Textos :  Mujeres, nuestro respeto y todo el amor...
“…Antes del hombre, la mujer,… la madre
Durante el hombre, la mujer,… la compañera
Después del hombre, la mujer,… la sombra…”
Pablo Neruda


Antes, durante y después de cualquier historia, siempre vamos a tener que referirnos a la mujer de manera muy especial, a pesar incluso que históricamente no hayamos sido justos en darle a este ser maravilloso, el espacio y los derechos que tiene.
No me voy a referir en esta oportunidad a la violencia, exclusiones y humillaciones que a lo largo de estos últimos siglos y en todo el planeta la mujer ha soportado, porque ellas solas, se han encargado de darse a sí mismo, no por dádiva de nadie, todos los espacios de participación que por la contundencia de su calidad y por la fuerza de sus reclamos han conquistado, poniendo de por medio muchos esfuerzos, sangre, dolor y lágrimas.
Quiero en esta oportunidad exaltar los aportes de la mujer, de nuestras mujeres, para hacer posible cualquier proyecto por complejo o sencillo que sea; para que junto a nosotros, adelante o tras nuestro sean el soporte definitivo de realizaciones de toda índole; para que en nuestros hogares, los hijos puedan describir su norte y dar forma a su personalidad; para tener la certeza de que nuestras ausencias tengan continuidad en el corazón y en los hombros de esos hijos; es que ni siquiera ha sido necesario la presencia de un hombre para que proyectos, sueños y vidas se realicen, el estigma machista tiene varios años que se desfiguró y sigue desbaratándose.
Nuestra vida en la más sencilla y extrema perspectiva tiene un cordón umbilical como inicio de todo; cordón que una mujer desfigurando su cuerpo, cuidó por el tiempo necesario para tenernos, para dar vida a nuestra existencia, para dar vida a la humanidad en su conjunto.
La poesía, música, danza, la plástica tiene desde siempre en la mujer, una cantera colosal de inspiración y fantasías; creo que puedo asegurar que la mayoría de nuestros sueños, tiene entretejidas imágenes motivadoras, encantadoras de la mujer y porque también podemos asociar sensaciones infinitas alrededor de ella, quiero decir que la sensación de seguridad que da su calidez, ternura y amor o la de su belleza desde cualquier perspectiva, no son mayores a las de coraje y valentía de esa mujer en todos los tiempos.
La ciencia, el deporte, la investigación y la cultura tienen en la mujer una fuente inagotable de esfuerzos y creatividad, la historia de todos los pueblos, tiene en la mujer la compañera inevitable, capaz de todos los sacrificios, que han ido incluso más allá de su dignidad, de su integridad, de su vida.
Porque tengamos la valentía de reconocer la valía de la mujer y su espacio definitivo en este mundo en movimiento, porque sin su participación no se pueden esperar cambios fundamentales en el futuro de nuestro planeta, creo que siempre será oportuno el momento, para juntar voluntades, miradas, manos, brazos y corazones, para que el compromiso irrenunciable con las nuevas generaciones, lo asumamos juntos y busquemos unidos, mujeres y hombres ese amanecer diferente, esa sociedad diferente, en el que la simbiosis social deje de ser una quimera y que hablar de justicia sea para referirnos a testimonios de comportamiento que den fe del reencuentro del hombre con su especie en condiciones de dignidad y respeto.
Salud mujer, seguramente tenemos muchos sueños comunes, que hay que poner colores y sonidos, fechas y nombres, el reto sigue presente, sigamos esforzándonos por alcanzarlos y disfrutando de esa sensación sin igual de romper utopías.
Salud mujer, vamos, juntemos nuestras manos y sigamos andando esos caminos, en la búsqueda siempre inconclusa de conquistar esa cosa pequeñita que se llama libertad, como nos cantaba Mercedes Sosa.
Poeta

Poemas :  Ventanas del alma
Siempre me había preguntado, cómo
interpretar el lenguaje del amor
y finalmente, loco enamorado fui sintiendo,
comprendiendo, que ese exquisito y extasiante
trastorno metabólico, emocional,
se dibuja y muestra pleno, completo,
en aquellas ventanas y espejos del alma,
que son tus profundos y hermosos ojos.

Supe descifrar en ellos, que también me amas
y encontré en tus pupilas, cuán feliz me hacías,
ventanas del alma, aun cerradas
te pueden hacer saber, cuánto vibramos
y vivimos, desde la más mustia y leve caricia,
filtrando cualquier otro estímulo y percibir
con más intensidad y diafanidad todo cuanto
palabras y letras no alcanzan a describir.

Ciérrense entonces párpados,
escudos de nuestros espejos del alma,
para recibir todo el torrente de sensaciones
de los ensoñadores besos, del coro de latidos,
del respirar agitado, delatador y hasta
del muy largo suspiro satisfecho.

Ventanas del alma, espejos de nuestra felicidad,
abran horizontes, disparen miradas distantes,
idealicen aun más este sueño nuestro
construyéndose ya, acompañen con colores
y profundidad, este concierto de sensaciones,
de alegría, ilusiones, de nuevas sonrisas…
Poeta

Poemas de nostalgia :  Amaneciendo sin ti
Amanecieron mis brazos
huérfanos de ti, de tu calor,
el aroma delicado de tu cuerpo
se había diluido también
en este despertar brusco,
mis manos abiertas parecían
intentar encontrar tus formas
entre las sábanas, inútil esfuerzo.

Mis ojos me estremecieron
por la certeza de tu ausencia…
ahora miran perdidos,
distantes, cansados, casi secos,
mientras afuera el viento
deja anónima la presencia del sol,
el frío taladra más que mi piel,
exasperando mi necesidad de ti.

Tu recuerdo es tan vivo e intenso
que mi mente no deja de intentar,
abstraer tus imágenes
para pretender traerte con ellas,
pero es imposible, no estás…
quedan sin embargo tus huellas
sobre mis labios, cuerpo, cerebro,
mi respiración y cada sueño…
Poeta

Poemas :  Miguitas de tú ternura
Unas cuantas gotitas de agua en el desierto
son tan irremplazables y valiosas como sentir
miguitas de tú ternura en la ausencia,
que calmen esta sed por tu calidez,
que exorcicen esta terrible angustia
de recibir una vez más el helado manto,
aunque breve, de una nueva orfandad.

Miguitas de tú ternura, que lleguen ágiles
como raticos de frescura, de sosiego,
que templen de acero el alma
para blindarla contra la nostalgia,
que estalla con tu recuerdo
vivo y centelleante como halo solar,
en mis labios secos, en mis ojos vacíos de ti.

Miguitas de tú ternura, que vuelen ligeras
como libélulas jugueteando sin rumbo,
pero que lleguen como bálsamo
a restañar las heridas de mi corazón
de tanto amarte y no tenerte,
de suspirar por ti, de soñarte siempre,
de quererte más y para siempre.
Poeta

Prosas poéticas :  Iniciando un inventario imposible…
Alguna vez escribí, que en alguna parte de mi vida se me había olvidado aquel inventario inconcluso de estrellas y cometas, que apenas inició en observaciones muy especiales, que hice en ocasiones y espacios muy representativos de mi niñez y juventud, con los seres más entrañables que he tenido.
Por supuesto que no tiene ningún objetivo académico, en este recorrido breve por ese cosmos inconmensurable, que por siglos fue materia de los más diversos nombres y figuras, dependiendo de las culturas y épocas a lo largo de todo el planeta y las civilizaciones que nos antecedieron -no tendremos tampoco la más leve historia cosmográfica-, voy a intentar sí, describir las cargas emocionales y los espacios, los detalles exquisitos que se fueron tejiendo con cada rincón del infinito apenas explorado y cada estrella, con cada nuevo hallazgo que fui, que fuimos realizando, porque no hay aquí, no hubo observaciones individuales, las hicimos juntos… pero mejor empecemos esta tarea imposible, que es, que debe quedar inconclusa, porque el universo es así…
Quizás el elemento más sobresaliente que recuerdo se abrió a mis ojos inquietos y me quitó más de un momento y muchos suspiros –hasta ahora-, es la luna, que no va a entrar, ni puede hacerlo en este singular inventario, pero a partir de esa luna, con la mano de mi madre tomando la mía, fui explorando esa bóveda luminosa impresionantemente inmensa, que atesora tantas y tantas estrellas, satélites, planetas, cometas, luceros, soles, constelaciones…
Antes incluso de ingresar a mi escuela, había ojeado algunas revistas de historias, aventuras, comics y en algunas de ellas encontré varios dibujos, sobre aquellas fantásticas lucecitas de diferentes tamaños, intensidad y distancia, espectacularmente dibujadas en noches perfectas; así que se me ocurrió hacer una lista de las que me resultaban más cautivadoras, curiosas y representativas para mí; pero no conseguí el apoyo de mi padre en esta tarea, estaba muy ocupado y debía aprovechar las noches para trabajar, así que, ni modo había que buscar otros recursos…
Volví más tarde, muchas noches después, cuando ya asistía a mi escuela, con mi madre y mi herma-madre, la de los ojazos negros y profundos como la noche, pero tan tiernos como su sonrisa, fue ella quien nos enseñó a ubicar a las Osas, cada una con siete estrellas formándolas; a la Mayor aprendimos a encontrarla con facilidad por su tamaño y lo muy brillantes de sus estrellas, de la Osa Menor con la estrella polar sobresaliendo, me fascinó mucho y cautivo más mi atención, porque imaginaba que su composición figurativamente jugueteaba delante de su madre osa.
Nos tomó algunas noches desarrollar mejor nuestra ubicación en el espacio, para localizar con facilidad nuestras Osas jugando hacia el norte de nuestras cabezas; mis dos hermanos por edad más cercanos (uno mayor y otro menor), se juntaron pronto a este curioso entretenimiento y con ellos fuimos acordando, sobre nuestro segundo hallazgo, después de muchas noches de observación y reprimendas de papá –por quedarnos mucho tiempo fuera de casa- en la ubicación al otro lado de la estrella polar, de Casiopea, esa fantástica silla semejante a una W inmensa, por las cinco estrellas que la forman.
A los tres nos agradaba la Osita, pero Tyron fantaseaba mucho con Casiopea, se imaginaba viajes hacia ella, para deslumbrarse con los diamantes que deberían existir en esa magnífica silla; no pasó mucho tiempo que recuerde en que disfrutamos juntos de estas excursiones que en ese período no se detuvieron, no podían detenerlas, era mucha la emoción que despertó en nosotros que contagiábamos a todos, venciendo hasta la aparente apatía de nuestro hermano mayor, pero Tyron enfermó súbitamente y sin tener períodos largos de recuperación.
Su ausencia convocó esporádicas veces a Ray y a mí, en una búsqueda esperanzada de alguna estrella verde, que iluminara a nuestro hermano y lo volviera con nosotros a compartir más noches, para seguir derrochando curiosidad, ilusiones… todas las fantasías. Creímos haberla encontrado -la estrella verde-, en un sector algo septentrional (al norte) a Venus, pero la perdíamos pronto, hasta que sin visualizarla claramente ni una sola vez más, preferimos olvidar la noche y los cielos estrellados, hasta que nos llegó la noticia -como tormenta eléctrica-, de que Tyron había muerto, no pudimos buscar nada en el cielo, afuera, llovía a raudales y en nuestros ojos también…
Mi herma-madre se ocupó de tomar mi mano y acompañarme a reintentar encontrar esa estrella verde alrededor de Venus –Ray no quiso regresar-, nuestra aventura no prosperó, aunque en el intento casi tres meses después de perder a mi hermano, era el mes de Julio, pudimos ubicar la Constelación de La Lira, en donde hay la curiosa estrella Vega, que presenta tonalidades azul y blanco; quería creer que predominaba el azul, pues mi alma estaba aun de luto…
Tiempo después, cuando la adolescencia asomaba a mi vida y a las multiplicadas inquietudes, encontré en mis amigos de generación: Jorge primero, Germán y Álvaro luego, Silvio más tarde, leales confidentes y compañeros de exploración sideral. Como antecedente importante, para esa época, había devorado muchos escritos y revistas que hacían referencia a estudios cosmográficos de diferentes civilizaciones en la antigüedad y observaciones últimas que daban fe del nuevo espacio austral, sobre el cual no se había profundizado en observaciones del Hemisferio celeste. Para nosotros, vivir dentro del cinturón de la tierra –en la zona ecuatorial-, nos brindó el privilegio geográfico de realizar observaciones a los dos lados del Ecuador celeste.
Es que las civilizaciones antiguas referenciadas por la historia tradicional, dan cuenta de las apreciaciones desde su posición geográfica, esto es mayoritariamente considerando la parte septentrional de la bóveda infinita, al norte del Ecuador celeste; a pesar incluso de los valiosos hallazgos en el caso de la Cultura Inca o la Maya, que incorporaban sus hallazgos en el sector austral y que fruto de ese estudio más universal, había desarrollado un Calendario mucho más exacto que cualquiera de los intentados por Occidente, aplicando además esos conocimientos a sus actividades agrícolas, hasta ahora presentes en el agro andino regional…
Esta cantidad de información, atrapó la atención e interés de mis amigos y al cabo de las primeras charlas, tuve nuevos compañeros de exploración de ese Universo, que me había dejado con huellas tristes de quererlo colectivamente; aún se me hacía difícil mirar el trono de Casiopea sin esas terribles dificultades de digerir un áspero nudo en la garganta y recordar las expresiones vivaces de nuestro Tyron, hurgando nuevas estrellas…

Con mis nuevos aliados y todas nuestras ilusiones de muchachos inquietos, hizo que utilicemos más de una vez, esta capacidad de ubicar algunas estrellas, para intentar cautivar la atención y la compañía de las chicas de la ciudad. Las coronas boreal y austral fueron la primera muestra de nuestras correrías y se las ofrecíamos a las enamoradas; para Jorge, la corona Boreal era su atrapa-bobas, hasta que llegaron las primeras decepciones…
Habíamos empezado a encontrar rastros de las constelaciones del Zodiaco y algunas de las nuevas estrellas como Alfa y Beta o Aldebarán, que mis amigos rechazados a veces, muy ilusionados otras, quisieron bautizar como Cecilia o Judith o Narcisa, en homenaje a sus amigas, situación que no supe tolerar, siendo el investigador exigente que lideraba el grupo, que para ese tiempo tenía el retorno de Ray y dos o tres amigos más.
Suspendí las visitas por estos desajustes de mis amigos y por otra terrible pérdida para mí, para nosotros, mi herma-madre murió después de parir y perder por tercera vez un hijo suyo; mi iniciadora, mi compañera incondicional, mi consuelo y la más pertinaz animadora de mi crecimiento, me dejaba… –imaginé- como la Osa Menor, pero no jugueteando, quedaba perdido en un espacio, aquel día, aquella noche… más escandalosamente infinita que nunca, esa noche junto a Ray mientras intentamos repasar sus visitas y explicaciones, las Osas nos parecieron perfectas, aunque a la Osa Menor la percibí más opaca, quizás algo nerviosa, pues para mí, estaba como yo, estaba extraviada…
Recuperar seguridad y acostumbrarnos de cualquier manera a sentirnos una familia más corta, nos llevó un buen tiempo y quizás más… poder mirar al firmamento oscuro y afianzar esperanza en la curiosidad, por sobre las secuelas de la cultura del dolor que tan arraigada está entre nosotros… Pero esa es la magia de la vida, que como el amor, es inagotable y renace a pesar de cualquier adversidad, además hay tanto por explorar y por suspirar, en el ideal consensuado con mis hermanos de que allí en ese universo, encontraríamos señales de la compañía eterna, fiel, cómplice de quienes fallecieron…
Un lucero errante muy brillante que esporádicamente pudimos localizar cercano a la constelación Pegaso, fue una señal sencillamente tierna de ese lugar especial de la bóveda, irónicamente llamada “celeste”, desde donde pretenderíamos para siempre, que nuestros hermanos estarían acompañando nuestras vidas…
Alguna noche divagando y repasando estrellas con Silvio, un avión navegando hacia el norte, interrumpió con esa espectacularidad que resulta, de ver incansablemente una máquina fabricada por el hombre surcando el infinito, poniéndonos a especular de las más fantásticas maneras: Silvio había leído “Yo visité Ganimedes” y tenía mucho respeto por los Ovnis y todas esas historias de los extraterrestres, yo prefería la tangible y dejé volar mi imaginación en la posibilidad de ser uno de aquellos pilotos, que para mí, tenían el privilegio de suspenderse en medio de tanta magia y fantasía y sobre todo, tener un horizonte realmente infinito, con inmensas oportunidades de ver más estrellas y elementos del Universo, que posiblemente desde nuestro planeta en tierra no se lograría.
Encontrar un avión en nuestras noches de exploración, se volvió también uno de nuestros objetivos a localizar y un tema para continuar en nuestros esfuerzos por convencer al otro de nuestros proyectos alrededor de esas máquinas y otras aeronaves de navegación espacial…
El nacimiento de mis sobrinos, consiguió nuevas sonrisas y el retorno de la alegría y nuevas ilusiones a la vida de mis padres; fue la ocasión ideal para pasear con mamá una noche oscura pero preñada de todas las estrellas, con Ray desbordando de emoción, nos faltó tiempo para enseñarle nuestros últimos hallazgos…
Esa noche no encontramos nuestro lucero azul, pero Pegaso estuvo radiante, muy cerca en el mismo hemisferio austral, pudimos apreciar a Centauro, el Triángulo Austral y la Ballena… Desde esa época adoro visitarlas en septiembre, que con el otoño y los fríos vientos, sugieren observar abrazados muy pegaditos escrutando el universo oscuro, para descifrar en su seno, tantas y tantas espectaculares figuras… las que se imaginaron otros y las que nosotros mismos podemos idealizar, porque la creatividad no tiene patrones ni límites…
Cuando el amor llegó con su manto de ilusiones, fantasías sin fin y toda la fortaleza de crecer en pareja, después del primer beso, con mi muñequita-mujer, buscamos emocionados, una estrella que sea nuestra vigía, nuestro referente luminoso… como nunca con mucha facilidad, encontramos a la estrella polar, que refulguraba apacible, mostrando una Osa Menor diáfana, juguetona, alegre, que pasaría a ser nuestro enlace permanente, el punto a través del cual ninguna distancia podría ser lo suficientemente grande, como para evitar, que suspirando bajo su mismo cobijo, sintamos muy cerca nuestra presencia, calidez y todo nuestro amor…
Pero no hubo época más fértil en hallazgos de nuevas estrellas, solitarias y en agrupaciones impresionantes, cómo la que vendría con la llegada de mis hijos: María Soledad explosionando de esperanza, ilusiones y muchos sueños, con ella en brazos intentando hacerla dormir encontramos la Constelación de Piscis su regente, en tantas estrellas curiosas, mostrando dos peces que para mí eran dos aviones mirándose… Mi Santi, apenas pude robármelo a su madre en las noches frías de mi Tulcán junto a las montañas, fue mi copiloto (imaginario entonces y años después real), buscando con ansias alinear las más de veinte estrellas de Escorpión la constelación de su signo Zodiacal… fue indescriptible mirarlo tan contento y con sus ojos desorbitados alzar sus bracitos, intentando atesorar aquellas lucecitas fantásticas…
Ruth Amanda nació después de haberme convertido en piloto y cuando no estuve cerca, para sentir como se desbordaba el corazón con el primer llanto de mi hija; me costó mucho trabajo y tiempo ganarme su confianza y su compañía, para explicarle aquellos tesoros que tenía para compartir, antes de ponernos a buscar juntos en una noche oscura aquellas estrellitas que dibujaban su cangrejito “celeste”…
Amandita mi Canceriana llena de creatividad, muy sensible pero objetiva, con María Soledad perseverante, luchadora y mi Santi, idealista, hogareño, formamos un equipo para dedicarnos más que documentar las constelaciones que encontraron los griegos y otras culturas, a intentar asociar en ese infinito profundo e impresionante, los eventos y hechos que han marcado pedazos de nuestras vidas, de nuestra historia… Con un cambio profundo en ese empeño, la locuacidad y torrente inmenso de vida y más fantasías de mis hijos, terminaron por convencerme que ni las estrellas innúmeras, ni la música, ni ningún detalle hermoso compartido con quienes murieron, pueden ser parte de esa tortuosa cultura del dolor, restringiendo el deleite de ese universo exuberante, profundo, por un arbitrario tormento personalmente asumido…
Así que decidimos cambiar los motivos de esas residencias imaginarias de los hermanos compañeros de exploración sideral, para recoger sus preferencias y recordar en ellas los mejores momentos compartidos, así como los sueños incumplidos para darles continuidad en quienes podemos retomar sus ideales y testimonios de vida…
A la ubicación difícil de Constelaciones como la de Acuario -que según los astrólogos, nos regirá en los próximos dos mil años-, o las de Erídano, Argos y la Grulla, en esa paleta impresionante de estrellas, luceros, planetas y tantos otros cuerpos presentes en ese universo inconmensurable, buscamos figurar nuestras propias constelaciones, nuestros propios hallazgos, nuestros sueños… entonces encontramos cerca a nuestras Osas, las huellas de un colibrí juguetón, que fascinaba a mi Amandita y por supuesto el Unicornio Azul, pletórico de luceros con la estrella Vega por cuerno, que satisfizo la imaginación y sueños de mi Santiago… Más emociones y avidez desataron en todos, conseguir finalmente delinear el delfín de mi Solecita, navegando libre desde el ecuador celeste hacia el hemisferio austral, porque sabemos que la esperanza vive en el Sur…
Nuestro inventario de estrellas queda inconcluso, debe quedar inconcluso, porque esa tarea imposible no tiene fin, pero igual está allí esperándonos, para brindarse todo, completo a nuestras especulaciones a nuestra imaginación a nuestra capacidad para abstraer y soñar… es posible que aquí quede apenas una inquietud y apenas un pequeño rastro de algo que quiso ser un inventario, pero entre nosotros es un pretexto de acercamiento, una oportunidad para olvidarnos de nuestra terrena existencia y abandonarnos en la oscuridad de la noche para dejar volar nuestros anhelos y sueños…
Poeta

Poemas :  Suspirando sin estrellas
Poco hace, desde que los matices marrones
irisando el cielo como horno de leña encendido,
dieron paso a una profunda y oscura noche,
cerrando todos los espacios en mi cielo,
sin dejar cercana estrella alguna,
para conectarme con ella cual satélite
para buscarte y compartir suspiros y esperanzas

La luna tampoco está, nuestra fiel y cálida
compañera cómplice, no sé dónde huyó,
la siempre rutilante estrella polar,
se oculta entre un inmenso manto terrible
de espesas y oscuras nubes, que amenazan
con lluvia y tempestades de nostalgia,
desconsuelo galopante y mucho frío.

Que gire la tierra y recorra pronto en su tarea
todo el tiempo que nos separa y lastima,
que junte nuestros cielos bajo un mismo aliento,
que acorte el horizonte de nuestros suspiros
y les dé a nuestros ojos y sus miradas
la proximidad de las ansiadas caricias,
todos los sabores y tantas fantasías que soñamos.

Que en su espectacular rotación se cumpla
muchas veces, el milagro del nuevo día
que con más vida, acorta distancias y dolor,
este dolor que no tiene lugar pero lacera
y cual suplicio se pierde con tu sonrisa,
con el cobijo mágico de tu presencia,
con el bálsamo exquisito de tu ternura.

Amasemos entonces más ilusiones y manjares,
mientras nuestro mundo completa las vueltas
que nos acercan desde ya y nos juntará más,
bendito universo en movimiento ,
que no dejas distancias imposibles…
aunque hoy me resulte infinita tu grandeza,
suspirando… sin estrellas… y sin ti.
Poeta

Poemas :  Me tengo rabia
Detesto desviar un solo minuto
en la posibilidad de amarte más
y a este instante, no recuerdo siquiera
porqué desperdicié tantos.

Tampoco importa volver sobre
qué provocó esta pérdida vil
importa sí, que pueda ceder espacio
al hastío, peor al cansancio.

Me tengo rabia y no quiero
conciliar conmigo mismo
porque un minuto tan solo
es mucho más que un beso.

No quiero saber cuántos minutos fueron,
no quiero detestarme más,
quiero recuperar ese beso y tanto más
que traes a mi vida en un minuto más.
Poeta

Textos :  Aztra, ¡Crimen que avergüenza!
“…Esa mañana -18 de Octubre 1977- los trabajadores del Ingenio Azucarero Aztra, se tomaron las instalaciones del Ingenio exigiendo el cumplimiento del contrato colectivo, que estipulaba el pago del 20 % del alza del precio del azúcar.
La dictadura, congraciándose con los Noboa, los Valdez, los Ponce Luque, subió el quintal del 220 a 300 sucres…
Entre tanto, el Gerente General de Aztra, Coronel (r) Jesús Reyes Quintanilla, enterado de la huelga, mantuvo contactos con el Ministro de Trabajo, Coronel (r) Jorge Salvador y Chiriboga; con el de Gobierno Bolívar Jarrín Cahueñas; con el Gerente de la Corporación Financiera Nacional, Alberto Quevedo Toro y con el triunviro, General Guillermo Durán Arcentales.
Con una agilidad sorprendente, el mismo día el Subsecretario de Trabajo, doctor Arturo Gross C., declaró la huelga ilegal y pidió al Coronel Bolívar Jarrín Cahueñas que “disponga lo que el departamento de su digno cargo estime legal”. Jarrín Cahueñas inmediatamente envío una comunicación al Comandante General de Policía, Alberto Villamarín Ortiz, en la que textualmente manifestó: “agradeceré a usted, se digne disponer, se proceda al desalojo inmediato de los trabajadores de dicho ingenio que se encuentran apoderados de la fábrica impidiendo su normal desenvolvimiento”.
A las 5 de la tarde llegó de Babahoyo a La Troncal el destacamento las Peñas, compuesto por 100 policías fuertemente armados al mando del Mayor Eduardo Díaz Galarza. En el interior del ingenio se encontraba el Mayor Lenin Cruz, conocido elemento represivo, al mando de una dotación policial que desde días atrás se encontraba custodiando las instalaciones.
Las fuerzas represivas estaban dispuestas y en seguida se ejecutó la masacre. Un tal Teniente Viteri, megáfono en mano, les concedió dos minutos para que los trabajadores, mujeres y niños abandonen el lugar.
El único sitio de escapatoria constituía una pequeña puerta, que bien podría compararse con una puerta de dormitorio…Por ahí debían salir 2000 personas… y en dos minutos. Los trabajadores replicaron con vivas a la huelga y se aprestaron a resistir con sus machetes, pero los policías armados con lanzabombas, metralletas, fusiles, bombas de mano y garrotes, arremetieron brutalmente.
Con alevosía y premeditación dispararon y golpearon a los hombres y niños obligándoles a lanzarse al profundo canal de riego, donde muchos, ya heridos, perecieron ahogados. Fruto de esta acción perecieron más de cien personas.
A las ocho de la noche, el Mayor Díaz comunicó a sus superiores que la “orden había sido cumplida a cabalidad”. El crimen había sido consumado…”
- Tomado de: Masacre de Aztra: Perdón y olvido por: Eduardo Tamayo G. Publicado en el Semanario Punto de Vista Nº 241, 20-10-1986, Quito- Ecuador.

La noticia del asesinato a más de 100 personas entre mujeres niños y obreros del Ingenio Aztra, recorrió el país y el mundo en pocos minutos, como llama indignando conciencias, como llama enardeciendo aun más los corazones solidarios con todas y todos, quienes nos identificábamos con el dolor y la sed de justicia por este crimen horrendo.
Otra espina de vergüenza para nuestro país; otra raya de salvajismo y opresión para los dictadores, sus gorilas matones y la voraz burguesía beneficiaria cómplice; otra página de oprobio a la justicia, a la ausencia de equidad, a la inconsecuencia de las cortes y jueces de nuestra patria.
Un grupo de jóvenes en Tulcán, recibimos esta noticia como bofetada, como insulto personal y no íbamos a quedarnos de brazos cruzados, había que responder con dignidad y solidaridad de manera contundente, a pesar de las botas rondando, a pesar de los delincuentes con placa del SIC (Servicio de Investigación Criminal) pesquisando.
La indignación por esta represión criminal, había levantado puños y gritos de censura en todo el país; la dictadura había declarado Emergencia Nacional, para cubrir sus crímenes y reprimir los brotes innumerables de protesta y condena.
Herederos orgullosos de esa rebeldía infinita carchense, de un pueblo gallardo y digno, reunimos pronto, los pocos sucres que nos permitirían comprar una matriz de mimeógrafo, redactamos una proclama incendiaria de protesta y condena a esta afrenta a la vida, a esta agresión criminal a las humildes familias de los zafreros de La Troncal, agresión que la recibíamos como propia, con las familias humildes de la nación entera.
Encontramos en una Institución un temeroso amigo, que finalmente ante nuestra insistencia decidió permitirnos el acceso a un mimeógrafo (uno de los pocos que habían en la ciudad), al que casi asaltamos para imprimir todas las hojas que alcanzamos a reunir y salimos a repartirlas por toda la ciudad; para que sepa la dictadura que su crimen no fue perfecto, que por el contrario fue grotesco, torpe, injusto a más no poder; que los asesinos triunviros y sus títeres empezando por el sicario Jarrín Cahueñas, los policías: Gral. Villamarín, Mayor Díaz, hasta el tonto útil Tnte. Viteri, estaban identificados y los íbamos a condenar a pesar de los jueces y las cortes, que siempre van a encontrar comprador de sus oficios, con los que detentan el poder.
Los que dicen que hacen “inteligencia” o persecución (que no cambian, no importa a quien sirvan), no tardaron también en nuestro Tulcán, en ponerse a buscar a los responsables de aquella proclama, -es que habíamos dejado muchas pistas- sin embargo no consiguieron localizarnos, al final resultó que no fueron tan “inteligentes”…
La respuesta condenatoria masiva que desbordó fronteras, sacudió hasta la torpe izquierda electorera, que había callado creyendo ilusos, en maniatarse por el “retorno democrático”, abonando también por su pasividad, la complicidad de la paz de los sepulcros, que le urgía a la dictadura asesina y condenando con su anquilosamiento a que nuestro pueblo deba escoger entre la espada y la pared.
Es que la dictadura había decidido o más exactamente cumpliendo los dictámenes del Imperio: dar paso al “retorno democrático” amarrado, manipulado y estas organizaciones inconsecuentes de “izquierdosos”, curanderos sociales y reformistas de toda cepa, emborrachados por la campaña electorera, no hicieron sino, agachar la cabeza ante los crímenes de la dictadura, cómplices por omisión de la impunidad que a esta hora de nuestra Historia, los mancha de sangre obrera y los ubica donde siempre estuvieron: en la basura, mendigando espacios a la Partidocracia, a los patrones, negociando sumisos con aquellos que los excluyeron y patearon siempre.
Pero para quienes comprometimos nuestra juventud y muchos años de nuestras fuerzas a buscar mejores días para las mujeres y hombres de nuestra Patria, que han entregado y entregan sus vidas construyendo riqueza para otros, ese compromiso no ha cambiado, porque los objetivos no se han cumplido:
La Patria nueva para todos, es aun una quimera; la justicia sigue vendiéndose al mejor postor; la equidad es una utopía con la que juegan diputados, asambleístas, presidentes, alcaldes, comisarios y una larga lista de etcéteras; la burguesía como camaleón, sigue encontrando títeres útiles para mantener sus privilegios e intereses.
Esta parecería otra proclama, como la que hicimos hace 34 años con los compañeros y entrañables amigos: Ruth, Silvio, Iván, Patricio, Marcia que ahora se llama María, el Bladi, los 4 Luís, la Bebita, Arturo, Susana, María Elena, pero sobre todo quiere ser una ayuda memoria, para seguir ajustando cuentas a la injusticia; para levantar una nueva condena a este crimen que tiene 34 años envejeciendo y muchos payasos en campaña; 34 años de humillante impunidad y muchos demagogos imprimiendo sus discursos con la sangre de los mártires de Aztra; 34 años en que ya casi hemos olvidado y no nos importa los nombres de los burgueses dueños de Aztra, que por incrementar sus arcas, decidieron apropiarse de la sangre y sudor de los cientos de obreros, que hacen la riqueza en la zafra, en el Ingenio; 34 años que han transcurrido con los asesinos frotándose las manos pensando que consiguieron un crimen perfecto, pero desde Durán Arcentales, Jarrín Cahueñas, Villamarín Ortiz, Díaz Galarza, el tonto Viteri, Reyes Quintanilla, Salvador y Chiriboga, Quevedo Toro, Arturo Gross y los que cumplieron las órdenes de disparar, escoria de la sociedad que deben ser condenados y señalados en honor a la memoria de esas más de cien vidas cortadas…
34 años después, el azúcar ecuatoriano tiene un sabor amargo, irritante, que solamente un ajuste de cuentas con la verdad, con limpiar nuestra historia de tantos crímenes y abusos con los que los sectores económicos dominantes, se han servido para acrecentar sus arcas mientras empobrecían galopantemente a las mayorías; SÍ, cuando recuperemos la memoria y condenemos a los criminales sueltos, aunque hayan muerto, sólo entonces nuestra azúcar recuperará la dulzura y nuestros zafreros la alegría y tranquilidad.
¡Está tu ira reverberando como la nuestra?
Entonces circula esta condena por esas vidas sesgadas por los asesinos de la Dictadura Militar Ecuatoriana, responsable de las acciones nefastas para los obreros de Aztra y sus familias, el 18 de Octubre de 1977, fecha de vergüenza para todos los ecuatorianos que tenemos conciencia.
¡Hasta cuando Carajo!
Poeta

Poemas :  Marimba...
Desde el África mama,
entretejidos nos llegaron varios sonidos,
en la percusión de los tambores,
de los troncos huecos, de la guadua;
esos sonidos que se expanden
desde las fibras de los cueros y la madera,
de las semillas aprisionadas
en el cofre verde del bambú,
para marcar los ritmos contagiantes
de nuestra América cósmica.

Siguen creciendo en su sangre,
en la inspiración, en la alegría
de nuestros negros y mestizos,
que han hecho suyas las marimbas,
maracas, guasá, cununos y bombos.

Los golpes siguen creciendo,
avivando la alegría,
escandalizando el ambiente,
para que los bailadores
solo tengan que dejar
que sus pies abandonen el suelo
y lleven el ritmo al mecer de sus caderas,
con la embrujo cadencioso
de la marimba, guasá y cununo juntos,
explosionando el movimiento,
los colores, las fantasías…

Desbocando acompasados
cada uno de los chispeantes
acordes que brotan, fluyen
con toda la cadencia del paisaje virgen,
del primario bosque y cada uno de
los sonidos que se multiplican
con delirio entre sus manos
y la fuerza de este ritmo
natural, único, nuestro…
marimba ahee… marimba ahee…
Poeta

Poemas :  Nuestros Eclipses
Las tantas veces que debo alejarme,
son el inicio de una lucha incesante,
para no estrellarme en un voraz torbellino
de nostalgia, de languidez, de sed infinita,
para no permitir que el frío y el abandono
corroan la esperanza y la memoria,
para apuntalar la cordura y la fuerza
que me llega de tus encantadoras imágenes
y que rompen con las alucinaciones
y los tantos demonios que asechan
los sueños, para trastocarlos en pesadillas.

Quedan en mi piel aun los rastros
del exquisito roce de la tuya y siempre
en mi mente los instantes indescriptibles
del embeleso que ansía extender tiempo
y espacio para sentirte más dentro, más mía,
quedan en las yemas de mis dedos
aún latente el nerviosismo de vibrar
con los espasmos delicados de tus valles,
tus montes, tus fuentes y mares y siempre
esta sed loca de continuar besándote toda.

Este es parte del blindaje, de los vientos,
del equipaje y de la fortaleza que me das
con tu ternura, la paciencia y todo el amor
para mantener las alas desplegadas y fuertes
para navegar de vuelta a casa,
donde unidos alcancemos nuevos eclipses
que junten nuestros universos,
volcados uno al otro como tormenta cósmica,
que explosiona y aquieta el solaz del guerrero
de regreso por fin en tu mágico oasis
de encanto, solitud, algarabía, consuelo, locura…
Poeta