|
DEUDA
¡Nos quedamos debiendo tanto amor! ¡Qué necio fue creer parar el tiempo! Gastar como ebrios los momentos. Posponer como ciegos el amor.
El acero enraizado que bullía. Fortalecido en distancia. Que brillaba en tus ojos. Que vagaba en los míos.
¡Nos quedamos debiendo tanto amor! De la mesa cotidiana, hoy me duelen los silencios. Y es ahora, mi viejito, en tu ausencia de martillos, o en tu patio enmudecido, que te gritan mis cimientos, se lastima el corazón.
Por pantanos rutinarios extravié mi red filial, Nos amábamos silenciosamente Fuimos rieles bifurcados. ¡Ay, qué deuda más absurda! Con racimos en los brazos, demorando en abrazarnos…
¿Habrá, Dios, aún espacio que nos colme de consuelo? ¿Qué compense esta torpeza que hoy sacude mi canción?
|
Poeta
|
|
Abrázame fuerte, para en mi mente, retenerte, permite que tu corazón entrelace sus latidos con mi amor.
Transmite a mi pecho, el calor de lo desnudo de tu piel, estréchame fuerte, déjame sin aliento, ya le robaré después, un suspiro al viento.
Abrázame fuerte, rodea con tus brazos, la piel de mi cintura, quiero subir al cielo, teniendo los pies en la tierra.
Quiero por un abrazo, perder la cordura, deseo que lo acompañe un beso, y saborear su dulzura.
Abrázame fuerte, necesito a tu cuerpo aferrarme, y en la seguridad que me da tu abrazo, hazme sentir la pasión, la alegría y la ternura.
Quiero sentirte mío, quiero sentir, que aún vivo!
Abrázame fuerte, eres mi seguridad, mi gran amor y.... mi buena suerte!!!!!
Claudia Alhelí Castillo
|
Poeta
|
|
Sueles convertirte en un misterio cuando entra en tí, casi en puntillas, el halo voluptuoso de mi beso.
Eres entonces, laberinto rosa, despiadada aurora cegando mi sueño.
Dificulto que pueda sostenerme sin esa energía de tu mirar sonriente.
Dudo poder llenar mis mustias oquedades sin palpitarte y descubrirte. Sin sembrar tus corredores tibios de mi nómade panfleto de caricia.
|
Poeta
|
|
Osito peluche, tan tuyo y tan mío, que en medio de penas, podías besar. Amigo de siempre, recostado inquieto en el lecho verde, tiene esas palabras que en la despedida hubo que callar.
Mocoso peluche, recogió el calor de tu cuerpo encinta, y en su cara simple acunó algún llanto que, sola en tu cuarto, nadie más oyó.
Osito peluche, palpitante osezno, hermano del hijo que sientes crecer, tú lo cuidas ¿cierto? con tus ojos dulces de vidrio o carey.
Amigo peluche, en un diez de junio te vi yo nacer: desde una vidriera saltaste a sus brazos mensajero tibio de una gran pasión.
Hoy cumplo con algo que un día de estrellas yo te prometí: viene un hermanito, en alas de junio, viene con su paz. tú, demás lo sabes, lo has visto crecer, dentro de mamita, inquieto y en fe…
cuídalo tú, osito, que el día que nazca no podré allí estar. Cuídame a mamita, dale tu amistad, yo sé que contigo, menos sola está.
Ahora que un niño tendrás que cuidar, sentirás, osito, ser mayor de edad
|
Poeta
|
|
Dejemos que esta vez se acaben los secretos los tuyos y los míos al descubierto.
No pretendamos hacerlo a escondidas porque son líneas que todos pueden recorrer pero solamente los dos podemos descifrar.
Abandonemos el temor a querernos aún sabiendo que lo destruye un lamento; olvidemos que lo nuestro es absurdo no fallemos por desidia en el intento.
Escudriñemos respuestas singulares, pues la noche colmada de pasiones creará un corazón de impensados afanes. Y sobre el cuestionado adiós yo te aseguro, que sólo imprimiremos un te quiero.
Autor: Quituisaca Samaniego Lilia
|
Poeta
|
|
Rondaba con un incisivo recuerdo por tus ojos tristes y fui, como intruso guijarro de risa, a hurtar una lágrima escondida, estremecida allá por tus pestañas.
Mientras me contabas riendo que los fantasmas partían que en tus labios mil bromas suspendían el trazo de la pena.
Mientras tú me hablabas, segura o temblorosa, yo iba, así, escarbando tus fibras valerosas.
Ahora no estás cerca Tan sólo es mi buscarte asomado a las nieves, encandilado de amores, el que así te prodiga unas uvas de viento.
Para sacar esa lágrima fugitiva en su patio y tirarla muy lejos, como siembra sus huertos nuestro Dios verdadero.
|
Poeta
|
|
El pan sobre la mesa de un lejano restorán no puede acallar mi pena que se escribe en soledad
El bullicio me rodea como oscuro capuchón yo me encierro en tu recuerdo te converso de mi amor
En la suave servilleta yo me vuelco en una flor Sus fronteras blanquecinas no responden a mi voz
Te recuerdo apasionado Te recuerdo en la canción que se viene a la memoria con la joya de ser dos
Y en los postres te saludo Eres fruta, eres color, que engalana cada sueño del viajero y su dolor
Vaya un beso hacia tu beso ! Indecible es nuestra unión¡
|
Poeta
|
|
Vierto en tu primoroso cuello mis soñados besos mi incertidumbre de otro encuentro como éste.
Subo por tu cintura rumbo al fino seno. Lo alcanzo y se me esfuma
Esquivo se levanta Se empieza a hacer de luna
Mi boca se desbanda comprime tus sentidos se vuelve terciopelo y acuna tus excusas
Se tiende como nido y caes como alondra mullida en mis promesas
Te extiendes como lámina dorada a roja forja y alcanzo tu horizonte amante sin aurora.
|
Poeta
|
|
Te colaste por mi ventana y todos los huesos tuyos se rompieron antes que el cristal, y todas mis esperanzas se fundieron con el aire que dejaste tras tu paso al entrar. Dejaste regados algunos nervios tras el umbral, sangre y músculos que no volverán a funcionar, y grite tan fuerte al verte frente a mi pasar que muy claramente pude sentir mi cuarta vertebra estallar. Y entonces yo, te golpee tan duro al encontrar tu cuerpo tirado en el piso que mis manos no lograron nunca sanar. Rompiste mi ventana, y ensuciaste de mi habitación todo el umbral, y la esperanza se desvaneció junto con el aire que entraba por donde alguna vez existió un hermoso y protector cristal. Ahora alguien menos roto que yo tendra que limpiar...
|
Poeta
|
|
Bronca
Incluso cuando me vienen estos deseos irresistibles de mandarte a la mierda, descubro que te amo. Porque te reservaría vagón de primera clase y, sin darme cuenta, te sacaría pasaje de ida y vuelta.
|
Poeta
|
|