Poemas :  En el jardín desamparado
En el jardín desamparado


GARTEN-ENTMUTIGEN-GIARDINO-SCORAGGIARE
A.....................................................................G
R...Un pétalo en el jardín...............................A
D...¡Capullo qué no fue..................................R
E...Flor de espacio silencio.................................T
N...Momento marchito.......................................E
D...Esperanza caída y fría.............................N
I...Deja dolor en el pecho..................................T
S...Y el corazón no descansa............................D
C...Semilla sin germinar.....................................I
O...Raíz del estaba soñando..........................S
U...Hoja sin hablar............................................C
R...Cantos de piedra y arena.............................O
A...¡Pétalos sin tiempo!.................................U
G...Nubes áridas y perdidas……………….........….R
E...Al fin un final feliz........................................A
N...Pobre humo de jardín...............................G
T...Un pétalo cómo muchos............................E
M...¡Sueñan su paraíso!...............................N
U...Perdido entre raíz y rama......…..………….….T
T...¡Bajo tierra y encima el sol.........................M
I...El capullo qué no fue...................................U
G...¡Flor silencia en el espacio!.........................T
E......................................................................I
N..JARDIM-DECOURAGER-GARDINO..................G


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas surrealistas :  UNIVERSO INFINITO
Estoy en medio de los mundos de sueños y vigilias,
parece tan lejos de donde he estado entre lo real y lo falso,
sin miedo a perderme en el abismo,
repleto de luz y oscuridad.

La imaginación viene y barre las costas de mi mente,
dejar que esas visiones pasen,
y surgen las emociones,
más allá están las puertas que nunca he visto,
abriendo una por una.

Escucho esa voz,
que me llama y me despierta,
pero no puedo,
estoy en coma.

Descubrir una galaxia de planetas y las estrellas,
dentro de mí se escucha cada una de ellas,
cantando la melodía silenciosa,
la canción del silencio,
la voz de las sirenas me atraen.

Escucho esa voz,
que me vuelve a llamar,
pero no logro despertar,
aún no abro los ojos.

Entre dos universos,
vagando en ellos estoy,
comparando lo real de lo falso,
entre dos dimensiones,
donde no puedo despertar.

Erick R. R. Torres
(Angel Negro)
Poeta

Cuentos :  Leyenda mineral... (Anticuento)
LEYENDA MINERAL

Era mi primer nacimiento, dijo, la
sombra relampaguendo a lo lejos,
en la vela del barco por inventarse,
siglos después de esa edad de pie
dra, nueva noche antes de la luna
bajo el roble hospitalario.
¡En la forma tubo, de ensayos miles,
de aquél ralo nitrógeno fosforescente!.
De los progenitores las preguntas
vestían su piel delgada y sintética.
¡Estratégica pipeta micrométrica!.
Seguramente flexible a las retinas
del viejo lasser, verdoso, en las capas
embrionarias veredas fijas en la mi-
rada calculadora del espacio.
¡Estrecho de un segundo luz!.

En las letras químicas eran las
emociones grabadas de renacimientos
en un cajón vacío lleno de polvo,
ya sin aliento, saltando, enmanzanado,
con el olor prohibido sabor placer,
repleto de cortinas incandescentes,
centelleantes las insinuaciones,
de culpas ignoradas, volúmenes,
sin escribirse de atentas solicitudes,
y súplicas de optimismo en blanco.

La última muerte, sofocada, débil, inaudible.
¡Semejaba la palidez sin nombre!.
Era la nueva leyenda descubierta,
al fondo del diamante caído.
Entre el inmenso meteorito
palpado con el pensamiento inquieto
del curioso paleógrafo holográfico
del tamaño de un androide clonificado.
¡El plan maestro de la muerte circular,
fallaba, más allá de los dados!.

Dijo, gesticulando ante la dudosa pantalla. ¡Aquí puede leerse, sin
duda, sí, puede leerse y decodificar
íntegramente la corazonada matemática,
del conjunto arquetípico del primer reino!.
Seguido después de la vegetal razón.
¡Qué añejaron civilizaciones, extintas,
ancestrales y más aún las actualizadas,
empalizadas y espadosas, todas al final
previsto, se autodestruyeron!.

Entre las partículas inestables,
brotaban en caracteres crípticos,
unas palabras de la leyenda.
De la mineral leyenda.

"Y el carbono amó al oxígeno.
Y el hidrógeno al nitrógeno.
Y el diamante se hizo.
¡Puro al final!.
En el corazón del cielo en la tierra".
Y...La humanidad genuina, unida es sueño...
En esta mineral leyenda.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Cuentos :  Cronos viejo
CRONOS VIEJO

Estaba en la mismísima punta de la onda,
no se sabía si era un corpúsculo o algo
semejante. Había hecho, cuando joven,
un collar, celeidoscópico,
que parecía vigorizarlo, y centellear entre múltiples
relojes, arena, soles, mecánicos y elec-
trónicos impulsos, que flexibles corrían
y detenían eones, millares de infinitos
en una gota del océano cósmico.

Creía pensar en él, humo del presente que
lo tenía atrapado, pleno y curvo, el es-
pacio se expandía, con el pretexto del
eterno retorno, embriagado licor de estrellas.
Ahí, donde nada tenía que hacer, el vacío
bebía su memoria y el eco crecía entre sus
grietas, enorme masa de ruidos, vibraciones,
líneas geométricas, pulsátiles y desiguales.

Era en fin, un objeto, tallado en la piedra,
muy grande, hablándose con dureza, en aquélla
alucinación taciturna del escultor, de esa
primera edad, evolución circular, de avance
y retroceso, reinos mineral al vegetal, y el
animal racional era al final su desastre.
Con un pensamiento claro, agudo y enérgico,
el anciano, logró ubicarse en la pantalla
panorámica y dar vuelta al exoplasma del
espejo tridimensional de la gorgona invisible,
y la estatua de Cronos inició su diálogo.

Fue un monólogo petrificado, como él ahora
estaba en esa estatua representado, Zeus era
sólo una idea, atrás estaba el padre Caos,
sonriendo, bien pintados en el pergamino en-
capsulado y hermético.
[center]El anciano, sordo ya, comprendió el mensaje
grabado en sus minerales latidos esculpidos,
hacía milenios, infinitos y desconocidos muchos.
Comprendió solo aquéllo, que más o menos,
puede ser transcrito en éstas palabras.
¡Aquí estoy, principio y fin, encadenado a la
eternidad, mi madre!.
Gota que envejece a diario, y rejuvenece sin
remedio, en el océano cósmico, en el fondo de
la materia, en la esencia de la forma, en la
forma primordial, vacío y todo simultáneos.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Cuentos :  Desprendimiento
DESPRENDIMIENTO

En la luz se sintió perdido, ninguna
otra partícula estaba ahí, y su labor
redentora, quedó paralizada.
El plomo ardía, nada sabía de los dia
mantes, menos, menos aún de la hemoglo
bina... Un poco más allá, en la última
órbita, las cargas eléctricas saltaban,
silenciosas, teñidas y caóticas.
Las condiciones cambiaban lentamente,
flotaban, ahora burbuja, mañana espuma,
¡El futuro nacía y retrocedía!.

Como el aliento un día de verano, en
alas de mariposa, encarnada chispa,
fuego divino bajo su piel, un cosmos
dentro, microcosmos individual, único,
irrepetible, pensaba, sentía, existía.

En lo más profundo, luz y sombra, fácil,
flujo del espacio elástico, esférico,
y bañado por la ola primordial del tiempo.

La realidad, era y no era, simultáneos
caos y orden, y el principio tejía finales.
Así fue registrado, de pronto, en el enorme
microscopio atómico. Y él, ciego de naci-
miento. ¡Soñaba ver!. Nada raro, con-
siderando su inusual capacidad dermo-óptica
bien desarrollada.

¡Estaba perdido!. El antiguo "Acelerador de
Hadrones" cambió su Teoría de la Vida, ahí
mismo. ¡Quién lo creyera!. Después de tantos
años, anudando moléculas, modificando genes,
trasplantando codones, y aminoácidos. Las
espirales, en partículas dobles, fotones y
quarcks, antineutrinos. ¡En fin, caos y orden!.

El día había sido, difícil, muchos alientos habían cambiado sus lugares vitales.
Pero él, en ése preciso instante, ahí mismo,
y en la intimidad de un cloroplasto...
¡Si, la intimidad de un cloroplasto, donde la luz verdosa libera vida, crea tiempo y espacio,
se reproduce y cambia!.
Sentía su piel rugosa, y la franja de un sol,
aparecía en palabras malévolas,
ruines, inolvidables, le recordaban la inmen-
sidad de la ignorancia en la chispa divina.
¡Del alma, que se apaga, y se desprende!.
Y al final, lentamente, rápido, espontaneo y
pulsátil, en el centro del espacio-tiempo.
¡Se desprendió y abandonó la materia!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Ayer como Hoy
AYER COMO HOY

Ayer murió mi espacio.
¡Exaltado e insultado!.
Hoy vive.
Tu tiempo creyente.
¡Combate, fatuo y pedante!.

Bajo elevados.
¡Siglo y signos!.
Aguijón agitado.
¡De polifónico venablo!.

Vileza fastidiosa.
¡Virgen cobarde!.
Nube negra y gris.
¡Innumerable!.
De anticuario.

Demasiado aderezo, champú y lisonja.
¡Ayer murió... Y murió el sereno!.
Espacio, curioso, nítido y recato.
¡Hoy revive tu egoísmo... Portátil!.

Tan permitido.
Tan remitido.
Acuerdo segregado.
¡Impudor extensible!.

La integridad.
¡De la inmundicia!.
Minuciosa suciedad odiosa.
¡Lindero de inconstancia... Breve!.

Alba de imprudencia.
Ayer como hoy.
¡Mueren los panteones... De risa!.
Por el espacio-tiempo... Pedante creyente.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  ESPACIO INFINITO
Universo abstracto,
repleto de estrellas,
un manto galactico,
una realidad alterna.

Me muevo sobre las aguas quietas,
sobre la galaxia de la mente creativa,
explorando estoy en este vacío espacial,
vacio infinito de un poeta solitario.

Cada segundo se va,
cuando navego en este universo,
que esta repleto de silencio,
quietud y soledad.

Soy un angel enamorado,
un poeta inspirado,
el universo es mi respuesta,
a todas las inquietudes,
que habitan en mi mente.

Una galaxia repleta de estrellas,
un mundo infinito,
del cual yo estoy ahi,
para recorrer su camino.

Erick R. R. Torres
(Angel Negro)
Poeta

Cuentos :  Corazón de flor
CORAZON DE FLOR

Lo conoció, no era el mismo ya, y mucho menos,
ningún otro, el color de clorofila, entre los
latidos. Pétalos de tiempo, olor, olvidos en
espirales, ahí.
Tan cerca del círculo, pálido y triangular de lejos. Leía entre las pupilas, lilas, las lunas,
los meses, meciendo, a veces, suaves terciopelos
puntiagudos.
Y muchos soles, corrían bajo su suelo. Esa vez.
Al colgar del techo las estrellas que soñaba.
La noche, corriendo las cortinas lentamente,
adornadas, entre una montaña doblada. Florecía,
marchito del alto fondo. Palpitando.
Pero no era el mismo, y lo sabía el reflejo al
salir del agua, seco. Más, ahora, que estaba,
ausente. Solo, como una vieja sombra, fantasma, tan dulcemente ácido filtraba el color castaño.
¡Quién lo dijera!. Tras el cristal...

Esa vez. Paladeaba la tristeza, su piel, empapelada, vegetal, plástica y vieja tinta de una
memoria, que salta en la ventana de tiempos idos,
de tiempos que regresan, unos cuantos. Recuerdos,
de relojes olvidados en el tiempo amarillento, de
las tardes, anudadas en aquéllos años.
Tal vez, se soñaba jardinero, en el fondo solo
clavel, admiraba, sintiendo palpitar, en las faldas nocturnas de las almohadas, una afilada sonrisa.
No obstante, al margen, la depresión teñía, sus
hojas y las ramas escribían, los recuerdos, del
tallo, del polen, día tras día...
Pero, ahora... ¡No era lo mismo!.
¡Claro que no!...
En el cuarto, en una esquina arrugada, donde la
vieja plancha, detuvo la marcha, del calor, evaporado, al cortar las humedades, las sequías del día. Su corazón. ¡De flor!.
Redondo y superficial, el horizonte nada tenía.
El jardín de instantes era solo, ese momento, un
descanso bajo la puerta, un trabajo sobre la ventana y nada más.
De nuevo, el espacio se cerraba, deteniendo al
tiempo, al abrigo venidero de la calle.
Y él, corazón de flor, cultivó jardines en los desiertos. Y tormentas en una gota.
Esa vez, con el eco en cada pétalo, un latido un día, tal vez perdido, cuando el tiempo lo detuvo.
Y lo dejó, cristalizado. Siendo lo que era, flor del desierto. ¡Petrificada al sol!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de amor :  PALABRAS
Cuando hablo contigo las mariposas revolotean sobre mi estomago
Te busco cada madrugada en la pantalla de mi computadora,
tus palabras sin voz hablando en el silencio.
Tus palabras que traen las mariposas
Tus palabras que llenan los huecos de mi espacio
Tus palabras que extraño mientras llegan
Mis palabras amaneciendo junto a las tuyas,
recorriendo lineas buscando encontrarse con las tuyas
Busco palabras que derrochen mi ternura sobre tus pensamientos
Busco palabras que se derramen lentas e incandescentes,
fundiendose entre mis dedos y tus dedos
Palabras sin decirse que susurran mientras vuelan,
o gritan con sonidos invisibles, o rien mientras callan
Nuestras palabras en sincronicidad perfecta
atravesando once mil setecientos dieciocho kilometros de pronto,
atravesandonos.
Poeta

Poemas :  Espacio del deseo
ESPACIO DEL DESEO

De la extensión atractiva
Sin
Tiempo
Hijo del suspiro
Enamorado
Cristalino
A veces. ¡Vuela en vano!.

Por el espacio, por el espacio.

Y fugaz.
El espacio huye.
Por el incierto mañana.
El tiempo envidioso buscando fuego.
¡Del paroxismo...Impasible!.
¡Campo de áridas tormentas!.
Entre los hielos del prolongado relámpago.
¡Y enardecida quietud!.
Entre los últimos espacios filtrados.Y
Los erotismos atónitos
Entre los números prohibidos dispersos.
Y fugaz el deseo. ¡Se prolonga!. También...
________Fueron allá.
______Como acá.
____Cristalinos.
_¡Campos del deseo!.

Del
Espacio.

Cristalinos, en los días quedaron, escondidos,
los recuerdos, los futuros, inefables,
por los montes cándidos,
luciendo las gotas,
de los pasos,
inocentes_______¡Infancias cristalinas!.
San-ti-ficada...Lujuria.
Deseo___Del espacio.
Blancura impura. (Amor, amor, amor humano solo).
Espacio___Imaginario.
¡Allá está!.

Es
Pa
Cio
Del
De-seee-ooo.

Deshojando los inviernos una primavera,
enamorada,
por laderas, tréboles y místicas corolas,
apasionadas,
fantasías, palpitantes, de la arcilla,
en la brisa rubia.
La brisa rubia. Brisa rubia. Brisa, brisa, brisa.
Sobre las margaritas.¡Abundantes nieves!.

*Espacio Del Deseo*

Mientras las letras suspiran capturando.
**Espacio Del Deseo¨**
Palabras sin sentido, ni sonido.
Palabras sin forma ni color.
Del
Deseo
Por... El espacio rápido y volátil.
Del
Deseo
Por... Los opuestos acordes del silencio.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta