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PENSAR TERRESTRE
De La Tierra es la opinión. Así. Sin saberlo piensan los hombres. Si, acaso la madre tierra siente. ¡Si claro qué sí, lo siento y lo pienso!. Lo cree el terrestre polvo humano. Del que salimos y al que volvemos. Como La Sonora Luz que llega, vive, sale y se va. Muda de apariencia. ¡Canta, cambia y se transforma!. Muda desde la profundidad de los metales. Muda de un día a otro minuto. Como reposa el agua en un lago que duerme. En un minuto remoto, en un antiguo segundo. Por el río de los relojes tranquilos. Como ríe y danza un trueno en un relámpago. Sin rayos, solo agua de celestes aires y chispas.
La Tierra El Mundo luego De las maderas invisibles, del árbol infinito De La vida, vive, dentro de las criaturas que crecen. ¡Qué desde los ojos oye la piel terrestre!. En la tierra. Para todos mundo. De las calles duras de las historias. De las historias olvidadas. De las historias que no se escriben. En las Hambres, en las bocas secas, en los ecos sordos. La tierra grano a grano nos germina, con sus vientos, en las aguas qué trabajan, con las inmóviles raíces, y crujen a veces en las consciencias, de la humanidad cuando lo siente y piensa.
Pensar Terrestre ¡Es sentir y amar el barro del alma, de espíritu verdaderamente humano, del árbol y arena de los aires del fuego del agua, del océano padre terrestre de la vida!.
Pensar De Abajo Arriba De los pies a la cabeza De la sangre al corazón Arriba como osezno caedizo a veces escurridizo por la fugaz vida que vive intoxicando. Abajo como viborezno enamoradizo a veces pasadizo por lo prolongada muerte cultivando a diario.
La Madre Tierra, siente, pienso, creo. Y Nuestra vida no destierra.
Sinn, senso, sens, sense ¡Natural cómo es la vida, cómo es la muerte! Sentido verdadero del vivir sano ahora.
Fühlen, sentire, feel ¡Sentir sin aherrojar, sin oprimir, sin subyugar!. En El Pensar Terrestre Cuando Por nuestra vida nos late, pensar sentir, pensar. La madre tierra.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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AUTÉNTICA MONEDA
Ésta Era Una moneda diferente. ¡Caía de la boca del hambre!. Fabricaba corazones al infierno. ¡Desenredaba las malditas verdades!. Hacía calles y palabras miles.
¡Soy una moneda diferente!. ¡Oh, sí!. Decía con todo el amor que se retuerce. Con el hierro en cada dedo. Con el río que amenaza al aire. Y Los hombres son bandadas. Recuas, recuas. Ruecas, ruedas, rudas. De asnos importantes. En la vida del escritorio. En la mísera madera de un clavo. En la gruta de treinta espinas. Era Se decía__Una moneda diferente. Era La entraña de un sollozo ajeno. Era El mismo vientre de un manzano. ¡Desvestido y diamante amonedado!. Ésta Era Una moneda descarnada y entubada. Diferente de cualquier pantano. La sombra más amorosa del metal. La máxima justicia en botella. Era La moneda Vertical. ¡Del puerco espín!.
Monedas en manadas. De los monos, de mano en mano, Circulan, palpitan, crecen, nacen. Son Avenida Senda Y camino. Auténtico. Camino de monedas. Auténtico. Camino de monedas. Y camino donde la lenta soledad se extiende. Los montes invadidos, invadidos del hondo anhelo. La moneda__Auténtica lápida del alma. ¡Hermoso monumento a la codicia!. Premio... Premio... Prólogo y epílogo. Prólogo y epílogo. Polígono palpita. El logos nuevo. El camino de benditas monedas. Manadas y humanas recuas, auténticas monedas. Son Los mismos, los diferentes, los ayeres, los vacíos. Verdes, blancos, rojos, azules, negros. Auténticos. Diálogos de monos, monólogos de sapos. Escritura de lagartos, amores cadavéricos. La Auténtica moneda, mana, de mono. De la mano, inerme del hambre. ¡Alambre, billete, papel, grillete!. Con Todo ¡El brío sombrío del cielo!. Bebiéndose las tardes de las venas. ¡Vano cuerpo de sonrisa raza ósea!. Monedas. Sepultando estrellas. ¡En el corazón nocturno!. (Del mismo hueso). En el agua frágil del sufrido hielo. Auténticos hilos, monedad, hiladas con hiel helada. Monedas. Y Todo. ¡Por éstos auténticos números, uno de la muerte y el fracaso!. Sangre. De monedas en cada diente, y latidos de uñas engañadas.
Y que... ¡Ya circulan como siempre, por el ayer!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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EL DOLOR CALLADO
En cuerdas cansadas se mezclan los aromas murmurar confuso es la fuente... ¿Calla, dolor, él___ Innumerable!
Son apagado de un arpón.
¡Cuántos soles moribundos han dejado los ojos envueltos en vacíos!. ¿Del pesar las heridas ocultas?. El cantar, infeliz, que seres escuchan.
Bañada luz en todos moribunda.
¡Callado el dolor! Calla, callando, calles.
Ya no hay ni sombras solas Ni dónde soledad gemir pueda Ni obscura soledad, qué balsa, el mar Del alma, ya está, callado, el dolor. ¡Mismo!. Por el dolor, qué además, callan ¡Otros!.
El Dolor Callando. ¡En los mismos!. Otros.
¡Oh!_ Indoloros mil veces, no, huelen lágrimas ajenas, almas infernales.
En la purísima tarde, donde muerto, ha, esta mañana, Mañana, de los ojos, con vendas. ¡Cadenas!. Como dulces pasaron, ya, llorando, los minutos, los rezos rasos.
Con ¡El dolor callado!____ Implantado En__ El__ Alma__¿Celeste suelo?
Se decolora la luna. En el suspiro del viento. Dolor, sobrecogido del suelo todo. Verlo, generosamente, sangrando.
De las aguas secas raíces. ¡Solos secos obscuro oro!. ¡Tanto inocente, muerto, tanta consciencia!.
Muerta muerte, mueren muertos. En éstos tiempos. De informes lenguas.
Callado, el honor, ruinoso. Encuevado, el mundo, observa. ¡Lo qué a todos ahora ata!.
El Dolor callado. Callado ha. También, el trabajo, el injusto bolsillo. Ajena obstruido. ¡Lo qué a tanto aqueja!.
Y El Dolor Callado____ Encallando cada planta. ¡Cada magnate moviendo!___ A Caos Ocaso. ¿Acaso?. ¡Callado el dolor!... ¡Alumbra!.
El señuelo. Encanto dura. Espina, la madera, el clavo. ¿Corona de miles dos más tantos?. Y Con arrullo, el dolor, se unge. Callando. ¡Callando solo mano y pié!.
En el dolor, eterno templo. ¡Tiempo!. ¡Qué sólo el vulgo vil ignora! Sin duelo, sin lágrimas, sonriendo. ¿Quién lo admite?_____ ¡Callando!.
El dolor se cuelga desgranado hacia la mirada turbia que lo causa bajo la marea furiosa de los corchos la desgarradora juventud extinta la desoladora capital del egoísmo. El dolor se cuela demasiado lento.
Callados. Ajenos. Al dolor ajeno. Saludando ahora. Mañana, escalofrío recuerdo. El invierno repetirá. Cada hielo, hiel y sangre. ¡Hilo!. El sueño. Perdido bajo cada noche. El día que calle, la calle. ¡La pesadilla olvidada por el cielo!. ¡Cielo callado, el dolor, del cielo!.
Callado corderillo, el dolor, se aleja. Pensándose perdido, en la vida. Callado, casto se contempla. Donde después abrióse herido. ¡Tempestad delante estrepitosa!. En el dolor, callado, verse.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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LA TERRENAL SONRISA
La sonrisa cae bajo la trampa lagrimeando, en los ramos de cada pestaña dulce, en la pieza con lenguaje de tristeza, y resbaladiza, un corazón esculpe.
La Terrenal Sonrisa
Atrás quedaron amarillos valles, en las sombras de un detalle, en las calles de un huracán, y apedrearon, luego al viento.
La Terrenal Sonrisa
Por la tarde vuelan épocas alegres, en los sueños dispersos de campana, en los brazos maduros de venado, y crecieron, melodiosas melodías.
La Terrenal Sonrisa
¡Para vivir no hay qué matar!. Las últimas horas de la noche. Ni el agua en la garganta seca. Ni el tiempo de realidad adversa.
La Terrenal Sonrisa
¿Qué dejaríamos para mañana?. En el río que riega cada llanto. En la riqueza de cada aurora. ¡Está el oasis de los espejos!.
La Terrenal Sonrisa
¡Para soñar no hay que dormir!. Con el mediodía de las palmeras. Con el sabor añejo del suspiro. ¡El cuerpo brilla de amor humedecido!.
La Terrenal Sonrisa
¿Qué sonrisa nos recordará un reloj?. A los lados de las islas desnudas. Al final de los inviernos del siglo. En la red, enlagrimada y terrena.
¿Será, la terrenal sonrisa?.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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Poeta
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Nadie en la ceniza
A falta de palabras en el equipaje solo. Llevo fechas, flechas, flamas, en la ceniza, voz que me dibuja. Otro, petirrojo---Otros, setos, en blanco, nadie es distinto. ¡Nadie es cualquier nadie! ¡Y es mejor así!... Nadie lo ha dicho... Nadie, nadie. A falta de palabras... Solamente. En blanco. Nada piensa.
En la nieve, entre los árboles. Ni una mancha sobrevive. Ni el consuelo de una ardilla. ¡En el equipaje me dibuja nadie!.
¿Qué será de nosotros?. ¡Efímeros ningunos, fechas de ceniza!. Los jardines. En las calles...De hojalata y botes. ¿Qué será, nadie, dime?. Cera Puerta ¡Acero!--- Otro petirrojo. Nadie escucha---Entre los árboles ¡Solo en blanco piensa!.
Entre La nieve. Y es mejor así. ¡Nadie vuelve a repetirlo!. A Falta De palabras En el equipaje, fechas flechas.
¡Flamas, voz de la ceniza!.Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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TRANSFORMACIONES
Donde estuve, estás y habrá otros. Edificios, distancias y hormigueros, transcurriendo desde arriba.
Cementerios y llegadas, donde estuvo, él mismo. Hay otra vez, otros.
Nuevos y distintos. Castillos sudando trigo. Mina, panes y pradera.
Color de distancia y casa, de hormigas pescando ataúdes, y como entonces, edificios.
Sin herencia, borrando arena, al sol y lejana playa. Como cavando olas.
Sin duda, hombres hormiga. Como desde arriba parecen. Ciudades, bosques, sierras.
La puerta alba y calles. Donde habitamos y estamos. Estás y habrá otros.
Edificios, hormigueros después. Cementerios otra vez, otros. ¡Tiempos!... ¡Como cambia todo!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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Poeta
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