|
Mujer
Han hablado de tu invisibilidad y se equivocan. Eres el planeta que orbita a Dios Marmita roja donde fulgura la vida Te yergues hasta el cielo, vertiente enmarañada, Perfumas horizontes, traspasas socavones,
Mujer, Pleamar que inunda mi camino Abrigas en ternura los pies de las ciudades Eres suavidad y fuerza, volcán irreverente Mujer, Cabalgas en mis insomnios Te desean mis manos y mi boca Susurras pasión en tu mirada
Han hablado de tu invisibilidad y se equivocan Las playas que acariciaron tus pies La luna que ilumina tus caderas La flor que perfumó tu pelo acreditan tu presencia poderosa Eres paradigma de fuego fuente primaria de locuras
|
Poeta
|
|
Aprieta, Carpintero, con tus clavos etéreos el madero húmedo que quiere desmembrarse Átalo bien, sostenlo a ese otro madero recortado que puebla en viento el pináculo del mundo… Carpintero, obrero de la civilización, símbolo permanente del trabajo limpio. te prestaré hoy mi fuerza, enclenque fuerza de quien no tuvo nunca la devoción azul de tu martillo y tu esperanza pero déjame ayudarte igual a unir esos maderos Que no tiemble tu mano al martillar certero con tu frente sudando el impecable canto de tu esfuerzo ¡Une muy bien esos maderos! Son el faro que enfrentó mil sirenas, mil arrecifes de ojillos camuflados, dos mil capítulos que casi hoy lo desmembraron… Anda, ¡Vamos ahora! tiremos los dos juntos para levantar estos maderos ¡Así! con rabia y tiempo retrasado ¡tira! Que falta hacía reforzar algo esta cruz sobre el camino… ¡Gracias, gracias a ti, Carpintero amigo!
|
Poeta
|
|
PATRIMONIO Enfrentando a la isla de ojos múltiples, azorado ante mi imagen desambulada, vengo vendiendo los colores, desnudando los huesos asombrados, tiritando un verso humilde para correr y no llegar tarde. Quiero –no sé si quiero- Es necesidad –sí, eso- de levantar mi labio imberbe y ofrendarte mi único regalo que es racimo. La propiedad única que llevo: este amor, carne, fuego, sensaciones, un sueño común, mi verso. Entregarte lo que soy, tan sólo eso, aquí, extendido. Con el grito humedecido, con mi juventud tan breve, con esta tortura larga persiguiéndome cuando lejos de ti presiento el hijo. Todo lo que tengo eres tú, yo mismo y ese hijo que vendrá para el invierno. Casi siempre al decir algo, me lo encontré ya escrito. Tan sólo frente a ti se cuelan albos la página y el cielo Por eso, así, humilde peregrino mi verso llegue a ti llevándote esto: : ajuares tejidos en luna y rosas, todo lo que no pude callar y aquí te he escrito… Es mi patrimonio ínfimo. Te lo dejo… Para que en el grito primero de nuestro primogénito, mi tacto agradecido te acaricie en la brisa. Y si de algo estoy seguro es que ahora sí llegaré a tiempo.
|
Poeta
|
|
Me sorprenderán demasiado pronto
Creo que tropezaré con ellos
antes que cesen mis escalofríos
Iré de todas formas,
esgrimiendo cubetas de osadía
Seré jardinero epistolar
en noches carentes
Dejarán mis encías partidas
La lengua irritada de gritos
Sé que será violáceo el dolor
(Los ungüentos de la mística
quizás me adormezcan)
Se hematomarán mis secretos
Mentiré una trifulca
Lloraré a gritos,
pero no me astillarán sus electrodos
No gangrenarán mi cuna
Me sumergirán y seré corcho
Saltará la vida por mis pústulas
Me descubrirán demasiado temprano
Iré en pijama apolillado
No se compadecerán de mí
Ni yo tampoco
No seré héroe,
Sólo carne desgajada
Seré baúl de doble fondo
Apenas morderán de mi hojarasca
Mis uñas ya no partirán firmes
la naranja
Dejarán mi frente escarnecida
y no habrá agua bendita
Encaramado a los nardos de mi arena
Volcaré mi impotencia entre ladridos
(Creerán haberme demolido)
Temerán mis miradas en sus ojos
Clausurarán la piedad dentro de un túnel
Estaré desnudo en su parrilla
(No seré vanidoso al enfrentarlos)
Me descubrirán a mediodía,
pero aguardarán la noche, por rutina
Me descubrirán demasiado pronto
no podré calzar ni mis mentiras
Allanarán mi Biblia y mis poemas
Desmantelada quedará mi conjetura
Me sorprenderán demasiado pronto
Humillará mi cuerpo su soberbia
Les absolveré de prisa,
(Dios lo quiera)
para lastimar su mísera miseria
|
Poeta
|
|
Soy marginal como un álamo
Insistente profeta en mi tierra
Soy marginal, inmigrante en lo propio
Intuyendo de prisa un destino severo
Soy marginal, germinando proyectos
Con el pecho incompleto
con un lastre grotesco
Soy marginal, inventor de mis días
Aleteando escondrijos
Insolente de vida
Soy marginal, es un trueno mi espera
vagabunda quimera
de nidal sin más piedras
Soy marginal, aspirante a voz digna
Enarbolo embriagado
mis plegarias furtivas
Soy marginal, sin patente es mi juego
No empadronan la ira
No tributan los sueños
|
Poeta
|
|
Nunca me gustó
ir a los cementerios
Cuando lo hacía
la vida rebasaba mis ojos
Se prendía a la piel pálida
de las mujeres de negro
en encabritado deseo
que hasta juzgué sacrílego
Me horrorizaba
el campo de lápidas
y la flor agonizando
Siempre quise salir ligero
Prenderme al viento
y soñar frenético
con dos viudas dolidas
Sí,
nunca me gustó ir a los cementerios
Pero eran escala obligada
de las quintas de recreo
Cuando suene la sirena de mi turno
-voy a quejarme por anticipado-
no se les ocurra archivarme
en un frío ambiente de soltero
No me torturen
con el agua mustia
que dejará vuestro olvido
Ahórrense la visita formal
los primeros de noviembre
Déjenme zarpar sereno
hasta el litoral del limbo
Déjenme recalar sin prisa
allí donde me envíe
el gran portero
|
Poeta
|
|
Fugaz, vendedora de claveles
Medallas amarillas desgranadas
De sueños y manteles ataviada
Llegó su invitación como paloma
resabio de jornadas veneradas
Nos fuimos a su mesa emancipados
de tejidos y discursos ya gastados
Asistimos lentos, solitarios,
Ingenuos persistentes
Elitarios
Inquietos y tozudos
Soñadores
Algunos mesurados como un piano
La pausa coloquial fue sin censuras
Enarbolamos fe en el hombre
Nos embriagó más que el vino,
la aventura
Una oda a la amistad
Una bengala
Oasis de trompos o campanas
Reencontrar otra vez las carcajadas
Madrugada ex alumna,
Amiga es su vertiente liberada
Ideas que brotaban ateridas
Pretencioso soñar
Líneas furtivas
Confianza en ser aún alternativa
Brindis final
Ronda ligera
Mesa ex alumna
Pasajera
Luego,
cada cual a lo suyo
Sus quimeras
Las mujeres, los hijos
Y esta espera
Madrugada ex alumna
Azul anfitriona
De vinos zarandeados
Con su collar de prosas
Con su proyecto endeble
lastimada de sol y abrazos
se ha esfumado.
|
Poeta
|
|
Resulté absurdo condimentador
de platos azules
Despilfarré mi salario de sol
por extraños caminos
Encumbré volantines sin hilos
Fui entomólogo flojo, sin grillos
Resbalé el tobogán de las ranas
y bebí en el fogón el té hervido
Palpé sensación de castillos
al amar frente al mar
en sillones raídos
Asimilé los adiós sin sentirlos
Pero magulló la canción de mis vinos
la indecible traición de un amigo.
|
Poeta
|
|
Con piedras redondas escribí sobre la arcilla tu nombre rimaba mariposas Escudriñé las mansiones de Neptuno siguiendo tu rastro de luciérnaga
Te supe extraviada en las arenas levantando jardines de contramano Cautivaste a los colibríes con tu voz entonada Alfombras de verdor rebelde tendiste en Atacama
Por fin, llegué a tu orilla con las manos sedientas esperando un remedo de amor que sellara mis ojos con un beso
Difusa te encontré hilando el huso de la primavera entre cactus agradecidos que cercaban tu aura, protegiéndote
He recuperado la vida en este agitado correr tras de ti atiborrado de frutas y vinos para seducirte una vez más como a una crédula doncella de los atardeceres de Caldera.
|
Poeta
|
|
Cuántas fantasías evolucioné, sudoroso, luchando con las rodillas apretadas de Edelmira.
Hasta alcanzar, locuaz, grotesco o cibernético, su casto jeroglífico.
Hasta ascender, ilusionado, el penúltimo camino, esgrimiendo los besos más furtivos.
Hasta quedar, pétreo y mordido, suplicando conclusión del compromiso.
Porque ella, mi Edelmira enamorada, prisionera de atavismos ancestrales, en algún estoico aliento victoriano, censuró mis embestidas alocadas…
Virginalísima Edelmira apasionada, con la organza crepitante en clarines constreñidos, esquivó mis estocadas bizantinas, alejándose tras hosca despedida.
Y fue así, con Edelmira acalorada, que aprendí, vía orgullo macerado, y en escandaloso latín languidecido, el punzante significado del: “coitum interruptus”.
|
Poeta
|
|