|
Reproduciéndose
En el acto Encontramos Ese día al sol Sobre La luna ¡Qué gozaba! Viéndose, ambos...
Con el espejo Naturalmente ¡Qué, gozando, los reflejaba! Y Reflejando Excitados Los rostros del cielo Unos minutos... Antes De salir Uno del otro, día y noche, Y de salir ondulando lentamente...
Algunas veces las nubes importan tez gozaban enlujuriada celestial por el espejo reflejados sol y luna...
Re Produciéndo Se En el acto Cuando Ya todo estaba Pre Parado Erecto el horizonte En el acto Ardiente
El sol se deslizaba En el espejo Dentro de la luna Dejándola perdidamente En las mareas Gozosas de las olas y las espumas Sobre la cama Azul del cielo Con el aire Husmeando al final ...Del pasillo... Y Caer El telón... Del teatro...¡Lavialáctea!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
DORMIR SENTADO
Una Vez Dormido. ¡Contemplaba un sueño!. Atrás Del alma y delante del cuerpo. Como la presencia. De cada ausencia. ¡Se encuentra!.
Sentado, de la manera que quiere, las raíces habitar, en los ojos el bien que vieron, arrastrado por las turbulentas, aguas en el día, de pequeñas noches, murmurando los búhos, a la orilla de un ancho río, y con los sueños del polvo, divirtiéndose toda la mañana, florecida entre espinos, con una ramita una noche invernal, rota. ¡Sentado dormía!.
Y Veía Como. ¡Estaba solo la blancura en cada hueco!.
Y abría después, el sello que habría visto. Cerrado como abierto. (Simultáneamente recordaba). Por la cerradura de la ventana abierta. El mismo ninguno era, por todas partes.
¡Más allá!. Al dormir sentado. ¡Por el más allá!.
Sonríe un pastor inclinado al verse, consagrado entre mil muertes guardianas, acompañado del dador de la vida, sin jugar con el aliento de ese trocito, suspirando con el viento rítmico, de madera, de brumas, de pesado espacio, y arrogante altura.
En el índice mismo de un número, sentado. En la cuadrada incógnita del aire, sentado. En la punta líquida del punto, sentado. Con la intersección del siglo, Dormir con el plano pleno del vacío. Dormir.
Con la recta curva del hablar. Esta ocupado. De dos en dos, con los dolores haciendo cuentas, como simple jornalero, y nada pasa, ya perdido es lo perdido, con las horas, y entre las horas sumando solo relojes, al buen servidor de cifras.
Y En el dormir sentado estaba: ¡Contemplando al sueño!. De manera que veía, aquéllo que uno encuentra, en el infinito. Donde... No hay esperanza sin engaño. No hay culpa con falsedad. No hay futuro sin pasado.
En el dormir sentado. Contemplar. En un amanecer tardío. Contemplar. Un cielo anochecido.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
|
Poeta
|
|
Ser de Tinta
Quiero escribir todo lo que mi alma siente. Quiero llorar todo lo que mi corazón sufre. Quiero ser volcán, torbellino o huracán. y que mi polvo os toque muy adentro. y mi alma calme vuestra sede de sentimiento.
Quiero ser luz, aire, o fantasía. Servir a vuestra boca el desayuno del día. Dormir a vuestros niños, con vuestra canción preferida.
Quiero ser tinta. para que vuestra pluma, me desparrame en el papel.
Quiero vivir la vida de todos y la mía. Estar en vuestro sueños. Sin ser su dueño.
|
Poeta
|
|
PIADOSO TORBELLINO...
Di Vi No...¡Aire libre!.
-Unter freiem Himmel, open air, en plein air- Con To Da Piedad... Mitleid, pitié, piedade, pity, pietá.
¿Es acaso el corazón de Eolo, nuevo Bóreas?. ¡Vida, aire, viento, aliento!. Caracol cortado. Ehécatl, ik, uni.
De ¡Lo inmutable transformado!. Lo Qué... Ya no fue más lo que sería del retorcido noble aliento una quimera.[/center] ¡Oh!. El mismo aliento que nunca tuvo el viento. ¡Oh!. En el vientre de la tierra. En el humo del fuego. En el mar del agua.
¡Piadoso torbellino!.
¡Encima y desde la profundidad altísima!. En la humanidad. La fe perdió. La convicción.
Aunque el viento fue demasiado tarde al anochecer de la mañana, en los ángulos oscuros, brota la luz más profunda bajo tierra, de lo demasiado eterno, la torre silbará un poco más, transitoria por el coro, donde renacen las balanzas, y los acuarios ahogados, entre las voces gemelas, que percibían, el tercer antes, primero laureado, con la tremebunda falsía, y la voz vibrante y clara contrariando.
En las noches, fascinantes, demagógicas y francas, imprescindibles, del invierno pedagógico, reminiscencia, hay un medroso pluvioso, efervescente, por la desierta plaza, inquisitiva, que se atreve a cruzar, invertebrada, al divisar dadivoso, al fango peñascoso, al ambicioso obtuso, el paso incómodo, aceleraba.
¡Con cráteres exóticos de lástima!.
Y no faltó nada antes de iluminarse, toda la superficie de la noche, una quebrada varilla, de conjunción simple nadería, que en el torno retrógrado sepulta, solo sombras de los escombros. Ya dijese luego, desde la profundidad, altísima, por ésta humanidad la fe, divina ha perdido prestigio, con legendarias indulgencias, tardías, en la incorporación de lodo, lengüeta halagüeña, coagulado fosfórico, en la mañana excesiva, de la poca tarde, el que poco existe polvoriento.
¡Remolino clemente!. ¡Fervorosa lástima volátil!.
Del pasado hacia el pasado, en el pasado ver... La punta del fondo. La nada de los nuncas. Recibiendo al jamás siempre. ¡Cómo todo piadoso torbellino!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
Pensar de Orión
Si El huracán enloquece Por Tener más de lo que necesita. ¿Que le queda?. ¡¿Cómo inmóvil, rueda, el raudo vacío?!.
Piensa A veces en sus rayos y truenos El viejo Huracán (Maya) En La constelación Transformado... En el más allá.
Aire en el purgatorio incapaz de defenderse del hambre y de la sed con la insatisfactoria relación maligna, incompleta, entre las cosas que dañan, la tortura del alma de cañones candorosos en los pobres cuerpos que envilecen una a una las mismas horas zurcidas y a las almas de vestuario verdadero y del poder cerrar la cera, flama, vela. Donde se afanan las cuarentenas nerviosas se retocan a los pobres de solemnidad barata vivificándolos. ¡Cómo híbridos huracanes!. De Tropical perturbación. Y atmosféricos latidos en el noble pecho humano.
Y Las nubes se dispersan En la bóveda de jade, y son cada vez menos, detrás de los horizontes, solemnes y más pobres, desapareciendo tardes, lo que ya es bastante grave, gira del regreso, débil por el suelo, que un solo hombre todo un año marcha, o una sola mujer por el día galopa, y ambos contemplen cuantas gentes van por las riquezas muriendo, sin tomar reposo aún bajo mil techos distraídos del horizonte. Híbridos, huracanados, en el hueso pisciforme.
Donde lo montes, se levantan, y suben a las cumbres escarpadas. Prisioneros de los estandartes al octavo compás inundado de rincones iluminados, pretendiendo, apresar la luna, semejantes a una corriente que pasa, por el agua pensativa, oculta entre bambúes, donde sauces silenciosos observan, los lagos donde la luna se refleja, y que salen, de este sueño que cuentas.
Y piensa, dice, sueños crea...
¡Que la ortogénesis es incontrolablemente interna, válvulas de amores, perfumados odios de sillas, y salones destrozando, platos, en las juergas de claveles, y como él, de una pierna, cojo, el rayo con el trueno, en una dirección determinada del perdido rumbo inmóvil!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
DUEÑOS DEL VACÍO
De la miseria dueño, es amar y proteger la muerte, para qué siempre exista la muerte cierta. La eterna muerte, una vez vida, vida del nunca.
Dueño, dueño de la miseria, es el efímero reptil de piel humana. Cuando la tristeza se apodera del aire, el espíritu se eriza, y el alma tiembla.
De la miseria___Es___Dueño. ¡Con el agua, insaciable sed!. Y arde frágil el hilo de los vitrales. Las grietas ondulantes de luces apagadas. En el súbito crepúsculo del círculo poroso.
Dueño, dueño de la miseria. Del haber alimentado al cementerio. Con el____Aliento naciente de la mañana. Con la____Ceniza de la tarde. Y el______Tabú manual de la demencia. Y la______Luz terrenal de la esperanza.
De la miseria dueño, el grupo. masa amorfa. En los hielos del más profundo frío. Son podridos salvajemente, los cristales. En los labios afilados de los humos.
Dueño, dueños, de la mísera riqueza.
Vaya, sangre luna, sangre saturno, sangre láctea, sangre de la sangre. ...Amor, retina de uña, retina de hueso. ...Amor aliento de gusano, de ceniza.
Dueño, dueños, de la misma miseria. Son... ¡Reino del perdón atroz de fantasía!. Con.. El espíritu natural de los metales. ¡Amor del plástico acordeón de porcelana!.
¡Oh, amantes infamantes!. De las necrópolis. Amor telúrico, abuso astronómico. ¡Cómico zoológico y vegetal pasión!.
Con la mísera riqueza miserables. Están___Por los ayeres y los mañanas. Cuatro gallinas, enleonadas, ensortijaron, las dos manchas de cien anfibios. ¡Las viejas controversias!. Iguales...Siempre. Cuatro anónimos geográficos. Los desvalidos cuerpos de un cadáver. Los nuevos artrópodos desayunando.
Dueños son de la inocencia. Asesinada que vive eterna. En el sueño del insomnio. Con la obligación ninguna del llevar consigo. ¡La cadena enloquecida y el candado mismo!. Cortando la noche con roja obsidiana. Dueños son de la miseria. ¡Dónde el terror huyó aterrado!. Con la frente del porqué del necesario. ¡En la absoluta religión del desconsuelo!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
¡Piénsate!
Piénsalo bien- Digitalmente. ¿Acaso puedes comprar el tiempo?. ¿Acaso el aire?. ¡Consultar!.
Piénsate, actívate y realízate.
Llama móvil, es la ceniza en el futuro. Te llegará. ¡Es completamente gratis!.
Tú-Saldo-Solo. ¡Eres dinero en bolsillo ajeno!. Tú-Sin él-¿Qué eres?.
Piénsate, tiempo, una vez. Mensaje--- ¡Sin texto!. En el contexto propio. No. Tiene... Costo. ¡Si bien lo piensas!.
Con ésta lluvia. Escucha el suelo. La humedad que no envejece. Vibra, la tierra en éste tiempo. En el aire... ¡Gratis!. Completamente móvil. Es el aire.
¿No lo ves?. ¡No lo ves!. ¿Acaso has visto al aire inmóvil?. ¡Bien que digital, la mano es tuya!. Y la mente también... ¡Piensa!.
¿Acaso, acaso, ésto se ha olvidado?... Y El bien. También... ¡Es gratis!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
no hay horóscopo chino enorme amiga voladora que tome tu palabra de los aires para ubicar al hombre inmenso en su soledad
no hay magia… o hechicería vaga hay canto de canto azteca hay vuelo redondo hay quiebra a tus cuarenta años quiebra de honores magnos cuando tu pico se muere en tus viejas garras cuando tus garras padecen el vacío de los cielos livianos cuando tus plumas enrarecidas sucumben ante el esplendor de tu nuevo pico de tus nuevas garras de tu nueva pluma
¡vieja amiga de los aires nuevos! nadie espera tu magno retorno las lombrices siguen lombrices y los gorriones, gorriones
pequeñas conquistas que han sido olvidadas por la leyenda querida amiga
es hora de que cubras el cielo con tu plumaje salvaje y hora de que tu garra se entierre ¡eminencia! en la carne destructible
|
Poeta
|
|