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Poder absoluto; infaliblemente doblegas; sin conciencia, sin reservas.
no distingues estatus, montando en corcel incansable, tu cólera desatas implacable, desgranando los mares de llanto.
en la inequidad resultante, se levanta gallarda la pobreza, cual dragón, de siete cabezas, se atraganta, y lo deglute para digerirlo una y otra mas, que miseria...
con gula, manifiesta el ávido... y es por todos bien sabido, que ante la amenaza y el desafió; no existe mejor protección, y augurio; solidaridad, unión y trabajo en equipo; para vencer este peligro.
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Poeta
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cayo la noche; triste y solo frente a la entrada de la concepción de nuestro amor.
se albergo en mi, la frialdad que cala los sentidos. el soplo de un viento del este, aumenta el temor dela soledad.
tristeza no aflijas mas el corazón; no lastimes mas...! llora... hasta que seques cada arteria en hoja seca convertida.
ya no existe fuerzas en el cuerpo, ya no existe motivo que alimente el deseo de vivir...
nostalgia... no compliques mas este trance; como un equino galopas al desenlace...
abrazado a los pies del delirio; encuentro un camino; que no es de paz... y tristemente lo es de olvido.
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Poeta
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al nacimiento del alba, se visualiza el ayer...
momentos gratos, que en el instante fue, recuerdos bellos, que alimento mi ser.
carcajada en cascadas... que animaron el espíritu, palabras motivantes, que hicieron remover, cimientos empolvados, coyunturas oxidadas, iniciando un cambio... que alegría...
te encontré... jure amarte hasta el ultimo aliento.
en el caminar de la vida, en congujacion de un solo verbo... Ser!
enfrentando piedras en el trayecto; superados con destrezas, y un poco mas con fe.
asi es... aquí, nos encontramos recordando nuestras vidas, juntos.
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Poeta
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Infidelidad, cual tempestad; abates intempestivamente; no perdonas...
Corazón desquebrajado... aun en pedazos, lates agonizando; sufres, lloras.
espíritu cual cobarde... abandonas en este trance amargo, desolador...
porque, dueles? porque, caes? porque, lloras? porque amas? si la herida lastima, a cada latido.
entendido de los horizontes, rizosos del amor; aun amas...
cuanta desolación! oscuridad absoluta, en esta cárcel de desesperación, cuanta amargura! en esta sustancia infame, que cubre el alma.
gritas en el desahogo, a los cuatro vientos, para aliviar este tormento, y solo, infructuosamente se pierde, en el universo.
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Poeta
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Con la muerte del día; y entre la mezcla de claridad y oscuridad... presenciando así una batalla, en la que alguien debe salir victorioso.
una claridad mermada en sus últimos momentos antes de perecer ante la soberbia y coqueta oscuridad engalanada con el máximo reflector... La luna y sus destellantes luminarias - Las estrellas; en esa incipiente e irrisoria batalla nace la noche.
esa, que para muchos incita y fecunda el amor... para otros; simplemente es una escena en la que se confirma la traición y para unos es el momento preciso para que la penumbra y la nostalgia mermen el alma.
socavando el instinto para luchar... el oxigeno para alimentar las células y preservar la vida, que ya nada vale, que ya nada importa, como un cuenta gotas se extingue lentamente.
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Poeta
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Ver la primera luz del día… Extrañarse, Por tantas caras, raras E indiferentes. Surge de la nada, El llanto de alegría Dulce Madre! Que sus brazos los extiende.
Besos, caricias y palabras tiernas, Son los campos protectores, A este nuevo ser… Muchas risas, muchos llantos… De alegría. Que con bendiciones, Bien recibido es.
Así, Empieza nuestra travesía; Primeras letras; Primeras risas; Unas palabras; Otras mezcladas, Cuanta inocencia. Primeros pasos, Que se fortalecen; Primeras lecciones, Que nos da la vida. De la mano nos lleva Cuidadosamente… Nuestra bella madre… Que alegría…
Y el tiempo, Que invariablemente es cumplidor; Empieza a gestar, El crecimiento… Que a la postre será; Un dulce vino embriagador, Y anhelaremos… La madurez, Como un paso salvador; A las tareas que distinguirán, El proceder en el futuro.
Al llegar la madurez… Que ironía; Ahora el tiempo, Retroceder añoramos.
Pero… En el caso de todos… Fortuitamente, abrazaremos… Lo que ya no podemos devolver… Y con risas, tristezas y decepciones, Soñamos lo que pudo suceder…
Y así, Vemos regresar la cinta… Nuevas vidas; Nuevos seres; A quien hoy nos toca proteger…
Y consientes de la nieve blanca… Y arrugas en la escultura, que la naturaleza… Vio terminada, En ese momento nos preparamos; Para transformarnos… En una nueva energía, Y darnos por bien servidos, En esta corta pero maravillosa travesía.
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Poeta
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En una tarde soleada, la nostalgia, cual cáncer silencioso, embarga el alma.
el deseo a claudicado, ante el pesimismo puro; del entorno que solo vicia, pudre; el destello de vida, que busca incesante darse paso ante la adversidad.
el mundo tan inmenso; simula caernos encima; y aplastarnos cual significante criatura...
somos, ante él; cosa non grata, no encajamos... no avanzamos... no crecemos...
quizás fuerzas extrañas, impiden ver el horizonte, quizás, falte fe. quizás, la suerte sea disipada, quizás, todo se haya acabado.
un aliento, penetrante, avasallador... es lo que el cuerpo inerte... quizás, requiera...
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Poeta
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El gallo canta; al presentir, el avistamiento de un nuevo día... si, uno mas; uno mas, para afrontar el monstruo, que agobia; la necesidad. suplicar por una oportunidad... el trabajo.
luchar a diario, para dar lo necesario a las personas que amamos.
pero no llega, Y el día muere, y con él, La esperanza, el deseo, la suplica.
y al caer la noche, y reinar la oscuridad, caras tristes y miradas largas... que solo expresan, lo desnudo que se encuentra el alma, y el hambre que ondea su estandarte... declarándose triunfante ante la triste realidad, de esta vulnerable sociedad.
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Poeta
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En el recinto de la serranía, nace el río teapa, de él, todos viven y enriquecen, al compás, de un vayven.
Todo florece, todo es algarabía, todos gustosos ven, aun pueblito engrandecer.
le llamaron, La Sultana; porque de ella, solo brota; belleza pura, en sus mujeres; jamas vistas, en el recinto del edén.
Sus hombres, brazos fuertes, manos duras; listas para transformar, esta tierra, este horizonte, para sus frutos ofrecer.
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Poeta
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En la apertura de la vida… Las primeras gotas de llanto virginal, Brotan anunciando, La presencia material. Botella, puros e infinidades De manifestaciones de festejos Por la incorporación al Seno familiar. Y en llanto en llanto; Se forja el carácter, Se afrontan con valor nuevos retos, En la formación del hombre, Que al término de su preparación, Ah, de salir a luchar, Ferozmente por las cosas que necesita y Las personas que tanto ama. Es ahí…. Donde conoce al aguijón del amor, Penetrante, maravilloso… fuente inagotable De eventos que nos llenan el espíritu… Que nos elevan a un ser único. Pero también, impecable… Peligroso y volátil, Cuando en uno se extingue el amor, Se separa, se transforma en la persona egoísta, Egocéntrica detestable… Rehuye de aquello que satisfacía, Su sentimiento… que por muy diminuto que fuese, Era importante. Hoy… solo desprecio, Asco, repugnancia; provocado… Ante lo sublime y sencillo. Ajenos todos; Hipocresía total, Hartazgo de la mediocridad en la Falsa esperanza del amor. Ya nada importa… La indiferencia de un extremo, Provoca dolor; desesperación, Vacío, desprendimiento del alma, Ausentismo de la realidad de la vida, En el otro. Un zombi viviente, Sin metas, sin su amor; que evidentemente extraña, Ama… solo queda esperar. Esperar a que el tiempo haga su trabajo, Avasallé vilmente el sentimiento; Que solo se encargara de opacar, de secar. Adiós, Hermoso… delicioso, aguijón. Que complaciente aceptamos, Veneno del amor.
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Poeta
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