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Mis lectores Autor: Nikolai Gumiliov. Rusia 1886-1921
Poeta ruso nacido en Kronshtadt en 1886, en 1910 se casó con la poeta Anna Ajmatova, con quien inició un nuevo movimiento literario conocido como "Acmeismo". Su poesía, es esencialmente lírica y difiere considerablemente del complicado lenguaje de la generación anterior de poetas simbolistas. En 1921 fue detenido y fusilado. Esta obra es: Versión de Jorge Bustamante García.
Mis lectores. Un viejo vagabundo en Addis-Abeba Que ha conquistado muchas tribus, Me envió con un lancero negro Un mensaje hecho con mis propios versos. Un teniente que ha dirigido decenas de combates, Cierta vez en el mar del sur, Bajo el fuego de baterías enemigas Me leyó toda la noche mis versos. Un hombre que entre la muchedumbre Le disparó a un enviado del zar Se acercó a darme la mano Agradecido por mis versos.
Muchos de mis lectores son fuertes, perversos y alegres, Asesinos de hombres y elefantes, Pueden morir de sed en el desierto, O congelarse al borde del eterno hielo; Son leales a nuestro planeta También alegre, fuerte y perverso, Y llevan consigo mis libros en sus bolsas de viaje Los leen en los palmares O los olvidan en los barcos que naufragan. Yo no ofendo a mis lectores con mis neurastenias, Ni los vejo con mi ardor espiritual, No los canso con insinuaciones serias Cuyo fondo no vale la pena. Pero cuando alrededor silban las balas, Cuando las olas rompen la borda, Les enseño con mis versos a no temer, A no temer y hacer lo que corresponda. Y cuando una mujer de rostro hermoso Sintiéndose la más bella del universo Les dice que ya no los ama, Yo les enseño entonces a sonreír, A marcharse para no regresar jamás. Y cuando llegue a mis lectores su última hora, Una bruma roja y exacta cubrirá sus miradas, Entonces les enseñaré a recordar La vida cruel y bondadosa, La tierra ajena y natal Y les mostraré cómo comparecer ante Dios Con palabras sencillas y sabias Y a esperar de él, tranquilamente, su juicio.
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Poeta
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"CONSUMÍ EN LA DOCTRINA"... Soneto Autor: Diego de Torres y Villarroel. España (Salamanca) 1694=1770
Consumí en la doctrina y agudeza de los libros gran parte de mi vida, y he quedado peor: que está tupida de ajenos desatinos mi cabeza. Buscaba en los doctores mi rudeza de cierta duda la mejor salida, y halló mil opiniones sin medida. pues uno el sí, y el otro el no, me reza. Más necio vengo a ser, más imprudente; la razón natural está más ruda, pues ya por sí no asiente ni consiente. Antes pudo opinar: ya quedó muda. ¿Quién dirá la verdad? Dios solamente. Y yo ¿qué haré? Morirme con la duda.
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Poeta
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EN EL FONDO
El mar está en tus ojos. Y mi corazón vive contigo. Luz, cielo, aire, camino. Por el puente del tiempo. Péndulos, balanza, caídas. ¡Qué aún esperan vestirse!
Por los años. Entrada y salida. Vida en los recuerdos. Muerte en el olvido.
En el fondo. Libros que serán escritos. Escritos del color de la carne. De la vida. De la sangre. Del aliento. Fruto, semilla, raíz, ramas. Nieve y verano... Casa y hogar. Diamantes blandos... Memorias.
En el fondo, del fondo. Puerta y ventanas... Esperanza. Techo y piso... Realidades. ¡Cosecha de olas y tormentas! Muertes, dolores, amores, recuerdos. Del mar. De la tierra. Espacios de tiempo. Del cielo que vive bajo la piel. Un instante en el fondo. De la eternidad. ¿Qué es?... ¡El aliento en los ojos! Ventanas... De la vida... Del alma. En el fondo. Del amor. Universal y absoluto.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ODA AL ASOMBRO
Aquí allá en cualquier parte.
Se vende se cosecha resucitando intempestivo. Perdidas las sombras en la arboleda infernal tortura las noches han visto el tiempo andando en el reloj invisible la paz agonizante dentro de las campanas mudas las espigas del campo desangrado de amarillo gastado por el aplauso duro del esqueleto durable del trino en la corriente con asombro del silencio.
Flotando fúnebre metal con sus semillas vanas coléricas en la sangre del viento por las calles desoladas, temerosas, secas, de los apellidos que las miran viudas, huérfanos, multiplicados.
Asombrados los relámpagos el fuego pulen con abanicos de lodo de lado a lado quieren conversar embalsamados con espinas repetidas perforados destrozados muchos en las esquinas con guantes que ya no aguantan las estatuas que ríen que encubren que oprimen al corazón de la intemperie indefensa y desarmada la luz envejece por tanta vela inútil que solo nadie ve ciego muerto en el mar muerto.
Ahí donde la sorpresa solo duele repetida por el pueblo que sacude al vestir a cada una con el recuerdo con la esperanza quebrada furiosa callando cotidiana como ancla en la piedra en la vida de la luz cercenada.
Asombro...¡Oh, asombro! ¿Qué sería sin ti? Bebiendo la inquietud que mata tranquila indiferente fría de un lado a otro escribiendo al sombrero de la sombra que sobra sobre la obscuridad sobria debiendo estremecerse en las hojas de mil libros de la vida hecha añicos fragantes fragmentos frágiles del impacto adormecidos conmigo contigo con muchos a veces ninguno te evoca al día siguiente tan cotidiano te han hecho negocio...¡Asombroso!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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LECTOR LIBRE
Era un libro que miraba por sus letras y sus hojas las retinas inocentes al cerrar las puertas al buscar la ventana la belleza sin entenderla ni extenderla ni del texto con la fatiga inmóvil en taciturna confrontación abierta entre la cadena lectora esclava y la libertad creadora de la oruga y la extravagancia indefinible de los cuadros cazadores de unicornios unimembres uniformes usufructos.
Lee Libre Lector Libros Lento Lienzo Letrero Ligero Levantando Límites Legendarios Litorales
Era la lectura encadenada por los últimos escalofríos y sonrojos del verano parroquiano veterano del mensaje refrenado meridiano de caprichos adheridos al renglón al muro al candado al grillete del prejuicio de la métrica melosa de la rima voluptuosa y los espacios pegajosos del amor y la desdicha de confesiones gratuitas y secretas ¡Pasiones del fósforo mojado!. En la estabilidad de la imaginación encarcelada.
¡Lector libre, lector libre!. ¡Lee y escribe cuando puedas!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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A.T.E.S.T.A.D.A.
La voz del oro ha envejecido, la misma consciencia, haciéndola más que metálica, entre tan diferentes rostros, donde las pestañas enmudecen.
Atestada de vacío empetrolado. ...Y las retinas duelen ajenas. por la dulzura de este mar. ...¡Humano en apariencia!. Atestada de huecos degradantes.
¡Qué visten al tiempo de inconsciencia!. ¡Qué olvidan el valor de los valores!. Y la melancolía de las estatuas. Y la ignorancia de los libros. Y la inexistencia de la historia.
Del petróleo de la noche en los zapatos, de la Ética a su gusto, de diseño y de marca, por mayoreo y en abonos, que reparan hoy, los corazones en las puertas y ventanas hoy, en la incómoda fricción aceitosamente hoy.
Atestada... De la palabra esperanza que ayuda, a eliminar el origen del humo y la compasión, que acribilla fraternalmente la contaminación, del bolsillo expuesto a la bondad del hambre, como lo han comprobado unos rollos de arroz.
¡Qué son de microfilme honesto, humildemente!. En la médula espinal de la estrella más cercana. En la realidad prohibida del bravucón agusanado. Por la sangre y la sonrisa, que justamente vende. Dónde la muerte habita por cualquier parte.
Atestada, para sobrevivir con sigilo a las hienas, vacías y a los depredadores dadores que exhiben, las garras en las pestañas cinco minutos más tarde, después de rastrear los movimientos del universo, en expansión, y embalsamar los errores con la ley.
¡Sí, con esa ley de las ecuaciones inmutables!. Por el mudable y rebelde cenicero que siente, alivio con el vómito de respaldo solidario dos, semanas después de la fuga del dolor donde él, veneno perdió la vida al defender unas balas.
¡Sí, balas en peligro de extinción, y baja autoestima!. Atestada, cuando cayeron en una alcantarilla, las mejores palabras, y la sopa de letras acusadas de herbicidas friolentos tan tibios, en términos de sensibilidad a los nanogramos, del gusano dedo.
Dado por más de treinta minutos cuidando, estrangular las diferencias de las protestas, sin escrúpulos lo suficientemente listos hoy, para amenazar el aire con quejas enfermas, más allá de los cien metros irresistibles hoy.
Sin cabeza de pruebas llena cada línea. Entre aterrados enterradores terribles. Llena la cabeza de camarones sedientos. ¡Al favorecer el crecimiento del subsuelo! ¡Infestada la cabeza de vacíos llena!. Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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Poeta
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ODA A LA BIBLIOTECA (I)
Ella en el tiempo hojas del silencio pergamino, papiro, madera, palpitante lejana arcilla cuneiforme se mueve entre retinas navegando con velas y manantiales meciendo de las cunas alas, leyendas, sueños, verdades, seres invisibles gotas de campanas por las palabras muertas tintas sin leerse derribando siglos de peligros idos por el polvo húmedo del fuego en la profundidad máquinas del tiempo desatando frescuras márgenes turbulentos ensueños en vasijas que dejan sus ropas que cultivan la luz que las sombras decoran que ennoblece al vacío si sangra tejiendo al frágil humo alambres juveniles espadas al zapato encuadernado a veces encuerado gastado, deshojado, dañado, por los párpados de nieve latidos enredados cuando amanece la mina.
Libro tras libro en la isla fiel compañera inquebrantable cruzando lingotes de renglones, relatores, libreros amigos en eso que talla y labra el sombrero plateando los caballos que gozan sus viajes dorados por las ventanas al pasado de muchos mañanas hojeadas en la copa del inmenso árbol en la minúscula copa que se bebe solitaria la pupila del espíritu cautivo en la inocencia perdida en la espuma gris de sangre sandalia que dice si el pecho repite si al mar seca por aquietarse el frío convencido entre las pastas doblado el año en un minuto siglos, épocas, mundos, dioses, amores, libertades extraviadas, imperios perversos de sal y ruinas libros libres y quemados, por sus semillas de viento eterno hierro como nadie puede hacerlo como tú en la vida que me lee escribiéndola y que guardas encarnizada. Más allá del tiempo librero.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ATORMENTADAS LETRAS
En los libros no leídos. En los versos olvidados. En los ojos confundidos.
Atormentadas. Letras. Solo. Tintas. Por la tarde que se levanta, obscureciendo al sol sus campanadas, en las alas del espejo adolorido, en las pestañas de la calle, del pavimento triste, del jazmín insepulto.¡Letras, letras, muchas secas!. ¡Atormentadas de la palidez tintas!. Solo palabras. Una sola. ___Silencio del fondo extenso____ Con la voz de la lluvia agitando el viento, la realidad imagina modificar, los mundos paralelos de palomas y pescados. ¡Sin las pausas de la sombra!. En el paisaje predecesor de los sueños, entre los frescos vaivenes. ¡Una delegación de utopías!. En el clamor de la historia. ¡El viejo porvenir!___Del eco añejo. Solo. Letras atormentadas. ¡Con el viento goteando brisas!. ¡Con el mundo paralelo anhelo!. ¡Con lo remoto más profundo!.Atormentadas letras. En la realidad absurda___¡Tortura de la tinta!. ¡Franca palidez del vulgo inerme!. Por el yo multiplicado sin sus dueños. En la madurez ilusoria obediente. Un resumen de paciencia rápido. Se oculta encarcelando cada fantasma, en la semana qué fallece, la edición especial de sutileza, en la distancia fusilada verde, queda la modestia del césped, preocupado de la orfandad, en la carta del bolsillo sin horario, en la ópera qué encubre al oso, ¡De noctámbulas cadenas!. Negando a las mañanas claridad. ¡Sembrando la ficción con el engaño!. En los hechos desgastados, de cualquier honesta lengua... ¡Tortura lenta de las letras atormentadas es!. ¡La palabra no dicha, el pensamiento callado!.
En la esencia de estas letras...S-I-L-E-N-C-I-O...Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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S.O.M.N.O.L.I.E.N.T.O.
El seducir verdadero. En la carne del motor tiembla. Y tarde o temprano. ¡De la costumbre despierta!.
Somnoliento en la brisa del gris uniforme. Por los miles de ausencias trepando el cielo. Al dinero comprensible del hambre honesta.
Entre las pálidas naranjas en zigzag. ¡Oculto!. Dice, siendo impune, de miles de inocencias yertas, ¡Toda la piel que le cubre de culpas miles más!. Somnoliento. A lo lejos piensa desaparecer las pesadillas. Por la gente que vive dentro de los libros. ¡Hecha polvo y ceniza olvidada!. Por el sueño. Del peor cangrejo escarabajeador infame del planeta. ¡Somno__Lento__Somno__Lítico__Somno__Tétrico!.
Es Para salir de paseo al subir la puerta de mil tumbas. El mar de monedas en una concha e infinitas culpas. Donde. Por lo menos necesita emborracharse el viento. Encontrando los consejos de las noches acribilladas. Girando la música...¡Serpentina en cada latido!. ¡Qué por la mañana fabricaba fácil!___¡Cuándo podía!. Ensillado, entronado, envilecido, enajenado, engañador. Al frente del público con los pasajes ocultos. Ebrio vulgo. ¡Qué con alguna fuerza extraña sueña cambiar el mal en bien!. ¡Somno___Tétrico__Somno__Lítico__Somno__Lento!.
¡Porqué nadie había escuchado el miedo en falsete!. Ni el seducir la comodidad exactamente cercenada. Contando y recontando. ¡Nubes invisibles con sangre!. En la serenidad de un anuncio mudo cada nudo crudo. Después de repetidas llamadas de fuegos lentos. ¡Al despedir y desemplear cualquier pregunta laboriosa!. En la derrota íntima de cualquier ignorante piedra del zapato. En cada imagen obscura, en cada racimo inocente. ¡Aquí desarmados los mismos armadillos del membrillo!. Por no pensar en el café helado al sol profundo humedecido. En el resultado de la voz del equipaje, de la cosas arregladas, del marfil y menta de los cómplices igualmente culpables. ¡Somno__Lítico__Somno__Tétrico__Somno__Lento!.
Esto es. Esto fue. ¡En la tímida convicción pálida!. Descubriendo al sufrir idéntico por el aire mismo. En la inocencia impotente y desarmada siempre. En un traje clavada luz.¡Cruz de miles cientos!. Del rostro sin presente... De las familias deshechas. Despojos de la intemperie intempestiva impotentes. En la próxima inquietud de cualquier fortaleza desgajada. ¡Del cantar en el parpadear joven del abandono indiferente!. Por las esquinas del ojo que siguen rojas todas las pestañas. Por las serenas cortinas cansadas dormidas a medias. Por los caprichos de la belleza inconstante injusta injuria. Por la dulzura perfumada del ácido ayer inolvidable desastre.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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VIDA ESCRITA
Con las letras que desnudan. La escritura del silencio. Más allá... de la carne. En el aire. Más allá... del hueso.
Bosques de palabras. Libros... sin escribirse. Camino y sandalia. En la mirada... temporal. Los incendios. ¡Bajo el agua!
En la lluvia. ¡El tiempo se detiene! En el sueño qué muere. Durmiendo calendarios en las manos. En los años sepultados. ¡Invisibles pasan !
Caballos de luz. Cabellos de sombra. En la inmersión de las estatuas. Por el tiempo... plano y curvo.
Van y vienen. Letras del corazón. Ritmo del aliento. Por el mismo espejo. Del reflejo. Eterno. En una gota. De vida escrita.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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