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El paso del tiempo se va, Todo llegará a su último día, 100 veces por segundo. Me retiro, Sigo mi destino hacia la oscuridad, Empiezo a contar. 10. 9. Todo sigue su curso, Falta camino que recorrer. 8. 7. Aún sigo de pie, Quizás debo seguir mis pasos Hacia la oscuridad. 6. 5. El tiempo sigue su marcha, Falta aún más que recorrer. 4. 3. ¿Por qué el destino es tan cruel? ¿Será acaso mi propio dolor? ¿Será eso? 2. 1. Ya estoy por llegar, Falta poco, Para que esto termine. Estoy por abrir la puerta negra, Todo esto va a acabar bien, Ya es la hora, La cuenta regresiva termina, Y es cuando abro la puerta. 0. Todo acabó, Se terminó, Mi dolor se fue, Mi alma se esfumó como el humo, Todo se fue, Incluyéndome a mí. Erick R. R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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AMANDO VAGA
Donde. El destino flota dócil. Las suertes de caprichosas lides. Atrapando al tiempo, qué mira lejos. Amando el jugo, del nomeolvides. Entre ¡Los cánticos del pórtico qué vibra!.
Semilla en la soledad henchida. En la esperanza inquieta de las estrofas. ¡Qué laten violetas azucenas!. Con el ruido calcinante del retorno. Aman Do Vaga En los extremos ardientes, inflamados, recuerdos. En el rincón de los violines, senderos iluminando.
Amando. Cándidos lirios de la palabra. ¡Qué anuda insondables sueños!. Y La manzana peina. En La virtud perpleja. Al margen suspirando.
Vaga Al cielo que halaga sin malicia. Vaga Al bendito veneno transfigurando. Vaga Al torrente abrazador que forja. Amando Los fuegos pródigos Amando Triángulos, opuestos, al breve arrullo. Amando, vaga, amando, amando.
Al terciopelo tibio. Ama___ En el viaje qué muerde al tiempo. Dovaga___¡Maravilla del pincel parlante!. Una Vez. De muchas cosas de ilusión bañada. Con Los mágicos muñecos entre las pajas. Y Donde. ¡Las perlas visten sus amarillos!. Anhelos vistiendo soles.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Ya que para despedirme, dulce idolatrado dueño, ni me da licencia el llanto ni me da lugar el tiempo,
háblente los tristes rasgos, entre lastimosos ecos, de mi triste pluma, nunca con más justa causa negros.
Y aun ésta te hablará torpe con las lágrimas que vierto, porque va borrando el agua lo que va dictando el fuego.
Hablar me impiden mis ojos; y es que se anticipan ellos, viendo lo que he de decirte, a decírtelo primero.
Oye la elocuencia muda que hay en mi dolor, sirviendo los suspiros, de palabras, las lágrimas, de conceptos.
Mira la fiera borrasca que pasa en el mar del pecho, donde zozobran, turbados, mis confusos pensamientos.
Mira cómo ya el vivir me sirve de afán grosero; que se avergüenza la vida de durarme tanto tiempo.
Mira la muerte, que esquiva huye porque la deseo; que aun la muerte, si es buscada, se quiere subir de precio.
Mira cómo el cuerpo amante, rendido a tanto tormento, siendo en lo demás cadáver, sólo en el sentir es cuerpo.
Mira cómo el alma misma aun teme, en su ser exento, que quiera el dolor violar la inmunidad de lo eterno.
En lágrimas y suspiros alma y corazón a un tiempo, aquél se convierte en agua, y ésta se resuelve en viento.
Ya no me sirve de vida esta vida que poseo, sino de condición sola necesaria al sentimiento.
Mas, por qué gasto razones en contar mi pena y dejo de decir lo que es preciso, por decir lo que estás viendo?
En fin, te vas, ay de mi! Dudosamente lo pienso: pues si es verdad, no estoy viva, y si viva, no lo creo.
Posible es que ha de haber día tan infausto, funesto, en que sin ver yo las tuyas esparza sus luces Febo?
Posible es que ha de llegar el rigor a tan severo, que no ha de darle tu vista a mis pesares aliento?
Ay, mi bien, ay prenda mía, dulce fin de mis deseos! Por qué me llevas el alma, dejándome el sentimiento?
Mira que es contradicción que no cabe en un sujeto, tanta muerte en una vida, tanto dolor en un muerto.
Mas ya que es preciso, ay triste!, en mi infeliz suceso, ni vivir con la esperanza, ni morir con el tormento,
dame algún consuelo tú en el dolor que padezco; y quien en el suyo muere, viva siquiera en tu pecho.
No te olvides que te adoro, y sírvante de recuerdo las finezas que me debes, si no las prendas que tengo.
Acuérdate que mi amor, haciendo gala de riesgo, sólo por atropellarlo se alegraba de tenerlo.
Y si mi amor no es bastante, el tuyo mismo te acuerdo, que no es poco empeño haber empezado ya en empeño.
Acuérdate, señor mío, de tus nobles juramentos; y lo que juró la boca no lo desmientan tus hechos.
Y perdona si en temer mi agravio, mi bien, te ofendo, que no es dolor, el dolor que se contiene atento.
Y adiós; que con el ahogo que me embarga los alientos, ni sé ya lo que te digo ni lo que te escribo leo.
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Poeta
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Despierta, todo es una pesadilla. No permitas que los guardianes eternos del tiempo triunfen. Despierta tú tienes el poder. Canta, ríe, baila, llora pero no desees la eternidad. Despierta, vivir es un suspiro. Se feliz, da amor y serás amado, no siembres odio, serás odiado. Despierta, acaricia el sol cada día, respira vida, exhala oscuridad y llena tu alma de dulces trinos. Despierta, los senderos no se detienen, atrapa tus sueños, conquista el aire, abre tus ojos y vuela, tú tienes alas.
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Poeta
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DEL FARO DEL ECO
Faro, phare, farol, Leuchtturm. Re Pe Tir. Ripetere, wiederholen, répéter. En Lo En lo alto alumbra el eco. Al jardín cautivo largamente. De un claro lugar. Solemne al sol. Allí dentro. (Océano en ciernes).
El Eco Del faro...Eco, eco, eco.
Al antiguo labio que la piel recuerda. Por no decir, menos perlas muslos. Del hermoso rostro tierra. ¡Al tulipán pulido!. (Fuego húmedo).
Naranja Na Ranja del faro eco.
Naranja del amor, un pétalo. ¡Qué crece despacio!. Por la mañana de razones inquietantes. ¡Filigranas, vagabundas, ágatas!. Formando guirnaldas en ventanas. (Faldas, faldas). Encarnada fábrica sin mangas. ¡Conteniendo la respiración dorada!. *Flama*
Faro De La...La...La...
Repetida en la sonrisa. Agradeciendo, a la imaginación. ¡Las manos desnudas de los temores!. Con las cartas, miradas, de los dados. (Cúbicos). Al olor de las promesas. (Fragua).
Del faro El Eco, eco, del faro, faro, eco.
¡Estrellas qué no envejecen!. Al pálido perfume sin tiempo. ¡De la ropa, del espejo, del espacio, despacio!. ¡Qué recoge, las semillas, asequible, bledo, oro!. En las pequeñas cosas. Del hielo soñoliento. ¡Cruzando, al faro, encima de la vida!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Este es mi último escrito No se pero estoy molesto conmigo mismo Ya no quiero pensar en ti Y más me envuelvo Alucinando que estas en mi lado Hablándome palabras lindas Me prometo olvidarme de ti Pasa el tiempo mas no puedo Me duele la cabeza No sé qué hacer Todo me da cólera Y pienso como una ser tan linda como tu Se puede portar o tratarme así Me bota me ama hace que me olvide Y hace que me enloquezca Todo huele mal No sé si escribir o escuchar O caminar o correr Porque me descontrolas Porque te adueñas de mí Ya quiero ser libre Olvidarme que te conocí Olvidarme tu nombre Ya quiero salir de donde estoy Ya quiero acabar todo Quiero insistir que no existes Pero más te amo Si amarte es sentirme como estoy Ya no quiero amar Aun así... Quiero estar a tu lado Amándote sentir tu piel Escuchar tu voz que parte mi alma en mil pedazos Y ya no quiero pensar en ti Aun así…. Te extraño te amo Quiero más de ti…. Eres todo para mi Te has vuelto como el aire que respiro sin ti nada soy si tan solo leyeras mi corazón sabrías cuanto te amo y muero por ti
Tu poeta fenix 25/12/2011
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Poeta
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El tiempo
El tiempo es el oxido corroedor de la vida te carcome internamente, te destruye las articulaciones, te doblega la espalda. Te suaviza el alma, y te enmudece la voz
El amor es el aceite lubricante de la vida, El alimento del alma de todos los días... ¡Pero! El implacable tiempo al igual que en todo, Siempre implacable y Segador.
Logra destruir lo mejor... Nilo
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Poeta
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Su amor era blanco, blanco como la nieve, cada sábado ella lo esperaba en la estación, con ansias locas de verlo y estrujarlo entre sus brazos. El ciclo se repitió por varios meses, siendo cada vez más débil, aunque el amor seguía fiel. Él dejó de recibir la llamada, albanera y ella la sutil caricia en su rostro. El tiempo y la distancia, poco a poco los fue separando, hasta lograr su cometido, el adiós furtivo y definitivo.
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Poeta
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En el último tiempo, siempre al revés del viento, Ella está aquí.
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Poeta
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CON EL CORAZÓN
Con el corazón plenos norte y sur están inquietos, sin el conocimiento, que no se atreve, a tenerles rencor en las limpias aguas, del otoño, en el lago, donde la luna es más blanca, del verano, en el río, donde el sol es amarillento, del invierno, sin nieve, donde el hielo le llora. Con el corazón
Como el mar, en su flauta de viajero, refleja, insondable en su brillo de suspiro, regresa.
Así es el amor, el fuego, el viento, de color idéntico, infinito, el cielo, el aliento, de sabor idéntico.
Helo aquí, alcanzado, profundamente entremezclado de pureza, en la verdad, del honor, humilde, soledad, amistosa.
Y una vez divina paz, alfileres de oro, jade musical, quietud, joyas preciosas, raras bellezas, sonrisa que vuela y no quiere ser misterio, sonrisa que sueña y si quiere ser, presencia vista. Y una vez divina paz. Una vez, divina paz.
Mas, ayer, menos, mañana, en el hoy profundo. ¡Otra vez qué vuelve, y se queda, otra vez!. Sin el mundo, el tiempo, el espacio, el hombre. Sin sufrimiento, ni el cielo ni la tierra.
Hacia un mañana donde pasado y futuro sean, simultáneos, y el tiempo y espacio uno solo, y la humanidad sea tan divina como su creador en todo lugar y sitio de la voluntad eterna.
Con El Corazón...Sin él, ó, a pesar de él.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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