tus fondos
coméntale sin temores que viva con esperanza,
que regrese hacia su casa y se permita ternuras,
de un hijo, un compañero o de un amigo del alma.

Tantos secretos posee que a veces sufre su peso
y el viento levanta el agua como olas de lamentos.

Cuando un rico por ahí te llega a tirar monedas
para mostrar su soberbia del poder que lo rodea
escóndelas, guárdalas y cuando suba la marea
entrégalas a los niños que pasean por tu vera.
Son niños muy olvidados por los seres codiciosos
que gobiernan sin fronteras.
¡Tan pobres son sus acciones que ignoran
que la codicia es tapada por la arena!

Cuando el Pocahullo te acerque relato de los vecinos
no seas indiferente; las buenas nuevas las guardas
las otras que a la mar lleguen
no sea que tanta pena las ilusiones nos lleven.

¡Lago Lácar, fiordo azul! El de la ciudad escondida
custodia con tu belleza entre las algas y peces
las envidias, los pecados, las miserias, las fatigas.
¡Frágiles humanos somos!
Cuando caminemos con cadencioso donaire
distraídos, sigilosos, sobre tus caracoles y arenas
murmúranos al oído tus secretos con la brisa.

¡Enójate, levanta olas! cuando hieran tus espejos
que el ruido se haga murmullo, la piedra se la lleve el viento
sólo permite la orquesta de risas y de gorjeos
de violines y guitarras, del sonido de los besos
que enamorados niños se bañan en tus recuerdos.

Cerca del fin del milenio, en noche de luna llena
recíbenos místicos, callados, a prometer religiosos
una vida de luciérnagas
enterrando los fracasos muy profundo en tus arenas.***



San Martín de Los Andes, diciembre de 1999.[img align=left]http://www.latinopoemas.com/uploads/img55fc34aa2a475.jpg[/img]
Poeta

Poemas :  Onírico Invento
ONÍRICO INVENTO

Zambra multicolor de zamacuco.
¡Con encasquetar noches!.
Al bucear...
In
venté...¡Un sueño.
Vistiendo al mar de cometas,
La mañana cantando a la brisa,
¡De zangarriana a veces!.
Un lago de alondras. Y nubes moradas.
¡Con jolgorio y zarabanda!.

Invento
A dos y tres pasos.
¡Una mariposa!.
De sobresaltos azules, de sorpresa rosa.
Y alas de zambombo.
¡Se observa!.
El corazón del río.
En
Los pétalos de arena, durmiendo.
En
Las alas del aire.
¡Bajo el ciruelo!.
Fundiendo nieblas, sembrando nubes.

¡Onírica imaginación horizontal, vaya pues!.
Inventé que soñaba, sueños, despierto.
Y
A los relámpagos abandonados,
un cometa bebiendo.
¡La quietud de una montaña!.
¡La envoltura de una fresa enamorada!.
¡La pasión valiosa blasonada!.
Con. Cualquier. ¡Soluble óbice!.
Onírico invento, en aire, insecto. Alas de noche.

Inventé.
¡Qué me soñaba, en los sueños, despierto el día!.
Una amigable valija, llena de fantasmas serenos,
una vaporosa tarde, de almohadas y alfombras.
Inventé.
El brillo del viento bajo el lago.
¡Con el hielo crudo y la fugaz estrella!.
De
Cometas
Al
Mar.
Vistiendo, en las gotas de la noche, jugo de soles que duermen, que benévolos también
fantasean.
En los geranios marchitos,
donde
un sueño, inventé, que me inventa diariamente.
¡Capisayo transparente, aún en lo abrupto barrancoso!.
¡Desnudando el alma, al cuerpo, liso trajín!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta