Poemas :  El silencio
El silencio
Cómo quisiera escuchar del silencio sus hermosos sonidos
Y de la naturaleza escucharlos y ser comprendidos
Del eco que se estrella en las montañas que huyen perdidos
Cómo quisiera de la conciencia abrir con asombro los sentidos
Y en silencio reflexionar hacía quién están dirigidos
Y tener la claridad de los actos, unos odiosos y otros queridos
Cómo quisiera, que los sonidos del silencio fueran medidos
Y ver su majestuosidad sin ser de la soledad sorprendidos
Sin sonidos no se pueden hacer silencios, sin mensajes desconocidos

El silencio es un descanso merecido para continuar la vida
Es alegría, es paz y concordia, la tranquilidad conseguida
Es poder apreciar en su magnitud la naturaleza, que hoy se siente desprotegida y perdida
El silencio es el fin de la belleza, que hoy se maltrata en consumismo convertida
Es la comprensión profunda del ser de Dios, al hombre ofrecida
El silencio es una pausa para el remanso del alma sorprendida
Es una para, en el encierro del cuerpo de sus avatares recorrida
Es un alto prudencial en el camino diario, para calmar las enfermedades y las sangrantes heridas
El silencio es la conciencia fugaz de la vida, que hoy es vilipendiada y hundida
Es la máxima expresión de cultura, de valores éticos pertenecida
El silencio en la iglesia, de sus devociones de claridades revestidas
En clínicas y hospitales, el silencio es la única herramienta admitida
En bibliotecas, donde los libros producen sonidos de sus escritores plasmadas vividas
Silencio en las redes sociales, vociferando soeces e insultos de odios perseguidas
Que atizan llamaradas de fuego de pabilos, que crecen encendidas
Silencio sepulcral para los difuntos, que en vida no fueron concedidas
Silencio que resuena en el alma de sus tranquilidades prometidas
Silencio difícil de aceptar y creer en conversaciones debatidas
Silencio cómplice en las fechorías de corrupciones por nadie atribuidas

Cómo quisiera que se silenciaran por un instante las tertulias y conversaciones
Hiciéramos un acto de contrición y enderezara la sociedad sus lánguidas relaciones
Viviéramos por un instante en silencio sin escuchar lamentos, ni discursos, ni opiniones
Cómo quisiera que reinara el silencio en las estaciones, en los buses, en las calles, en hogares y en todos los rincones
Que el silencio dejara apreciar los jardines florecidos en casas, avenidas y balcones
Cómo quisiera que el silencio acabara con rencores, envidias, soberbias y nos arropara de reflexiones
Que el silencio inundara el cuerpo y el corazón de felicidades, de alegrías, de risas y de emociones.

“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga agosto 15-2021
Poeta

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