Un poema de este gran escritor dedicado a la mujer que tanto amó un día.

Sentado en mi ventana, viendo caer las gotas que produce las nubes; cerré mis ojos y me configure en el pasado, como si fuera una hoja de libro… y me vi en los primeros pasos del amor;¡ que bello e ingenuo es uno cuando cree en las cosas mas puras de este mundo!.
Pero no significa que no valga la pena, sino que existen ciertas palabras que tienen fuerza en uno, AMOR, SINCERIDAD, FIDELIDAD, AMISTAD, VALOR, CARIÑO, DESEOS, SUEÑOS en fin; se podría hacer una lista interminable de todos aquellas palabras que tuvieron cierto significado universal en esa etapa de nuestras cortas vidas, pero que en el transcurso de la misma, factores que se encuentra en nuestro entorno; nos hicieron olvidar. E incluso ver las cosas de una manera diferente; como si la ventana y la persona fueran cambiados a un mundo distinto.
Y es cierta la afirmación, de que es un mundo diferente; pero no la persona que hay en ella, lo es el entorno y desafortunadamente no hemos sido capaces de transformar el mundo para bien, pues los transformados somos nosotros; por VANIDAD, AMBICION, RIQUEZAS, EGOISMO, ENVIDIA, etc.
¿Por qué olvidamos?, será que somos productos de nuestra ficción y maleables como el acero; que no podemos distinguir la diferencia entre una realidad y una fantasía, entre lo liquido y solido. Somos lo que somos, porque lo hemos permitido; que haya sido tocado lo mas intimo de nuestro ser… y sentirnos alagados por cada uno de esas cualidades retrogradas que poseemos.
Que solo nos degrada como ser humano, como espíritu y como ente sentimental; las personas están más preocupadas por cosas materiales; en que momento dejamos de preocuparnos por nosotros mismos: ¿Nos sentimos bien? ¿Hago lo que me gusta? ¿Me eh preocupado por “x” persona, sin interés?
Todo lo hacemos por recibir algo a cambio, hasta en el amor hemos sido tan frívolos, vacios, secos; pero mas sin embargo en esa oscuridad siempre el haz de luz de la esperanza se alberga; cuantas cosas importantes hemos perdido en el proceso de transformación de niño – adolescente – adulto; que nos reflejamos en una fotografía y palpamos drásticamente esas transformaciones y añoramos, deseamos e invocamos que esos años jamás hubiesen pasado.
Pero recordemos que el único poder de permanecer en esos momentos importantísimos en nuestras vidas depende de nosotros mismos para reivindicar nuestro camino y poder hacer de nuestro entorno un mundo mejor para nuestros hijos.

CONTINUARA…