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Dulce miel embriagadora de los sentidos, Que atrapa la alegría en nuestras vidas, Éxtasis ilimitado de locura, Por el alma llena; Que por ti suspira.
Fuerza invisible que nos lleva al precipicio, Ahondando en el valle, De pasión y de ternura, Se encarna en mí ser esta delicia, Que eleva, que trasciende y que motiva.
Encendiendo las venas que recorren por el cuerpo, Trastornando la razón, En dulces penas, Acribillando el corazón; Con la tristeza, Hermoso, sutil y transparente, Es el amor, en nuestras vidas.
Amor, que por ti todos gritan; Embriagados… Sin saber que significas.
Encontrados en el rincón, De la ignorancia, Creencias vagas, simples y ambiguas, Se pierden infamemente en la neblina, Sin saber que eres puro sacrificio.
Aquel que ah sentido en carne propia, La entrega… Sin esperar nada a cambio, Así, bello sentimiento… Que perdonas y cobijas, Al calor de tu bondad, Reinas, reclamas y te eternizas.
Autor: Miguel ramón Fócil Jiménez Calle José Víctor Jiménez 307 C.P. 86800 Teapa, Tabasco; México Tel. Cel.: 932 109 03 33
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Poeta
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Nuestro Edén
Vientos tropicales sureños; Que abanan a la tierra sin parar, Tierra bendita, por su exuberante naturaleza; Hermosa como el jade, de sus ancestros; En un bello color verde natural. Se escuchan sus cantos en sus cerros, Se escucha la vida, en el rugido del jaguar; Caminando a diario entre sus sierras, Recordando su origen en el manglar.
Cantos de cenzontle; Armonizan, en esta vasta tierra; Todos cantan, nadie llora; Porque ah nacido, Mi Tabasco tropical.
Gritan todos; Ah, nacido! Nuestra tierra… Oh, nuestro edén celestial.
Juntos forman una fuerza, Juntos luchan, por crecer, Todos labran y trabajan; En este paraíso del edén.
A ti, tierra de mis ancestros, Que en tu gente veo crecer, El progreso y desarrollo, Para ver el sol nacer.
Autor. Miguel Ramón Fócil Jiménez. Calle: José Víctor Jiménez 307 Col. Centro Teapa, Tabasco; México C.P. 86800
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Poeta
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Frio amanecer
Amanecí… Y mire a un costado de la alcoba, Solo había un vacio, Frio y cruel, Como la nieve.
Amanecí… Y la vida se extinguió; Por las frases incomprendidas del ayer, El alma de la existencia; Se desvaneció en mí.
Amanecí… Y la tristeza desenfrenada; Se apodero del entorno, Calando duro, el más sentido del ser.
Amanecí… Y totalmente comprendí, Que el abandono a mi… Llego por fin.
Amanecí… Llore, llore y llore, Sin encontrar consuelo y alivio, Sin embargo, el dolor ahogo esas Ganas de vivir, Triste melancolía, con el deseo de existir.
Amanecí… Si, así fue… Y tú; siendo tan vil, Destruiste el amor que sentía por ti… Y jamás volvió amanecer, para mí.
Autor: Miguel Ramón Fócil Jiménez
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Poeta
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Huellas que marcan un camino, Mismos que reflejan en la vida, Golpes, caidas y fracasos; Sedientos de alivio, en la tristeza.
Tristeza que explota los sentidos, Abasaya sin piedad esas fronteras, Reynando, el caos con sabor a triunfalismo, El grito desesperado del amigo, Derrotando sin opotunidad al centinela.
Vuelve destrozando, esa penuria; Extrayendo la esencia, en primavera; Volcada y en erupciòn, Ataca con gran estruendo, Cayendo sin clemencia ante la reyna.
Oh! Clemencia, Ahogada en la garganta; Oh! Penurìa, Asfixia mas, en el alma; Oh! Triteza, Extingue con una herida mortal, esta agonìa; Que duele, sin matar; El alma mia.
Agonizando, encuentro dicha en la muerte; Como antigua amiga… conocida, Me abraza, me consuela, me acaricia, Hoy amado mio; es tu dìa.
Asi parto de esta vida…! Llena de tormentos y agonia, Me voy, por el camino pedregoso; Acompañado de la dama… Que ironìa.
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Poeta
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Observando la perfección infinita del espacio; trata uno de comprender él ¿Por qué? Absoluto de nuestra existencia. Ese gran privilegio de poseer nuestra propia vida; dirigirla y en la mayoría de las ocasiones… desperdiciarla de la manera más vil. Si, desperdiciarla… sin saber que hay tantas formas de ayudar, como causa y efecto ayudarnos, a ser mas humanos, mas hermanos, mas únicos. Pero si bien es cierto que poseemos ese tesoro invaluable… también es de buen tino reconocer que el camino es pedregoso, fangoso, seco y muy pocos tramos de un excelente camino. Surge de manera inmediata la respuesta… Así es la vida… el ser la única especie pensante, dominante, generadora de progreso; y en ese contexto único, nuestros propios asesinos. Bueno, fuera en perecer solamente nosotros a consecuencia de nuestros propios actos, desafortunadamente erramos y con ello sobrepasamos los limites de posesión, pues dañamos a otros seres inocentes, nuestro entorno, nuestro mundo y nuestro universo. Y todo por ser únicos; en este cajón inmenso que nos rodea… que ciegos, sordos, cínicos e hipócritas nos hemos formado. Protagonizando campañas y abanderando temas necesarios pero que en realidad ignoramos en su esencia lo que es el progreso, la unión, amor, paz y la relación de los actos mismos de ser únicos y que nos ubican en ese consumismo ambiguo de destruir y aniquilar todo lo bueno y bello de nuestro propio ser único. Falacia, decir que somos partidarios de los criterios y opiniones que coadyuven en ese desarrollo social, ¿que vemos a día a día?... de proyectos y programas que extingan las carencias de nuestra propia vergüenza social; tratando de presumir las preocupaciones por los seres desprotegidos y carentes de todo. Y todo por ser únicos.
Continuará…
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Poeta
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Luz que atraviesa el constante amanecer; Trayendo en esta triste realidad; incesante e hiriente dolor; Que Incubado en el sueño profundo; Atormenta y castiga; el corazòn.
Se abraza en el pecho; Como la hiedra extrangula el retoño salvador, Que a pasos agigantados, La esperanza, es castigada; El llanto ahogado; El alma afligida; Y la existencia se torna en un vacio; Tan frio y oscuro, que predomina.
Golpe tras golpe; Desesperado, moribundo; Reacciona, siendo el peso del dolor tan grande; Que sucumbe ante la adversidad; Y el odio, se convierte en el arma mortal; Venciendo los obstaculos; Que alberguen en cualquier rincon.
Sufre a cada paso que da, Siendo el galope mas debil, Su fuerza inocua, Su aliento, sin frescura; Y su cuerpo quebradizo.
Se mira asi mismo, Observando el cansancio en su rostro, El fino lienzo plateado, Que brilla en en el firmamento; Siente muy cerca el final; Su arco iris le muestra los pasos a seguir, Y en esa brisa matutina, La luz atraviesa y lo guia; Para entregar la vida.
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Poeta
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La oscuridad en el campo,
Refleja la belleza del cielo,
Contemplando sus estrellas, cometas y luceros.
Nunca había observado tal reflejo,
Que aparece adornando,
Al monarca universo,
Se refleja su rostro,
Que dibuja sus facciones más sensuales,
De su grandeza de mujer.
Es una diosa;
Intocable y de tan inimaginable grandeza,
Parece una niña,
Por su reflejada inocencia.
Quisiera que el reloj parará,
Que el sol se detuviera,
Y que la orquesta de estrellas,
Dibujaran una vez más,
Su presencia.
Pero sé, que la volveré a contemplar,
Y si eso; nunca sucediera,
Jamás, la dejaría de amar.
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Poeta
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La matiz de tu tez,
Reflejada en la distancia,
Por los cerros coloreados de verde,
Majestuosos e Impresionantes,
La forma esculpida y detallada,
Por la mano de Dios
De sus formas.
Es sin duda;
La ventana para llegar a la felicidad,
Es sin duda;
El camino a la pureza,
Es sin duda;
Llegar al extasis del amor.
En vano se busca,
La belleza externa,
Cuando la riqueza natural y esencial,
Se encuentra en el interior de la tierra,
Así mismo,
La mujer desborda su alegría,
Al saber comprender que su infinita esencia,
Se encuentra en su alma y en su corazón.
Sería una falacia,
Decir; que la mujer es simplemente para procrear,
Aunque ella es innata en su valor,
Y pura en su sentir.
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Poeta
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Tus piernas son ritmo,
De un templo;
Donde se produce vida y muerte;
Tus suaves reposos
Para las orillas y fuego;
De una boca.
Tú cintura distribuye
Movimientos y espacios;
Y tus manos y pies;
Demuestran una lucha milenaria;
Por diferenciarse;
Y ofrecen excelencia;
E Ingeniería para la noche.
Tus cabellos de oro es el conjunto;
De hilos tejidos de armonía;
Superficie para el peinado;
Que hace el viento.
Tu desnudez
Suavidades de piel;
Como la sedosidad de una boca;
Y el juego rítmico;
Y agónico de líneas.
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Poeta
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