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Entonces te escuche cuando solo quería silencio. Fecundo en tus palabras, me enseñaste los dones de la tierra. Esa piedras ocultas y vírgenes, que guardan el secreto de los hombres. De los primeros seres que perplejos fueron el principio de todo. Nacieron con el fuego y la semilla que trasciende. No tenían nombre, solo las miradas y el manto creador. Temian ese camino lechoso de estrellas que abrigaba sus noches. Esa inmensidad fue la cuna de sus leyendas y sus ritos. Hipnotizados por tanta vastedad no entendieron su destino. Entonces desperté y ausente de lo cotidiano viaje contigo. En la barca de los siglos . Descubri en la pequeñez de mi ser, La grandeza del todo, el idioma y los gestos. El abismo donde nacen las utopías y los mitos. La revelación del amor , que nacio como un capricho del universo, Trascendente y sublime, misterioso y cautivante. Absortol resisti las ráfagas del tiempo. Entonces allí,donde todo era confuso, me sentí frágil e indefenso. Pero no temi, me entregue sumiso, a ese sagrado y aflautado himno, De las melodías que surgen de las voces perdidas. Entonces comprendi, que no debía esperar ni esperarte. Solo amanecer con la brisa y guarecerme en el ocaso. Entonces comprendi que no existen los finales… solo las consecuencias.
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Poeta
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En esas rocas solitarias de las playas del sur, donde comienza el horizonte profundo, La algarabía y el bullicio, están ausentes. había crecido el silencio, sobre la arena milenaria. Absorto en pedazos de recuerdos, que florecieron en otras épocas, no me di cuenta de ti, hasta que casi te toco. Tú también estabas distraída, talvez buscando retoños en tu corazón lastimado. Florecieron en nuestros ojos, brotes de asombro, en esas horas quietas. El mar, cegador e inmenso. Las arenas, limpias y descansadas. Y el perfume que llegaba del este, Azulino Y tenaz Era nuestro paisaje. teníamos urgencias, de bálsamos curativos. Y fue así que nos saludamos, con chispazos de tiempo. Y el sol, que se movía lento hacia el ocaso, fue la señal de que había pasado, un universo de palabras, y de encuentro.
en esas rocas solitarias del sur, donde nos encontramos. Y la sospecha fue certeza había empezado un comienzo distinto. De dos náufragos necesitados.
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Poeta
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EL PAISAJE Y LA AUSENCIA
El paisaje es el mismo pero los colores son distintos el cobre mágico de las hojas cubre los mismos senderos pero su poético silencio tiene también tu ausencia será por eso que cuando vuelvo voy con mi tristeza.
En primavera escucho en los mismos arboles el canto Y pienso que los zorzales tampoco serán los mismos que su trino, el de hoy es una letanía para los presentes, para los de ayer guardan la magia de aquel momento.
Y la arena que está cerca y limita con el azul profundo tiene el viento que arremolina lo vivido y lo expulsa entonces es ahí que los de hoy y los de ayer nos parecemos nos hechiza el tiempo y las luces colgadas del firmamento.
El paisaje es el mismo y aunque tú no estés mujer estoica desde el día que te fuiste y el mundo siguió siendo el mismo por haberte tenido , por los días de nosotros, por la mística nada reclamo, de nada me quejo y a nadie busco.
Serán los años, las vivencias o simplemente la aceptación que idealizar no nos sirve demasiado pero nos ayuda a entender que cada alma que se cruza en tu camino deja huellas y paz y a veces , solo a veces deja desiertos.
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Poeta
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DESFILADEROS DE LA VIDA
Una voz atraviesa las murallas y la mirada absorta se despabila ante la extensa letanía que surge de los quebrantos de esa osada boca. Los ojos y el sonido pactan un desafiante jubilo al derrotero del mañana, pues atrás solo quedan hondos abismos de amargor, de sequedad de cielo y de campanarios oxidados. Van consolándose como los pájaros en las migraciones cuando equivocan el camino y estoicos vuelven al atardecer del intento, al crepúsculo lánguido que a veces se confunde con la dormida mansedumbre. -¡ Y vuelan, aunque no tengan la virtud alada! Vuelan planeando sobre los mantos de la mística y los amuletos paganos y en esa alquimia de tiempo, se transforman en verdes intensos, en confundidos crisoles, en la bruma y el candil que apenas asoma. Y en ese fatigado rodaje de cantaros lejanos y piedras que miran, escuchan serenas otras voces, un gorjeo de almas que pugnan por levantarse después de haber sobrevivido a otros desiertos. Aparecen ventanas donde solo existían muros oscuros. -¡y es ahí!, en esa cornisa revelada que los colores vuelven a ser la fuente y las voces y las miradas una sola historia. Hemos encontrado la salida a este laberinto gris y afuera nos esperan para poder abrazarnos , para quebrar el silencio del encierro y poder llorar en compaña a nuestros muertos.
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Poeta
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Donde la gente solo deja huellas, nosotros hicimos caminos, y susurros que hacen palidecer, las hojas plateadas de los álamos. Donde los pájaros dejaron dibujos de flechas de ébano, en ese celeste inmenso, nosotros pintamos un corazón entregado. Donde se duermen los sueños, a la vera de la vida esperando, que algún horizonte los despierte, nosotros escribimos con besos de lluvia, una alborada con nombres entrelazados. Donde nacen los arco iris, allá lejos en los verdes humedales, están nuestras noches cansadas. Todo es magia, en esa constelación de palabras. A nada me atrevo sin tu mirada, tengo mis venas abiertas, y de ellas fluyen sinceras, flores carmesí que esperan tu siembra que aguardan tu llegada. Donde el hoy es un día distinto, el mañana un forastero sin nombre y el ayer fue algo que se aleja nosotros somos lo de siempre,
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Poeta
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CARROUSEL DE TIEMPO
Carrousel que giras en mi tiempo. Tienes días que son aviones de papel, levantan vuelo estoicos y no temen a los vientos, tiemblan y zozobran, aterrizando en el llano, desprolijos en su epilogo. Días que conocen su destino, desparraman fantasía, regalan ilusiones y cuando llega la tarde, se esconden enigmáticos, tranquilos en su epilogo. Días que despiertan sigilosos, se ocultan entre madreselvas, aguardan pacientes el momento, son corazones a cielo abierto remolinos celestes trepadores de cumbres laderas anhelantes columnas de vigoroso cuarzo no temen a las tempestades tienen el estigma de los genes y todos los puentes salvadores. Carrousel te quedaste con mi infancia y aun giras silencioso y grácil y mi sonrisa primera, se junta con otras risas parecidas.
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Poeta
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ESCUDO Y TRINCHERA Encalló en el sosiego en un puerto manso en un cielo calmo y azul en el aroma del café y la confidencia en las trincheras que protegen los temblores del insomnio. Despertó en la mirada sostenida en el adiós de lo efímero en la quietud del recuerdo en el gentío y la memoria en las iglesias sin nombre en los dioses sin rostro en las campanas calladas en los tañidos de la espera en los goznes de la tristeza. Y en ese crisol de ansias Exhaló un hondo gemido unos brazos alzados un feroz grito desafiante que remarcó los trazos que sembró los surcos para que quede grabada su historia para que cuando los hombres miren, unos ojos de silencio no se vayan. Esa calma gris esconde un pedido unas manos invisibles extendidas y un monstruo que acecha en el ramaje, esperando otra víctima de violencia. Los hombres que honramos la sangre, que se derramó en nuestro nacimiento, somos el escudo y la trinchera en vigilia para que nadie maltrate a una mujer que también dio su sangre, para dar vida. Carlos Brid
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Poeta
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Te vistes con el color de las confesiones te sonrojas con la caricia de las pasiones te ríes corolada de inocencia te disfrazas con la alegría y las caricias siempre pareces distinta... siempre bella... siempre eres verdad mía. siempre serás mañana siempre serás vida...
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Poeta
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