|
Para definir lo que me haces sentir no me alcanzarían los años para escribir, pero si en realidad quisieras saber con un sólo beso te lo podría decir.
|
Poeta
|
|
Llamarte nunca había sido un crimen y nunca lo será, pero ahora mismo, hacerlo, no está bien.
Soy tan incongruente; no puedo pedirle al destino no encontrarte si mientras tanto yo sigo buscándote, pero es que ahora mismo mis razones se sienten tan pequeñas frente a los minutos que se me hacen gigantes, y eso no está bien.
Ahora mismo; mi corazón y mis pies no sienten las fuerzas para pasos tan grandes y sólo quieren ir donde estés; y eso no está bien.
Hola ¿hay alguien ahí? Dígame lo que debo hacer para que deje de llover; dígame lo que debo decir porque, ahora mismo, una sola palabra me podría partir y eso no está bien; Nada bien.
Héctor H. García
|
Poeta
|
|
Te conozco, siempre lo supe, la verdad siempre la vi en tus ojos; en el tono de tu voz o en la actitud más suti. Incluso de aquello que aún no entiendo por que nunca me quisiste decir, siempre lo pude sentir; no me amarías nunca como yo a ti.
Por un tiempo, quedarme callado fue más fácil que aceptar que ni la nota más bella perdura en la eternidad y que tarde o temprano, siempre debe terminar.
No te reclamo nada; todo sirvió para reflexionar y saber que no me podía quedar, que éste amor tan solitario no llegaría a ningún lugar.
Héctor H. García
|
Poeta
|
|
No te reclamo nada; todo sirvió para reflexionar y saber que no me podía quedar, que éste amor tan solitario no llegaría a ningún lugar.
|
Poeta
|
|
Más allá de tu cielo y tus estrellas; contra tus miedos y la totalidad de tus ideas; muy a pesar de otros sentimientos y todas mis palabras; mi amor está, sin lugar a dudas, cuidándote siempre.
|
Poeta
|
|
En realidad, no tengo una explicación; No soy creyente de las energías del universo O de las reglas del karma, Pero haz siempre lo correcto, Sin importar tu humor, sé siempre amable, Antes de hablar siempre sonríe; Ayuda a quien te lo pida Aun cuando creas que no lo necesita en realidad, No odies a quien te ha dañado Pues solo se hace más grande el dolor, Haz todo eso, que no sé por qué o el cómo, La vida, con todo y sus complicaciones cotidianas, Tarde o temprano te lo recompensará.
Héctor H. García
|
Poeta
|
|
Ángel; mía y de la luna, aunque no quisiera, ¡Claro que estoy pensando en ti! como quisiera te dieras cuenta y decidieras estar aquí.
|
Poeta
|
|
Pasarán mil noches o un poco más para que al cerrar los ojos yo no vuelva a recordarte. Muchas estaciones cruzarán por mi ventana hasta que al ver a través de ella no tenga la esperanza de mirarte pasar, pero todo eso ya lo sabía mucho antes de entregarte mi despedida; sabía de lo fácil que es enamorarse y lo difícil que sería olvidar. Solamente quisiera saber ahora cuánto tiempo más, porque ya no resisto el dolor de no tenerte, porque necesito de mi corazón, la mitad que, contra mi voluntad, late tan sólo para extrañarte.
|
Poeta
|
|
Perdóneme usted amada mía, Pero ya no puedo más; No quiero ser el que sufre y debe callar; El que se hunde en la tristeza Y nada puede hacer, Porque haga lo que haga Nada nunca cambiará, Siempre será… No, ya no más.
No está de más decirle Que no culpo de nada a usted, La culpa es de mis brazos Que siempre le han buscado; Porque no es que tan sólo me gustara, No es que tan sólo le quisiera, No… no era tan sólo eso; Yo le amé mucho antes de un beso suyo O la más sutil caricia de sus manos; Mi amor fue siempre sincero, Yo le amé con todo el corazón. Nunca me importó Esa libra que usted decía tener de más Yo la miré siempre perfecta, Para mí, usted nunca lo fue todo, Para mí, usted siempre fue mucho más, Pero no pude hacérselo entender… O quizá fui el que no entendió Que cada momento Tiene su espacio en el tiempo Y el mío no fue ahora; Al menos no ahora y con usted.
Señorita preciosa; princesa, Ahora sólo me queda decirle Que yo nunca quise llenar sus ojos, Aunque admito que lo intente en mi desesperación, Le Juro que nunca fue esa mi intención, Yo le juro que siempre quise llenar su corazón.
¿Cuánto tiempo he de ausentarme? En realidad, no lo sé, Porque el amor es como un incendio Que, aunque a veces lo creamos apagado, Basta una suave brisa Para que sus llamas vuelvan a arder.
¡Claro que voy a extrañarle! ¡Claro que ahora siento ganas de llorar! Porque sé que a partir de ahora habrá noches en que le sueñe Y qué por eso, en las mañanas, no me quiera despertar…
¡Claro que ahora no tengo ni una estúpida idea De cómo he de hacerle! Pero con el tiempo algo se me ocurrirá. Por un tiempo no miraré al cielo; usted sabe; por la luna. A los días les pediré un poco de piedad Y al destino no encontrarla por la calle Por esos azares de la casualidad.
Preciosa… ¿Alguna vez le dije que la quiero? ¿Le había dicho que le amo? Si, muchas veces, yo lo sé, Pero nunca me importó Y tampoco tengo miedo a repetirlo un millón de veces más, ¡Le quiero mucho y le amo con todo el corazón!
Héctor H. García
|
Poeta
|
|
A veces te recuerdo y me resguardo en tu silencio, fingiendo que nada pasó, que todo es un mal sueño y que pronto despertaré; Sé que no es correcto, que hacerlo no está bien, pero es que a veces, tan sólo a veces, sin ti no sé que hacer o a donde ir.
|
Poeta
|
|