Gaviota de nuevo plumaje, en tu vuelo tu pecho apenas roza mi mar acalorado… suave lisura que mis labios pecadores besan Provocando un hermoso color rosa En la tersa piel de tus mejillas niñas.
En silencio medito si fue bueno Sellarte la promesa con un beso, pues esta espera ya va siendo para mí un castigo Niña loca, mujer niña… De mí haces lo que se te antoja.
Muerdes mi barbilla y yo te como a besos esos besos que aun en la calle te los puedo dar y tú, pícara mariposa, te ríes… comprendiendo mi tormento y mi deseo Sabiendo que antes de ir a más…he de marcharme.
Y como no he de desearte si tus ojos ya me muerden Y tu aliento tibio en mi cuello me calcina. Te gusta provocarme corazón mío Pero cuídate que una de esta noches... na!, tus ojos y tú ya me conocen y se van por revoleras.
Delalma Martes, 26 de mayo de 2015 [/size][/center]
Nos arrastrará la vida lejos de los ayes de mi dolor extremo y tu lírico quebranto en una hermosa tarde humedecida de tristeza donde ya no se respira y la noche cubre el llanto.
Hemos de ir tan lejos como quiera el infinito con mis ojos ya sin vida y tu voz adormecida ya no lucharemos más por ser lo que no fuimos ni tentarán las ganas por tener lo que no tuvimos.
Pero volveremos a la vida eterna cuando el viento nuestras cenizas lleve por los páramos agrestes de las melancolías y los haga florecer con el agua de los llantos…
Sólo un sentimiento no volverá más el amor arropado de besos y caricias en el lecho disfrutando placentero en tu vientre conmovido… fraguado con ternura, entre tus senos y mi boca.
ya no tengo batallas que pelear ni guerras por ganar sólo me ha quedado una vida por vivir y un amor por disfrutar…
Viví cada minuto de mi vida como si fuera el último que me quedara peleé, gané y perdí; amé, reí y lloré… pero siempre sentía que algo me faltaba…
Hoy comprendí, que era sólo paz lo que buscaba perdido en medio de mi laberinto luchaba tenazmente por hallar la solución sin embargo ella estaba allí.
Sólo tuve que bajar la guardia un minuto calmarme para respirar, y mirar miré primero al frente, luego en derredor y finalmente lo hice introspectivamente.
Fue algo maravilloso lo que hallé nunca había sido tan malo ni tan bueno como me pensé o como me definieron sólo había sido un hombre temeroso…
Si… temeroso de mi propia fuerza y de mi carácter combativo e indisciplinado pues siempre hallaba la forma de corregir las órdenes o los riesgos que tomaba.
Me sentía satisfecho de todo lo que hacía pues al cabo me honraban… ¡Pero cuanta falsedad en todo ello yo sólo quería mostrarme superior… y lo lograba!
Así fui compensando… éxitos por derrotas, elogios por castigos desilusiones por pasiones, penas por alegrías y pensé que el mundo estaba hecho a mi medida.
Pero no… nada más falso me había convertido en títere de mi propia fantasía cayendo o levantando… provocaba hilaridad o aplausos vivía una borrachera ególatra.
Pero eso no iba a durar cien años… y un día desperté, las sombras de mi intensa vida se fueron apartando del camino fue entonces que me encontré con mi destino.
Unos ojos bellos de tierno mirar, morenos castaños, hechos de dulce caramelo… ¡Dios!... creo que sí, que ella vino del cielo para cambiar mi vida y lo hizo.
Delalma martes, 24 de marzo de 2015[center][/cent
er]
Mis cordiales saludos a todos los compañeros del foro. Ya estoy por aquì nuevamente, o me llevò el huayco aunque a estas horas esas torrenciales lluvias estàn causando tragedias a poco kilometros de Lima. Aqui les traigo una propuesta màs de mis escritos. Gracias por leerme.
Este artículo o categoría puede incluir contenido sensible. ¿Seguro que quieres leer?
Mientras el sarmiento crepita en la hoguera... Tu serena belleza... desnuda mis ganas, Con tus ojos de cielo en los míos clavados Excitas la lumbre que llevo por dentro.
Y mientras me miras sonriente y altiva, Pícara soñadora, amante perfecta... Quitas de tu cuerpo interiores bordados... Barreras que impidan mi paso a la gloria.
Con tierno embeleso se ven seducidos... mis sentidos... Y espero callado, lascivo, la hora y el momento... en que preñe la noche de amor y deseo Conversos en llama líquida, recorriendo mis venas.
..............................................
Ya no hay espera que atormente mis sienes... El resto es sólo un devenir del amor in crescendo, Una noche sublime maculada de estrellas... Aferrados tus brazos a mí, y mis labios, mimando tu frente.
Suceda lo que suceda, Siempre conservarás tu recinto, Tu espacio fraguado en mi pecho, Porque tú sabes... El primer amor no se olvida... Tan puro y verdadero... Como un cuento... Así fue el mío... Así lo recuerdo... Así voy a llevarte siempre pequeño... Mi divino justiciero... Mi amor... Mi cielo... Mi dueño"…… "auris"
¿Cuánto más podré morir?... Si hace tiempo que voy por los caminos Halando un amor exánime En el amargo féretro de mi sufrimiento.
Este cruel dolor que me inflige hoy la vida Es por el desatino de amar sin sensatez Entregando sin mesura el corazón A un amor que no pudo ser, pero no me arrepiento…
Los mejores momentos de mi efímera existencia Los viví con ella, con su amor tan de repente Tan casual, como una llovizna de verano Que uno no espera, pero cuando llega, nos alegra el alma.
Todo el amor que pude en otro tiempo Haber añorado, lo encontré… En la pureza de su límpida mirada Y en su voz tan delicada diciéndome… ¡te amo!
¿Cuánto más podré morir? Si no la tengo conmigo, a mi lado Para erigir mi fortaleza con su genio y su figura Y hacer de ella, el más bello palacio de mi reino.
Ella le daría una mirada a los eriales de mi vida Y seguro estoy que las flores crecerían… Derramaría una sonrisa en mi desértica agonía Y el agua vivificadora manaría.
¿Dónde estás amor de mis amores? ¿Dónde? ¿A qué lugar del cielo o de la tierra Podré llegar, para ser tu complemento? ¡Grita, yo escucharé el eco de tu voz y volaré a tu encuentro!
Preguntas que van y que vienen, gritos y exclamaciones De día o de noche, es lo mismo… Y si al caso viene que dormido me quedara Como un loco me despierto ¡Llamándote… llamándote!...
-¡Buenos días mi amor!… -¡Buenas noches mi amor!… Más que un saludo era un clamor de besos constantes Hasta quedar extasiados el uno en los brazos del otro.
Ese era nuestros amoroso ritual Siempre al despertarnos y al acostarnos Y esa sed de amar, no daba tregua para una mirada más… Pues luego, el fuego guardado en la piel… demandaba…
En bocanadas de aliento hirviendo, tu nombre Se hacía uno con el mío en tus labios Y éramos fieras comiéndonos el amor en la piel Mientras dábamos vueltas en sedas y organzas…
Me llenabas de lumbre, y yo, atizaba la hoguera Prendido de pasión en tus brazos me dejaba llevar Circunspecto, por las ardientes laderas de tus caderas Hasta que en mis manos no cupiera más un trocito de tu piel.
Perdida la cordura, y frívolo ya Me bañaba en las aguas de tu mar de amor Hundido en las repujadas y placenteras burbujas Que con todas tus ansias de amar, tímidamente me dabas.
Me duele la ausencia de tus castaños ojos Y el fulgor aquel del embeleso con que me mirabas Si pudieras ahora aunque sea de reojo, darme una mirada Le regalarías un tesoro a un desventurado aventurero.
¿Serán los campos de amapolas y verdes esperanzas Donde duerman mis sueños lánguidos y fríos? ¿O será la estela de una estrella que brilla en lontananza La que avive mis colores y me vuelva gris lucero en la mañana?
Ser oscuro o ser fulgente no me importa Si por ti mi pulso vuelve a latir aunque sea titilante Porque muerto estoy viviendo sin la luz de tu mirada Sin tu aliento que hace falta a mis enjutas ramas
Dame un poco de esa vida que arrancaste de mi pecho Un poquito de agua fresca del río que te baña, Una gota, aunque fuera, si más… tú no pudieras Yo la haré un mar de amores, para ahogarme en ellas luego.
Vuelve para amarnos más que antes sacudámosnos de esa polvareda Que cayó en nuestros ojos Haciéndonos llorar…
Ámame sólo con el corazón Olvidémoslo todo, dejemos en el pasado La tormenta que se abatió sobre nosotros Y nos destrozó el amor…
Ven, mi casa aún se ve vacía sin ti Y para colmo, no hay rincón donde no se respire El aliento de tu amor Tu dulce y maravilloso amor.
Ámame, evapora estas lágrimas que aún Siguen brillando en mis ojos Amor, me vuelvo tan redundante contigo Tan previsible, tan niño, tan inocente…
Dejando que las caricias se enternezcan en mis manos Haciendo con ellas ovillos de esperanza… Pero el tiempo pasa y el amor persiste Lo que se me acaba es la vida…
En fin… haz lo que quieras Lo que mejor te parezca y convenga Ya no vuelvas si no quieres o no puedes Pero ámame, ámame siempre.
A pesar de los años Yo no he perdido las esperanzas De realizar mis anhelos Como todo buen escritor…
Y quisiera contigo Dejar la huella que todo hombre debiera A su paso por esta tierra… Es decir: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro.
El árbol hace tiempo yace plantado En el centro de mi jardín Eterno vive rodeado De flores bellas, escogidas para tal fin.
A mí, de pronto que se me diera Las ganas de un libro escribir Pero no es mi mayor anhelo, ni es ese mi desvelo Yo quiero algo más íntimo, más nuestro.
Así, aún poder escribir espero… “¡el poema!” Uno que te haga vibrar de emoción Para que lo guardes en tu corazón Y lo alimentes con devoción…
Y se me ocurre que Tal vez no provenga el poema ansiado De mi pluma, algo cansada ya Ni de mis letras gastadas por el dolor…
Será quizás que el poema venga De ti, de mí, de este amor… ¡Será la envida de unos… Y el sinsabor de otros!
Tal vez, te decía, amor El poema que busco Lo tenga en la punta de la lengua Y en el último trazo de mi esfero…
¡Será una sirena augusta que nadará en el tintero De tu vientre florecido Madurado entre fragantes pétalos de buen amor! ¡La niña que yo quiero, quiero que me la des tú!