Textos :  Aperlado servil... (Neosurrealista)
APERLADO SERVIL
(Neosurrealista)

Inspira al sueño de tu musa,
el viento fracturado,
la luna en el bolsillo,
tan despacio tan fugaz,
en los límites agrestes,
estáticos y estéticos,
sintéticos y antitéticos,
¡Desengañando anfractuosidades!.

Porque en este proceso se imita la actividad de producción
del sol, liberando grandes recuerdos al lustro desangrándose,
con una tecnología cada vez más evolucionada al incrementar
la energía del descontento, del desconocimiento, del desierto,
al sostener la calidad de vida del parásito, indispensable al mejor
fracaso, que sostiene la reducción forzada del que se vuelve enemigo
de sí mismo, con toda la riqueza de los marginados, inmutables en
su desamparo, dinámicos en la fertilidad, que gravemente promueven
el saqueo, una vez alcanzados los niveles de armonía letal en su pureza.
¡Oh!. Destino impostor de los corruptos valores. Mira como estamos.

Al desenconarse las alas,
del viento al desmenuzar,
el polvo andrajoso,
al desposeer la memoria,
enlodando azoramiento y pérgola,
con el atuendo que atosiga,
las pupilas atribuladas,
en la consciencia anquilosada.

Porque los individuos que corresponden a esta orientación se rodean a
si mismos con un muro protector de truhanes truculentos, de abscesos
independientes del mínimo espíritu, de maulas crudos, a menos que
se casen con nubes destructivas que los ridiculicen en la sombra, y la
desconfianza que se vigoriza a cada paso. Aunque el cambio ha mostrado
un reverso tragicómico frente a la patogenia social más diferenciada.
Además de la libido y el sueño mismo, que muestra su intencionalidad
más desmesurada al disgregarse del cuerpo, pero dentro de la situación
compartida, en donde los deseos concluyen sin escapar al tiempo dóciles.
¡Oh catarsis, de los cadáveres y las cenizas!. ¿Quién reconstruirá lo perdido?.

Deja morir ya al futuro perdido,
en las infinitas mentiras,
del enrojecido blanqueado,
por la demencia hecha negocio,
de la esperanza que danza,
en la respuesta perpleja,
que asfixia torbellinos,
y siembra palabras al aridecer.

En la perla falsamente abrillantada, con las mejores marcas de armazones,
sin su historia de silencio, ni la actriz desempleada por las micas y cristales,
en la atroz diferencia de las pulgas del teatro, transformando el espacio en
el ajeno refugio de las ausencias multiplicadas, porque al contar los meses,
la mesa crece lento, incluyendo al frágil trueque al cambiar la tonalidad.
De este modo, el hielo sueña ardiente con la nieve voluptuosa del humo en
primavera, con un despliegue de energía en cada recuerdo, y la desgracia hecha
costumbre al llegar a la meta, que mejor que ofrecer a nuestros seres queridos
la paz hecha justicia, en vitrinas y pantallas, en fiestas y conjuros, que regresan
para quitársela con la valentía aterrorizada de una inocente bala, servil aperlada.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Desvivirse encancionado ...
DESVIVIRSE ENCANCIONADO

Goteando
La
Paz
Muerta
Vive dormida
En
Cada canción, con el orgullo de su desnudez, se ha quitado sus pieles somnolientas para tener solo letras trituradas. Porque ellas estorban, la unión, del manantial inclinado del tiempo y su campanilleo de intranquilos frutos ahogaría la vestidura de los suspiros.

-Pfad, sentiero, sentier, path, senda-
Sendero sólo a las súplicas precioso.

-Heilmittel, rimedio, remédio, reméde, remedy-
¡Perdidamente perspicuo, vacuo pertinaz!.

La vanidad de probeta vive de vergüenza ante toda infancia sacudida, soñar, pobre benignidad impía. Aquí endebles tienes a los gazmoños sentados a tus nefandos pies. Deja solo hacer al insensible audaz la recta vida y sencilla, como una calavera de caña, para que la llenes de los huérfanos vacíos, y mil plásticas consciencias.

Dicen que dijeron:
Los relámpagos arrinconados.
Embalsamando vitrinas.
Desviviéndose frenéticos.
Cantos que muerden ráfagas.
Del viento en guantes.
Del rojo cielo frío.

Encancionado
El
Corazón quemado dejó al camello inútiles corbatas,
desequilibrada confusión hogar deshabitado veraz,
minucia mezquina ignominia maligna carencia, contumaz intolerante libidinosa cadavérica, consciencia lenguaje reptil, amenazante. ¡Desvivirse!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas surrealistas :  Monólogos anestésicos...
MONÓLOGOS ANESTÉSICOS...

Ayer moriré con lápidas de yugo,
y los pétalos,
libres de los otoños,
donde los miedos huyen solos.

Con los dedos de la hoguera,
en las cadenas, en los vidrios,
en la cuerda que defiende la miseria,
del derecho sagrado de la vida.

¡Derecho sagrado de la vida!.

Libre... Cielo el ayer fue.
En la plegaria ingenua.
En el polvo de los dogmas.
En los años de las quimeras.
A la sombra indiferente.
Del crepúsculo en la tierra...

Hijos petrificados de la historia.
El derecho a vivir.
No
Es vegetar en la cueva de una concha.
El derecho a ser libre.
No
Es en la sombra impuesto.
El soplo rebelde del bolsillo.
No
Es el estómago sumiso.
El pensar digno servil de la cadena...

Mañana vivieron la carga desatada,
del tirano desempleado,
en las vitrinas, en los museos,
bebiendo las palabras crucificadas,
pálidos sonidos degradados,
el pasado esclavizado,
en las manos temblorosas,
ahogadas lágrimas sedientas...

Hoy pueden plantarse las raíces.
En las hojas, en los ojos.
En los blandos inmutables.
A pesar del mensaje de mil balas.
Al pasar abaratando cada miedo.
La consciencia prostituye.
El perdido precio.
De las estatuas.
De los héroes.
¡Torturados y amenazados!...

El derecho a ser feliz.
Es
Del humano arcilla.
No
Del cántaro verdugo.
No
El derecho a ser sirviente.
Es
Embellecer al mismo cielo...

Y
La
Grandeza del humano.
¡Sin ruegos, sin humillaciones!.
Libres y humildemente justos.
Igualmente distintos hermanados...

¿Quién esperamos qué sea lo qué...
Nosotros somos ?...
¿Tiene ya la conciencia dueño y precio?.
¿Dá derecho el arma, a matar al desarmado?.
¿Pueden... pensar las rodillas un corazón descalzo?
El
Supremo
Bien... ¡Es lo qué beneficia a todos!.
¿Es tan difícil, entenderlo?. Ó ¿Es imposible?.
La
Colmena en una hormiga, y en una abeja el hormiguero.
El
Mar en una gota, el cielo en el corazón.
La
Humanidad en cada hombre... Solo.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta