|
De nuevo, y sin querer he pensado en ti.
Contra mi cordura tu recuerdo ha sido más fuerte y he soñado contigo también.
De nuevo, volvió tu recuerdo, como un todo; Como un abismo y mi corazón perdió sensatez, olvidó que amarte no está bien; Que de ese amor solo nace dolor.
De nuevo, me hallo sumido en un recuerdo, en un anhelo y ya no sé cómo salir de él.
He sentido de nuevo contraerse el corazón; Me ha invadido esa sensación y necesidad imperiosa y perniciosa de querer abrazarte y que me abraces, de besarte y que me beses de querer olvidarme de todo y todos para estar a tu lado y eso no está nada bien.
Héctor H. Garcia
|
Poeta
|
|
Ahora voy a despedirme: Con tu amor estoy muriendo y yo quiero vivir de nuevo y digo vivir de verdad, no fingir que vivo nada más.
Vamos a ser sinceros; Yo digo que te quiero y tú dices quizás... Yo digo que te amo y tú no dices nada en realidad... Tu eres el amor de mi vida y yo... Bueno... No es justo lo que estas haciendo.
No me mires de esa forma, ahora no va a funcionar... o sí quizás, te lo ruego, no lo hagas más, porque los dos sabemos que, aunque por razones diferentes, alguno lo tenía que terminar.
Mejor vamos a abrazarnos, no vamos a llorar, miraremos al cielo si hace falta... !Ay mi amor! No sabes cuanto te voy a extrañar.
Héctor H. García
|
Poeta
|
|
Al filo de aquella noche; Cuando las aves hubieron apagado sus cantos, caminaba nostálgico por la bahía, como siempre, o como nunca quizás y juraría por mí vida, si ello fuera necesario, que pude escuchar pronunciarse tu nombre como un susurro lejano, casi ahogado entre el barbullo de un océano intranquilo, y sin quererlo me detuve a pensar:
Hasta el barco que navega en la oscuridad, casi siempre atraca en el puerto, porque la luna y sus estrellas les cobijan con su luz para que el marinero encuentre su hogar, y yo, aquí, sin ti, que fuiste mi luna y mis estrellas, me siento perdido en esta ciudad en la que no se si es que el tiempo se ha olvidado de ella; Si ella se ha olvidado del tiempo o si es que yo, perdido en mi tristeza, decidí olvidarme de los dos.
Héctor H. García
|
Poeta
|
|
Si alguna vez pregunté por ti, será quizás porque soñé contigo, porque algunas veces te sueño; Porque algunas noches aún me duermo pensando en ti.
Tu ausencia no ha sido suficiente; En mi corazón no hay nada diferente y cada latido lo dedica solo a ti;
Contigo nunca fue tan negra la noche, ni la calle llena de gente tan triste y solitaria como lo es sin ti.
Mi mente y todo lo demás me dice que debo resignarme porque te he perdido, pero mi corazón, aún enamorado, para nada se rinde y me repite cada noche que no es así.
Héctor H. García
|
Poeta
|
|
Las luces, a tan altas horas de la noche, forman ya, figuras extrañas; Escribo estando triste y la madrugada, un poco más negra que de costumbre, arruga mi frente y me hace recordar.
Las horas pasan y se posan sobre el desorden en mi mesa y sobre los versos borrados o a medio escribir, mientras tu insomne recuerdo que habita en mi cabeza me asegura que no me permitirá dormir.
Escribo y sigo triste, el rocío de la mañana anida ya sobre mis pestañas y Dios es testigo de que te escribo auqnue con esta pena ya no pueda más.
Héctor H. García
|
Poeta
|
|
Perdóname por las cosas que no hice y por las que dejé de hacer también; Por las cosas que nunca te dije y por las que dejé de decirte también.
Perdóname por pensar que esto era invencible y que nunca iba a acabar; Por hacerme invisible y fingir que nada iba a pasar; Por alejarme cuando todo empezó a fallar, perdóname… Aunque también debes aceptar que no fui tan culpable.
Estas letras no son para que regreses, porque tampoco quiero que eso pase, tan solo reconozco mis errores para continuar y estar en paz.
Te amé como no amé a nadie más, pero en los últimos años; En los últimos meses, se hicieron tantos vacíos que ya no supimos llenar; Nos hicimos heridas que no pudimos sanar y la mirada en esos ojos que nos miraron pelear nunca la podré olvidar y toda la vida me hará llorar.
En mi vida siempre serás especial, siempre serás aquella persona cuyo recuerdo me hará sonrojar y esbozar una sonrisa de felicidad, pero ahora debemos continuar.
Héctor H. García
|
Poeta
|
|
Ojalá el también le ame y que cada mañana le lleve el café hasta la cama.
Ojalá y el también le escuche y no sea de los que piensen que tan solo ellos merecen ser escuchados.
Ojalá el también le ame y le trate con amor y respeto; Que sea siempre dulce con usted; Aún en esos días en que todo salga mal y se enoje con todo el mundo a usted le trate siempre con ternura.
Ojalá el también le ame y sea usted su motivo y su razón; Que sólo usted y nada más que usted ocupe cada espacio en su corazón, como hasta hoy usted ocupa el mío.
En fin... Ojalá el también le ame porque no quisiera nunca mirarle rogando por pedazos de cariño, porque yo quisiera saberle feliz aún cuando no fuere conmigo sino con él.
Héctor H. García
|
Poeta
|
|
Haces hermosa mi vida y mi día especial. Me has visto reír, me has visto llorar, has visto mi rostro, el que no enseño al mundo, y sigues aquí.
Quisiera que sigas aquí; Tenerte a mi lado por siempre, soñarte, despertar y mirarte, tener miedo y me abraces, en fin... que me hicieras feliz.
Héctor H. García
|
Poeta
|
|
¿Recuerdas aquella tarde bajo la lluvia helada? yo la recuerdo cada día, o más bien, intento recordarla; Recuerdo el paisaje pintado de un gris azulado; cuando todo se detuvo, donde todos los sonidos callaron. Recuerdo la ropa mojada que vestías Y las gotas en tus mejillas que siempre he querido pensar eran las gotas de la lluvia que caía. Recuerdo los mechones de tu pelo qué se deslizaban por tu rostro y a tus dedos que los apartaban de vez en cuando de tus ojos… tus hermosos ojos… ¡claro! aquellos ojos que podía mirar toda la noche; absorto en alguna fantasía. Sí, tus ojos… ¡Claro!… recuerdo que tus ojos me miraban y que algún par de veces, se apartaron para mirar el cielo mientras tus dientes mordisqueaban tus labios… ¡tus labios…! ¡Como he podido olvidarlo! Recuerdo que tus labios se movían; intentaban decirme algo, pero no recuerdo el sonido de tu voz, es como si la lluvia me dejara sordo aquella tarde o me hubiese borrado la memoria para proteger mi corazón… porque cuando tus labios se cerraron recuerdo que los sonidos regresaron; recuerdo algún dolor en el pecho y a ti caminando en otra dirección.
Héctor H. García
|
Poeta
|
|
Quiéreme, aun cuando te pida que ya no me quieras, aunque te lo prohíba; aun cuando ya no diga que te amo todos los días como antes lo hacía.
Mírame cada mañana aunque no encuentres mi mirada. No te vayas nunca, aunque mil veces te pida que lo hagas.
Quiéreme, aun cuando diga que ya no te quiero; que lo que sientes yo ya no lo siento.
Quiéreme, bésame, abrázame y déjame sentir ese aroma tuyo con notas de amor y cariño y ámame… ámame, aun cuando le niegue al viento que alguna vez te amé, aunque le diga que ya no te necesito.
Ámame, como no me amaste jamás, porque será todo, una mentira, porque será… cuando te necesite más.
Héctor H. García
|
Poeta
|
|